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De: albi (Mensaje original) |
Enviado: 09/02/2012 12:25 |
Las principales características del modelo de sociedad comunal propuesto en las obras de Marx y Engels, al cual se llama comunismo, son:
Para llegar a tal estado Marx propone un estado de transición en el cual los proletarios tomarían el poder para abolir la propiedad privada de los medios de producción, y cambiar la orientación de la economía capitalista hacia una que esté centralmente planificada, de tal manera que se provean todas las necesidades de la población. Marx entiende que, al proveerse todas las necesidades de la población, dejarían de existir las clases sociales, y por lo tanto, la necesidad de un Estado que vigile a la clase trabajadora.
Algunas vertientes del socialismo, y del comunismo, identificadas como anarquistas, defienden la abolición inmediata del Estado. Las divisiones entre estas dos corrientes del pensamiento político se volvieron más claras cuando la primera Asociación Internacional de Trabajadores terminó como resultado de una escición entre marxistas, (que acreditaban la necesidad de tomar el poder para realizar una revolución), y los bakuninistas, (que afirmaban que no habría revolución a menos que el Estado y el capitalismo fueran abolidos al mismo tiempo).º
Marx consideraba que sólamente en una sociedad sin clases, dejaría de existir lo que él llamó la explotación del hombre por el hombre. Consideraba, además que sólamente la clase trabajadora, era productora de plusvalía, principalmente los de la industria, y que sólamente mediante una lucha política conciente, podría terminar con el capitalismo. El objetivo de ésta revolución sería acabar con el estado como un instrumento político para la existencia de las clases.
La palabra comunismo, apareció por primera vez en la prensa, en 1827 cuando Robert Owen hiciera referencia a “Socialistas” y “Comunistas”. Según él aquellos consideraban el capital “común” más benéfico que el capital “privado”. Las palabras “comunismo” y “socialismo” fueron usadas como sinónimos durante todo el Siglo XIX, hasta que Vladimir Lenin le diera a la palabra su definición más actual. De acuerdo a su teoría, el socialismo sería una fase de transición entre el capitalismo y el comunismo.
COMUNISMO
DEFINICIÓN
El concepto de comunismo puede ser entendido de varias maneras, que han cambiado y se han diversificado a lo largo de la historia:
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Es un sistema teórico de análisis sociológico basado en los trabajos Karl Marx y Friedrich Engels. Utiliza el análisis histórico de las transiciones en las sociedades humanas, para postular la transición de la actual sociedad capitalista hacia otra socialista, y eventualmente hacia otra comunista, y su principal objetivo es el establecimiento de una sociedad sin clases sociales.
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A ésta sociedad sin clases, que la doctrina marxista tiene como ideal y fin ultimo, se le llama comunismo.
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Al Movimiento político derivado de la ideología comunista se le llama comunismo, y surgió desde mediados del siglo XIX y se hizo importante desde principios del siglo XX
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Durante la Guerra Fría, y a raíz de ella, se empezó a llamar erróneamente comunista a aquella persona que viviera en alguno de los países socialistas bajo la influencia de la URSS, y se le dio a estos países la denominación de comunistas a pesar de ser únicamente socialistas.
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Existen doctrinas teóricas no marxistas también denominadas comunistas.
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De: albi |
Enviado: 09/02/2012 12:26 |
TEORÍAS Y CORRIENTES DEL COMUNISMO
SOCIALISMO UTÓPICO
Las ideas comunistas surgieron a partir del llamado socialismo utópico , cuyos principales exponentes, son Robert Owen, Charles Fourier, y Saint-Simon.
Robert Owen fue el primer autor en considerar que el valor de los productos debía medirse en base al trabajo incorporado a ellas, y no al valor en dinero que se les atribuye. Charles Fourier fue el primero en proponer la abolición del capitalismo para la formación de una sociedad comunista. Y el Conde de Saint-Simon consideró que la nueva sociedad debía estar planificada para atender las necesidades de los pobres. Estos autores propusieron la transición hacia nuevas sociedades a través de comunidades rurales autosuficientes por el trabajo de voluntarios, sin embargo, no consideraban que la sociedad capitalista estuviera compuesta por clases sociales antagónicas.
MARXISMO O SOCIALISMO CIENTÍFICO
Karl Marx desarrolló un sistema explicativo para el análisis económico e histórico de las sociedades humanas conocido como materialismo histórico, éste sistema entiende la historia de la humanidad como una constante lucha entre clases a partir de un original estado de comunismo primitivo. Esta lucha de clases eventualmente termina por producir transformaciones en las sociedades hacia nuevos tipos de sociedad. Según la teoría marxista, las clases dominadas son las que determinan el fin de las sociedades establecidas, y dan lugar a las que les suceden.
El materialismo histórico se caracteriza por explicar la realidad social e histórica en términos puramente económicos, sobre todo por dar una explicación económica a la acumulación del capital por parte de las clases dominantes: la plusvalía.
Al contrario de sus predecesores y muchos de sus críticos actuales, Marx no consideraba al comunismo un ideal, producido por intelectuales, sino un movimiento real que estaba inmerso en la mecánica económica e histórica de las sociedades.
COMUNISMO LIBERTARIO O ANARQUISMO
En su libro ¿Qué es la propiedad?, Pierre-Joseph Proudhon, con argumentos históricos, jurídicos, y económicos, procura demostrar que toda propiedad es un acto de robo. Proudhon critica el concepto de la renta como la idea de exigir algo a cambio de nada. Identifica por vez primera a una parte de la población (los obreros) como los productores de riqueza, y a otra como los usurpadores de ésa riqueza la burguesía. Concluye que la imposición de la propiedad solo puede ser posible a través de una imposición jurídica por parte del Estado. Por lo tanto, según Proudhon, los ciudadanos nunca estarán libres de la propiedad hasta que desaparezca el Estado.
Proudhon consideraba que un cambio violento apenas implicaría un cambio de gobierno, y que no modificaría las relaciones sociales en nada. Éstas tendrían que ser modificadas gradualmente por la sociedad. En Sistema de contradicciones económicas o filosofía de la miseria, Proudhon afirma que después de haber provocado el consumo de productos por la abundancia de productos, las sociedades estimulan la escacez por el bajo nivel de los salarios. Esta idea es conocida con el nombre de “crisis de supeproducción subconsumo”.
En 1847 Marx escribe La miseria de la filosofía en la que critica a Proudhon y da inicio al conflicto entre dos corrientes del comunismo que empezaban a definirse en la Asociación Internacional de Trabajadores y cuya división continúa hasta hoy. El principal desacuerdo fue que para Proudhon y Mikhail Bakunin, otro teórico anarquista, la revolución sería imposible sin la abolición inmediata del estado, mientras que para Marx y Engels, el Estado podría ser una parte instrumental del proceso revolucionario. Y mientras que Proudhon y Bakunin rechazaban una cualquier proceso autoritario en la revolución, Marx y Engels no lo hacían. Al disolverse la AIT, los simpatizantes de Proudhon y Engels pasaron a llamarse comunistas libertarios o Anarquistas, para diferenciarse de los marxistas que permanecen usando el nombre de “comunistas”. A partir de ahí esas corrientes se separaron y tomaron rumbos distintos.
POSMARXISMO
SOCIALDEMOCRACIA O REVISIONISMO
A partir del inicio del Siglo XX el movimiento comunista pasó a dividirse en varias corrientes, el movimiento llamado por sus detractores "revisionismo" y por sus defensores de "reformismo", fue propuesto por Leonard Bernstein. Bernstein consideraba que el aburguesamiento de la clase trabajadora hacía imposible el surgimiento de una revolución socialista, y que el movimiento comunista debía adaptarse a estas condiciones promoviendo la transformación gradual de la sociedad capitalista en ámbitos puramente éticos.
A pesar de haber sido inicalmente rechazado por los partidos socialistas, la socialdemocracia terminó por convertirse en la practica general de los partidos después de la Primera guerra mundial.
COMUNISMO DE PARTIDO O LENINISMO
A consecuencia de la revolución rusa se creó una divisón entre la extrema izquierda del movimiento socialista en Rusia liderada por Lenin y los bolcheviques, que promovían la adopción de la palabra “comunismo” usada por Marx para definirse, esto en oposición a los Mencheviques que promovían la socialdemocracia. El concepto de “Bolchevique” o “Leninista” significó en un principio que el estado comunista fuera precedido por un período de transición llamado socialismo, en el cual habría estatización de los medios de producción, y continarían existiendo la ley del valor y el uso del dinero, entre otras características capitalistas. Este período de transición llevaría, al menos teóricamente, a la desaparición gradual del estado y de las demás características del capitalismo, constituyendo así el comunismo. Las obras que apoyan esta tesis son los escritos de Lenin posteriores a la revolución rusa, entre otros autores seguidores de ésta corriente.
CONSEJISMO
El movimiento comunista sufriría otra división: por un lado los simpatizantes de las tesis de Lenin respecto a que un partido de vanguardia debía ser un instrumento para la revolución comunista, y por el otro el comunismo de consejos, que consideraba los consejos obreros o “soviets” como la forma de organización revolucionaria de los trabajadores por excelencia. Los consejistas retomaban a Marx al concebir el comunismo como un modo de producción debe remplazar al capitalismo aboliendo el Estado, la ley del valor etc. inmediatamente a travez de la autogestión de los consejos obreros. Así, esta corriente cuestionaba la idea de un período de transición, considerándolo como un camino contrarevolucionario producto de un proyecto semi-burgués ajeno a la clase trabajadora.
Las principales obras que defienden esta corriente son Principios Fundamentales del Modo de Producción Comunista del Grupo Comunista Internacionalista de Holanda y Los Consejos Obreros de Anton Pannekoek, además de varias otras obras que desarrollarían esta tesis adoptando el nombre contemporáneo de autogestión.
DIVISIONES POSTERIORES
A raíz de la revolución rusa y en especial del triunfo de la Unión Soviética sobre la Alemania nazi en la Segunda guerra mundial, el Leninismo o Comunismo de Partido se convirtió en la doctrina predominante entre los comunistas europeos y a nivel mundial. Sin embargo, dentro de ésta corriente surjen otras divisiones a nivel político y práctico.
ESTALINISMO
El estalinismo es el nombre que se le da a las políticas aplicadas durante el gobierno de Iosif Stalin en la Unión Soviética. Al morir Lenin hubo una lucha política entre Stalin y León Trotsky por el poder en la Unión soviética. Los seguidores de Stalin defendían lo considerabaen el sucesor natural de Lenin tras haber sido electo secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética. Una de las principales ideas políticas de Stalin sobre la dirección del socialismo fue el llamado socialismo de un solo país el cual consiste en abandonar la idea de una revolución mundial considerando que el comunismo podría ser alcanzado por un país socialista en un entorno mundial dominado por el imperialismo. También defendía la idea de que la lucha de clases se agravaría a lo largo del desarrollo del socialismo, con lo que sería necesario aumentar el control por parte del partido y del Comité Central. Otras características del estalinismo son una moral conservadora en particular en lo referente a la mujer.
TROTSKISMO
En oposición a Stalin, Trotsky postuló como su principal idea política la Teoría de la revolución permanente, que defendía la idea de que la revolución surgida en un país atrasado como la URSS no podía sobrevivir a menos que se internacionalizara y triunfara en los países más avanzados. Defendió medidas para combatir la burocratización del estado como la rotación de cargos y aplicar la tesis leninista del centralismo democrático en las acciones del partido y la sociedad. Después de ser expulsado del partido comunista y exiliado de la URSS en 1926, Trotsky organizó la "Oposición de Izquierda Internacional" que fue una facción de la Tercera Internacional. Sin embargo al llegar Adolf Hitler al poder en Alemania, la persecusión de los comunistas en Europa y (y especialmente en Alemania) se agravó, y Trotsky llamó a la formación de una Cuarta Internacional, la cual fue fundada en 1938.
MAOÍSMO
El maoísmo es el nombre dado generalmente al pensamiento político de Mao Zedong, sin embargo en la República Popular de China este término nunca se usó, prefiriéndose llamarlo pensamiento de Mao Zedong. La principal diferencia entre el maoísmo y otras formas de leninismo es que Mao Zedong consideraba al campesinado como el motor de la revolución, aunque siguiera considearando al proletariado el director de la misma. La revolución debía ir según él mismo "del campo a la ciudad", la lucha armada con bases agrarias en los años 1920 y 1930 llevó al Partido Comunista de China al poder. Mao consideró que en la Unión Soviética la burocracia enquistada en el aparato estatal podía convertirse en una burguesía de nuevo tipo y restaurar el capitalismo. Evitar que esto sucediese en China fue la principal razón por la que se organizó la Revolución Cultural. Mao consideraba a Stalin un defensor del leninismo. Con la desestalinización, Mao consideró que no sólo se habían abandonado las políticas estalinistas sino también el marxismo-leninismo, convirtiendo a la URSS en un régimen socialista sólo de palabra, fascista en la política interna e imperialista en la política externa. Esto llevó a una larga historia de tensión entre la URSS y República Popular conocida como la ruptura sino-soviética.
BASES IDEOLÓGICAS
El comunismo defiende la conquista del poder por el proletariado (clase trabajadora), la extinción por sí misma de la propiedad privada de los medios de producción, y por lo tanto la desaparición de las clases como categorías económicas, lo cual, finalmente, conllevaría a la extinción del Estado como herramienta de dominación de una clase sobre otra.
Adoptó la bandera roja con una hoz y un martillo cruzados (símbolo de la unión de la clase obrera y el campesinado), y desde su origen tuvo carácter internacionalista, aunque el Stalinismo recuperó el discurso nacionalista de la "madre Rusia" durante la Segunda Guerra Mundial, a la que la propaganda soviética siempre llamó "gran Guerra Patriótica".
EL MANIFIESTO COMUNISTA
Así comenzaban en 1848 Karl Marx y Friedrich Engels el Manifiesto Comunista. Este documento sentó las bases de la teoría marxista o marxismo y aportó una identidad y un ideario básico al comunismo.
La definición de comunismo puede realizarse desde los enfoques ideológico-filosófico, político, y económico, en lo que este aspecto afecta al desarrollo y la evolución de las sociedades humanas.
Esta ideología, en sus facetas de teoría política y movimiento político y social se define a sí misma principalmente a través de tres rasgos:
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La utilización de un método científico como herramienta o instrumento eficaz para realizar un análisis preciso de la realidad social y política. Se debe señalar que, según Marx, la situación económica de una persona es determinante (aunque no de manera absoluta, por lo que sería más apropiado señalar que es muy influyente) para el pensamiento de esa persona, la infraestructura económica es determinante para la superestructura ideológica.
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Como segunda cuestión está la contradicción permanente entre el trabajo y el capital que se da en el capitalismo, es decir, entre la clase trabajadora (fuerza de trabajo) y la burguesía. Esto da origen a la lucha de clases (como motor de la historia), razón de ser del comunismo como fuerza superadora de un sistema injusto: el capitalista en sus diferentes expresiones, por ejemplo el imperialismo.
Basado en la dialéctica de Hegel, Marx concibió la resolución de la lucha de clases mediante una síntesis superadora de los contrarios, que daría luz a la nueva sociedad cuando la contradicción entre la acumulación de riqueza y la imposibilidad de que muchos disfrutaran de ella, llegaran a un punto insostenible. La sociedad igualitaria sólo podía realizarse cuando las tensiones internas del capitalismo alcanzaran su máximo desarrollo. Marx esperaba por eso que la revolución comunista estallara en los países más avanzados, especialmente en Inglaterra, cuna de la Revolución Industrial. El hecho que finalmente la revolución haya ocurrido en el país más atrasado de Europa, Rusia, radica en la teoría del desarrollo desigual y combinado y la nueva etapa del capitalismo, el imperialismo.
En la teoría marxista, el comunismo debía ser una etapa posterior al socialismo. La toma del poder por el proletariado y su consiguiente gobierno (llamado "dictadura del proletariado", aunque el término "dictadura", traducido del alemán en realidad denota "hegemonía") no garantizaba de entrada una distribución igualitaria de las riquezas, sino únicamente la garantía de que la clase dominante derrocada no accedería al poder nuevamente mediante maniobras políticas o militares. De esta manera, el comunismo llegaría cuando el proletariado lograra multiplicar los medios de producción y finalmente extinguirse el Estado. La primera etapa era pues la de socializar tales medios y entregar la administración de la riqueza al Estado Obrero, cuyo tamaño e influencia política disminuiría con el tiempo.
Marx consideraba deseable que la transición se hiciera con el mínimo de violencia. Definía la violencia como "partera de la historia", es decir, como la fuerza necesaria y aleatoria para lubricar un proceso casi inevitable. Por otra parte, creía que una vez desencadenada en un país, la revolución debía extenderse rápidamente a otros, debido a la existencia de un mercado mundial en el que circulaban los productos terminados y las materias primas.
El marxismo criticó severamente a los socialistas de su época, a los que atribuía finalidades meramente reformistas. La polémica entre socialistas y comunistas marcó las primeras décadas del siglo XX en el movimiento obrero europeo.
HISTORIA POLÍTICA DE LOS PARTIDOS COMUNISTAS
La primera revolución que seguía los postulados marxistas no se produjo en un país central, sino en Rusia, en 1917. El líder del movimiento, Vladimir Ilich Lenin explicó esta imprevista (por Marx y Engels) resolución de las contradicciones capitalistas señalando que el capitalismo había fallado en su "eslabón más débil". En efecto, Rusia era un país de escaso desarrollo industrial y predominante base campesina semifeudal.
La Revolución Rusa llevó a cabo la supresión de la propiedad privada en la industria, creó cooperativas agrarias de incorporación forzosa para los campesinos y avanzó hacia la multiplicación de los medios de producción, en medio de una guerra civil que duró cuatro años. Uno de los primeros objetivos de Lenin fue electrificar Rusia (Lenin dijo en una ocasión que el comunismo era "soviets más electricidad"). Durante el gobierno de Stalin, la industrialización se hizo a paso acelerado, dadas las circunstancias internacionales. La II Guerra Mundial agudizó el proceso de creación de industria pesada y de alimentos, al mismo tiempo que aumentó los controles estatales. Este período se caracterizó por el avance hacia el socialismo a través de diversos planes quinquenales y de una concentración de poder en manos del Comité Central, según los partidarios de Stalin, necesaria por la Guerra.
Al terminar la Segunda Guerra Mundial, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), que agrupaba los antiguos dominios del zar, era una potencia mundial. Con la muerte de Stalin, en 1953, sobrevino la crítica a sus métodos y al denominado culto de la personalidad, tolerados y auspiciados desde el poder. Esta etapa fue conocida como la del deshielo.
En 1991, tras un proceso de sucesivas reformas, y presionado por la Guerra Fría, el país se inició en el sistema capitalista, y las repúblicas que integraban la URSS se independizaron. La destrucción del Muro de Berlín que separaba la zona comunista de la zona capitalista (herencia de la división territorial posterior a la Segunda Guerra Mundial) fue el símbolo de esta caída.
La República Popular China, que había realizado su revolución en 1949, siguió adelante el proceso, en medio de crecientes contradicciones, hasta que comenzó a aceptar formas económicas mixtas a fines del siglo, sin cambiar el sistema político de partido único, y aún ejerciendo un fuerte control estatal.
A partir de la Revolución Rusa, la denominación de comunista quedó restringida a los partidos marxistas que se alinearon con la Unión Soviética. En cada lugar del mundo tuvieron suertes diversas, pero pocas veces llegaron al poder. Las excepciones fueron los países de Europa del Este que estuvieron bajo el control de los soviéticos durante más de 40 años después de la Segunda Guerra Mundial; Corea del Norte, Vietnam y Cuba. En Chile, a comienzos de los 70, la UP (Unidad Popular) llegó al gobierno, está era una alianza de partidos y movimientos de izquierda, el partido comunista chileno lo componía dentro de otros junto al partido socialista y el MAPU (Movimiento de Acción Popular Unitario). Esta experiencia fue frustrada por la férrea oposición de las fuerzas de centro y derecha apoyadas por los Estados Unidos, que produjeron finalmente un golpe de estado (1973) y la muerte del presidente socialista Salvador Allende.
El movimiento comunista internacional atravesó grandes crisis en el siglo XX. La primera de ellas relacionada con el alejamiento de León Trotsky de la conducción de la Unión Soviética debido a sus diferencias con Stalin. Trotsky se exilió en México, donde fue asesinado por Ramon Mercader. El ex conductor del Ejército Rojo postulaba la revolución permanente. La segunda gran crisis la provocó el enfrentamiento de la Unión Soviética y China en lo referente a la política internacional. Desde los años del encumbramiento del fascismo en Europa, la Unión Soviética sostuvo una política de unidad con las fuerzas democráticas de la burguesía para los partidos comunistas que actuaban en el mundo capitalista y de coexistencia pacífica con el imperialismo. El Partido Comunista de China tenía una política de confrontación directa con el imperialismo, aunque apoyaba acuerdos con las burguesías nacionales confrontadas con el mismo. Esta política provocó otro cisma en muchos partidos comunistas. En los 70 del siglo XX el comunismo pro-chino viró hacia extrañas alianzas según fuera la relación de cada gobierno con Pekín.
Después de la Segunda Guerra Mundial, dos partidos comunistas europeos, el francés y el italiano, crecieron hasta el punto de convertirse en fuerzas políticas clave en sus respectivos países. Dominaban ampliamente el movimiento sindical, tenían una importante representación parlamentaria y jugaban una compleja política de alianzas en el plano interno. Fueron críticos, en muchos aspectos, de la Unión Soviética. Esta posición independiente convirtió a ambos partidos en núcleo del eurocomunismo, cuyo sesgo distintivo era la confianza en alcanzar el poder en los países capitalistas a través de las elecciones pluripartidistas. El eurocomunismo se enfrentó en ocasiones a la Unión Soviética. El Partido Comunista de Francia no modificó, sin embargo, el método de conducción centralista hacia lo interno. Menos rígido fue en ese sentido el Partido Comunista de Italia. Éste, además, diseñó una política de compromiso histórico hacia la Democracia Cristiana (centro) que significaba mucho más que eventuales alianzas tácticas. El Partido Comunista de España, menos poderoso, se sumó al eurocomunismo.
Después de la caída de la Unión Soviética, los partidos comunistas sufrieron transformaciones y divisiones en todo el mundo. Algunas fracciones adoptaron una política reformista, otras desarrollaron una táctica de oposición a la globalización capitalista buscando estrechar sus lazos con las masas marginadas por el llamado capitalismo consumista, y orientándose en algunos casos hacia el comunismo libertario. Muchos simpatizantes del marxismo en las décadas anteriores, apoyaron movimientos socialdemócratas en Europa y América latina.
En Cuba, la revolución de 1959 fue conducida por jóvenes revolucionarios que no pertenecían al Partido Comunista. Pero éste se convirtió en fuerza hegemónica en la medida en que la economía del país se hacía cada vez más dependiente de la Unión Soviética, en gran parte debido al bloqueo económico que estableció Estados Unidos. Caída esta, Cuba permaneció como un solitario baluarte del comunismo en América, aunque aceptando la participación de capitales privados extranjeros en su débil economía, centrada en el turismo.
Incluso en la República Popular China se han desarrollado profundas transformaciones en torno a una internacionalización y un modelo económico que distan mucho de los principios políticos que promulgan. Una mezcla de comunismo en el discurso político teórico y capitalismo en la práctica en, cada vez más, amplios sectores económicos.
Vietnam ha iniciado reformas en el mismo sentido de China. Los otros países socialistas de la actualidad son Laos y Corea del Norte. Este último se ha destacado por el rechazo de reformas liberalizadoras, y una defensa férrea de la economía socialista, aunque últimamente está adoptando mecanismos para permitir la entrada de capital extranjero.
Los comunistas se diferencian de los demás partidos proletarios por el hecho de que, por una parte, en las diferentes luchas nacionales de los proletarios, destacan y hacen valer los intereses comunes a todo el proletariado, independientes de la nacionalidad y, por la otra, porque en cada una de las fases de desarrollo que recorre la lucha entre el proletariado y la burguesía, defienden siempre los intereses del movimiento en su conjunto
MOVIMIENTOS COMUNISTAS NO-LENINISTAS
Han existido distintos tipos de movimientos comunistas que reivindicaban el marxismo pero no el leninismo. Un ejemplo han sido los críticos tempranos del leninismo en la izquierda comunista (Rosa Luxemburgo, Amadeo Bordiga).
Pero la corriente comunista-marxista que más profundamente se opone al leninismo ha sido el comunismo consejista. Sus principales teóricos han sido Anton Pannekoek, Paul Mattick, Otto Rühle, Helmut Wagner. El comunismo de consejos se reivindica antibolchevique y niega que el leninismo sea la continuidad del marxismo. De hecho, demuestra en sus críticas prácticas al comunismo de partido que ésta es una corriente semiburguesa que se opone a la autoemancipación del proletariado, y demuestra en sus críticas teóricas que el materialismo leninista tiene más que ver con el materialismo burgués que con el materialismo marxista o materialismo histórico.
Han existido otras agrupaciones como la Internacional Situacionista que reivindicaba el antibolchevismo, el comunismo de consejos y también una superación teórico-práctica de la división entre el comunismo marxista y el anarquista.
MOVIMIENTOS COMUNISTAS NO-MARXISTAS
COMUNISMO LIBERTARIO
El comunismo libertario o anarco-comunismo es una de las corrientes más populares dentro del anarquismo que propone una economía planificada por consenso, la propiedad colectiva de los medios de producción, etc., no posee un solo sustento teórico o filosófico teniendo puntos de vista variados y amplios en este sentido, así también en el punto de vista organizacional. Sus más importantes partidarios han sido Pedro Kropotkin, Alexander Berkman, Errico Malatesta, u otros como Luigi Fabbri y Camillo Berneri. El comunismo libertario tiene ejemplos en la Ucrania de 1920 y la Revolución Española de 1936 a 1939.
El comunismo libertario o anarco-comunismo es ajeno a las críticas al "comunismo de Estado" como modelo estatista, burocrático, centralista o autoritario puesto que como anarquistas se declaran antiestatistas, antiburocráticos, descentralistas y partidarios de la libre adhesión y de la participación conjunta no dirigida.
CONCLUSIONES
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Existen varias críticas al comunismo marxista. Ya sea desde el anticomunismo (fascismo, fanatismo, nacionalismo), desde los movimientos demócratas liberalismo, socialdemocracia , como desde el anarquismo.
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Según los liberales una economía comunista no puede funcionar de modo eficiente en el sentido de Pareto en base a que, al no existir un mercado libre que regule los precios, no existe modo de alcanzar un estado de bienestar pareto óptimo. Sin embargo, algunos economistas teóricos marxistas como Oskar Lange y Abba Lerner mostraron que existían un cojunto de reglas de planificación que podían tener el mismo efecto que la solución de mercado .
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Otras críticas indican que "el estado de "Socialismo Real" (el Estado que afirma ir hacia el Comunismo) es en realidad un capitalismo monopolista de estado, con todas las ineficiencias e injusticias que conllevan siempre los monopolios. Los regímenes comunistas necesitan de capital para producir, ya que el poseer capital es una necesidad ineludible para la producción. Incluso los cazadores-recolectores necesitan del capital intelectual que supone el conocimiento de su entorno para poder subsistir. Los comunistas sostienen que el abolir el predominio del capital no quiere decir abolir al capital.
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Otros críticos afirmaron que el comunismo se basaba en la existencia de leyes históricas, cuando éstas no existen, ya que según esta postura la historia se ve alterada por los avances científicos, que son, por su naturaleza, impredecibles. Sin embargo, la existencia de tendencias históricas guiadas por las estructuras económicas sigue siendo un problema abierto. Dentro del pensamiento marxista, Antonio Gramsci, sostuvo que "Para el marxismo ni la estructura económica social, ni la materia son absolutas".
BIBLIOGRAFÍA
El Manifiesto Comunista De Marx Y Engels - Jones, Gareth Stedman Ediciones Turner, S.L. AÑO 2005
Bobbio, Norberto. Después de la caída: el fracaso del comunismo y el futuro del socialismo. Barcelona: Editorial Crítica, 1993. Análisis de las perspectivas del socialismo tras la caída de la Unión Soviética.
Cole, G. D. H. Historia del pensamiento socialista. México, D. F.: Fondo de Cultura Económica, 2ª ed., 1962. Una clásica y monumental historia del pensamiento socialista, con indicaciones bibliográficas.
Marcou, Lilly. El movimiento comunista internacional desde 1945. Madrid: Siglo XXI de España Editores, 1981. Interesante información histórica acerca de la evolución del comunismo como movimiento político.
Martín de la Guardia, Ricardo M. La Europa del este, de 1945 a nuestros días. Madrid: Editorial Síntesis, 1995. Estudio histórico-geográfico sobre los antiguos países socialistas, con útil información.
Marx, Karl. El manifiesto comunista. Madrid: Ediciones Alba, 1996. El texto clásico y fundador del movimiento comunista, redactado por Karl Marx.
http://www.eumed.net/cursecon/1/el_comunismo_sovietico.htm
http://es.encarta.msn.com/readings_761572241/Comunismo.html
http://html.rincondelvago.com/comunismo_10.html
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Para tratar de traer las ideas de Marx a nuestro mundo latinoamericano traigo este escrito ... gracias albi por tu valiosa inquietud en todos los temas que traes.-
Socialismo del siglo XXI
De Wikipedia, la enciclopedia libre
El socialismo del siglo XXI es un concepto que aparece en la escena mundial en 1996, a través de Heinz Dieterich Steffan.[1] El término adquirió difusión mundial desde que fue mencionado en un discurso por el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, el 30 de enero de 2005, desde el V Foro Social Mundial.
El modelo de Estado socialista del socialismo del siglo XXI es un socialismo revolucionario que bebe directamente de la filosofía y la economía marxista, y que se sustenta en cuatro ejes: el desarrollismo democrático regional, la economía de equivalencias, la democracia participativa y protagónica y las organizaciones de base. Dieterich, en su obra Socialismo del Siglo XXI se funda en la visión de Karl Marx sobre la dinámica social y la lucha de clases. Dieterich profundiza la teoría marxista y la actualiza en el mundo de hoy, incorporando los avances del conocimiento, las experiencias de los intentos socialistas, develando sus limitaciones, entregando propuestas concretas tanto en la economía política como en la participación democrática de la ciudadanía para construir una sociedad libre de explotación. Resumiendo, el socialismo del siglo XXI supone que es necesario un reforzamiento radical del poder estatal democráticamente controlado por la sociedad para avanzar el desarrollo.
En el marco de la Revolución Bolivariana, Chávez ha señalado que para llegar a este socialismo habrá una etapa de transición que denomina como Democracia Revolucionaria. Hugo Chávez expresó “Hemos asumido el compromiso de dirigir la Revolución Bolivariana hacia el socialismo y contribuir a la senda del socialismo, un socialismo del siglo XXI que se basa en la solidaridad, en la fraternidad, en el amor, en la libertad y en la igualdad” en un discurso a mediados de 2006. Además, este socialismo no está predefinido. Más bien, dijo Chávez “debemos transformar el modo de capital y avanzar hacia un nuevo socialismo que se debe construir cada día”.[2]
En un Aló Presidente en el 2003, Hugo Chávez también presentó la propuesta de Giulio Santosuosso para el Socialismo del Siglo XXI, Socialismo en un paradigma liberal,[3] en el cual el autor opina que en el mundo está en curso una extensa realineación ideológica, consecuencia del cambio de paradigma en curso en la economía; el viejo modelo ha muerto, pero todavía no han aparecido los nuevos criterios que permitirán la realineación conceptual.
Para contribuir a la búsqueda de dichos criterios, propone releer la historia de la economía política, porque en su opinión algunos de ellos no logran hacerse manifiestos por confusiones conceptuales en esa disciplina: la primera, ocurrida a lo largo de los doscientos últimos años, identificó al capitalismo con el liberalismo; la segunda, ocurrida en este siglo, identificó al socialismo con el estatismo. Su tesis es que el camino más espedito para alcanzar la sociedad más justa a la que todos anhelamos, se consigue con una alianza entre el socialismo y el liberalismo, una vez que el socialismo haya dejado a un lado al estatismo y el liberalismo haya dejado a un lado al capitalismo.
[editar] Estructura ideológica
Hugo Chávez y Néstor Kirchner.
Dieterich no establece un modelo único y absoluto para lograr una sociedad democrática, participativa, socialista y sin clases sociales. Más bien establece una metodología para elaborar lo que denomina El Nuevo Proyecto Histórico cuyos pilares estratégicos son el Bloque Regional de Poder (BRP) que sería la integración económica y política de los Estados Progresistas de la región y el Bloque Regional de Poder Popular (BRPP) que correspondería a la coordinación continental de los movimientos sociales que apoyen a la implementación del Socialismo del siglo XXI. A eso, se suma la colaboración igualitaria y solidaria entre los Estados y los movimientos sociales, es decir, entre el BRP y el BRPP. La autogestión y la idea de Comunidades Creativas y Sostenibilidad, ideario de Ezio Manzini y la Red Mundial para el Diseño Sostenible son igualmente prácticas tangibles de este nuevo modelo.
[editar] Economía de equivalencias
Dieterich en el Socialismo del Siglo XXI propone un modelo económico que no esté basado en el precio de mercado, fundamento de la economía de mercado y del capitalismo, a los que considera fuentes de las asimetrías sociales y de la sobre explotación de recursos naturales.
Propone lo que denomina una economía de valores fundado en el valor del trabajo que implica un producto o servicio y no en las leyes de la oferta y la demanda. Este valor del trabajo se mediría sencillamente por el tiempo de trabajo que precisa un determinado producto o servicio;[4] además de los valores agregados a dicho trabajo, es decir, el tiempo de trabajo que se usó para producir las herramientas o servicios que se emplean en el trabajo mismo, lo cual a su vez lleva a un ciclo complejo de tiempos de trabajo sumados recíprocamente. Para solucionar el problema práctico que implica la teoría de la Economía de valores Dieterich sugiere usar la Rosa de Peters.
Para Dieterich, el modelo de mercado ha puesto su atención principalmente en los alcances de la ganancia y la propiedad, desvirtuando completamente el sentido de la economía. En este sentido, el modelo responde a lo que denomina "crematística", una perversión de la economía donde el acento está puesto en la ganancia. Según él, la economía política no debe operar como la forma en que unos pocos se hacen ricos, sino con un criterio de productividad.
En este sentido, el precio, como principio operativo y cibernético de la economía, determina dónde invertir, por cuanto trabajar, cuanto y qué comprar, cuánto y cuándo ahorrar y es, por lo tanto, la hebra ordenadora del sistema.
Para que el mercado funcione eficientemente, debería existir el suficiente poder adquisitivo para comprar, una formación libre del precio, un mercado que no sea monopólico y un Estado de derecho eficiente y no corrupto.
Ante la eficiencia ordenadora del sistema de libre mercado, la planificación de un modelo socialista resulta insuficiente y deformadora de la interconexión en un mundo globalizado. Así, los incesantes intentos históricos para remediar las injusticias de la economía de mercado han fracasado sistemáticamente. Las correcciones del sistema a través de la educación, la redistribución estatal, la expropiación y la democracia obrera, no han resuelto satisfactoriamente la eficiencia cibernética que el modelo de libre mercado impone en las redes globales.
El modelo del socialismo del siglo XXI debería estar basado en una ecuación donde el valor (precio) del producto, se vinculara la equivalencia sobre los tiempos de producción y a la democracia participativa. De esta manera, la redistribución y los cambios a nivel de educación deberían recoger los intereses reales de las personas que estructuran y definen los sistemas político-económicos. Para Dieterich, el socialismo del siglo XXI es la ampliación y profundización de la democracia participativa, donde las dimensiones de lo cotidiano, lo estético y lo racional-crítico deben estar incorporadas al cambio social.
[editar] Constante reformulación
Heinz Dieterich Steffan, al final de su obra, llama a un debate abierto y constructivo para mejorar el proyecto del Socialismo del Siglo XXI, lo cual indica que dicha ideología sigue reformulándose.
Dieterich plantea que "la estatización de los medios de producción no resuelve el problema de la economía socialista del Siglo XXI. El problema económico de la nueva civilización es informático, la sustitución del precio por el valor objetivo del trabajo".
[editar] Representatividad Democrática : Tricameralidad y Democracia Directa
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Representatividad Democrática : Tricameralidad y Democracia Directa
Los proponentes de la tricameralidad argumentan que la representación de la comunidad en cada nivel (municipal, autonómico o estatal, nacional o federal, etc.) es un problema complejo y que tiene tres fuentes (la ideológica, la sindical y la territorial). Para resolverlo se postura la existencia de tres cámaras en cada uno de los niveles citados (municipal, autonómico o estatal y nacional o federal/confederal).
[1] La Constitución Bolivariana de 1826 es un ejemplo de Constitución Tricameral.La centralización y concentración del Poder Legislativo era consecuencia inevitable de la cooptación y también del arbitraje que se esperaba de su composición tricameral. La tricameralidad –según Simón Bolívar– debía resolver los conflictos suscitados entre las Cámaras “por falta de un juez árbitro, como sucede donde no hay más que dos Cámaras” y ninguna ley quedaría sin efecto, o, por lo menos, habría sido “vista una, dos y tres veces, antes de sufrir la negativa.
En el Socialismo del Siglo XXI se redefine el concepto Soberanía en sus dos vertientes:
- Soberanía Política: fruto de los representantes elegidos por los ciudadanos en los órganos habilitados para ello: Parlamentos y Partidos Políticos.
- Soberanía Social: representada por dos ámbitos diferentes del ideológico (que estaría representado por el punto 1) el socio-económico (sindicatos y el consejo económico social y/o patronal) y el territorial ciudadano (Senado).
Frente a las grandes innovaciones se propone una constante reformulación de pequeños cambios que a mediano o largo plazo producen una mejora continua del sistema. Para este rol cobran especial relevancia todos los actores:
- Actores de la Democracia Representativa: representantes de la Soberanía Política (Partidos Políticos) + Representantes de la Soberanía Social (Senado + Cámara Socio-Económica).
- Actores de la Democracia directa: la reformulación ideológica parte de un proceso de mejora continua que parte de la base ciudadana, de alta implicación y de su continua interacción con los agentes de la Democracia Representativa.
[editar] Objetivo : Una Democracia de Calidad Total
La Democracia de Calidad Total constituye una metodología de mejora continua del sistema democrático. Esta metodología es aplicada desde un punto de vista de Democracia representativa más la Democracia participativa.
Sus principios:
- Orientación al Ciudadano: el ciudadano es productor de Democracia. Constituye medio y fin. La cadena se detiene cuando un ciudadano # Identificación de Agentes: Comunidad ideológica o política, comunidad territorial, comunidad socio-económica. Instrumento: Parlamento Tricameral (Senado/Parlamento/Cámara Socio-Económica).
- Principio de Autodeterminación: todos participan en la comunicación/determinación de metas.
La Democracia de Calidad Total, objetivo del Socialismo del Siglo XXI, tiene como metodología activa el Kauzolan. El Kauzolan combina la filosofía o metodología japonesa del Kaizen, aplicada originalmente en el sistema productivo industrial, con las antiquísimas experiencias participativas como el auzolan vasco, la andecha gallega, el coor irlandés o las prácticas comunales andinas denominadas minka. Dos son por tanto las bases de la metodología de una Democracia de Calidad Total: Kaizen + Auzolan, a saber:
La puesta en práctica de la metodología Kaizen tendría como efecto:
- Flexibilidad y Adaptación el ciudadano en un contexto socio-político globalizado: Shoyinka.
- Fomento de la Participación y de las ideas innovadoras: Soifoku.
- Autocontrol o Veto de la ciudadanía ante los defectos político-gubernamentales : Jidoka.
Es una forma antiquísima de trabajo en común vecinal. Es el ayuntamiento o la simple reunión de vecinos donde se determina cuándo y por quiénes ha de efectuarse la prestación. La institucionalización del auzolan la vemos cristalizada en las cofradías administradoras de montes y tierras comunales.
[editar] Hugo Chávez y El Socialismo del Siglo XXI
Actualmente el gobierno de Hugo Chávez, presidente de la República Bolivariana de Venezuela, plantea estar avanzando hacia el Socialismo del Siglo XXI". Efectivamente se ha avanzado en el eje del desarrollismo democrático nacional y regional, pero aún falta dar el paso a la implementación efectiva de los otros ejes, instituciones pilares del Socialismo del Siglo XXI. El mandatario Rafael Correa, presidente de la República de Ecuador, y movimientos sociales ecuatorianos ya han manifestado su entendimiento y voluntad de generar e implementar un proceso que conduzca a Ecuador hacia la institucionalidad del Socialismo del Siglo XXI.
A comienzos de 2007, el presidente venezolano mostraba sus referencias teóricas, frente a la cúspide eclesiástica de su país expresó «Les recomiendo a los obispos que lean a Marx, a Lenin, que vayan a buscar la Biblia para que vean el Socialismo en sus líneas, en el viejo y nuevo testamento, en el sermón de la montaña.».[5] En el mismo acto, Chávez afirmó compartir ideas trotskistas, como la revolución permanente.[6]
Chávez ha afirmado que el Socialismo del Siglo XXI acepta la propiedad privada[7] (a diferencia de la postura marxista-leninista.[8] [9] ) y debe nutrirse de las corrientes mas auténticas del Cristianismo, dentro de una democracia participativa y protagónica y debe conjugar igualdad con libertad.[10]
[editar] Socialismo del Siglo XXI en Europa
El Socialismo del Siglo XXI ha sido especialmente acogido en España por parte del Partido Comunista de España[11] e Izquierda Unida,[12] y en Alemania de mano del Partido de Izquierda o Die Linkspartei, de diferentes movimientos universitarios y de ex-altos cargos de la República Democrática Alemana como Egon Krenz. La antigua Alemania del Este está siendo el caldo de cultivo para un nuevo Socialismo del Siglo XXI.
En España destaca el Partido Carlista con una difusa ideología socialista-monárquica autogestionaria y de nueva izquierda. Con una base sociológica mediana en el País Vasco, en 1998 fue uno de los partidos y asociaciones firmantes del Pacto de Estella, y en 2005 se pronunció en contra de la Constitución Europea. Venezuela fue destino de muchos militantes de esta formación durante la represión franquista. El ex-presidente del Partido Carlista, Carlos Hugo de Borbón Parma, en 2004 publicó el libro "Algunas Reflexiones sobre el Socialismo del Siglo XXI", el cual, entre sus líneas, expresa textualmente lo siguiente: "El socialismo que ha muerto es el socialismo autoritario orientado hacia el control del ciudadano por una política monopolizada o controlada desde el partido único, que reclamaba un reparto del fruto de la propiedad y de la producción, pero no un simultáneo reparto del poder. Este socialismo sí ha muerto. El socialismo como ideal humano de construcción política, basado en la participación del ciudadano, en el control de su vida política y económica, así como en el reparto de los bienes, no ha muerto. Hay que decirlo una y otra vez: un proyecto socialista se hace hoy imprescindible."
El proyecto de Economía de valores no está profusamente detallado en el Socialismo del Siglo XXI, ni considera el grado de complejidad de determinados trabajos que exigen especializaciones científicas, y cuyo tiempo de trabajo no puede ser valorado de la misma manera que los trabajos no especializados. Tampoco considera el valor físico de la producción energética sobre el consumo energético de un determinado trabajo, conocido como tasa de retorno energético (TRE), algo fundamental para el desarrollo social, tecnológico y humano de una sociedad. Aunque los partidarios manifiestan que "el único problema que tiene es la definición del número de insumos que entran en el cálculo. Esto es un problema metrológico, es decir, de consenso y estandarización, que aparece en casi todas las mediciones científicas"
La gran mayoría de las críticas al Socialismo del Siglo XXI provienen de sectores de derecha, que acusan al movimiento de defender ideas "caducas" y "perimidas".,[13] si bien también hay sectoresa de la izquierda, que lo consideran un socialismo falaz[cita requerida].
De los personajes que se han mostrado abiertamente en contra del Socialismo del Siglo XXI podemos encontrar a José María Aznar, ex-presidente español del Partido Popular, que lo calificó de aburrido[cita requerida], de "coartar las libertades" y de "no respetar la ley.[14] Algunas fuentes venezolanas han acusado a José María Aznar de financiar una campaña de difamación a su gobierno a través de la empresa Repsol.[15]
Pablo da Silveira, profesor de Filosofía Política en la Universidad Católica del Uruguay (Montevideo), publicó el artículo "El socialismo chavista" en el diario "el País", en el que acusa a los partidarios de esta ideología de seguir el "culto al líder" y califica el movimiento como "socialismo chavista". Pese a la ampliación de las cotas de participación ciudadana como los referendums revocatorios, también le acusa de no haber "mecanismos institucionales que aseguren un gobierno limitado" y afirma que el gobierno utiliza la "violencia no institucionalizada" y del lenguaje como arma de "descalificación", para terminar haciendo un paralelismo con el fascismo de Mussolini[cita requerida].
El Arzobispo de Mérida, Mons. Baltazar Porras, opinó que el socialismo del siglo XXI es indefinido ideológicamente, que busca "distraer la atención" y "parece más bien un supermercado". Para el Arzobispo, otras características de este socialismo son el populismo, el autoritarismo y el militarismo.[16]
Hay también quienes piensan que el socialismo del siglo XXI se ha convertido en un arma populista[cita requerida]; además el Socialismo del siglo XXI pretende instaurar lo que llaman la economía equivalente, en donde cada ciudadano obtiene sus ingresos a partir del intercambio de tiempo empleado para realizar un producto o servicio y en este marco los ciudadanos pierden la facultad de decidir cuanto vale su trabajo.[17] El socialismo del siglo XXI es un estado interventor y en opinión de la liberal Escuela Austriaca, el intervencionismo impide la libertad, el desarrollo económico y social.[cita requerida]
También el escritor y militante liberal Mario Vargas Llosa ha mostrado su opinión contraria en diversas publicaciones hechas en periódicos latinoamericanos[cita requerida].
[editar] Referencias
- ↑ Entrevista a Heinz Dieterich
- ↑ Los errores del estalinismo burocrático frente al Socialismo del Siglo XXI y “Socialismo Siglo XXI”.
- ↑ «Editorial Galac - Catálogo».
- ↑ "...Podemos decir, que un intercambio es justo, cuando ninguna de las personas que participan en él, es explotada. Esta condición ---ausencia de explotación--- se cumple, cuando en el intercambio se entregan exclusivamente esfuerzos laborales iguales. Esos esfuerzos, medidos en tiempo, se llaman en la economía política “valores”. Objetivamente justo es un intercambio, por lo tanto, cuando todos los participantes se quedan al final de las transacciones con valores (esfuerzos) iguales o equivalentes...6. Lo que determina la justicia de un intercambio no son, por consiguiente, las formas de pago, sino los términos de intercambio (terms of trade, T.o.T.), ya identificados por Adam Smith para el comercio internacional como el intercambio de volúmenes o cantidades de trabajo concretizado...7. En conclusión: Para que el intercambio, en cualquier momento de la historia y en cualquier tipo de economía, sea justo, es imprescindible que existan dos condiciones: 1. los sujetos económicos que realizan el intercambio, necesitan conocer el valor objetivo (tiempo incorporado) de cada producto/servicio; 2. tiene que haber un poder real (Estado, ética, control público) que garantiza el cambio de equivalentes, es decir, valores o, lo que es lo mismo, esfuerzos laborales cuantitativamente iguales...9. En la crematística, el intercambio se realiza vía el precio, no el valor. Esto es así porque el precio es la expresión del poder de cada sujeto económico en las esferas de circulación (mercados). El más poderoso determina el precio, que, a su vez, es el instrumento de apropiación del excedente económico. En una sociedad de clase el poder está en manos de las elites dominantes. Quitarles el sistema del precio mediante el sistema del valor, significa quitarles su mecanismo de acumulación del capital y, en consecuencia, su existencia como clase dominante. La derecha ha entendido esto, la “izquierda” sectaria y dogmática no, y el socialoportunismo evade el debate...· más en Cristóbal Colón y la persistente confusión entre trueque y economía del valor.
- ↑ Chávez instó a funcionarios de la Iglesia Católica venezolana a ocupar su lugar
- ↑ «Palabras del presidente reelecto Hugo Chávez Frías, durante acto de juramentación en el Teatro Teresa Carreño». Agencia Bolivariana de Noticias (8 de enero de 2007). Consultado el 1-12-2011. (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial y la última versión).
- ↑ Chávez: socialismo acepta la propiedad privada
- ↑ Chávez defiende propiedad privada frente a marxistas leninistas
- ↑ Chávez defiende propiedad privada frente a marxistas leninistas
- ↑ Presidente Chávez define Socialismo del siglo XXI
- ↑ "Hay que emprender, como ya han hecho otros países, el camino del socialismo del siglo XXI", 14 de Abril de 2009.
- ↑ "Hemos decidido que queremos construir el socialismo del siglo XXI y, para ello, se necesita mucha movilización", Cayo Lara, coordinador general de IU, 14 de Abril de 2009.
- ↑ En síntesis: tiene escaso sentido tomarse demasiado en serio el Socialismo del siglo XXI en un plano teórico, aunque sí cabe medir con tino su función política. No aporta nada nuevo en el nivel de la teoría, y en tanto se entiende lo que sus promotores plantean, es claro que nos hallamos frente a un retroceso intelectual a los postulados de aquellos a quienes Marx llamaba "socialistas utópicos", es decir, al retroceso hacia una concepción arcaica de sociedad, con intercambios económicos primitivos. No obstante, como ya sugerí, el Socialismo del siglo XXI renueva un mito que se niega a morir. más en Socialismo: fracaso y mito
- ↑ http://www.ieep.org.ec/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=867
- ↑ «"Aznar financió campaña anti-Chávez con recursos de Repsol". Patria Grande, el periódico del ALBA».
- ↑ «Arzobispo venezolano: "Socialismo del siglo XXI" es indefinido y parece “supermercado”».
- ↑ «El peligro del socialismo del siglo XXI, Francisco Endara».
[editar] Enlaces externos
Críticas
[editar] Véase también
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De: albi |
Enviado: 09/02/2012 14:31 |
Gracias rubén por todo ese material, me reslta muy interesante y lo estoy leyendo.
saludos |
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