.-Nunca ví una manifestación tan convencida y gigantesca .... tan llena de patriotismo y de frenesí y de optimismo y de fé en la victoria .- He visto manifestaciones multitudinarias como cuando hablaba Fidel con la Plaza de la Revolución totalmente llena .... y debo decir que lo de ayer es único , estremecedor e histórico .- Ya no hay duda " la Revolución de Nuestra América vá .... gracias a Chávez y al respaldo que le dá la mayoría de su bravo pueblo .- Veamos siquiera una partecita de esa inolvidable velada
Cierre de campaña del presidente Hugo Chávez. FOTO: COMANDO CARABOBO
El presidente venezolano, Hugo Chávez, cerró en la tarde de este jueves su campaña por la reelección con una impresionante manifestación que desbordó siete de las principales avenidas de Caracas. Durante su intervención, el mandatario puntualizó que en los próximos comicios “está en juego la vida de Venezuela”, y reafirmó su confianza en que el país continuará por la senda de la Revolución Bolivariana.
Cierre de campaña del presidente Hugo Chávez. FOTO: COMANDO CARABOBO
Cierre de campaña del presidente Hugo Chávez. FOTO: REUTERS
Cierre de campaña del presidente Hugo Chávez. FOTO: AVN
Cierre de campaña del presidente Hugo Chávez. FOTO: AVN
Cierre de campaña del presidente Hugo Chávez. FOTO: AVN
Cierre de campaña del presidente Hugo Chávez. FOTO: AVN
Cierre de campaña del presidente Hugo Chávez. FOTO: AVN
Cierre de campaña del presidente Hugo Chávez. FOTO: COMANDO CARABOBO
Cierre de campaña del presidente Hugo Chávez. FOTO: AVN
Cierre de campaña del presidente Hugo Chávez. FOTO: COMANDO CARABOBO
No pongas ese ruidoooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo
Las avenidas del centro de Caracas, inundadas del rojo de la pasión y el entusiasmo por Hugo Chávez Credito: Prensa Comando Carabobo Chávez en el cierre de campaña en Caracas Credito: AVN "El que no esté mojado, no es chavista", gritaba una mujer mientras una multitud corría hacia la tarima donde el candidato socialista a las elecciones presidenciales, Hugo Chávez, se dirigía al pueblo, que desde temprano desbordó su amor sobre las calles de Caracas, en el cierre de campaña.
Gruesas gotas caían sobre las cabezas de quienes este jueves rebasaron siete avenidas capitalinas. Algunos se guarecían bajo árboles, otros bajo pancartas con el rostro de Chávez y otros agitaban con más fuerza las banderas de Venezuela.
El colorido en ningún momento se destiñó con la lluvia, que caía a borbotones. El amor del pueblo se mantenía firme y cálido, a pesar del chaparrón.
"No nos vamos, acá nos quedamos", repetía una y otra vez un coro de personas, al que se iban sumando cada vez más voces.
Acompañados con las gotas de agua, algunos cuerpos seguían moviendo sus caderas al ritmo del tambor, como si se tratara de un día soleado cualquiera. El calor de la gente parecía avivarse conforme pasaban los minutos.
Quienes se encontraban a lo largo de la avenida Bolívar, más que hablar de solidaridad, la demostraban: paraguas abiertos albergaban a todo aquel que cupiera en ellos.
Un hombre que sostenía uno miraba hacia el este y decía: "Mira el cielo, lo que se viene es fuerte", mientras incorporaba a una joven que con una sonrisa se metió bajo su cobijo.
Un grupo de mujeres que prefirió guarecerse bajo un techo miraba en una pantalla al líder de la revolución bolivariana, que empapado le hablaba a su pueblo. Una voz femenina decía: "Ay, no, mira cómo esta todo mojadito. Ay, no, chica, vamos a salir, vamos a verlo". Acto seguido todas empezaron a correr para ver "aunque sea de lejos" a Chávez.
La multitud dejaba fluir en el agua mansa la letra de la canción "Venezuela", que el candidato de la patria cantaba bajo la lluvia. "Llevo tu luz y mi aroma en piel; y cuatro en el corazón".
Cuando las gotas, precedidas por un sol picante, empezaron a caer muchos miraban al cielo y decían: "Esto es una bendición" y seguían caminando hacia la tarima donde Chávez estaría.
El cielo repentinamente gris era surcado por globos de colores. Cuando pasó un helicóptero, una inmensa alegría se apoderó de la multitud, que levantaba y agitaba sus manos en señal de saludo.
Una marioneta gigante con una máscara de los diablos de Yare se agitaba un poco antes de que comenzara la lluvia. Un reproducción a escala del satélite Miranda parecía entrar en órbita en plena avenida Bolívar, mientras un grupo bailaba salsa y cantaba a coro: "El amor es una magia... y al fin lo encontré y va creciendo y creciendo...".
Los papelillos multicolores caían sobre las cabezas, mientras que un sonido de diana preparaba a los presentes para el domingo 7 de octubre, cuando desde la madrugada, el pueblo estará en las calles para obtener, mediante el voto, la victoria perfecta.
Los sonidos de las vuvuzelas estremecía el ambiente de la importante arteria vial capitalina, donde banderas coloridas, en las que podían apreciarse nombres de organizaciones políticas agrupadas en el Gran Polo Patriótico, de estados como Barinas, o de parroquias de Miranda, como Cartanal, eran sostenidas por la marea multicolor.
Cualquier lugar era bueno para tener una mejor perspectiva: copas de árboles, rejas, muros. El pueblo, a quien Chávez "sacó de la oscuridad", según expresó Julio César Cartaya, habitante de la parroquia 23 de Enero, demostró que el amor es un tizón ardiente que se aviva con el agua.
Hugo Chávez es, sin duda, el jefe de Estado más difamado en el mundo. Al acercarse la elección presidencial del 7 de octubre, esas difamaciones se tornan cada vez más infames, tanto en Caracas como en Francia y en otros países. Atestiguan la desesperación de los adversarios de la revolución bolivariana ante la perspectiva (que las encuestas parecen confirmar) de una nueva victoria electoral de Chávez.
Un dirigente político debe ser valorado por sus actos, no por los rumores vehiculados en su contra. Los candidatos hacen promesas para ser elegidos: pocos son los que, una vez en el poder, las cumplen. Desde el principio, la promesa electoral de Chávez fue muy clara: trabajar en beneficio de los pobres, o sea –en aquel entonces–, la mayoría de los venezolanos. Y cumplió su palabra.
Por eso, este es el momento de recordar lo que está verdaderamente en juego en esta elección, ahora cuando el pueblo venezolano se alista para votar. Venezuela es un país muy rico, por los fabulosos tesoros de su subsuelo, en particular sus hidrocarburos. Pero casi todas esas riquezas estaban acaparadas por las elites políticas y las empresas trasnacionales. Hasta 1999, el pueblo sólo recibía migajas. Los gobiernos que se alternaban, democratacristianos o socialdemócratas, corruptos y sometidos a los mercados, privatizaban indiscriminadamente. Más de la mitad de los venezolanos vivía por debajo del umbral de pobreza (70.8 por ciento en 1996).
Chávez hizo que la voluntad política prevaleciera. Domesticó los mercados, detuvo la ofensiva neoliberal y posteriormente, mediante la implicación popular, hizo que el Estado se reapropiara los sectores estratégicos de la economía. Recuperó la soberanía nacional. Y con ella, ha procedido a la redistribución de la riqueza, en favor de los servicios públicos y de los olvidados.
Políticas sociales, inversión pública, nacionalizaciones, reforma agraria, casi pleno empleo, salario mínimo, imperativos ecológicos, acceso a la vivienda, derecho a la salud, a la educación, a la jubilación… Chávez también se dedicó a la construcción de un Estado moderno. Ha puesto en marcha una ambiciosa política del ordenamiento del territorio: carreteras, ferrocarriles, puertos, represas, gasoductos, oleoductos.
En materia de política exterior, apostó por la integración latinoamericana y privilegió los ejes sur-sur, al mismo tiempo que imponía a Estados Unidos una relación basada en el respecto mutuo… El impulso de Venezuela ha desencadenado una verdadera ola de revoluciones progresistas en América Latina, convirtiendo este continente en un ejemplar islote de resistencia de izquierdas alzado en contra de los estragos del neoliberalismo.
Tal huracán de cambios ha volteado las estructuras tradicionales del poder y acarreado la refundación de una sociedad que hasta entonces había sido jerárquica, vertical, elitesca. Esto sólo podía desencadenar el odio de las clases dominantes, convencidas de ser los legítimos dueños del país. Son estas clases burguesas las que, con sus amigos protectores de Washington, vienen financiando las grandes campañas de difamación contra Chávez. Hasta llegaron a organizar –en alianza con los grandes medios que les pertenecen– un golpe de Estado, el 11 de abril de 2002.
Estas campañas continúan hoy día y ciertos sectores políticos y mediáticos europeos se encargan de corearlas. Asumiendo –lamentablemente– la repetición como si fuera una demostración, los espíritus simples acaban creyendo que Hugo Chavez estaría encarnando un régimen dictatorial en el que no hay libertad de expresión.
Pero los hechos son tozudos. ¿Alguién ha visto un régimen dictatorial ensanchar los límites de la democracia en vez de restringirlos? ¿Y otorgar el derecho de voto a millones de personas hasta entonces excluidas? Las elecciones en Venezuela sólo ocurrían cada cuatro años, Chávez organiza más de una por año (14 en 13 años), en condiciones de legalidad democrática, reconocidas por la ONU, la Unión Europea, la OEA, el Centro Carter, etcétera.
Chávez demuestra que se puede construir el socialismo en libertad y democracia. Y convierte incluso ese carácter democrático en una condición para el proceso de transformación social. Chávez ha probado su respeto al veredicto del pueblo, renunciando a una reforma constitucional rechazada por los electores vía referéndum en 2007. No es casual que la Foundation for Democratic Advancement (FDA), de Canadá, en un estudio publicado en 2011, situara entonces a Venezuela en el primer lugar de los países que respetan la justicia electoral.
El gobierno de Hugo Chávez dedica 43.2 por ciento del presupuesto a las políticas sociales. Resultado: la tasa de mortalidad infantil ha sido dividida por dos. El analfabetismo, erradicado. El número de docentes, multiplicado por cinco (de 65 mil a 350 mil). El país presenta el mejor coeficiente de Gini (que mide la desigualdad) de América Latina. En su informe de enero de 2012, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal, un organismo de la ONU) establece que Venezuela es el país suramericano que –junto con Ecuador–, entre 1996 y 2010, ha logrado la mayor reducción de la tasa de pobreza. Finalmente, el instituto estadunidense de sondeos Gallup ubica al país de Hugo Chávez como la sexta nación más feliz del mundo.
Lo más escandaloso, en la actual campaña de difamación, es pretender que la libertad de expresión esté constreñida en Venezuela. La verdad es que el sector privado, hostil a Chávez, controla allí ampliamente los medios de comunicación. Cada cual puede comprobarlo. De 111 canales de televisión, 61 son privados, 37 comunitarios y 13 públicos. Con la particularidad de que la parte de la audiencia de los canales públicos no pasa de 5.4 por ciento, mientras que la de los privados supera 61 por ciento... Mismo escenario para los medios radiales. Y 80 por ciento de la prensa escrita está en manos de la oposición, siendo los dos diarios más influyentes –El Universal y El Nacional–, adversos al gobierno.
Nada es perfecto, por supuesto, en la Venezuela bolivariana –¿dónde existe un régimen perfecto?–. Pero nada justifica esas campañas de mentiras y de odio. La nueva Venezuela es la punta de lanza de la ola democrática que, en América Latina, ha barrido con los regímenes oligárquicos de nueve países, apenas caído el Muro de Berlín, cuando algunos vaticinaban el fin de la historia y el choque de las civilizaciones como horizontes únicos para la humanidad. La Venezuela bolivariana es una fuente de inspiración de la que nos nutrimos, sin ceguera, sin inocencia. Con el orgullo, sin embargo, de estar del buen lado de la barricada y de reservar los golpes para el malévolo imperio de Estados Unidos, sus tan estrechamente protegidas vitrinas del Cercano Oriente y dondequiera reinen el dinero y los privilegios. ¿Por qué Chávez despierta tanto resentimiento en sus adversarios? Indudablemente porque, tal como lo hizo Bolívar, ha sabido emancipar a su pueblo de la resignación. Y abrirle el apetito por lo imposible.
Cristina felicitó a Chávez y lo compartió por Twitter
Por: INFOnews
La presidenta Cristina Fernández manifestó vía Twitter su conformidad por las elecciones de hoy en Venezuela y felicitó a Chávez: “Hugo, hoy quiero decirte que has arado en la tierra, la has sembrado, la has regado y hoy has levantado la cosecha”. Y Luego confió: “Acabo de hablar con el Presidente Chavez, mucha emoción”.
Luego siguió y amplió sobre la importancia del triunfo del bolivariano para la región: “Tu victoria también es la nuestra. La de América del Sur y el Caribe. Fuerza Hugo! Fuerza Venezuela! Fuerza Mercosur y Unasur!”
Desde la cuenta @CFKArgentina también hubo espacio para reconocer a todo el pueblo en esta jornada electoral: “Felicitaciones al pueblo venezolano por la ejemplar jornada democrática. Por la alegría y por la paz. El amor es más fuerte que el odio”.
El presidente consiguió el 54,4 de los votos y gobernará Venezuela por seis años más. Henrique Capriles obtuvo el 44,9 por ciento de los sufragios. La Comisión Nacional Electoral hizo el anuncio, además de señalar la masiva afluencia récord de votantes del 80%.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, logró hoy una segunda reelección con un sólido triunfo sobre su rival Henrique Capriles Radonski por casi diez puntos porcentuales, por lo que permanecerá en el poder, informó el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Chávez, de 58 años, ganó los comicios presidenciales con el 54,42 por ciento de los votos, contra 44,97 por ciento de Capriles, según informó la presidenta del CNE, Tibisay Lucena, en base al conteo del 90 por ciento de los votos. En números absolutos, el presidente sumó 7,4 millones de votos y el opositor 6,15 millones.
El mandatario, que enarbola la bandera del socialismo, logrará extender su gobierno, que comenzó en 1999, a una meta de 20 añosya que fue reelegido para el periodo 2013-2019.
La participación electoral, de acuerdo con el poder electoral, fue del 80,94 por ciento.
El presidente agradeció vía Twitter a sus seguidores tras conocer su victoria, con las que alcanzó su tercera reelección consecutiva: "Gracias a mi amado Pueblo!!! Viva Venezuela!!!! Viva Bolívar!!!!!", señaló en su cuenta @chavezcandanda, donde también apareció el mensaje: "Gracias Dios mío! Gracias a todos y a todas!!".
Capriles reconoció la derrota “Para mi lo que diga el pueblo es sagrado”, abrió el candidato opositor en su bunker, y luego siguió: “Nunca ha pasado por mi mente hacer algo contrario a lo que el pueblo diga”.
Si bien enfatizó que le agradece “a los más de 6 millones de venezolanos que hoy me dieron su confianza”, subrayó que también quienes no lo votaron deben sabe que “cuentan conmigo”.
“Quiero felicitar al presidente de la República y le quiero decir que ojalá lea con franqueza la expresión de nuestro pueblo el día de hoy”, cerró.