La canciller alemana, Angela Merkel, ha pedido este jueves a China que utilice toda su influencia para convencer a Teherán de que abandone su programa de armas atómicas. Pekín es el principal comprador de petróleo iraní. La dirigente ha asegurado que ha discutido el tema con el Gobierno chino, pero ha reconocido que Pekín se opone a un embargo petrolero para presionar a Irán.
“La cuestión es cómo puede utilizar China su influencia para que Irán comprenda que el mundo no debe tener otra potencia nuclear”, ha dicho Merkel en la Academia de Ciencias Sociales. Pekín obtiene más del 10% de sus importaciones de crudo de Irán, y los analistas chinos han advertido del daño económico que un veto a la compra de petróleo podría causar a China porque no podría conseguir fácilmente suministros de otras partes y generaría una subida del precio del combustible. Irán asegura que su programa nuclear es de uso pacífico.
La Unión Europea decretó la semana pasada la prohibición de importar, comprar y transportar petróleo iraní, y Merkel no quiere que Pekín aproveche esta circunstancia para aumentar sus propias importaciones de ese país.
Durante la visita de tres días de duración, que ha comenzado este jueves, Merkel también abordará con los líderes chinos la crisis en Siria, la situación de la economía europea y los esfuerzos que están realizando los países para mejorar la estabilidad financiera.
Europa es el principal destino de las exportaciones chinas, y Pekín está preocupado por el impacto que la crisis está teniendo sobre sus empresas exportadoras y aquellas que se están instalando o comprando activos en Europa.
Los líderes europeos quieren que China y otros inversores globales contribuyan a expandir el fondo de rescate del continente, el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF). El director del fondo, Klaus Regling, dijo en octubre durante una visita a Pekín que China y otros inversores asiáticos habían comprado alrededor del 40% de los bonos emitidos por el fondo desde que fue creado en mayo de 2010.
El Gobierno chino se ha cuidado mucho de comprometerse a realizar nuevas adquisiciones. Ha dejado clara su intención de adquirir activos europeos, pero está menos interesado en comprar más bonos. Los expertos chinos consideran que Europa cuenta con recursos financieros adecuados.
Sin embargo, el primer ministro, Wen Jiabao, ha dicho tras entrevistarse con Merkel que su Gobierno está estudiando cómo jugar un mayor papel en la resolución de la crisis de la deuda europea mediante la participación en el fondo de rescate FEEF o en el Mecanismo de Estabilidad Europea (MEE), que entrará en funcionamiento en julio y se prevé que sustituya al FEEF. Wen no ha anunciado ningún compromiso concreto. Merkel ha afirmado que los líderes chinos han reiterado en las conversaciones que los países europeos deben hacer primero sus deberes.
Alrededor del 25% de los 3,2 billones de dólares que tiene China en reservas de divisas extranjeras está ya en activos denominados en euros. En los últimos meses, la compañía estatal Tres Gargantas ha invertido 2.690 millones de euros en la toma de una participación del 21,35% en la eléctrica portuguesa EDP y el fondo público China Investment Corporation (CIC) se ha hecho con el 8,68% de la empresa de aguas británica Thames Water por una cifra que no ha sido desvelada, pero que los analistas sitúan entre 900 y 1.100 millones de euros.
El mayor fabricante chino de maquinaria de construcción -la empresa privada Sany Heavy Industry- ha anunciado esta semana la adquisición del fabricante alemán de bombas de hormigón Putzmeister por 360 millones de euros. Merkel tiene previsto reunirse este viernes con el presidente chino, Hu Jintao.