Miozotis Fabelo Pinares
Corresponsal de Radio Rebelde
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Nicolás Guillén: el eco de sus pasos
7 de Julio de 2009, 9:51 a.m.
Camagüey, Cuba.- Hace 20 años murió el Poeta Nacional de Cuba, pero su presencia se mantiene viva en cada calle, en cada rincón, en los viejos adoquines que todavía devuelven el eco de sus pasos, cuando anda por la ciudad natal…
“...con mis zapatos de retorno,
con mis pies de ida y vuelta”
Y el eco de sus pasos, trae la musicalidad del poeta, como él mismo contó un día…
“Una noche de 1930, una voz me susurra al oído: ‘Negro bembón…Negro bembón’… y ya no pude dormir más. El ritmo especial de aquella frase me ronda durante toda la madrugada, y al amanecer me pone a escribir… Por la tarde ya tenía ocho o diez poemas, a los que titulé Motivos de Son…
¿Por qué te pone tan bravo,
cuando te dicen negro bembón,
si tiene la boca santa,
negro bembón?
Motivos de Son es un libro de rebeldía. Son sus primeros versos negros, y fueron publicados el 20 de abril de 1930, en ‘Ideales de una raza’, y seis días después, en una tirada en forma de folletos, con cien ejemplares.
Lo que pasó con el poemario Motivos de Son el poeta no podía imaginarlo entonces: llegó la popularidad para el joven de 28 años.
Para Nicolás Guillén la llamada poesía negra o afro-cubana significa la apertura hacia las posibilidades reales de expresión.
Lo negro y lo social se integran en Nicolás en la mejor poesía cubana y de habla hispana, al decir de Cintio Vitier: “ya en su primer libro, Motivos de Son, Guillén sigue claramente el esquema del son musical, con un juego rítmico y fonético; y en El Son Entero, va a la poesía social… pero el son lo sigue rondando…”
Cógela tú guitarrero,
límpiale de alcohol la boca,
y en esa guitarra, toca
tu son entero.
El son del querer maduro,
tu son entero;
el del abierto futuro,
tu son entero;
el del pie por sobre el muro,
tu son entero….
Nicolás Guillén incorpora a su obra los múltiples aspectos del fenómeno negro: lo pintoresco, el drama social, el problema del mestizaje y el lado supersticioso y mágico.
Y por eso, ratifica Cintio Vitier: “… la gloria del primer poeta de la raza negra o mulata en Cuba, no se le puede discutir a Nicolás Guillén”.
Nicolás Guillén utiliza el son como ritmo para sus poemas. Son sus versos música viva… Guillén va con la música; por eso, varios compositores se han inspirado en su obra poética para cantar: muchos son los nombres ilustres, de cubanos y extranjeros, que han puesto música a los versos guillenianos: Amadeo Roldán, Alejandro García Caturla, los hermanos Grenet, Harold Gramatges, el mexicano Silvestre Revueltas, Juan Blanco, el argentino Isidro Maiztegui, Nilo Rodríguez, Ana Belén y Joan Manuel Serrat, por sólo citar a algunos de ellos…
Nicolás Guillén fue abarcador en los temas de su obra, tanto en verso como en prosa, y su comprometido arte toca los más disímiles asuntos.
En 1931, Nicolás publica Songoro Cosongo, que junto a Motivos de Son, abre el camino de la poesía mulata en Cuba.
En esa época, el periodista, novelista y ensayista cubano Alberto Lamar, publica el artículo ‘La Musa Mulata’, en el que reconoce los valores de la nueva poesía cubana de Nicolás Guillén: “Es el primer poeta nuestro que descubre un ritmo, extrae una observación, crea una forma. Nicolás Guillén es la revelación. En Nicolás Guillén todo es nuevo; y sin embargo, los temas son viejos: la mulata, la negra, la rumba…. Lo que hay en él es una pupila, un nuevo oído, una nueva tensión lírica…”
Te voy a beber de un trago,
como una copa de ron;
te voy a echar en la copa
de un son,
prieta quemada en ti misma,
cintura de mi canción.
Y en el análisis de la nueva poesía cubana, que nace con los versos del joven camagüeyano, ya aparece ‘el color cubano’, que definirá la obra del Poeta Nacional…
“Aquí el que más fino sea,
responde, si llamo yo.”
Guillén se convierte en el intérprete del mestizaje espiritual, más firme y más hondo que el étnico.
El poeta, uno y diverso
El libro de poemas El Gran Zoo se publica en La Habana en 1967, aunque las primeras composiciones las escribe Nicolás en Buenos Aires, Argentina, en diciembre de 1958.
La primicia del nuevo cuaderno apareció en la Revista Lunes de Revolución, el 29 de junio de 1959…
En el acuario del Gran Zoo,
nada el Caribe.
Este animal
marítimo y enigmático
tiene una blanca cresta de cristal,
el lomo azul, la cola verde,
vientre de compacto coral,
grises aletas de ciclón.
En el acuario, esta inscripción:
Cuidado: muerde.
La primera edición de El Gran Zoo, sale con 39 poemas; pero, en la segunda, de 1971, aparecen cuarenta, y con un prólogo del autor: “Tal vez se piense que el salto es un poco arriesgado, aunque no mortal… Del bongó a la pajarita de papel, --dirán algunos—
Del cañaveral a la nube. De Viet Nam al cangrejo. Y el gánster, diré a mi vez. Y Mister Lynch, -volveré a decir- Y la bomba atómica, diré todavía…”
Estos son poemas de formas muy simples, porque como dijo el Poeta: “…la canción tiene muchas alas: con todas se puede volar.”
En junio de 1972 se publica el libro de Nicolás Guillén La Rueda Dentada, un mes después de El Diario que a Diario.
Esta nueva obra del Poeta Nacional demuestra su sensibilidad múltiple y nunca esquemática: los temas son diversos, y así encontramos su testimonio vibrante sobre el acontecer mundial, cuando le canta a Viet Nam; pero también a Ángela Davis, a Martin Luther King o a Yuri Gagarin….
“Viet Nam, miro tu rostro, y odio en tu rostro veo.
Rabia en tu rostro, y fuego.”
En el libro La Rueda Dentada, el poeta se muestra como el defensor de la cultura autóctona cuando satiriza al artista americano europeizado, o cuando llama a la rebeldía contra patrones culturales extranjeros… Pero también Guillén es poeta artístico cuando sintetiza a los mejores pintores cubanos: Carlos Enríquez, Víctor Manuel, Abela, Ponce y Amelia Peláez…
La Rueda Dentada multiplica la sensibilidad en temas diversos que abarcan también el amor y el humorismo, con breves trazos a través de epigramas, sin olvidar la problemática de la Revolución cuando mira, desde el presente, a los burgueses derrotados y a los apátridas…
Pero además, Guillén es uno de los más hondos cantores por la caída del Che….
“Termina.
Va a encenderse.
Se apaga.
Va a nacer.”
En el libro La Rueda Dentada, publicado en junio de 1972, se incluyen varios poemas bajo el epígrafe Ex Corde. De los nueve poemas de esta sección, la mayoría permaneció inédita hasta ese año, aunque entre ellos hay algunos tan populares como ‘Canción’, y otros poemas, muy poco conocidos, como ‘Una fría mañana’, son pequeñas joyas de amor…
“Tuve ganas de preguntarte:
¿y tu nido? ¿y tus padres?
Pero no habría podido.
Desde el abismo de tu blusa,
como dos conejillos caídos en un pozo,
me ensordecían tus senos con sus gritos.”
Nicolás Guillén tenía un criterio inquebrantable acerca de la función poética, como reflejo de una época: “No hay nada en este mundo, ni aún en la poesía, que esté libre de las circunstancias en que se produce.”
Y Nicolás se reconoce humilde y material: “Cuando salí al camino iba cantando una canción cuya melodía no he olvidado, pero cuyas palabras han ido creciendo con el tiempo. Mi viaje de ida fue alegre y simple. Víme en la calle de un salto, y eché a andar guiado por el instinto. Contemplé siempre las nubes, -tan hermosas—desde mis pies. Caminé mucho, aprendí mucho, -lo que siempre se aprende con esas sabias gentes que no saben nada; sufrí mucho… Ahora, al regreso, la carcajada es sonrisa; la fe, razonado convencimiento, y el entusiasmo cordial, una alegría profunda y transparente.
Y al valorar su propia vida, el Poeta Nacional de Cuba dice:
“No me avergüenzo de decir que lucho como poeta por el futuro de los poetas y de quienes no lo son; que amo la vida sin egoísmos, y que no temo dedicar a la muerte el son que alguna vez le negué…”
Con sus propias palabras, del poema ‘Iba yo por un camino’, rendimos homenaje al Ilustre Hijo del Camagüey, al Poeta Nacional de Cuba…
“Ay, muerte,
Si otra vez volviera a verte,
iba a platicar contigo
como un amigo.”