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General: EXPROPIANDO A LOS EXPROPIADORES .-
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De: Ruben1919 (Mensaje original) |
Enviado: 11/08/2012 21:32 |
Expropiando a los expropiadores
Las crisis suelen ser momentos de honda creatividad colectiva que, en buena medida, consisten en ir más allá de lo establecido, inventando formas de acción que superan las constricciones y los límites que impone el sistema. La más importante, la que marca el límite que los de arriba no están dispuestos a tolerar, es la acción colectiva y directa para resolver problemas de la vida cotidiana: alimentación, vivienda, salud, empleo y educación.
Los obreros organizados en el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), en el sur de España, ingresaron el martes pasado en grandes supermercados (Mercadona, Carrefour), llenaron carros con alimentos y salieron a repartirlos en comedores sociales donde acuden desocupados e inmigrantes. Desde hace 15 días el SAT mantiene ocupada una finca del Ejército reclamando la cesión de tierras a los agricultores que estén pasando hambre.
En algunas zonas andaluzas, como la de Écija, la desocupación trepa al 40 por ciento; hay familias que tienen a todos sus integrantes desocupados y no perciben subsidios. En las grandes ciudades 35 por ciento de las familias está por debajo de la línea de pobreza. Pese a ser una organización pequeña, el SAT se inscribe en la historia de luchas protagonizada por el Sindicato de Obreros del Campo (SOC), dirigido por el alcalde de Marinaleda, y actual diputado por Izquierda Unida, Juan Manuel Sánchez Gordillo.
En la década de 1980 tanto el SOC como Comisiones Obreras impulsaron múltiples acciones por la reforma agraria, que incluyeron ocupaciones de fincas, marchas, cortes de carreteras y de vías férreas. La combatividad de este sector del pueblo andaluz se manifiesta ahora en acciones que serán penalizadas por la justicia. En línea con la ética de poner el cuerpo y no rehuir las represalias, Sánchez Gordillo dijo, luego de participar en las acciones en supermercados, que estará orgulloso de entrar en la cárcel por este motivo, una y mil veces .
Los que están dispuestos a criminalizar la acción directa incluyen un amplio espectro que va desde el gobierno derechista y los empresarios hasta la Unión Progresista de Fiscales, cuya portavoz dijo que si todo el mundo hiciera lo mismo, esto sería el fin de la convivencia pacífica, se llevaría a cabo la ley de la selva . La justicia no considera que los banqueros que actuaron como delincuentes merezcan la cárcel. Defienden la propiedad de los ricos, pero no la de los millones que han perdido sus viviendas y sus empleos.
Una vez más han sido los activistas los que han puesto las cosas en su lugar, frente a la avalancha mediática que juzga las acciones de los pobres como asaltos y saqueos a los supermercados, como apunta entre otros el diario El País. Los dirigentes del SAT, por el contrario, defendieron ese tipo de acciones que buscan expropiar a los expropiadores, terratenientes, bancos y grandes superficies, que están ganando dinero en plena crisis económica .
Con los meses vamos asistiendo a un panorama desolador: luchadores sociales procesados y banqueros en libertad. No importa que los de abajo tomen los alimentos de forma pacífica ni que esos mismos supermercados tiren a la basura toneladas de comida. Ahora ponen candados a los contenedores de basura para que los hambrientos no tengan la osadía de tomar lo que, en rigor, les pertenece. La lógica de la acumulación de capital no se distrae con disquisiciones éticas ni morales, no sabe del dolor humano ni de sufrimientos porque, precisamente, vive de ellos.
El paso dado por los miembros del SAT pone la crisis en otro lugar. Abre las puertas a nuevas formas de acción que siempre nacen en los márgenes, a contracorriente incluso de las izquierdas establecidas, y permite a los afectados tomar la iniciativa dejando de ser objetos pasivos de la caridad del Estado. En este punto tres aspectos merecen destacarse.
El primero es que no importa el número, sino la creatividad y la potencia. El SAT es una pequeña organización que se apoya en la mejor historia de los jornaleros andaluces y muestra que aun grupos muy pequeños pueden tomar la iniciativa, siendo audaces y valientes, para modificar de ese modo la rutina de la acción colectiva. Lo que un día parece subversión y espanta, con el tiempo se torna normal y resulta aceptado. El cambio siempre empieza siendo local, para luego volverse general.
El segundo, consiste en la legitimidad de las acciones, mucho más que en su legalidad. Si los de abajo no somos capaces de ir más allá de lo establecido, no hay cambios posibles. Eso supone correr riesgos, asumir la respuesta violenta y la posibilidad de pagar con cárcel la lucha por la justicia social. Siempre ha sido así. Hace apenas 30 años el aborto era ilegal en el Estado Español, hasta que pequeños grupos de feministas dieron el paso de hacer abortos, y de abortar, desafiando las restricciones legales y las represalias. Ninguna conquista es gratuita.
Por último, es mediante este tipo de acciones como los sectores populares se convierten en sujetos de su destino. Cuando los de abajo toman la vida cotidiana en sus manos están forjando poderes contrahegemónicos, locales primero, pero que pueden expandirse e inevitablemente terminan desafiando a los poderes estatales del arriba. Las clases sólo existen en situaciones de conflicto y eso supone dos partes, como señala Immanuel Wallerstein: Puede no haber ninguna clase, aunque esto es raro y transitorio. Puede haber una, y esto es lo más común. Puede haber dos, y esto es de lo más explosivo (El moderno sistema mundial, Siglo XXI, tomo I, p. 495).
De eso se trata. En plena crisis está cobrando forma una clase integrada por los más oprimidos, los del sótano, que van descubriéndose entre sí y van develando los modos y formas de la opresión, hasta mostrar a la luz pública a los expropiadores. Cuando esto sucede, cuando los de abajo se atreven a gritarle a la cara a los de arriba –nos enseña James C. Scott– es porque ha llegado el momento de las grandes y contundentes acciones, esas que no tienen marcha atrás.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2012/08/10/index.php?section=opinion&article=022a2pol
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Gracias ruben !
¡¡¡ OLEEEE AL LOS HABITANTES DE MARINALEDA Y A SU ALCALDE EN ESPECIAL !!!! |
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Otra voz sobre los hechos .....desde otra esquina ....
Nacional
Nueve sindicalistas roban en un Mercadona para entregar el botín a un comedor social
Dirigentes del Sindicato Andaluz de Trabajadores han conseguido entrar en un Mercadona de Écija y salir sin pagar con nueve carros de comida. El líder del sindicato y también diputado autonómico por IU, Juan Manuel Sánchez Gordillo, estaba presente. Un portavoz de la empresa alimentaria ha explicado que denunciarán a los asaltantes por la sustracción de alimentos y por las agresiones leves que, según asegura, se produjeron por parte de los sindicalistas.
VOZPÓPULI (07-08-2012)
El diputado de IULV-CA y alcalde de Marinaleda (Sevilla), Juan Manuel Sánchez Gordillo, en el exterior del supermercado.
Foto:efe
Dirigentes del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) han protagonizado dos acciones sorpresa en Écija (Sevilla) y en Arcos de la Frontera (Cádiz), donde han entrado en sendos hipermercados para cargar carros con alimentos y artículos de primera necesidad con la idea de entregarlos a distintas ONG, en concreto, los bancos de alimentos de la zona.
Unos 200 parados agrícolas y representantes de sindicatos del campo han entrado en la mañana de este martes en las instalaciones del establecimiento comercial Carrefour de Arcos de la Frontera (Cádiz) con la intención de llevarse 20 carros con alimentos de primera necesidad, pero no lo han conseguido.
Sánchez Gordillo: "En este momento de crisis, donde están expropiando al pueblo, queremos expropiar a los expropiadores"
En el caso de la acción sorpresa de Écija (Sevilla), el líder del SAT y también diputado autonómico por IU, Juan Manuel Sánchez Gordillo, ha resaltado que en su caso "si hemos podido sacar los carros" y se dirigen en una furgoneta a una sede del banco de alimentos para entregar los artículos "expropiados".
"Queremos expropiar los artículos de primera necesidad", ha indicado Sánchez Gordillo a Europa Press, y ha explicado que esta mañana se han dirigido a un Mercadona de Écija, han entregado y han llenado unos diez carros con alimentos, en una acción "muy rápida", que no ha sido interceptada por la policía, que estaba "entretenida con un grupo de compañeros que hemos establecido para distraer su atención".
Sánchez Gordillo ha resaltado que se trata de "alimentos de primera necesidad, como leche, harina, huevos, aceite, arroz o garbanzos" y ha dejado claro que "en este momento de crisis, donde están expropiando al pueblo, queremos expropiar a los expropiadores, esto es, terratenientes, bancos y grandes superficies, que están ganando dinero en plena crisis económica".
Otras acciones previstas
"El pueblo no puede pagar los platos rotos, cuando hay personas que no tienen para comer, por lo que hemos decidido 'expropiar' alimentos básicos y entregarlos a un banco de alimentos, que están teniendo problemas para poder atender a todo el mundo, al ver aumentada la demanda", ha agregado Sánchez Gordillo.
El también diputado de IU cree que "seguro que habrá represalias políticas, pero tenemos que radicalizar nuestra posición desde acciones pacíficas". Asímismo, ha indicado que el próximo 16 de agosto, el SAT llevará cabo marchas por toda Andalucía desde el mundo rural a todas las ciudades andaluzas, pidiendo soluciones y medidas como un plan de empleo urgente.
Acciones legales
Los responsables jurídicos de Mercadona han anunciado que van a denunciar la sustracción hoy de nueve carros de comida por parte de militantes del SAT, que entraron en un supermercado de Écija (Sevilla) y se llevaron alimentos para un comedor social de Sevilla.
Un portavoz de la empresa alimentaria ha explicado que la denuncia se hará por la sustracción de alimentos y por las agresiones leves que, según asegura, se produjeron por parte de los sindicalistas. El portavoz de Mercadona ha subrayado que son conscientes de la crisis económica "preocupante" y que la mejor forma de solucionarla es creciendo y creando empleo, lo que ellos hicieron en año pasado en Sevilla con 300 personas y 1.200 en toda Andalucía.
Cuando intentaron salir sin pasar por caja se produjo un forcejeo entre los sindicalistas y los empleados del establecimiento, que no ha ido a más por la intervención de la Policía y de dirigentes del SAT. Los sindicalistas han podido sacar nueve de los diez carros cargados de alimentos, que han transportado en una furgoneta a un banco de alimentos en Sevilla, según Juan Manuel Sánchez Gordillo, dirigente del SAT y parlamentario andaluz de IULV-CA, que aunque no participó en la acción, hizo declaraciones a los periodistas en el exterior del supermercado.
URL: http://vozpopuli.com/nacional/12690-nueve-sindicalistas-roban-en-un-mercadona-para-entregar-el-botin-a-un-comedor-social
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Desde el ojo de El Pais .....
España regresa a Sánchez Gordillo
Las proclamas del líder jornalero recuperan actualidad y vigor en el entorno social generado por la crisis
Marinaleda, sin paro y propiedad común, es el ombligo de su cosmos ideológico
Juan Manuel Sánchez Gordillo (Marinaleda, Sevilla; 1949) vive sin ninguna duda su momento de mayor popularidad en su ya dilatada carrera de líder jornalero e izquierdista utópico, tras los asaltos a dos supermercados (irse sin pagar varios carros repletos de arroz y legumbres y entregarlos a comedores sociales) en Écija y Arcos de la Frontera y la ocupación de una finca militar entre Écija y Osuna. Pero no es nada nuevo (la yeguada Las Turquillas ya fue ocupada en 2005), ni para Sánchez Gordillo ni para los jornaleros del SAT de Diego Cañamero. La explicación para el súbito impacto mediático internacional de sus acciones está en otro lado.
El Sindicato de Obreros del Campo (SOC, antecedente del SAT) nació para la opinión pública el 12 de noviembre de 1976 con el encierro de decenas de jornaleros en locales de 30 pueblos andaluces. La organización encabezada por Gonzalo Sánchez y Francisco Casero con el apoyo del cura Diamantino García y otros sacerdotes obreros sacaba a luz una de las injusticias sociales más lacerantes de la historia de España: el campo andaluz. La tierra estaba en manos del 2% de la población y el 90% de los jornaleros tan solo trabajaba dos meses al año. Los encierros de 1976 pedían un modesto aumento en el jornal y que se aceptara el límite de siete horas diarias con la espalda doblada sobre la tierra. Desde ese momento, huelgas de hambre, sentadas en la catedral de Sevilla, la sede de la OIT en Ginebra, la iglesia aledaña a La Moncloa... Y ocupaciones, muchas ocupaciones de fincas.
El SOC devolvió conciencia y orgullo a la clase trabajadora más oprimida y pobre que pueda haber existido en España. De esa concienciación política vinieron los éxitos en las primeras elecciones municipales. Cañamero, actual líder del SAT, fue alcalde de El Coronil durante muchos años y Sánchez Gordillo lo es de Marinaleda desde 1979. La evolución, el milagro de este pueblo sevillano es la horma del personaje público y político que es Sánchez Gordillo, que fundó su partido, el Colectivo de Unidad de los Trabajadores (CUT), brazo político del SAT e integrado en Izquierda Unida. Cuando el actual hombre de camisa abierta, barba encanecida, pañuelo palestino (en sus versiones otoño-invierno y primavera-verano), zapatillas deportivas y vaqueros llegó a la alcaldía, los cerca de 3.000 habitantes labraban las tierras del cortijo El Humoso, del duque del Infantado (17.000 hectáreas). Tras muchas ocupaciones, encierros y broncas, la Junta de Andalucía se hizo con 1.200 de esas hectáreas que cedió (los habitantes se negaron a aceptar la propiedad, al apoyar la titularidad comunal de toda tierra cultivable) al pueblo. De lo cultivado en esas tierras nacieron ocho cooperativas en las que todo el mundo cobra el mismo sueldo, algo menos de 50 euros por jornal, y un pueblo que presume de pleno empleo.
Marinaleda es el ombligo del cosmos de Sánchez Gordillo. Es la tierra en la que nació, donde fue profesor de instituto y, sobre todo, la base moral que le permite todas las acciones, afirmaciones y astracanadas varias que genera con productividad febril.
Sánchez Gordillo también es un político recio que muestra siempre que puede su fuerza en IU de Andalucía —tanto por el papel orgánico de la CUT como por el deber moral hacia el movimiento jornalero—. Ha obligado a modificar la norma interna que no le permitía ser alcalde y diputado autonómico, ha forzado a su cabeza de lista y actual vicepresidente andaluz, Diego Valderas, a presentarse (con riesgo de quedar fuera) en dos ocasiones por Huelva para hacerlo él en Sevilla, mitineó en contra de la reforma del Estatuto o bramó contra el actual Gobierno de coalición con el PSOE. A la Junta le ha sabido sacar muchas subvenciones, como la que permite su Plan de Autovivienda por 15 euros al mes (para pagar los materiales a 60 años al Gobierno andaluz).
Pese a que la llegada del subsidio agrario en los 80 y la poco exitosa Reforma Agraria le quitaron hambre y dientes al movimiento jornalero, Sánchez Gordillo no se bajó de lomos de la legitimidad del mismo para seguir ocupando fincas, bloqueando pistas de aeropuertos, encadenándose a la verja de un Parlamento del que es diputado, enzarzándose en Tel-Aviv por la liberación del pueblo palestino...
Casero auguraba hace unos años que el movimiento jornalero debía centrarse en los inmigrantes. Las soflamas del de Marinaleda sobre reparto de la riqueza, miedo al hambre, justicia social y, eso sí, siempre en contra de cualquier tipo de violencia, no han variado en 30 años. Pero hoy, en gran parte de la sociedad, vuelve a haber miedo al hambre, enfado con el reparto de la riqueza y la justicia social.
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