A veces, cuando nada marcha de acuerdo con lo esperado,
y la preocupación es quien reina.
Cuando el quebranto de lágrimas inunda nuestros ojos,
y todo parece ser inútil.
Solo una cosa puede ahuyentar las lágrimas que queman y ciegan;
alguien que suavemente te eche el brazo por encima y susurre:
No te preocupes.
Nadie ha logrado descifrar por qué esas palabras
traen tanto consuelo, o por qué tal susurro hace que
nuestras preocupaciones se despejen al instante.
Sin embargo, cuando los problemas nos dan la bienvenida,
podemos olvidarnos de ellos y dejarlos atrás.
Cuando alguien suavemente te eche el brazo por encima y susurre:
No te preocupes.
El amor que procede de tan suave caricia; debe ser amor verdadero.
Podría ser que un abrazo así, a tu corazón no traiga consuelo.
Pero si el amor es el móvil, dulce consuelo encontrarás,
Cuando alguien suavemente te eche el brazo por encima y susurre:
¡No te preocupes!
¡Este poema refleja el consuelo que solo se experimenta a través
de un toque amoroso!
Demuestra el amor que sientes por tus hijos en lo que dices y haces.
Ese amor será devuelto a ti multiplicado.
Muchos de los que han estado enamorados toda una vida nos dicen
menos sobre el tema, que el niño que ayer perdió a su perrito.
|