Se cumplen 30 años de una de las matanzas más ominosas del siglo XX. La masacre de Sabra y Chatila, dos campamentos de refugiados palestinos situados en Beirut (Líbano), ejecutada por las milicias cristiano-libanesas, acabó con la vida de entre cientos (según fuentes cristiano-libanesas e israelíes) y miles (según los palestinos) de civiles y provocó un escándalo internacional y una masiva demostración de rechazo por parte de la sociedad israelí hacia el Gobierno de entonces, considerado cómplice de este acto de genocidio.