En la primera gran conmemoración pública del Viernes Santo en casi 50 años, declarado feriado por el gobierno de Raúl Castro a petición del papa Benedicto XVI, los católicos cubanos acudieron ayer a templos y procesiones y pudieron seguir por televisión el sermón del cardenal Jaime Ortega, quien llamó al perdón y la reconciliación.
" Sin perdón no puede haber relaciones interpersonales sanas , ni vida familiar, ni convivencia social, ni reconciliación entre grupos humanos, ni entre pueblos entre sí, pero cuánto nos cuesta perdonar”, señaló Ortega, en coincidencia con el mensaje de “reconciliación entre cubanos” que la Iglesia viene resaltando en los últimos meses. El cardenal encabezó la ceremonia en la Catedral de La Habana, que fue transmitida en vivo en una inusual producción de la televisión cubana.
Entre el público que asistió se encontraban fieles de la comunidad, turistas e integrantes del grupo disidente Damas de Blanco. Este fue el primer viernes de Semana Santa que se celebra como día de asueto en Cuba desde inicios de la década del sesenta , cuando la revolución de 1959 liderada por Fidel Castro eliminó ese descanso del calendario. La decisión de revertir esa medida del Consejo de Ministros fue anunciada tres días después de que el papa Benedicto XVI finalizara el mes pasado su visita a la isla.
El Gobierno declaró que el 6 de abril tendría lugar un “receso laboral” con “carácter excepcional” por este año, y reservó “a los órganos superiores de la Nación la determinación definitiva” sobre el tema. Más allá del pedido de Benedicto XVI, este cambio de actitud del gobierno cubano se da en el marco de la apertura que viene impulsando Raúl Castro con el fin de salir de la crisis económica y social en la que está inmersa la isla.
Según datos del Vaticano, los católicos en Cuba representan el 60 % de la población, con más de 6.766.000 fieles.
SALUDOS REVOLUCIONARIOS
(Gran Papiyo)