En busca de una medalla
El velocista ecuatoriano hizo un tiempo de 20s37c, con el que quedó tercero en su semifinal y clasificó a la final de hoy
Cuando la cámara de televisión lo captó para mostrarlo a las 60 mil personas que llegaron al estadio Olímpico de Londres, su rostro lucía nervioso. Era la carrera de los 200 metros más importante de su vida y del atletismo ecuatoriano. Terminó de correr y se marchó de la pista, de la zona mixta, del camerino. No quería enfrentar una eliminación, porque recién 20 minutos después supo que había clasificado.
Hoy, a las 14:55 (hora de Ecuador), Álex Quiñónez correrá los 200 metros, una de las pruebas más técnicas del atletismo mundial, junto con los jamaiquinos Usain Bolt, Weir Warren y Yohan Blake; Spearmon Wallace, de EEUU; Christophe Lemaitre, de Francia; Martin Churandy, de Holanda Anaso Jobodwana, de Sudáfrica, en lo que constituye el grupo élite del atletismo mundial.
Quiñónez se convirtió en el primer atleta ecuatoriano en clasificar a una final en las pruebas de velocidad. Solo el nadador Jorge Delgado, en los 200 m estilo mariposa, en los Juegos Olímpicos Múnich 1972, había logrado llegar a una ronda final.
Ayer, en el estadio Olímpico de Londres, Quiñónez terminó tercero en su serie con un crono de 20s37c. Con esa ubicación debía esperar a la realización del tercer heat para conocer si el sueño de clasificación se cumplía, pero se marchó y se refugió en su soledad.
Cuando se sintió mejor, regresó en busca de su técnico para ir de regreso a la villa. Jorge Casierra, entonces, lo felicitó: recién en ese momento conoció que es uno de los ocho mejores velocistas del mundo.
"Es un sueño hecho realidad. Me sentí muy presionado, pero se ha logrado algo histórico para el país y para Esmeraldas, mi tierra", dijo.
Su rostro estaba pálido y sus labios temblaban cuando hablaba. "Los nervios hicieron que me quedara en la partida. Perdí muchos segundos. Luego, ya en la carrera, me dije que tenía que terminar, y entonces aceleré el paso", explicó muy cerca de la salida al estadio.
"Corrió más lento que en la primera ronda, porque había la presión de clasificar. En la final correrá sin presión, porque cualquier ubicación es ganancia para él y para todos", dijo Casierra, que expresó su felicidad pero, sobre todo, mencionó "hemos cumplido con el país".
Álex se emocionó más cuando su madre le llamó al teléfono. "¡Mamita, cómo está mamita, si vió la carrera!", dijo con una sonrisa, como refugiándose en el pecho materno, pese a la distancia. Sus ojos enrojecieron al recibir las bendiciones de doña Anita, que estaba en Esmeraldas. "Hace un mes que no la veo", expresó.
Estas 24 horas de preparación no tendrán mayor variación en el trabajo. Habrá masajes para relajar un poco los músculos y una conversación de motivación y confianza antes de correr con los atletas a los que había visto por televisión pero que en Londres confirmó: "son hombres de carne y hueso como nosotros, que tienen condiciones, y que se les puede ganar", dijo el atleta esmeraldeño de 22 años.
A la final de los 200 metros se clasificaron los dos primeros de cada una de las tres semifinales, así como los dos mejores tiempos que fueron el del francés Christophe Lemaitre y el propio Quiñónez que logró la última plaza para la final y demostró el martes su mejor estado de forma al batir el récord nacional con 20s28c.