Con permiso policial, los argentinos cacerolearon en Miami

Marcos Álvarez - Especial para Los Andes desde Miami

Si no fuera por las palmeras de fondo y el policía de origen afroamericano que aplaudía al son de los manifestantes, sería difícil creer que unos 700 argentinos se juntaron a “cacerolear” en el capítulo Miami de la convocatoria 8N.

En ese grupo, al menos unos 10 mendocinos llegaron hasta la esquina de 73 Street y la mítica Collins Avenue, en pleno corazón de Miami Beach, y en una zona que es conocida como la “Pequeña Buenos Aires”, para unirse al resto de argentinos, pero evitaron opinar por miedo a represalias. Con suma puntualidad, debido a que el permiso policial se otorgó por dos horas y con la exigencia de no interrumpir el tránsito peatonal y vehicular, los participantes fueron llegando con pancartas y fundamentalmente con cacerolas.

La publicista Vanina Alarcón, que hace 15 años vive en South Beach, llegó con otra amiga para expresar “la preocupación que tengo por lo que está pasando en el país y por la forma en la que este gobierno está manejando las cosas”.

Por su parte, Marina, otra argentina nacida en Buenos Aires como Vanina, confesó: “Vengo para apoyar a mi país… Mi marido estudió economía, trabaja en un banco extranjero, pero nos tuvimos que ir porque no teníamos lugar para trabajar. El que estudia economía y trabaja con los mercados extranjeros se muere de hambre en la Argentina”. La joven, que llegó en 2010 a este país, agregó que la entristece que cada vez haya menos cultura, educación y menos libertad. “Me angustia porque quiero volver. Me gustaría que mis hijos crecieran en la cultura argentina. Ojalá que luego de esta noche, la Presidenta nos escuche, que no nos ningunee”.

En tanto, Cristian, que creó la página de “Argentinos en Miami” en Facebook para difundir la convocatoria, explicó que el primer motivo fue acompañar la movida 8N de nuestro país. “Todos tenemos familia allá y vivimos en carne propia, a través de ellos, lo que está pasando allá. Lo que más preocupa es el tema de la inseguridad. No tengo problemas con nadie del Gobierno, pero me gustaría que resolvieran esas cosas”. Antes de ir a entonar el Himno, este bonaerense que trabaja en catering, minimizó las críticas que recibirán sobre el encuentro en Miami. “Que piensen y digan lo que quieran. Ellos sabrán por qué apoyan lo que apoyan”.

La movida “albiceleste” llamó la atención de varios medios, como CNN, que llegaron hasta el lugar para ver cómo los manifestantes entonaban cánticos como “Argentina, sin Cristina… ” y otros similares. Pero, la convocatoria llegó a su punto cúlmine con la entonación del Himno y la lluvia de bocinas de los ocasionales automovilistas, que no entendían bien de qué se trataba pero que se sorprendieron con semejante movimiento, demasiado ruidoso y desordenado para la idiosincrasia estadounidense.