Yordan Maldonado (izq.) junto a su padre, Miguel Maldonado, a su arribo a Miami.
Por Wilfredo Cancio Isla
Yordan Maldonado Romero, un prospecto estelar del béisbol infantil cubano, llegó como refugiado a Estados Unidos con el sueño de estudiar y convertirse en pelotero de Grandes Ligas.
Acompañado de sus padres, Maldonado, de 13 años, arribó a Miami el pasado 30 de octubre en un vuelo procedente de La Habana. La familia fue relocalizada en la ciudad de Sacramento, California, donde se encuentra actualmente.
"Vine a este país para estudiar y tener una vida mejor en libertad", dijo Maldonado en una entrevista con CaféFuerte. "Sí me gustaría jugar pelota y llegar a las Grandes Ligas, pero por ahora lo más importante es estudiar, ayudar a mis padres a salir adelante y seguir junto a Dios.. hoy mismo estoy aquí limpiando un jardín con mi padre".
Enrolado en la pelota desde los seis años, Maldonado ha sido una figura de liderazgo en las selecciones infantiles de La Habana y el equipo Cuba como lanzador de primera línea, bateador de fuerza y jugador versátil del cuadro y los jardines.
A su edad, con 1.75 metros de estatura y 170 libras de peso, Maldonado exhibe una recta de 76 millas, y era uno de los pilares del pitcheo infantil cubano. Es la segunda figura conocida de la pelota de categorías menores que abandona el país en desde el 2011, cuando Fabián Peña, reconocido como el mejor receptor infantil del último decenio, se reunió con su familia en Miami.
Yordan Maldonado desde el montículo de Cuba en el campeonato mundial infantil en Taipei de China, el pasado junio.
Para Maldonado se abre una nueva etapa de su vida y aspiraciones deportivas, luego de sufrir ciertas restricciones en Cuba a causa de las desavenencias políticas de su familia.
En el 2010 fue excluido de la selección cubana a un torneo infantil en Venezuela luego de conocerse que su familia estaba inscrita en el programa de refugiados para ex prisioneros políticos. Su tío, Medardo Maldonado, ex preso político, había presentado la petición familiar en la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana.
"Fue difícil para mí, porque había tenido un buen año desde la [competencia] Provincial y no me dejaron ir a Venezuela", comentó Maldonado. "Después me tumbaron una beca que tenía para la EIDE [Escuela de Iniciación Deportiva] porque salió en las computadoras que mi papá era [opositor] político".
La familia denunció públicamente la arbitrariedad sufrida por el muchacho, que al año siguiente alcanzó el liderazgo de pitcheo y jonrones en el torneo provincial de su categoría, sin cometer errores como jugador de la tercera base.
No hit no run en Taipei
En junio del 2011, las autoridades optaron por incluirlo en el equipo cubano que asistió al campeonato mundial categoría 11-12 años que se disputó en Taipei de China. Allí Maldonado tiró un juego sin hits ni carreras y se destacó bateando a sus anchas alternando el montículo con la tercera almohadilla.
"Creo que me dejaron ir a China [Taipei] porque era el primer pitcher y me necesitaban en el equipo", relató Maldonado, que es oriundo del poblado de Jaimanitas, al noroeste de La Habana.
Durante sus años como jugador en Cuba, Maldonado compartió admiración por ídolos de la pelota nacional tanto como por estrellas de las Grandes Ligas.
"Me inspiraban mucho en Cuba Alfredo Despaigne, José Dariel Abreu y Carlos Tabares, que es un pelotero que lo hace todo y lo mismo te toca la bola que da un batazo grande... De Grandes Ligas, mis ídolos son [los dominicanos] Alex Rodríguez, David Ortiz, Kendry Morales y Alexei Ramírez", manifestó.
En cuanto a lanzadores, sus modelos son Pedro Luis Lazo, Yadel Martí y Norge Luis Vera.
"Antes de venir, me enteré de que se había quedado aquí Roberto Carlos Ramírez", manifestó en referencia al último desertor de la pelota cubana, que abandonó a la selección nacional durante una reciente gira en México.
Maldonado se refirió a la creciente curiosidad que existe entre los peloteros y los muchachos de su generación por la vida en Estados Unidos, así como por el béisbol de Grandes Ligas.
Sin acceso a internet
"Hay mucho interés por saber de Estados Unidos, pero no tenemos acceso a la internet, solo ponen y nos dejan ver los que les cuadra a ellos [el gobierno]", aseveró el joven.
De todo lo que ha visto desde su llegada al país, Maldonado está impresionado por las condiciones que muestran los terrenos de pelota.
"Vi muchos terrenos en tremendas condiciones, el césped cuidado, todo muy bien... porque en Cuba hay terrenos llenos de piedras y para meterle el guante a un rolling por tercera tienes que pensarlo dos veces", comentó.
Aunque apenas da los primeros pasos en Sacramento para acomodarse y comenzar la escuela allí, Maldonado quiere reiniciar el entrenamiento beisbolero cuanto antes.
"En Estados Unidos quisiera jugar tercera base y pitchear, las dos cosas me gustan por igual", manifestó.
Por el momento ha hablado ya con el prestigioso entrenador cubano Orlando Chinea, quien prepara jugadores en edades infantiles y juveniles en una academia de Tampa. Chinea fue el entrenador del lanzador José Fernández, firmado por los Marlins de Miami y seleccionado en el Todos Estrellas de Ligas Menores este año.
"He acogido a varios muchachos recién llegados de Cuba y creo que lo más importante es la dedicación y la disciplina que puedan tener para mantener el ritmo de la preparación que se requiere en este país para poder jugar al máximo nivel", comentó Chinea. "Maldonado tiene talento, pero todo dependerá de su esfuerzo personal".