Cuba irradia por América y el mundo sus más preciados tesoros: salud, educación, deporte, cultura
Fidel en La Historia me Absolverá se refirió al carácter internacionalista y humanista del pensamiento revolucionario de la generación del Centenario...
"Se declaraba, además, que la política cubana en América sería de estrecha solidaridad con los pueblos democráticos del continente y que los perseguidos políticos de las sangrientas tiranías que oprimen a las naciones hermanas, encontrarían en la patria de Martí, no como hoy, persecución, hambre y traición, sino asilo generoso, hermandad y pan. Cuba debía ser baluarte de libertad y no eslabón vergonzoso de despotismo."
... Sus palabras trascendieron a nuestros días.
SALUD
La semilla de la tradición internacionalista de la salud pública en Revolución, iniciada a principios de la década de los 1960 con el envío a Argelia de una brigada médica, nos lleva también por el hilo conductor histórico a La historia me absolverá, donde Fidel traza las proyecciones para el desarrollo socioeconómico y sanitario y declara entonces “que la política cubana en América sería de estrecha solidaridad”.
Luego del triunfo revolucionario y en no pocas de sus intervenciones, el Presidente cubano ha subrayado una y otra vez que aunque somos un país pobre y subdesarrollado, consideramos nuestra obligación más sagrada cooperar con otros pueblos que están menos desarrollados y son más pobres que nosotros.
“Ese es un principio sagrado de la Revolución cubana, eso es lo que nosotros llamamos internacionalismo, porque consideramos que todos los pueblos somos hermanos y antes que la Patria está la humanidad”.
Bajo estos principios la colaboración médica a otros países se ha desarrollado en dos sentidos esenciales:
· La atención médica a poblaciones necesitadas, y
· Las acciones en materia de formación de recursos humanos para garantizar el desarrollo sostenible de la salud en otros países
Son miles los trabajadores de la salud –y esta son cifras que crecen continuamente—que en las zonas más inhóspitas de países en prácticamente todos los continentes, han ofrecido su colaboración solidaria en la asistencia y también en la docencia. Y se cuentan por millones los habitantes de nuestro planeta que han recibido hasta hoy los beneficios de esta cruzada de amor que realiza el personal de salud cubano.
Históricamente, la acción de la colaboración médica cubana ha estado marcada por los requerimientos humanos y solidarios de dar respuesta a las necesidades de salud de países que han sufrido catástrofes y desastres naturales, o con carencias de personal de salud para ofrecer atención a sus pobladores, o por ausencia de condiciones de instalaciones medico-sanitarias para llevar la asistencia a los lugares más apartados.
La idea cubana de desarrollar un Programa Integral de Salud tiene su expresión más concreta y objetiva en la aplicación de una estrategia para la ayuda médica gratuita a la región, extendida después a África y Asia, y, para la formación de profesionales que garanticen el desarrollo sostenible de esta colaboración. A este fin se creó en La Habana la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM).
Esta concepción nació para dar respuesta a las consecuencias de dos terribles huracanes, el Georges y el Mitch, que azotaron al Caribe y Centroamérica, causando un impresionante número de víctimas humanas e incalculable daño material.
El 28 de septiembre de 1998, y luego del reciente paso por el Caribe del ciclón Georges, el presidente Fidel Castro planteó la idea de un programa integral de salud para Haití en el que participarían –según se afirmó en ese momento—no menos de 200 médicos cubanos, que según estimados serían capaces de salvar a unos 20 000 niños cada año sólo reduciendo a 35 la mortalidad de los menores de cinco años, que ascendía a finales del pasado siglo a 135 por mil nacidos vivos.
Con posterioridad surgió el ofrecimiento de enviar gratuitamente, como mínimo, 2 000 médicos cubanos a Centroamérica, víctima también del peor desastre natural ocurrido en esa región en los últimos dos siglos como consecuencia de los azotes del Mitch.
Paralelamente, y en correspondencia también con una larga tradición política de ayuda educacional, el Gobierno cubano mostró su disposición de acoger como mínimo a 5 500 jóvenes de la región en un período de diez años, para que cursaran sus estudios en los 21 Institutos y Facultades de Medicina del país, con capacidad para unos 30 000 estudiantes.
“Esa es nuestra ideología, proclamó entonces el Presidente cubano, y eso es lo que predicamos, no con palabras sino con el ejemplo”.
La ELAM fue inaugurada en 1999, y ya en este 2002 estudiaban en Cuba más de 5000 estudiantes procedentes de más de 25 países, principalmente de América Latina y el Caribe, pero también de África y de los Estados Unidos. Los principios de formación que se imparten son los mismos que se aplican a los estudiantes cubanos, con idénticos planes de estudio y el mismo rigor académico. Uno de los conceptos básicos descansa en la formación de valores, en lo ético, en lo moral, en la solidaridad, en el humanismo, que hay que sembrarlos y cultivarlos.
Es conocido que en los sectores con más carencias de médicos en América Latina y el Caribe mueren cada año más de un millón de personas, de ellos 500 000 niños por enfermedades prevenibles y curables.
Por ello, salvar millones de vidas, brindar salud segura y óptima a los más de 500 millones de habitantes de nuestra América, y también de África, sólo podría ser tarea de cientos de miles de médicos.
El 2 de noviembre de 1998 un pequeño grupo de 12 colaboradores iniciaron el Programa Integral de Salud en Honduras, que fue a prestar sus servicios en la zona de La Mosquitia, con mayores afectaciones como consecuencia del huracán Mitch, según se estimó al principio. Pero al conocerse cabalmente la magnitud de los desastres en todo el país, se continuaron enviando brigadas médicas que sumaron en aquel momento 119 colaboradores.
A mediados de este año (2003), con cifras en constante y creciente evolución, más de 2 500 colaboradores de la salud se desempeñaban en 18 países: 6 de América Latina y el Caribe, 11 de África y uno en Asia (Cambodia).
La topografía de los lugares donde se encuentran las brigadas médicas cubanas, en general los sitios más inaccesibles, mantiene entre sí puntos de semejanza y algunas diferencias. Sin embargo, el denominador común de esta labor de médicos, enfermeras y técnicos en los parajes donde prestan asistencia, es ciertamente la misma: visión social y vocación irrenunciable de luchar por aliviar el dolor de los más necesitados, entrega sin límites y disposición de compartir, asimismo, el saber científico con los demás, inmersos en el rostro hiriente de la pobreza en un mundo donde prevalece la injusticia.
La experiencia acumulada en el desarrollo asistencial y de los recursos humanos en el sector de la salud en Cuba revelan, en los inicios del tercer milenio, la esencia del humanismo que emana de la Revolución cubana, dentro y fuera de nuestras fronteras, como ejemplo de la posibilidad de que prevalezca un mundo más solidario y justo.
EDUCACIÓN
En fecha reciente la UNESCO otorgó a Cuba el Premio Rey Sejong, para resaltar el ejemplo de la solidaridad de Cuba, que la lleva a compartir experiencias y a participar, en forma destacada en el desarrollo del sistema no formal de educación de Haití, en la alfabetización en lengua creole, con la utilización eficiente de los medios radiales, y más recientemente por el método Yo sí puedo, que tiene como soporte los medios audiovisuales. Fue la quinta vez que Cuba recibía un premio de esta categoría. El primero fue el Premio Krupskaya, en 1964, por la tarea de la posalfabetización, mejor conocida como Batalla del Sexto Grado; el Premio Pavlevi, otorgado al modelo de educación de adultos de Cuba, en 1968; el Premio a la educación a pescadores, a través de la radiofonía, en 1985; y nuevamente el Premio Krupskaya, en 1990, por la campaña de alfabetización para ciegos en el sistema Braille.
En la campaña radial de alfabetización en Haití, impulsada por Cuba, han sido alfabetizados 85 576 haitianos desde el inicio de este plan en 1999 hasta enero del 2003.
También se hace sentir el aporte cubano a la campaña de alfabetización en Venezuela, ya que entre los miles de jóvenes que organizan por estos días la Misión Robinson, están los que unos meses atrás se formaron en la Escuela de Trabajadores Sociales de Cojímar, la cual erradicará el analfabetismo en Venezuela en un plazo no mayor de tres meses, sacará de la ignorancia a más de un millón y medio de personas, y abrirá novedosas posibilidades de superación y mejoramiento humano en la tierra de Bolívar.
La asesoría y colaboración general de profesionales cubanos de las ciencias pedagógicas se lleva adelante en el estado mexicano de San Luis de Potosí, la cual ha repercutido en los avances de la interacción docentes-familia, reprobación escolar y freno de la deserción escolar.
Esta es solo una pequeña muestra de los últimos países que han recibido nuestra solidaridad en el campo de la educación la cual ha llegado a muchos países del Tercer Mundo, en especial los países africanos, como por ejemplo Angola, Mozambique, Mali y otros.
La ayuda cubana Mozambique, en la rama educacional comenzó en 1978, y ya suman 1 254 los maestros que han participado. En la actualidad, en ese hermano país hay 45 colaboradores y próximamente partirán 16 más para cooperar en áreas como las de primaria y de ciencias naturales, metodología para la enseñanza de la música, así como de las matemáticas y la investigación.
El tema, uno de los más trascendentes en las batallas que libra la Revolución cubana —con el ejemplo de su Educación y el ofrecimiento solidario de ayudar a la alfabetización de otros pueblos—, fue esbozado nuevamente por Fidel en su histórico discurso en la escalinata de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. La educación, sentenció, es la que convierte al animalito en ser humano, y es por tanto, el principal derecho de los hombres.
DEPORTE
En los Juegos Panamericanos que se efectuarán del 1 al 17 de agosto en Santo Domingo, Cuba fue el primer país de América en cumplir su compromiso de apoyo, con más de 50 especialistas en asesoría general, Villa Panamericana, medicina deportiva, logística, aseguramiento, prensa, protocolo, asistencia técnica, árbitros y jueces, actos, voluntarios e informática, brindando sus experiencias organizativas, así como otros cinco especialistas de la mayor de las Antillas en ceremonia de inauguración y clausura, en el deporte de remo y la dirección técnica general. José Joaquín Puello expresó su gratitud ante el gesto cubano y dijo que "sin Cuba, esta meta que hoy vemos al alcance de las manos habría sido prácticamente imposible".
Al cierre del año 2001, ya Cuba prestaba asistencia técnica en 44 naciones con 1 106 profesionales de la cultura física y el deporte, destacándose la ayuda cubana a Venezuela que crecerá paulatinamente hasta llegar a 1 200 especialistas en el futuro inmediato. Parte de ese proceso de respaldo son los 600 colaboradores cubanos que concluyeron recientemente su faena en la República Bolivariana, permitiendo a Venezuela un nivel elevado en el deporte de alto rendimiento, en el contexto de Sudamérica y de Centroamérica y el Caribe.
CULTURA
La Revolución ha propiciado el incremento del intercambio entre el pueblo de Cuba y los pueblos de América Latina y el mundo. A través de ferias, giras y brigadas, que han llevado lo mejor de la cultura cubana a numerosos países del mundo, en las diferentes manifestaciones del arte y la literatura y también en los eventos y festivales desarrollados en el país, como el Premio Casa de las Américas, por ejemplo, y otros muchos foros culturales.
El Ballet Nacional de Cuba devenido en escuela cubana de ballet, de gran prestigio internacional ofrece la disponibilidad de los maestros de su compañía para apoyar proyectos y asesorar compañías y centros docentes en la región y en cualquier país del Tercer Mundo donde fuere menester.
La Escuela Internacional de Cine ha servido para fomentar el desarrollo del cine en Latinoamérica, en la cual han dado su aporte importantes intelectuales en la formación cinematográfica de los profesionales a través de cursos, conferencias, talleres, elaboración de publicaciones, así como convenios de colaboración y otras actividades de intercambio cultural.
El Ministerio de Cultura trabaja para que los productos artísticos sean parte inseparable del Turismo cubano, y permitan que los visitantes se acerquen a la identidad, idiosincrasia y raíces de nuestro pueblo. En el 2004 se realizarán en la Isla más de 60 eventos internacionales, con un abanico de temas que incluyen a la música, danza, cine, literatura, artes plásticas y las tradiciones culturales.
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