Federico Franco, un hombre de derecha, que creció a la sombra de Fernando Lugo, asumió este viernes la presidencia de Paraguay, luego que el Parlamento votara por la destitución del Jefe de Estado elegido en comicios populares.
Este dirigente del Partido Liberal Auténtico (PLRA), de 49 años, ahora asume de forma ilegítima las riendas del país.
En apenas dos días, los sectores más reaccionarios de la derecha paraguaya organizaron un golpe de Estado parlamentario y le abrieron el camino al vicepresidente para que asumiera el Ejecutivo paraguayo.
Médico cardiólogo, gobernador del departamento Central entre 2003 y 2007, Franco es un representante de la derecha paraguaya y declarado defensor del libre mercado frente a los procesos progresistas que se desarrollan en el continente.
Enfrentado con Lugo desde 2007 durante la etapa prelectoral de los comicios que llevaron posteriormente al ex obispo a la presidencia, Franco declaró días atrás que el mandatario destituido: “Me ha ignorado”.
Aunque el ahora Jefe de Estado afirma que las cuestiones personales lo distanciaron de Lugo, se sabe que el dirigente del PLRA es la ficha en el poder de los sectores empresarias, latifundistas y transnacionales en Paraguay.
A las medidas impulsadas por Lugo, dirigidas a revertir la dura situación social en el país, los sectores que sostienen a Franco hoy dieron una muestra cabal de la respuesta que preparaba desde hacía meses: la destitución de Lugo y el acelerado nombramiento del vicemandatario como Jefe de Estado.
En un artículo publicado por la agencia AP, el ex senador liberal Carlos Mateo Balmelli, acusó de fraude a Franco, cuando en 2007 compitieron por la candidatura presidencial dentro del PLRA.
El senador Balmelli llamaba “Fraude-rico Franco” al impuesto Jefe de Estado.
También Luis Aguayo, líder de la Mesa Coordinadora de Organizaciones Campesinas (MCNOC), considera que Franco “pertenece al Partido Liberal de derecha, igual que el Partido Colorado que estuvo 60 años en el poder”, por lo cual “no creo en cambio alguno, no tenemos ninguna esperanza en él”.
Durante 60 años, el PRLA y el Partido Colorado (PC) gobernaron Paraguay y, principalmente, sostuvieron la dictadura militar del general Alfredo Stroessner. Este régimen (1954-1989) cometió innumerables violaciones a los derechos humanos y remató miles de hectáreas de tierras al mejor postor.
Una muestra del desempeño de Franco como vicepresidente, fue dada en 2009 y 2011, cuando calificó en ambas ocasiones como “traidor” a Fernando Lugo por tomar decisiones gubernamentales que él no compartía.
Durante el nombramiento de Franco, quedó en evidencia la sonrisa de Lino Oviedo, ex militar golpista y creador de la ultraderechista Unión Nacional de Ciudadanos Éticos (Unace), lo que confirmaba que, pese al rechazo del pueblo paraguayo, los sectores más reaccionarios el país le dieron un duro golpe a la democracia latinoamericana.