“Se expresa con la palabra lo que mentalmente se piensa”
ELPLURAL.COM | 09/octubre/2012
"No se trata de perdones". Con este título, las principales Asociaciones de Mujeres de España han realizado un comunicado conjunto en que critican las palabras de José Manuel Castelao Bragaña, el expresidente del Consejo General de la Ciudadanía Española, quien en su segundo día en el cargo dijo que "las leyes como las mujeres están para violarlas". Por su interés, reproducimos íntegro el comunicado al que ha tenido acceso ELPLURAL.COM.
No se trata de perdones
Valga es el nombre de un Concello y hermoso paraje situado al noroeste de Pontevedra, que tiene fama propia por dos peculiaridades: las discretas cataratas que salpican el umbrío lugar con el nombre de fervenzas de Rajoi, y la notoriedad de ilustres mujeres, así la emprendedora hija del Pazo de Rajoi, que, después de haber regentado con éxito el restaurante O Asesino, fue galardonada con la medalla de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Santiago de Compostela y el Premio Vagalume del Concello de Santiago de Compostela, bajo la égida de Manuel Fraga y Núñez Feijóo; sin olvidar a la no menos ilustre valguesa Carolina Otero, la Bella Otero del Follies parisiense. En un concejo cuyo padrón municipal arroja en el cómputo una diferencia de tan sólo un par de cientos de mujeres sobre el total de hombres.
En materia de varones, se está haciendo famoso en estos días un valgués llamado José Manuel Castelao Bragaña, político de larga trayectoria en las filas del Partido Popular, derivando su inesperado salto a la fama del hecho de haberse abortado su nombramiento como Presidente del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior, alto cargo para el que había sido nombrado pero que se fue a tomar agua de borrajas ante el hecho inasumible de haberse divulgado con extensión transfronteriza su incontinencia verbal y su disfunción racional plasmada en la frase que, a fin de fustigar el hecho nos disponemos a reproducir, y que fue pronunciada por el susodicho hombre público durante una sesión reglamentaria de trabajo en el ejercicio de su flamante cargo.
Faltando un voto para validar el acta de la sesión, el avezado político lo resolvió al siguiente tenor: “¿Y qué más da? Si sólo hay 9 votos, y falta 1 se ponen 10, y ya está… Las leyes son como las mujeres están para violarlas“.
En una auténtica democracia no se puede quitar importancia a los actos que en sí mismos la tienen, como es la inducción a quebrantar la ley o violar a las mujeres.
La gravedad de tal incitación con el mensaje de que “las leyes son como las mujeres, están para violarlas” adquiere proporciones intolerables, teniendo en cuenta que lo que se dice es fruto de las propias creencias; pues obviamente se expresa con la palabra lo que mentalmente se piensa, e íntimamente pensamos aquello en lo que subjetivamente creemos.
Lo tremendo de la instigación es que, no obstante eludir el político dimisionario la auténtica razón de su cese, ha tenido reiteradamente sobre sí la responsabilidad de la función legislativa en la Comunidad Autónoma de su procedencia, es decir que la magnitud del ilícito aumenta exponencialmente al asociar con carácter general y como arma lícita de combate la vulneración de la legalidad vigente a la aberración de la naturaleza que es la violación de la mujer en términos de racionalidad humana.
La consecuencia inmediata es que, en un sistema de listas cerradas y bloqueadas como el nuestro, el depositario del voto favorable a las listas en que figurase Castelao como candidato no podía ser consciente de que se estaba haciendo representar por un individuo con la catadura ética que implica la estrategia política impulsada por el mismo como normativa práctica; lo que supone un fraude en toda regla de las normas más elementales de la democracia.
Conductas delictuales como las que contemplamos, absortas y expectantes, en espera de una reacción de responsabilidad política del Partido al que se adscribe el instigador de los delitos lanzados no se contrarrestan con la mera formulación de una disculpa pública y la consiguiente petición del perdón. Pues el hecho ha transcendido del plano de la conciencia personal del sujeto infractor al ámbito público del quehacer político. Dicho sin ambages: Ante un atropello de tal calibre a la ciudadanía, exige ineludiblemente su inmediata corrección política mediante el correspondiente expediente disciplinario para la expulsión del infractor, pues de lo contrario, el silencio y la inhibición del Partido Popular no puede interpretarse sino como el asentimiento y la complicidad en el atentado perpetrado contra la Democracia.
Carece de sentido que el propósito de rectificación del autor del atropello se haya restringido a su instigación sobre la violación de las mujeres, menospreciando su incitación a la violación de la ley en general, siendo así que en términos de Democracia el cumplimiento de las leyes es la esencia y fundamento de la justicia, y la disculpa o tolerancia ante su infracción está en el origen y es el germen de toda corrupción; una dolencia que infaustamente está poniendo en riesgo la salud de nuestra actual proclamada Democracia, dada la abundancia con que se perpetra por no pocos políticos desaprensivos, en descrédito del mayoritario buen hacer de los demás.
Pertenece legítimamente a la Ciudadanía la exigencia de cumplir una Democracia real, esto es, cuya incidencia en el poder constituido resida en algo más que ejercer el derecho a voto en cada convocatoria reglamentaria, sino en mantener una auténtica “interacción entre gobernantes y gobernados” mediante la práctica de los cauces necesarios para que en términos “democráticos” (gobierno del pueblo) salga de su mero valor simbólico y nominalista para acceder a su genuina significación jurídico-política.
Para ello es imprescindible, por de pronto, que la ley electoral en aplicación permita a los gobernados elegir con conocimiento suficiente y sin opacidad las características personales de quienes están llamados a ser sus representantes en los Parlamentos; abrir indispensables cauces de participación de los electores en el quehacer intermediario de los elegidos, de suerte que pueda asegurarse sin falsear la realidad que la democracia no es un remedo sino una auténtica vía de intercomunicación en proximidad de la ciudadanía organizada con el poder que la representa como marchamo único de su credibilidad.
Asociación de Mujeres Juristas Themis
Presidenta.- Angela Cerrillos Valledor
Federación Mujeres Progresistas
Presidenta.- Yolanda Besteiro de la Fuente
Federación de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas.
Presidenta.- Ana Mª Pérez del Campo Noriega
Comisión para la Investigación de Malos Tratos
Presidenta.- Susana Martínez Novo
Unión de Asociaciones Familiares
Presidenta.- Julia Pérez Correa
Asociación Universitaria contra la Violencia Machista
Presidenta.- Rosa San Segundo Manuel
Coordinadora Española para el Lobby Europeo de Mujeres
Presidenta.- Rosa Escapa Garrachón
Federación Mujeres Jóvenes
Presidenta.- Soraya Vega Prieto
Federación de Asociaciones de Madres Solteras
Presidenta.- Mª Carmen Flores Rodríguez
Mujeres para la Salud
Presidenta.- Soledad Muruaga
Mujeres Opañel
Presidenta.- Yolanda Álvarez
Mujeres para un Envejecimiento Saludable
Presidenta.- Mariqueta Vázquez Albertino
Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales
Presidenta.- Teresa López
Consejo de las Mujeres del Municipio de Madrid
Presidenta.- Lourdes Hernández
Enclave Feminista
Fundación Mujeres
Presidenta.- Marisa Soleto