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General: Reedición de “Un grano de maíz” de Tomás Borge: Donde Fidel habla mañana
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De: Ruben1919 (Mensaje original) |
Enviado: 09/11/2012 15:13 |
Reedición de “Un grano de maíz” de Tomás Borge: Donde Fidel habla mañana
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Reedición de “Un grano de maíz” de Tomás Borge: Donde Fidel habla mañana Por: Arleen Rodríguez Derivet, Foto: Ismael Francisco/Cubadebate
Cuando me propusieron presentar este libro, me pregunté, como tantas veces en mi afortunada vida profesional; ¿qué hice para merecerlo? Y no pude menos que pensar que existe algo así como que cuando se desea mucho algo, ese algo va a llegarte alguna vez, aunque sea, como es mi caso, 20 años después.
Como cada vez que me piden presentar un libro, siento que me pertenece un poco -y materialmente es cierto, ya que se tiene al menos un ejemplar garantizado- con “Un grano de maíz” en las manos, termina por cumplirse un deseo de dos décadas, todavía vivo en mi memoria de aquel año tremendo que fue 1992.
La primera noticia de este libro no salió de La Habana, sino que llegó a ella en un cable fechado en México. Tomás Borge había adelantado al periódico Excelsior algunas respuestas de Fidel a sus preguntas más controversiales -derechos humanos fundamentalmente- y la prensa azteca había diseminado la información, generando una elevada demanda del libro en todo el mundo.
Recuerdo como si fuera ahora mismo que nos pasamos los cables animando todos los comentarios posibles y con una sensación de dulce inconformidad -o disimulada envidia profesional- porque “otra vez Fidel ha dado una entrevista y no es a un periodista cubano”, demonio que finalmente logramos exorcizar con el libro de sus memorias que realizó Katiuska Blanco.
Pero vuelvo a 1992. Cuando digo año tremendo, no exagero y eso lo sabemos solo quienes lo vivimos. En nuestro caso, el diario se había estrechado a semanario, a la mitad de los periodistas se les había reubicado en la radio, empezaban a profundizarse las carencias y a prolongarse los apagones. La desesperanza era la moda.
Lo describe mejor Tomás Borge: “En medio de la actual polvareda ideológica, que en unos ha provocado una euforia excesiva y en otros una lloradera insoportable, Cuba -acosada por los cambios de la geopolítica mundial, víctima de una campaña olímpica de desinformación, más bloqueada de lo que estuvo nunca ningún país- es objeto de pronósticos fatales.
“Hasta los amigos de la Revolución Cubana, que son más de los que cree, expresan algunas dudas sobre los resultados del juicio final; aunque dentro de ellos abundan los que mantenemos arraigada la convicción de que saldrá victoriosa en la descomunal contienda.”
En medio de aquel vendaval, Fidel era todo. Con esa energía que Tomás definió tan acertadamente entonces, él empujaba ¿o sostenía? no solo un país, sino toda la utopía del universo. Y con su descomunal fuerza moral nos halaba a todos, incluso a aquellos que ni siquiera creían que fuera posible un futuro con Fidel, aunque es ese tiempo por venir del que más habla en este libro aquel a quien sus adversarios pretendían encerrar en el pasado. Escojo un fragmento de la introducción para narrarlo con las palabras de Borge:
“Había soñado, noches atrás, que tenía la barba de un color especial, indefinible, y casi me sorprendo cuando reencuentro el símbolo luminoso y blanco. En medio de la frente -supongo que se han dicho- , una especie de destello; los ojos afiebrados, afectuosos, directos; un poco más delgado, un poco más joven.
“Hoy domingo, a esta hora inusual (2:00 a.m.), mi primera tentación es preguntarle, Fidel, sobre el origen de esa vitalidad creciente aun en medio de tantas dificultades. En realidad no le voy a hacer la pregunta, porque estoy seguro de que la causa primaria de que este hombre que tengo aquí frente a mis ojos se mueva con la energía de un caballo de raza, está en las penurias, en los dramas de cada día.”
Como periodista y editora de un periódico importante del país, no puedo recordar sin emoción o sin nostalgia, aquellos años en que lo único que había en abundancia eran noticias, pero no había espacio -no existía la infinidad espacial de internet- para publicarlas y, algo peor, faltaban muchas certezas, así que también y ya por razones que después se hicieron pésima costumbre, en nombre del cuidado a la fortaleza sitiada, no publicábamos todo, aunque tratábamos de publicar lo más trascendente.
Y en eso llegó este libro o su avance, que lo convirtió en best seller aun antes de nacer. “Fidel habla de Stalin, de Gorbachov, de los homosexuales y los creyentes en el Partido“, comentaba la gente en nuestros corrillos periodísticos, cuando aquellos temas no gozaban ni de la preeminencia ni de la relativa naturalidad con que se les aborda en esta época.
Cuando por fin nos llegó en una tirada millonaria aquel libro, la dulce envidia del avance se disipó con el encantamiento de la admiración. “Un grano de maíz” no era solo una larga entrevista sobre temas fundamentales de una época crucial. Era, es, un libro que logra trascender la coyuntura que podría imponerle un año tremendo, gracias a la larga vista del entrevistado (ese que puede viajar al futuro y regresar para contarlo) y a la vuelta de 20 años nos pone frente a un universo de predicciones cumplidas. Lean si no, este fragmento de su respuesta a Tomás sobre el milagro de tanta solidaridad con Cuba frente al alud de desinformación:
“¿Cómo se puede explicar eso si tú no puedes conversar con todas y cada una de esas gentes, si tú no puedes hacerles llegar un mensaje? Pero es como si tuviesen suficiente luz, suficiente instinto para conocer la verdad en medio de ese barraje que ha confundido a tanta gente, incluso a muchos intelectuales, y no confunde, sin embargo, a gente sencilla y noble del pueblo, a mucha gente valiosa de los pueblos de América Latina y del mundo que son capaces de ver, en medio de ese mar de mentiras y de propaganda, por lo menos una parte de la verdad, o la esencia de la verdad, y logran comprender todo mérito que tiene la lucha extraordinaria, heroica, que nuestro pueblo lleva a cabo hoy contra, precisamente , los enemigos de la humanidad, los enemigos del proceso humano, los pueblos, los saqueadores por excelencia del mundo, los que son símbolos de la opresión y de la explotación. Es decir, es como si los hombres tuvieran una antena o tuvieran algo para poder distinguir entre lo verdadero y lo falso.
“Ahora, cuánto tiempo pasará antes de que, a partir de los hechos reales, objetivos, la posteridad sea capaz de juzgar imparcialmente todo lo que ha ocurrido alrededor de Cuba y de la Revolución Cubana, y el papel de los dirigentes en esa revolución, eso no lo puede asegurar nadie; porque si una ola de reacción prevaleciera en el mundo durante mucho tiempo, esa reacción se encargaría de escribir la historia, serían los opresores, los agresores los que escribirían la historia; pero habría de venir inexorablemente después de otra la, tendrá que venir, y vendrá, otra ola progresista, otra ola revolucionaria, otra ola de cambio a favor del hombre, en que llegaría el momento de volver a reconstruir esa historia de una manera objetiva.”
Pero este es, además, un libro armado con singular inteligencia y belleza, donde las apariciones del entrevistado -personaje histórico también- resultan una delicia para aquellos que disfrutan el habla poderosa de los pueblos latinoamericanos:
He aquí un trozo de la prosa anunciadora de Borge: “Ya sabemos: desideologización no es el fin de las ideologías sino la firma, por cierto ilegible, de la pretendida acta de disfunción del marxismo enclaustrado en las criptas políticas de Europa y, en apariencia, en las urnas electorales de Nicaragua.
“Fidel Castro, al abordar este tema, pone en evidencia la ideología matrera de la desideologización. Y demuestra que esta hojita de parra es vulnerable a la tempestad que dejará al descubierto los órganos flácidos, tristes, incapaces de engendrar bienestares y auroras.
“Nos demuestra que más allá o más acá de nuestras conciencias, el imperialismo, la burguesía y otros lugares comunes, por desgracia, aún existen. Y que aunque se juegue al cero escondido con estos conceptos, están ahí para joder a quienes a quienes haya que joder cuando el reloj se aburra de sus agujas congeladas.”
Si en aquel 1992 del V Centenario -tema que ponen en su justo lugar los dos – este diálogo entre rebeldes latinoamericanos y universales, echó luz sobre todas las tinieblas de una época de veloces retrocesos, no lo será menos ahora, cuando todos los vaticinios de Fidel se han cumplido, sin una sola excepción:
“Yo diría también -afirma el entrevistado- que la izquierda está pasando su peor momento en América Latina, su momento de mayor confusión y desorientación, cosa explicable a partir de los sucesos que hemos mencionado, cosa explicable a raíz de la enorme confusión que se creó en el mundo por los acontecimientos que se originaron y se desarrollaron en la Unión Soviética y que, al fin y al cabo, dieron al traste con el campo socialista y la propia URSS.
“Ha sido un golpe muy grande para las fuerzas progresistas para las fuerzas de izquierda, no solo en el terreno político, sino también en el terreno ideológico y en el terreno moral. Pienso que la izquierda empieza a recuperarse de ese trauma, pero que todavía no se ha recuperado totalmente, ni mucho menos; por ello digo que está viviendo también su momento más difícil. Creo, sin embargo, que será un período transitorio.”
Quién que no fuera Fidel podía adelantar en 1992 lo transitorio de ese período, cuando aun no habían tenido lugar los sucesivos descalabros del neoliberalismo en Latinoamérica. No olvidemos que mientras él respondía este cuestionario a Tomás Borge, Carlos Saul Ménem, vendiendo Argentina, era emblema del presidente exitoso, Fernando Collor de Mello aun no había fracasado con el mismo plan en Brasil, estaba por desatarse la ola privatizadora en nombre del famoso goteo que corregiría las desigualdades escandalosas de la región y el levantamiento de Hugo Chávez había sido aplastado en Venezuela. Ya sabemos cómo terminó todo, pero entonces el mal parecía un futuro de largo plazo.
La premonición no es menos sorprendente en relación con la revolución sandinista que recién salía de un inesperado golpe en las urnas. Véase lo que pregunta el Comandante sandinista y lo que responde el líder cubano:
“¿Considera usted que nuestra revolución llegó a su punto final o que se mantiene vigente?
Creo que ninguna revolución llega nunca a su punto final y que el deber de todos los revolucionarios es mantener la vigencia de sus ideas, de sus principios y de sus metas.
Ni siquiera el Frente Sandinista podría impedir, si se lo propusiera, las perspectivas del progreso futuro. Nadie es dueño del futuro.”
Finalmente me gustaría reseñar brevemente otros fragmentos que cobran mayor relevancia según pasan los años. Es cuando Fidel responde las preguntas de Tomás en torno a su hermano Raúl o al siempre controversial tema del poder.
Sobre el actual Presidente y Primer Secretario del Partido Comunista cubano dice Fidel:
“… Raúl es un compañero que tiene sus criterios, sus opiniones, su carácter y su forma de ser, y, por cierto, es un individuo muy diferente de ese Raúl que ha querido pintar la propaganda enemiga. Todo el que llega a conocerlo y a intimar con él se da cuenta de su humanismo, de su gran calidad y de sus sentimientos; se sorprenden de un Raúl que han pintado belicoso, agresivo, duro, cuando ven los sentimientos de amistad, de cariño y afecto que es capaz de tener por la gente. Y ha sido un gran formador y un gran educador, porque creo que el Ministerio de la Fuerzas Armadas Revolucionarias ha sido la mejor escuela de formación de cuadros que nosotros hemos tenido, con mucho rigor siempre y con mucha exigencia.
“Yo creo que la relación familiar nada tiene que ver con sus funciones, aunque la sangre común que llevan sí tiene que ver con la sensibilidad que yo le conozco a Raúl. Es un hombre muy sensible, muy fácil de conducir a emoción por ternura, por las causas nobles: soy testigo de eso.
“Siempre consideré eso. Sobre todo en aquellos primeros años en que todos los días se estaban haciendo planes de atentados contra mí, con una posibilidad real, dije: Desde ahora hay que ir pensando en alguien que pueda ejercer las funciones mías. Y consideré, realmente, que la persona que estaba capacitada entre todos los cuadros para ejercer esas funciones, la persona más acatada que podía ejercer las funciones era Raúl, así lo planteé públicamente porque era una necesidad de los momentos que estábamos viviendo.
“Raúl ha sido realmente el segundo al mando de la Revolución en todo este período revolucionario. Yo digo que Raúl no se ha destacado más porque ha tenido la sombre mía, es mi opinión; porque para que la gente se destaque más es necesario que pueda tener el ámbito donde poder demostrar todas sus capacidades o todas sus cualidades.”
En cuanto al poder, vale la pena reproducir de nuevo pregunta y respuesta:
“El viejo más joven que he conocido. Hay una frase muy difundida que a lo mejor vale la pena comentar: El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente. ¿Cómo ha logrado usted escaparse?
“Yo estaría de acuerdo con esa afirmación, en principio. Pienso que el poder corrompe – llamémoslo poder, pero pudiéramos decir el ejercicio de importantes cargos, de importantes funciones, de importantes responsabilidades, que es los que se suele llamar poder, que también es un concepto muy relativo -, lo he visto en los hombres y lo he visto más de una vez. Cuando se habla de corrupción incluyo la arrogancia, la prepotencia, la falta de humanidad, los abusos de poder. Hay hombres que apenas tienen un poco de responsabilidad y ya empiezan a cambiar, comienzan a deformarse – con un poco de poder, no con mucho poder -, y estimo que el riesgo es mayor cuando más poder tienen los hombres, es una realidad; creo que exige, primero, tener una conciencia de la cuestión y estar siempre alerta, estar siempre vigilante contra ese riesgo.
“Por mi parte, como no he visto nunca el poder como algo mío, no he visto nunca el poder como algo que se disfruta, sino he visto el poder o la autoridad, como la quieran llamar, como un instrumento de una causa justa, de una revolución, de algo que tú quieres, del objetivo que te propones, en lo cual te sientes absolutamente identificado con el pueblo; como no he perdido nunca el contacto con los hombres y mujeres sencillos del pueblo; como toda mi vida, desde que empecé, trabajé como un artesano…
“En toda mi vida he mantenido una eterna vigilancia en eso y he sido muy autocrítico conmigo mismo. Siempre he examinado cada cosa que he hecho, si es correcta o no, si me dejé llevar por el impulso o no, si me dejé llevar un poco por el orgullo o no, y creo que he aprendido a dominarme a mi mismo.
¡Conócete a ti mismo!, puede ser otra máxima: ¡domínate siempre a ti mismo!”
Muchos de los temas que se abordan en esta entrevista que, aunque larga, se puede leer de una sentada, han dejado de ser controversiales, es cierto, pero, ni Fidel ni la Revolución cubana han dejado de estar en el centro de las polémicas políticas durante los 20 años transcurridos, de manera que, como diría el propio Borge, mucho de lo aquí escrito fue dicho, no ayer, sino mañana. Así que leyéndolo se viaja al futuro más que al pasado, aunque los dos tiempos interesan siempre a la sombra de las incertidumbres del presente.
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Lo dicho en el anteriro mensaje debe ser estudiado en concordancia con el siguiente escrito :
Parte de un discurso de Fidel en la decada de los 60 ... cuando el Ché dejó Cuba para combatir en el Congo y en Bolivia .-
"Hay un hecho que voy a tomar como ejemplo para demostrar cómo trabaja el imperialismo y sus agentes, y que es un hecho extraordinariamente interesante. Me refiero a la campaña realizada por el imperialismo yanki y sus agentes en relación con la partida de nuestro compañero Ernesto Guevara (APLAUSOS). Creo que este es un asunto que hay que “tomar por los cuernos” (RISAS) para esclarecer algunas cosas.
El compañero Ernesto Guevara, unos cuantos revolucionarios de este país y unos cuantos revolucionarios fuera de este país saben cuándo salió, qué ha estado haciendo en este tiempo y, desde luego, los imperialistas estarían muy interesados en saber, con todos los detalles, dónde está, qué ha hecho, cómo lo hace y, desde luego, al parecer no lo saben y si lo saben lo disimulan mucho (RISAS).
Pero, desde luego, estas son cosas que el tiempo, cuando las circunstancias lo permitan, permitirá su esclarecimiento. Pero los revolucionarios no necesitamos esos esclarecimientos; es el enemigo quien se vale de estas circunstancias para tratar de intrigar y para tratar de confundir y para tratar de calumniar.
El compañero Guevara se unió a nosotros cuando estábamos exiliados en México, y siempre desde el primer día tuvo la idea, claramente expresada, de que cuando la lucha terminara en Cuba, él tenía otros deberes que cumplir en otra parte, y nosotros siempre le dimos nuestra palabra de que ningún interés de Estado, ningún interés nacional, ninguna circunstancia, nos haría pedirle que se quedara en nuestro país, obstaculizar el cumplimiento de ese deseo, o de esa vocación. Y nosotros cumplimos cabal y fielmente esa promesa que le hicimos al compañero Guevara (APLAUSOS).
Naturalmente que si el compañero Guevara iba a salir del país, era lógico que lo hiciera clandestinamente, era lógico que se moviera clandestinamente, es lógico que no haya estado llamando a periodistas, es lógico que no haya estado dando conferencias de prensa, es lógico que, dadas las tareas que se propuso, debiera hacerlo en la forma en que lo hizo. Y, sin embargo, cuánto provecho han tratado de sacar los imperialistas de esta circunstancia y cómo lo han hecho.
Es por eso que yo traje algunos papeles. No se vayan a asustar ustedes pensando que les voy a leer todos los papeles que aquí hay, solo les voy a leer algunas cosas, porque aquí está lo que han escrito todos los periódicos imperialistas y burgueses con relación al caso del Comandante Guevara, lo que han escrito los periódicos de Estados Unidos, sus revistas, sus agencias cablegráficas, los periódicos burgueses de América Latina y de todo el mundo. Y vamos a ver quiénes han sido precisamente los principales voceros de la campaña imperialista de intriga y de calumnia contra Cuba con relación al caso del compañero Guevara. En primer término, ciertos elementos que han sido utilizados en las últimas décadas de manera constante contra el movimiento revolucionario.
Y así, si ustedes me dan un poquito de tiempo, entre tantos datos voy a buscar uno muy interesante.
¡Ah, lo encontré! (RISAS Y APLAUSOS) Es un cable de la UPI de diciembre 6 de 1965 que dice: “Ernesto Guevara fue asesinado por el Primer Ministro cubano Fidel Castro (EXCLAMACIONES) por orden de la URSS (EXCLAMACIONES) —declaró Felipe Albaguante, jefe de los trotskistas mexicanos en declaraciones a “El Universal”. Agrega que el Che fue liquidado por insistir en poner a Cuba en la línea china (EXCLAMACIONES).
Esto, naturalmente, venía a tono con una campaña que comenzaron a desatar los elementos trotskistas en todas partes simultáneamente.
Y así, con fecha octubre 22, en el semanario “Marcha”, se publica un artículo en que un conocido teórico del trotskismo, Adolfo Gilly, afirma que “el Che salió de Cuba debido a discrepancias con Fidel por el conflicto chino-soviético y que el Che no pudo imponer su opinión en la dirección.” Dice que “el Che, en forma confusa, propugnaba la extensión de la Revolución al resto de América Latina, en oposición a la línea soviética.” Dice que “la dirección cubana está dividida entre un ala conservadora, que incluye a viejos dirigentes del PSP, los partidarios del Che, y Fidel y su equipo en una posición de oscilación centrista conciliadora.” Dice que “el Che salió de Cuba por carecer de medios para expresarse y que Fidel temió enfrentarse a las masas para explicar el caso Ché.”
Este mismo teórico del trotskismo el 31 de octubre de 1965 como reportero de “Nuevo Mundo”, un periódico italiano, escribe un artículo calificando a la dirección cubana de “filosoviética” y acusando a Fidel de “no haber explicado políticamente al pueblo lo ocurrido con el Che”. Dice que “el Comandante Guevara fue derrotado por el PSP y el equipo castrista”; critica al Che por “no haber llevado a las masas la lucha por imponer su tesis” y concluye que “el Estado cubano, paralizado por su propia política, no apoyó abiertamente a la revolución dominicana”. y sobre esto me voy a referir más extensamente un poco más adelante.
En el número de octubre de 1965, el periódico “Batalla”, de los trotskistas españoles, declara que “el misterio que rodea el caso del Che Guevara debe ser aclarado”. Dice que “amigos del Che suponen que la carta leída por Castro es falsa y se preguntan si la dirección cubana se orienta hacia una sumisión a la burocracia del Kremlin”.
Por la misma fecha aproximadamente, el órgano oficial trotskista de Argentina publica un artículo en el que asegura que el Che está muerto, o preso en Cuba. Dice que “entró en conflicto con Fidel Castro por el funcionamiento de los sindicatos y la organización de las milicias”. Agrega que “el Che se oponía a la integración del CC con los favoritos de Castro, especialmente oficiales del ejército, seguidores del ala derecha de Moscú”.
Pero uno de los escritos más sucios, más groseros y más indecentes es el que escribió el dirigente del Buró Político Latinoamericano de la Cuarta Internacional en el periódico “Lucha Operaria”, de Italia. Sobre este artículo, largo por cierto, solo voy a leer tres párrafos. Empieza diciendo:
“Un aspecto de la agudización de la crisis mundial de la burocracia es la expulsión de Guevara. Guevara ha sido expulsado ahora, no desde hace ocho meses. Ocho meses ha durado la discusión con Guevara y no han sido ocho meses que pasaron bebiendo café, han luchado duramente y quizás ha habido muertos, quizás se ha discutido a golpes de pistola. No podemos decir si han matado o no a Guevara, pero existe el derecho a suponer que lo hayan matado. ¿Por qué Guevara no aparece? No lo han presentado en La Habana por temor a las consecuencias, a la reacción de la población, pero en definitiva, al esconderlo, producen el mismo efecto. La población dice: ¿Por qué Guevara no sale, no aparece? No hay ninguna acusación política, existen elogios políticos en relación con él. ¿Por qué no han presentado a Guevara? ¿Por qué no ha hablado? ¿Cómo es posible que uno de los fundadores del Estado obrero cubano, que hasta hace poco tiempo recorría el mundo en nombre del Estado obrero, imprevistamente diga: 'me he aburrido de la Revolución Cubana, voy a hacer la revolución en otra parte'? Por otra parte, no dicen dónde ha ido y no se presenta. Si no hay ninguna divergencia, ¿por qué no se presenta? Todo el pueblo cubano comprende que hay una lucha enorme y que esta lucha no se ha terminado.
“Guevara no estaba solo ni está solo. Si toman estas medidas contra Guevara es porque hay una gran tendencia, muy grande, que está de su parte. Y además de una tendencia muy grande, hay una enorme preocupación del pueblo.
“Hace poco tiempo el gobierno cubano publicó un decreto bastante severo: 'es necesario restituir todas las armas al Estado'. En aquel momento la cuestión era un poco confusa, ahora está claro qué fin tenía esta resolución, era contra la tendencia Guevara. Tienen miedo de un levantamiento.”
Otro párrafo: “¿Por qué han hecho callar a Guevara? La Cuarta Internacional debe llevar adelante una campaña pública en ese sentido, exigiendo la aparición de Guevara, el derecho de Guevara a defenderse y discutir, a hacer apelación a las masas, a no fiarse de las medidas tomadas por el gobierno cubano, porque son medidas burocráticas y quizás de asesinos. Han eliminado a Guevara por callar su lucha, han hecho callar a Guevara. No obstante que su posición no fuese consecuente desde el punto de vista revolucionario, porque tendía hacia la armonización de sus posiciones en la tendencia revolucionaria.”
Y más adelante dice: “Esto demuestra, no la potencia de Guevara o de un grupo guevarista en Cuba, sino la madurez de las condiciones en el resto de los estados obreros para que en breve tiempo estas posiciones fructifiquen. No se engaña a la burocracia con maniobras y medidas de este género. La eliminación de Guevara significa para la burocracia la tentativa de liquidar una base de posible reagrupamiento de tendencias revolucionarias que continúan el desarrollo de la revolución mundial. Esta es la base de la liquidación de Guevara y no solo por el peligro que representa a Cuba, sino porque incluye el resto de la revolución latinoamericana.
“Al lado de Cuba está Guatemala, al lado de Cuba está Guatemala con el programa de la revolución socialista y, no obstante, su fuerza y los discursos de su líder máximo Fidel Castro, no ha podido impedir que el Movimiento '13 de Noviembre' se transforme en un movimiento socialista revolucionario y que luche directamente por el socialismo.”
No es absolutamente casual, ni mucho menos, que este señor dirigente de la Cuarta Internacional, mencione aquí muy ufano el caso de Guatemala y del Movimiento “13 de Noviembre”, porque precisamente con relación a este movimiento el imperialismo yanki ha usado una de las tácticas más sutiles para liquidar un movimiento revolucionario, que fue filtrarle los agentes de la Cuarta Internacional, que —por ignorancia, por ignorancia política del dirigente principal de ese movimiento— lo hicieron adoptar nada menos que esa cosa desacreditada, esa cosa antihistórica, esa cosa fraudulenta que emana de elementos tan comprobadamente al servicio del imperialismo yanki, como es el programa de la Cuarta Internacional.
¿Cómo ocurrió esto? Yon Sosa era, sin duda, un oficial patriótico. Yon Sosa encabeza el movimiento de un grupo de oficiales del Ejército —en cuyo aplastamiento, por cierto, participaron los mercenarios que después invadieron Girón—, y a través de un señor que era comerciante, que se encargó de la parte política del movimiento, la Cuarta Internacional se las arregló para que ese dirigente, ignorante de los problemas profundos de la política y de la historia del pensamiento revolucionario, le permitiera a ese agente del trotskismo —acerca del cual nosotros no tenemos la menor duda de que es un agente del imperialismo— que se encargara de redactar un periódico en el cual se copiaba “de cabo a rabo” el programa de la Cuarta Internacional.
Lo que la Cuarta Internacional cometió con eso fue un verdadero crimen, contra el movimiento revolucionario, para aislarlo del resto del pueblo, para aislarlo de las masas, al contagiarlo con las insensateces, el descrédito y la cosa repugnante y nauseabunda que hoy es en el campo de la política el trotskismo (APLAUSOS). Porque si en un tiempo el trotskismo representó una posición errónea, pero una posición dentro del campo de las ideas políticas, el trotskismo pasó a convertirse en los años sucesivos en un vulgar instrumento del imperialismo y de la reacción.
De tal manera piensan estos señores que, por ejemplo, con relación a Viet Nam del Sur, donde un amplio frente revolucionario ha unido a la inmensa mayoría de la población a distintos sectores de la población, los ha unido estrechamente alrededor del movimiento de liberación en la lucha contra el imperialismo, para los trotskistas eso es absurdo, eso es contrarrevolucionario. Y esos señores llegan a la osadía, a la cosa insólita frente a los hechos y a las realidades de la historia y del movimiento revolucionario, a expresarse de esa forma.
Afortunadamente, en Guatemala el movimiento revolucionario se salva. Y se salva gracias a la clara visión de uno de los oficiales que junto con Sosa había iniciado el movimiento revolucionario y que comprendiendo aquella insensatez, aquella estupidez, se separa del Movimiento “13 de Noviembre” y con otros sectores progresistas y revolucionarios organiza las Fuerzas Armadas Rebeldes de Guatemala (APLAUSOS PROLONGADOS). Y ese oficial joven que tuvo tan clara visión de la situación es quien ha representado al movimiento revolucionario de Guatemala en esta conferencia, el Comandante Turcios (APLAUSOS PROLONGADOS).
El Comandante Turcios tiene en su haber el mérito no solo de haber sido uno de los abanderados de la lucha armada por la liberación de su pueblo oprimido, sino el mérito de haber salvado al movimiento revolucionario guatemalteco de una de las estratagemas más sutiles y más pérfidas del imperialismo yanki, y levantar las banderas revolucionarias de Guatemala y de su movimiento antimperialista, rescatándolas de las manos sucias de estos mercenarios al servicio del imperialismo yanki.
Y tenemos la esperanza de que Yon Sosa, cuyas intenciones patrióticas al iniciar la lucha, nadie duda, y cuya condición de hombre honrado nadie duda —a la vez que sí tenemos muy serias razones para dudar de su actitud como dirigente revolucionario—, no tarde mucho en desentenderse de esos elementos y vuelva a unirse al movimiento revolucionario de Guatemala, pero ya esta vez bajo otra dirección, bajo otra guía que sí demostró, en momentos como esos, claridad de visión y actitud de dirigente revolucionario (APLAUSOS PROLONGADOS).
Esta posición de los trotskistas es la misma que adoptaron todos los periódicos y agencias publicitarias del imperialismo yanki, la misma con relación al caso del compañero Ernesto Guevara; toda la prensa imperialista de Estados Unidos, sus agencias cablegráficas, la prensa de los contrarrevolucionarios cubanos, la prensa burguesa en todo el continente y en el resto del mundo. Es decir, que esta campaña de calumnia y de intriga contra la Cuba revolucionaria en relación al caso del compañero Guevara, hizo coincidir de una manera exacta a todos los sectores reaccionarios imperialistas, burgueses, a todos los calumniadores y a todos los intrigantes contra la Revolución Cubana.
Porque es incuestionable que solo a la reacción y solo al imperialismo les puede interesar desacreditar a la Revolución Cubana, destruir la confianza de los movimientos revolucionarios en la Revolución Cubana, destruir la confianza de los pueblos de América Latina en la Revolución Cubana, destruir su fe.
Y por eso no han vacilado en el empleo de las armas más sucias y más indecentes.
Este mismo señor Gilly, que de vez en cuando posa entre otros intelectuales norteamericanos en la revista “Monthly Review” de Estados Unidos, tuvo la villanía de escribir el siguiente párrafo, que vale la pena analizar, con relación a la crisis de Santo Domingo. Dijo así:
“Un punto culminante de esta crisis tiene que haber sido la revolución dominicana, donde el Estado obrero cubano quedó paralizado por su propia política, sin apoyar abiertamente a la revolución, mientras en Cuba había una tremenda presión interior para una política de apoyo activo. Si la crisis era muy anterior a Santo Domingo, indudablemente Santo Domingo precipitó la revolución.”
Este señor tiene la villanía de acusar a la Revolución Cubana de no haber dado un apoyo activo a la revolución dominicana. Y mientras los imperialistas acusaban a Cuba, mientras los imperialistas trataban de pretextar su intervención diciendo que elementos izquierdistas y comunistas, entrenados en Cuba, estaban allí al frente del levantamiento, mientras el imperialismo acusaba a Cuba y presentaba a la revolución dominicana, no como un problema interno, sino como un problema externo, este señor acusa a la Revolución de no haber dado un apoyo activo.
¿Y qué se entiende por apoyo activo? ¿Acaso se pretendía que Cuba, cuyas armas, cuyos recursos se sabe cuáles son sus características, podía impedir y debía impedir el desembarco de las tropas norteamericanas en Santo Domingo? Tiene Cuba armas para defenderse a sí misma y en una correlación infinitamente inferior a los imperialistas, armas defensivas.
Y son tan miserables estos señores, tan desvergonzados, que intentan responsabilizar a Cuba de no haber impedido... Porque ¿qué otra cosa quiere decir apoyo activo? Porque todo cuanto Cuba podía hacer dentro de aquellas circunstancias, todo cuanto Cuba podía hacer y debía hacer, lo hizo. Y pedirle a Cuba que impidiera el desembarco es como pedirle a Cambodia, en el sudeste de Asia, que impida los bombardeos a Viet Nam del Norte y que impida la ocupación, por la infantería de marina yanki, de Viet Nam del Sur (APLAUSOS).
Desgraciadamente, las fuerzas de Cuba son limitadas. Pero en la medida de esas fuerzas, y de la manera más óptima posible, y de la manera más decidida, a la vez que más adecuada a las circunstancias, presta y prestará a la revolución su máximo apoyo.
A aquellos que crean que este país teme a los imperialistas, a aquellos que creen —con espíritu de superioridad o con insolente delirio de superioridad sobre nadie— que este país teme a los imperialistas, bien les valdría haber vivido unas horas aquí en este país, cuando la Crisis de Octubre, y cuando por primera vez un pueblo pequeño como este, se vio amenazado con una andanada masiva de cohetes nucleares sobre su territorio, la actitud que tuvo este pueblo y la actitud que tuvo el Gobierno Revolucionario (APLAUSOS).
Muchas tonterías, muchas tonterías y muchas boberías se escriben, y sobre todo se escriben por los irresponsables, cuando ciertos documentos no pueden ser dados a la luz; pero algún día la humanidad sabrá y algún día la humanidad reconocerá todos los hechos. Será ese día cuando los miserables vean que no hubo ningún compañero Guevara asesinado, cuando se conozca con lujo de detalles cada uno de sus pasos, cuando se conozca igualmente cuál fue la posición de Cuba en aquellos días difíciles, y cuál fue la serenidad de este pueblo; cuando se comprenda, no habrá nadie, por insolente que sea, por provocador que sea, que se atreva a poner en duda el sentimiento de solidaridad de este pueblo y el valor de este pueblo. Valor que lo demuestra el hecho de su conducta. No obstante ser este un país que está a 90 millas de la metrópolis imperialista, sobre cuya cabeza en los años venideros pesarán enormes peligros, en la misma medida en que el movimiento revolucionario crezca, movimiento revolucionario que crece sobre todo a partir del ejemplo de la Revolución Cubana, movimiento revolucionario que crece, que se agiganta, por el ejemplo de Cuba, por las victorias de Cuba, por la posición de Cuba frente al enemigo.
Y hay que tener en cuenta que cuando este país desafía ese peligro, este no es un país que posea millones de hombres sobre las armas, este no es un país que posea armas termonucleares, porque aquí nuestros cohetes son morales (APLAUSOS); y el número de millones no es lo infinito, el número de hombres no es lo infinito, sino la dignidad y el decoro de este pueblo.
Y serán los años venideros los que hablen por nosotros, y serán los años venideros quienes se encarguen de aplastar a los calumniadores: no a estos, que son agentes conocidos de los imperialistas, sino a los confusos, a los intrigantes, a quienes se dejan intrigar y sirven de instrumento a las mentiras contra nuestra Revolución.
Altamente compensador es el hecho de lo que en esta conferencia se demostró, porque en esta conferencia se demostraron muchas cosas. Se demostró, en primer lugar, cómo las discusiones pueden girar, por encima de todo, alrededor de lo que realmente interese, sobre todo alrededor de lo que interese a los pueblos que luchan: cómo los pueblos —independientemente de sus fuerzas, independientemente de sus recursos, independientemente de su tamaño— tienen voz y tienen opinión, y cómo los pueblos son capaces de tener criterios propios y voces independientes.
Eso se demostró en esta conferencia.
Pero, además, nos cabe a los cubanos la satisfacción de que juntos, en las mismas posiciones, estuvieron siempre los cubanos y los movimientos revolucionarios, sin distinción de continente; y cómo la fuerza unida, cómo los criterios revolucionarios, cómo las posiciones más honradas, fueron imponiéndose; y cómo en esta conferencia —como una compensación frente a los intrigantes y a los calumniadores— los pueblos, los movimientos revolucionarios de liberación siempre, en todo instante, demostraron una grande, una inmensa confianza en Cuba y en su Partido revolucionario, y cómo por eso se hizo a este país el honor de concederle la Secretaría General y la sede temporal de la organización. "
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