Cuando estaba vacío podíamos meternos adentro y jugar a las escondidas. Pero rápidamente se llenó. Y muy ocasionalmente vaciábamos cajón para ver que había adentro. ¡Las cosas que encontrábamos en ese cajón! Por lo general, solo sacábamos los juguetes que usábamos con mayor habitualidad y que estaban más arriba. Eran los que estaban más visibles y al alcance de la mano.
Pero los del fondo, los que estaban tapados, casi nunca los sacábamos.
Nuestra mente es igual. Tiene una enorme cantidad de espacio para almacenar recuerdos. Y los tenemos bien guardados. Recuerdos de todo tipo hermoso, triste, agradable, tormentoso, dulce, rencoroso, más recientes, más antiguos. Y cada vez que necesitamos, vamos al cajón de nuestra memoria para buscar algún recuerdo. Y por lo general, sacamos siempre los que tenemos más a mano.
¿Cuáles son las cosas que traes a la memoria con mayor frecuencia?
¿Cuáles son los pensamientos que te dan más vueltas por la cabeza?
Difícilmente sean pensamientos alegres, positivos o de cariño. El ser humano tiene una tendencia destructiva a mantener en su memoria el rencor, el enojo, la lascivia, la envidia, el desprecio, el orgullo y la avaricia. Fíjate cuales fueron tus pensamientos de la última semana.