Estados Unidos y China empatan en la cabeza del medallero de los Juegos Olímpicos, donde el nadador norteamericano Ryan Lochte no pudo este sumar una tercera medalla y la sorprendente china Ye Shiwen sigue haciendo hablar de ella con un nuevo récord olímpico de 200m estilos.
Lochte, que ya ganó en Londres una medalla de oro en los 400m estilos y la de plata el domingo en los relevos 4x100m libres, no pudo ser más que cuarto este lunes en la final de los 200m libres que ganó el francés Yannick Agnel, superando al surcoreano Park Tae-hwan, que se quedó con la plata, y el chino Sun Yang, medalla de bronce.
"Hice cuanto pude. A veces se gana y a veces se pierde", dijo Lochte, admitiendo haber cometido algunos errores, que contaba hasta ahora sus finales por medallas.
Pero, si él no pudo lograr ninguna presea, si lo consiguieron sus compatriotas Missy Franklin, que fue oro en los 100m espalda, y Matthew Grevers, ganador de la final de los 100m espalda, mientras que Michael Phelps consiguió meterse en la final de los 200m mariposa al ganar su semifinal con un tiempo de 1:54.53.
Phelps intentará en la final añadir una nueva medalla a su palmarés que le permita igualar el récord histórico de 18 preseas olímpicas de la gimnasta soviética Larisa Latynina en los años 50.
Los estadounidenses volvieron así a mostrar su dominio en la piscina, aunque mantienen un ojo puesto sobre la joven china Ye Shiwen, que se clasificó para la final de los 200m estilos ganando su semifinal y marcando un nuevo récord olímpico de la especialidad con un tiempo de 2:08.39, superando el que había establecido la australiana Stephanie Rice en Pekín-2008 (2:08.45)Shiwen, que se impuso en su semifinal a la australiana Alicia Coutts y a la estadounidense Caitlin Leverenz, recibió el apoyo del presidente de la comisión médica del COI, Arne Ljungqvist, quien subrayó que no hay razones para dudar de la hazaña de la joven nadadora de 16 años, que el sábado ganó el oro olímpico, con récord del mundo incluido, en los 400m estilos.
"Sospechar de alguien inmediatamente después de lograr una hazaña sólo porque parece que esa persona ha tenido una gran actuación es triste para el deporte", dijo Ljungqvist.
"No hay problema de dopaje. El equipo tiene una política estricta", se defendió Shiwen, que dio una de las primeras medallas a su país.
China se está mostrando intratable en el medallero que encabeza con Estados Unidos, empatados a 17 preseas, aunque los asiáticos tienen nueve de oro por cinco de los estadounidense.
Ambos países se encuentran muy lejos del tercero con más medallas, Francia, que tiene siete.
Los chinos aumentaron su cuenta de medallas con los títulos olímpicos en gimnasia artística por equipos, mientras que la pareja Yuan Cao y Zhang Yanquan se proclamaron campeones en plataforma a 10 metros sincronizada, por delante de la pareja mexicana formada por Iván García y Germán Sánchez, plata, y Estados Unidos, bronce.
La jornada tuvo su momento emotivo cuando la tiradora surcoreana Shin A Lam se pasó una hora sentada, negándose a abandonar la pista tras perder ante la alemana Brita Heidemann en la semifinal de espada, disconforme con una cuestión de cronometraje.
Finalmente, los jueces le confirmaron su derrota y aceptó irse, mientras que en gimnasia artística Japón fue plata tras poner una reclamación, que envió a Gran Bretaña a la tercera posición y sacó a Ucrania del podio.
La polémica no sólo se dio en lo deportivo, sino que el Comité Organizador local (LOCOG) anunció haber puesto a la venta 3.000 localidades, tras el escándalo que produjo la vista de amplias franjas de gradas vacías en las primeras competiciones.
La portavoz del LOCOG, Jackie Brock Doyle, dijo que van a seguir haciendo lo mismo "día a día", en la misma jornada en que el pebetero olímpico volvió a ser encendido después que por la noche hubiera sido apagado durante unas horas para ser trasladado desde el centro del estadio, donde permanecía desde el día de la inauguración, a una curva del coliseo, donde seguirá hasta la clausura.