Tratar a los demás como seres humanos
Entrevista con Mariela Castro Espín
Por Hilario Rosete Silva
Fotos: Kaloian
17 de mayo
Jornada Cubana por el Día Mundial Contra la Homofobia.
La diversidad es la norma
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HALLAZGO
—He descubierto que cuando solicito un cuestionario es porque quizás ya decidí no conceder la entrevista, y que cuando voy a dar la entrevista no pido el cuestionario.
FUERZA QUE ATRAE
—Este último fue el caso de Alma Mater; aunque también me ha sucedido, debo confesarlo, que atrapada por preguntas incitantes enseguida me he puesto a responderlas.
AUTORA QUE LO PRODUCE
—Pero las vivencias experimentadas en una entrevista «cara a cara» son únicas.
La primera oportunidad en que nos vimos frente a frente con Mariela Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), fue a fines de 2006, en la presentación de SIDA: Confesiones a un médico, de Jorge Pérez. Luego llegó el año 2007, en el que la sexóloga comenzó su doctorado, realizó algunos viajes, y abrazó por última vez a su mamá, la heroína Vilma Espín Guillois, artífice del Programa Nacional de Educación Sexual y el trato justo a la diversidad de expresiones sexuales.
PULSO SENTADO
—La pérdida de mi madre, el 18 de junio, fue para mí lo más doloroso y difícil...
Desde entonces fuimos juntando papeles y preparándonos para un segundo encuentro: Fidel es un revolucionario, Franco era un fascista, versión de una entrevista con Mariela Castro Espín publicada por El País.com, de España, en abril de 2007; Diversidad sexual, la hora del cambio, reportaje con opiniones de representantes de la sociedad civil que, consultados en julio por la corresponsalía IPS-Cuba, creyeron llegado el tiempo de corregir el Código de Familia; Periodismo, derechos humanos y universidad, testimonios de colegas argentinos recogidos en la Feria del Libro de Venezuela celebrada en noviembre; comentarios de partícipes en América Latina: realidad y/o utopía, seminario del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana reunido en diciembre; y Diversidad sexual contra viento y marea, otra entrevista con Mariela publicada por la dicha corresponsalía IPS-Cuba poco antes de que expirara el año.
NUNCA ES BASTANTE
—¿Cuál de estos materiales le estimula a comenzar el diálogo?
—Prefiero empezar por los juicios de los partícipes en el seminario del Festival de Cine. Estoy interesada en los debates ideológicos, académicos y/o políticos que tienen como meta la implementación de nuevos desarrollos sin dejes de dogmatismo, con una lectura dialéctica de nuestra Historia y de los pasos que creamos que debemos dar para seguir fortaleciendo nuestro proyecto revolucionario. Hablamos de un paradigma de socialismo que no está escrito; contamos con las referencias de los filósofos marxistas más importantes y de los pensadores cubanos más valiosos, desde Félix Varela hasta Fidel Castro, pero hoy surgen aportes de investigadores comprometidos con la realidad nacional y el debate me moviliza; todo lo que he venido planteando sobre la sexualidad se relaciona con esa cuestión; la pregunta es cómo debemos insertarla en la política, en la realidad, en la historia que vamos construyendo día tras día.
AFECTO MERECIDO
—Ha llegado al campo de la que iba a ser nuestra próxima pregunta: ¿Qué tienen que ver esos debates y la labor profesional de Mariela Castro Espín al frente de Cenesex?
—Se asocian a nuestro compromiso ideológico, político y de identidad cultural; en la visión de la sociedad que ofrecen esos estudios encaja nuestro aporte desde la sexualidad; ella no está desvinculada de esas categorías; el humano es un ser sexuado por naturaleza; su cultura está sexuada; su ideología está sexuada; tiene sexo, maneras de ver al hombre y a la mujer en las distintas etapas de su existencia; la vida del hombre también dependerá de si la sexualidad se atiende o desatiende, se mima o se maltrata, se potencia o se reprime. Las implementaciones políticas deberán tener en cuenta al ser humano sexuado y su cultura, una cultura que está traspasada por criterios histórico-concretos sobre los roles del hombre y la mujer, el lugar del anciano y el niño, los malestares y los bienestares, lo aprendido y lo desconocido, el erotismo y el pudor, el odio y el amor.
No bien hizo un alto Mariela, glosamos las palabras de la estudiosa Mayra Espina en el seminario del Festival de Cine. Mayra volvió sobre la pluralidad de la idea socialista, más destacó que aún aceptándola, se piensa en cierto punto de llegada «un tanto parecido para todos», noción contra la que debemos luchar. Acto seguido Mayra se refirió a quienes quizás olvidaron algo que estaba en la teoría: que un poder fuerte es aquel que a la vez empieza a autodisolverse, a descentralizarse. Para reforzar la democracia socialista Mayra abogó por cederle poder a los no expertos, y ahí hallamos nosotros la clave del respeto que goza Cenesex ante los gays, lesbianas y transexuales de la Isla: en la defensa que hace de sus derechos individuales, en la dosis de responsabilidad y poder participativo que pone en sus manos.
AUTORIDAD Y COMPROMISO
—Coincido con esa reflexión profunda y bien articulada de Mayra Espina, que re-orienta tanto el pensamiento. Del mismo modo ustedes han sabido insertar la labor del Cenesex en el contexto de lo que más nos preocupa, la realidad cubana. Ese es el sentido de nuestra lucha; más que darle un lugar, es respetar el lugar que cada ciudadano tiene en la sociedad, es acatar la cuota de responsabilidad individual en el entorno del compromiso colectivo. Cuando un ciudadano en particular alcanza poder, adquiere a la vez un débito social; defender ese derecho de cada uno, por ahí se encaminan nuestras propuestas. No es que el ciudadano tenga que atender sus obligaciones públicas, sino que le asiste el derecho de hacerlo ante el colectivo al que se debe, en el que está insertado y con el que participa.
El dilema es que todo eso aún luce abstracto, pero ese es el reto, y para aceptarlo debemos ser creativos e ir experimentando y encontrando las soluciones por el camino, sobre la marcha, sin miedo a cederle poder a los no expertos. Los frutos no se verán de la noche a la mañana, pero hay que ir probando y ejercitándose, discutiendo y teorizando.
Daríamos un paso de avance si al menos lográsemos explicitar en la legislación el respeto a los derechos de los humanos por su orientación sexual e identidad de género. La sanción de tales códigos dignificaría a las personas homosexuales y bisexuales, con frecuencia rechazadas, desconocidas y relegadas, y a las transexuales y transgéneros, de quienes se desconoce su realidad y, por consiguiente, se les teme y excluye de cualquier plataforma social; facilitar su igualdad ante la ley es una meta de Cenesex. Llegamos al convencimiento de que es una iniciativa justa, necesaria, democrática, afín con el proyecto revolucionario cubano, un proyecto por esencia inclusivo, que permite participar y ejercer responsabilidad, singular modo de ejercer poder.
LA CARRETA Y LOS BUEYES
—Espina se refirió a un rasgo del sentido común, la dicotomía, debido al cual descreemos que el ejercicio de poder y su autodisolución, léase su descentralización y democratización, puedan realizarse a la par. Cenesex parece no temerle a esa dicotomía.
—Claro que no. Quien se sienta agredido cuando alguien, desde posiciones revolucionarias, le solicite cuotas de poder, estaría interpretando el pedido desde aquel lugar dicotómico, o desde un estereotipo de poder mal aprendido.
—Mayra expresó otra idea: «La garantía de los derechos sociales suele emplearse como una razón que justifica el no haber logrado que el goce de los derechos individuales “cuaje” de modo socialista.»
—Estoy segura de que en sentido general esa no es la intención de nuestros poderes reales, sin embargo, no es de dudar que en ocasiones, inconscientemente, se reproduzcan tales mecanismos de chantaje. Si como poder del pueblo no discutimos ni cuestionamos nuestros métodos con vistas a su mejoramiento, a que sirvan a la libertad del ser humano, entonces seguiremos repitiendo esquemas heredados del pasado. Como bien decía Marx, el desarrollo de la conciencia social se retrasa con respecto al avance de las fuerzas productivas; tal vez pudiéramos adelantar en el afianzamiento de una propuesta socio-económica, pero el avance se vería torpedeado por la lentitud en la formación de juicios morales apropiados.
SEGREGACIÓN Y RECHAZO
—Otro tanto pasaría con la ley. Entre los datos recogidos para llegar aquí aludimos al reportaje Diversidad sexual, la hora del cambio. El historiador y etnólogo Jesús Guanche estimó que el Código de Familia debía ser reformado; afirmó que si este no se cambiaba, las personas irían por un lado y el cuerpo legal, rezagado, iría por otro.
—Coincido con él; insisto en que la modificación de una ley no es otra cosa que el intento de llevar a la política un nuevo desarrollo, pero también quiero puntualizar que cuando hacemos una crítica no estamos minimizando o negando peyorativamente nuestro poder actual; estamos cumpliendo con el deber, desde una postura revolucionaria, de aportarle, para enriquecerlo, nuevas reflexiones y puntos de vista.
—Ese fue el deseo que animó a otro de los presentes en el seminario del Festival, el profesor Medardo Rodríguez, cuando picado por las palabras de Espina, aseveró que en Cuba habían crecido otros poderes, no esencialmente socialistas, y que éramos muchos los que como él queríamos poder revolucionario para atajar tales desvíos.
—Desde su especificidad, luchando, por ejemplo, contra la homofobia y la transfobia, Cenesex ejerce una porción de ese poder. Por miedo, por desconocimiento, por prejuicio o por otras causas y motivos, al fin y al cabo aquellas dos manifestaciones son perturbaciones del ánimo, sentimientos de odio o rechazo irracional hacia las personas que no responden al modelo heterosexista, y nuestro paradigma de socialismo no podría consentirlas, estaría excluyendo a una parte de los ciudadanos por su orientación sexual o identidad de género. La homofobia y la transfobia, así como la xenofobia, el racismo, el antisemitismo y el machismo, son ideologías, actitudes, residuos despreciables, rezagos de sociedades inicuas, basadas en el aislamiento de lo que creen inferior por múltiples intereses. Los cubanos deseamos un país cada vez más justo, y desde Cenesex defendemos, con nuestra cuota de poder revolucionario, que todo eso sea modificado.
EL TORO POR LOS CUERNOS
—«Que todo eso sea modificado», cambiado: ya oímos algo así el primero de mayo de 2000 en la Plaza de la Revolución José Martí de la capital.
—«Revolución es sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado; es igualdad y libertad plenas; es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos...» Cuando redacté la versión inicial (2004) sobre la estrategia nacional de atención integral a personas transexuales, lo primero que escribí fueron esos conceptos de Fidel; con ellos también concluyó mi papá (Raúl) su discurso en el acto por el 26 de julio en Camagüey (2007); aún como Primer Vicepresidente, llamó atenerlos en cuenta para aplicarlos con creatividad, porque, según dijo, ahí está la quinta esencia del trabajo político ideológico; para mí son como la Biblia, el credo de la Revolución.
—Usted ha dicho «desde Cenesex defendemos», ¿cómo, cuál es el estilo?
—No diré que «el estilo es el hombre»; mejor reinterpreto la frase y sostengo que el estilo es el ser humano; y que lo defendemos sugiriendo y proponiendo; es fácil criticar y desentenderse de las soluciones; pero nosotros nos la pasamos implicándonos y jugándonosla, en el sentido de que nos pueden cuestionar o desacreditar; y claro que nos importa que nos descalifiquen, por eso basamos en resultados científicos cada idea que lanzamos. Esta es una propuesta de compromiso; planteamos lo que podemos y nos comprometemos con hacer nosotros. Ese es el camino que elegimos al frente de Cenesex, y el que eligieron otros, desde otras ópticas, como ustedes desde Alma Mater: me satisface el modo en que han guiado esta entrevista; hará reflexionar; será un aporte al esclarecimiento de conceptos que son la «sustancia medioambiental» de nuestro trabajo; la mayoría pondera la sexualidad a secas, mira el árbol y no ve el bosque.
DIGNIFICACIÓN EFECTIVA
—Pues ya es hora de mirar los árboles. ¿Cuáles son los proyectos presentados por Cenesex a las autoridades?
—Hay varios proyectos importantes, mas desde el punto de vista legal sobresalen tres; el primero contiene las reformas al Código de Familia; reconoce a las personas que hasta aquí no fueron visualizadas (homosexuales, bisexuales, transexuales, transgéneros); y sienta premisas para seguir democratizando las relaciones entre géneros (masculino y femenino), aptitudes (capacitados, discapacitados e incapacitados), generaciones (niños, jóvenes y ancianos) y otras categorías. Los cambios intentan afianzar la ética humanista y otorgarle mayor responsabilidad a la institución de la familia.
El segundo es una propuesta de ley o de decreto-ley sobre identidad de género que garantizará el respeto e inclusión social de las personas transexuales y les dará facultades y facilidades para el cambio de sexo, según su identidad de género, sin que tengan que someterse, sí o sí, a una intervención quirúrgica.
—Nadie calcula el drama de esas personas, consideradas indignas a ultranza.
—Es fácil juzgarlas desde afuera sin ponerse en sus zapatos; llevan una vida dura, sin oportunidades, y estamos en el deber de ayudarles y darles una alternativa. Los seres humanos somos heterogéneos por naturaleza y los transexuales no serían la salvedad. Hablamos de las personas que se someten a una operación de cambio de sexo, o que mediante tratamiento hormonal adquieren la apariencia del otro sexo, y ahí mismo está su drama: por no caer en el estereotipo dicotómico de la realidad sexuada, se quedan fuera de lugar, van a parar a un limbo jurídico. Nuestro orden social no puede permitirse esos estados; a medida que vayamos detectando aspectos que no se ajusten a las necesidades humanas, tendremos que ir modificándolos.
Acorde con esto, el tercer proyecto apunta a la aprobación de una resolución del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), esa sí está en proceso de precisiones técnicas para su firma por el Ministro, que avala y regula el trabajo de la Comisión Nacional de Atención Integral a Personas Transexuales. Esta comisión multidisciplinaria, ubicada en el Cenesex y presidida por mí desde el 2004, será la única facultada para, toda vez que sea aprobada la ley o decreto-ley sobre identidad de género, legalizar los casos de cambio de sexo mediante el correspondiente certificado.
—Al referirse a la resolución usted ha dicho, «esa sí está en proceso». ¿Significa que aquellos otros dos proyectos no avanzaron?
—La ley o decreto-ley sobre identidad de género, corre a menor ritmo, aún estamos elaborando la propuesta. Con relación a las reformas al Código de Familia, dialogamos con el Partido para que, en el momento que se considere oportuno, sean sometidas al análisis de los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular en forma de anteproyecto de ley.
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PACTO SOCIAL
—La experiencia con los represen-tantes de la anterior VI Legislatura, fue positiva –continuó su diálogo con Alma Mater la directora de Cenesex, Mariela Castro Espín.
—Trabajamos con tres de las comi-siones permanentes; hubo un intercam-bio sincero, las reacciones fueron favo-rables; resta el contacto con los miem-bros de la recién constituida VII Legis-latura, pero ya desde un anteproyecto de ley. Digo que estamos dialogando con el Partido, y no es que sea obligatorio hacerlo, porque su criterio es un aval para favorecer estos procesos; el Partido, en sus congresos, determina y aprueba políticas; es conveniente trabajar directamente con él; ese es el llamado que les hacemos a las organizaciones homólogas del mundo: «¡Busquen las alianzas de los partidos!»
AFÁN INTELIGENTE
—Raúl pidió en la sesión constitutiva de la VII Legislatura, disponer de tiempo para presentar el gobierno y los cambios estructurales que exigen sus cuerpos administrativos. ¿Cree que con tales encargos la Asamblea irá a ocuparse de las propuestas de Cenesex?
—Son de las tantas cosas importantes a las que el país deberá dedicar su interés, y más ahora, cuando se dan mejores circunstancias para una toma de conciencia sobre lo que estamos proponiendo; nuestros proyectos no deben verse como el río que se desbordó con las últimas lluvias; tienen su historia de elaboración y madurez; fuimos adquiriendo una cultura de la sexualidad; trabajamos para que, bien a través de la VI o bien mediante la VII Legislatura, el máximo órgano de poder del Estado haga su aporte. Por cierto, el Cenesex es un ente adjunto a la comisión del Parlamento cubano que atiende a la Niñez, la Juventud y la Igualdad de Derechos de la Mujer; así lo diseñó mi mamá (Vilma Espín), que era la presidenta de esa comisión: fue una sentencia sabia.
ACERVO UNIVERSAL
—¿En cuál de estas propuestas se ubica el reconocimiento de las parejas de hecho (del mismo sexo)?
—Se trata de un nuevo artículo que, de ser aprobado, se integrará al Código de Familia. Cuba, siguiendo la experiencia de otros países, se quedaría en el reconocimiento legal de las uniones entre personas del mismo sexo. Sin hablar de matrimonio, dicha norma les garantizaría a sus miembros el disfrute de los mismos derechos patrimoniales, y algunos personales, de que gozan las parejas heterosexuales.
Autorizar el matrimonio entre personas del mismo sexo requeriría cambios en la Constitución; el artículo 36 de la Ley Fundamental establece que el matrimonio es la unión voluntaria entre un hombre y una mujer; aquí también quisimos respetar, ex profeso, todos los posibles modos de pensar de una sociedad, incluyendo las prescripciones religiosas y, en particular, las que, sobre el matrimonio heterosexista, con fines reproductivos, nos han sido transmitidas por la Iglesia y la ética cristiana católicas; ese es un legado que deseamos preservar; no entraremos en pugna ni con los creyentes cubanos ni con los de ninguna otra parte; no profeso ninguna religión, pero me inclino ante quienes transmiten y defienden valores humanos y postulan el amor al prójimo; por eso, a la vez, proponemos la unión legalizada, para darle un espacio de reconocimiento a las relaciones consensuales entre personas del mismo sexo, sin hablar de matrimonio, sin negar aquella herencia.
EN COMÚN
—Son propuestas ora avanzadas, ora temerarias. Desde su esencia revolucionaria, usted las ve como verdades absolutas.
—Las modificaciones al Código de Familia, reitero, pretenden eliminar toda discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género, pero hemos tenido que hacer concesiones para favorecer que lleguen a convertirse en un anteproyecto de ley sin más retraso, de ahí que no sean todo lo avanzadas y justas que deseábamos. Por ahora los criterios contemplan, como ya dije, los derechos patrimoniales, y algunos personales, de las parejas homosexuales. Nótese que digo «algunos»: debido a un discurso dominante, legitimador de que dichas parejas son incapaces de adelantar un proyecto de paternidad o maternidad, hay resistencia a permitir que puedan adoptar niños.
Así que seguimos tratándolos como inferiores, distinguiéndolos como diferentes, cosa que lamento; estamos cayendo en nuestra propia trampa; creyéndonos que somos respetuosos, comprensivos, seguimos perpetuando, sin embargo, la misma lógica discriminatoria que, con otros argumentos, ha venido situando a diferentes culturas, razas, etnias, religiones, géneros, generaciones o aptitudes, en el lugar de los «otros», de los que son mucho menos importantes que «nosotros los normales».
Ojalá quedase claro de una vez que defendemos un proyecto de solidaridad, de fraternidad, movidos por el deseo de edificar una sociedad más equitativa; esa es nuestra ilusión; esa es la parte más importante de «mi» verdad; y les pido que entrecomillen el adjetivo porque, ya lo sabemos, nadie tiene la verdad absoluta; todo es muy complejo; todos tenemos nuestra pequeña parte de verdad; y sobre esas porciones deberán hincarse los pilotes para consolidar un interés común.
NADA MÁS Y NADA MENOS
—¿Cómo, por qué y para qué Cenesex festejará el 17 de mayo?
—En 1973 la Asociación Americana de Psiquiatría (APA, por sus siglas en inglés) decidió eliminar la homosexualidad del Manual de Diagnóstico de los trastornos mentales, y urgió a rechazar toda legislación discriminatoria de gays y lesbianas. Hasta entonces, y también después, la psiquiatría había hecho mucha iatrogenia, o sea, con la idea de curar, había producido efectos nocivos. Justo es decir que las asociaciones americanas tienen vastos recursos, como para involucrar a muchos expertos en sus objetos de estudio, y esa circunstancia valida sus investigaciones, hace que se tomen como referencia.
Dos décadas después, el 17 de mayo de 1990, la Organización Mundial de la Salud (OMS), también retiró la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales y, en consonancia, el activista francés Louis-Georges Tin comenzó a impulsar, pronto hará un lustro, una campaña para instituir esa fecha como Día Mundial Contra la Homofobia y realizar actividades de sensibilización sobre la injusticia que se ha venido cometiendo, sobre el daño que en muchas partes del mundo todavía se le inflige a estas personas.
Cenesex tiene el deber moral de acoger la propuesta y ponerse a la cabeza de la realización de esa jornada entre nosotros; aún existen los términos gayfobia, lesbofobia, travestifobia, transfobia y otros, mas para simplificar los mensajes hablaremos en general de homofobia; como mismo tenemos la vida para trabajar por los cambios, así tendríamos un día para festejar, bien entendido que aún festejando estamos modificando, visibilizando, haciendo que todo el mundo mire, invitando a que se implique la persona homosexual y toda la sociedad.
—Antes de concluir, sin ánimo de agredir, para ayudar. ¿Usted ha proclamado que el verdadero mal no está en el homosexualismo, sino en la homofobia?
—Todas las fobias se consideran, en salud mental, enfermedades; son miedos, rechazos irracionales desde un lugar de poder; desde una altura donde la persona que rechaza se siente superior a la rechazada; desde un ámbito donde encuentra argumentos para creerse aventajada; y el argumento no existe; no hay ninguna razón para sentirse superior a otro ser humano; nada justifica la superioridad de unos sobre otros; condenar a los otros nos pone en un suelo escabroso; todo lo que le hacemos a otros, nos lo hacemos a nosotros mismos, para bien y para mal. Recientemente ustedes me compartieron que la fe no es sentir, sino saber; no es evidencia, sino certeza; no es emoción, sino convicción; y me persuadieron de que, como mismo la posee tanta gente que admiro, también yo tengo fe: creo en lo que hace y propone Cenesex, confío «en la utilidad de la virtud» y estoy convencida de que la homofobia es un ente inhumano, irracional.
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