![Catherine Ibargüen con la medalla de plata que ganó en Londres. / David Campuzano Catherine Ibargüen con la medalla de plata que ganó en Londres. / David Campuzano](http://www.elespectador.com/files/imagenprincipal/d6b474eff6421fb7ba14b284638386a5.jpg)
Con una sonrisa en el rostro y una medalla de plata en el cuello, la atleta de salto triple Catherine Ibargüen llegó a la sede del Comité Olímpico Colombiano, en Bogotá, para decir sus primeras palabras en el país como medallista en Londres 2012. Con su frescura habitual, porte, belleza y una personalidad arrolladora, la deportista, oriunda de Apartadó, Antioquia, se mostró satisfecha por el logro conseguido en Londres y destacó que aún no ha dado todo su potencial. “Esta fue mi primera participación en salto triple en unos Olímpicos. Empezar con plata no está mal. Ahora debo hacer un muy buen ciclo olímpico para llegar en excelente forma a Río 2016, donde le apuntaré al oro”.
Catherine tiene algo especial: no sólo se destaca sobre las pistas de atletismo, en las que lleva preparándose más de 14 años, sino que se ha vuelto una experta a la hora de conquistar públicos. La antioqueña, a donde llega, impregna de optimismo y alegría a los que la rodean. Su sueño luego de la medalla olímpica es poder terminar la carrera de enfermería que estudia en Puerto Rico, en la que ya va en octavo semestre y espera poder ejercer para servirle a su gente. “Uno lo que empieza lo debe terminar. Yo elegí estudiar enfermería y ahora debo sacarle tiempo a eso para concluirlo de buena forma”.
La atleta, de 28 años, estará en Apartadó un poco más de ocho días compartiendo con su familia y recibiendo todo el cariño de su gente. “Voy a estar con el mayor de los placeres en mi tierra. Siempre soñé con mostrarles a ellos la medalla de plata, espero que les guste. Ojala me consientan para así recuperarme”, expresó, una vez más, con una bella sonrisa.
La antioqueña tenía previsto competir en la prueba de salto largo; sin embargo, una contractura muscular en el muslo izquierdo se lo impidió. “Mi entrenador determinó no inscribirme, por mis molestias físicas. Creo que fue la mejor decisión. En estos días procuraré estar tranquila, descansando para salir de esta lesión”.
Para su recuperación se apoyará en la música, la cual ama y siente. Sus artistas favoritos son Felipe Peláez, Iván Villazón y Chocquibtown. Además de la música disfruta el sancocho de pescado que le hace doña Ayola, su abuela.
La urabeña espera que con su medalla en Londres le puedan llegar todas las promesas que le hicieron antes de conseguirla, y con su carácter y envolvente forma de ser, mencionó: “Lo que hable con el presidente Santos se lo diré a él. Por ahora les digo que le agradeceré por lo que me han apoyado a mí. Lo demás lo hablaré con él”.
Eso sí, destacó que en su región hay mucho talento que no es apoyado. Además, fue firme en anunciar que “si acomodan pistas y estadios para que los niños puedan practicar deporte, seguramente tendremos mayores logros que el mío. En Turbo hay una pista, pero no les queda cerca a todas las personas. Hay que hacer más para forjar desde ahí nuevos talentos que nos den en el futuro medallas olímpicas”.
Y así, obvio, con otra radiante sonrisa se despidió de Bogotá rumbo a su Apartadó del alma.