Y llegó lo inevitable. La noticia que el país no quería escuchar se supo poco después de las 2:00 p. m. de este martes: Miguel Calero murió. Así lo confirmó el club Pachuca a través de un comunicado en el que daban cuenta del deceso del "máximo símbolo de los tuzos".
En el mismo texto, el equipo informa que a las 6:30 de la tarde, hora de México, serán las exequias en el lobby del Auditorio Gota de Plata. "Agradecemos a todos sus muestras de cariño, apoyo y solidaridad para con él y su familia", concluye el comunicado.
La vida del hijo ilustre de Ginebra, Valle, se apagó luego de que en la noche del lunes los galenos que lo atendían en el Hospital Médica Sur de Ciudad de México informaron que el portero tenía muerte cerebral, la cual se produjo tras una nueva trombosis. Las esperanzas, aunque las había, eran pocas.
En las emisoras nacionales el doctor Édgar Nathal, quien estuvo a cargo del cuidado del exarquero de la Selección Colombia, daba cuenta de las condiciones reales de Calero. Las explicaciones del especialista fueron, para algunos, mensajes como de preparación para la partida del ídolo que hizo vibrar a millones de fanáticos con sus atajadas de fantasía o con las jugadas ofensivas que terminaban en goles.
Su fallecimiento conmocionó el mundo deportivo no sólo de México y de Colombia, sino de varias partes del mundo que conocieron del talento del meta nacional, así como de su gran personalidad. Las redes sociales, además, se inundaron de mensajes lamentando la muerte de Miguel 'Show' Calero.
La trayectoria de un grande
Miguel Calero nació hace 41 años en Ginebra, Valle del Cauca. Su carrera de 22 años en el profesionalismo se inició desde muy temprana edad, cuando se vinculó a las filas de las divisiones menores del Deportivo Cali. Sin embargo, debido a las pocas posibilidades de subir al equipo grande, buscó otros horizontes y a los 16 años hizo parte de la plantilla del desaparecido Sporting de Barranquilla.
En el club de la Arenosa debutó oficialmente el 18 de abril de 1990, allí obtendría el apodo que lo acompañaría por el resto de su carrera, el 'Show'. El mote se lo ganó gracias al 1,90 de estatura y a un físico envidiable para cualquier guardameta y más que todo por su estilo debajo de los cuatro palos que contenía un sinfín de voladas, sin importar la peligrosidad de los disparos.
A pesar de que debutó en el Sporting, su corazón siempre estuvo en el equipo que lo formó como jugador y un año después de que hizo su debut volvíó a las filas del conjunto azucarero, donde a base de dedicación y arduo trabajo junto al célebre entrenador de arqueros Carlos Portela obteuvo la titularidad en detrimento del recordado arquero boliviano Carlos Trucco. Los técnicos que le dieron el voto de confianza fueron Jorge Luis Pinto y luego el peruano Miguel Company.
De ahí en adelante empezó el recorrido de Calero por las canchas colombianas, su retorno al deportivo Cali lo catapultó a la selección que participó en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 en calidad de suplente.
Y es que la suplencia quizá fue el único de los escollos con los que tuvo que luchar durante toda su carrera. A pesar de ser un indiscutible en su club, Calero hizo parte de una generación de grandes arqueros como Eduardo Niño, René Higuita, Óscar Córdoba y Farid Mondragón; esto llevó a que su participación en selecciones Colombia fuera bastante resistida a pesar de sus grandes actuaciones en el rentado nacional.
Sin embargo, la carrera de Calero cambió en 1996 cuando el equipo dirigido por el ‘Pecoso’ Castro, que contaba con jugadores de la talla de Edinson el ‘guigo’ Mafla, Victor Bonilla y Hamilton Ricard, que sumados a la seguridad de Calero bajo los tres palos, le dieron la sexta estrella al Cali y el primer título al conjunto de la capital del Valle después de 22 años.
De ahí en adelante su carrera entró en un continuo crecimiento lo que llevó a que el Atlético Nacional para la temporada 1998 ofrecó 1,3 millones de dólares por su pase, suma que el Deportivo Cali no pudo rechazar y que hasta la fecha es la transacción de mayor monto entre dos equipos del fútbol colombiano.
La seguridad y el liderazgo de Calero dentro y fuera de la cancha lograron que este se convirtiera rápidamente en uno de los ídolos de la afición verdolaga. Fue en ese mismo año cuando logró su primer título con los verdes de Antioquia y precisamente frente al Club que lo vio nacer. La Copa Merconorte fue el único título internacional que lograría con Nacional conjunto con el que también conquistó la liga en 1999.
Sus espectaculares actuaciones con el equipo antioqueño lo llevaron finalmente a ser el titular de la selección Colombia en la Copa América de 1999, en el equipo dirigido por Javier Álvarez; en ese torneo tuvo uno de los partidos más recordados con la selección en el que atajó dos penales al argentino Martín Palermo.
Para el año 2000, la proyección de Calero a nivel internacional fue evidente y para el Atlético Nacional fue imposible retenerlo por lo que fue vendido al Pachuca mexicano, club en el cual triunfó y obtuvo la mayor cantidad de títulos como profesional.
Con los 'tuzos', acumuló 394 partidos jugados en ocho años de permanencia, en los que obtuvo tres ligas (2003, 2006 y 2007) y un campeonato de invierno en el 2001. En el ese mismo año también obtuvo el título de la Copa América con la selección Colombia, aunque sólo participó como titular en uno de los encuentros debido al buen momento por el que pasaba Óscar Córdoba.
Con el Pachuca a nivel internacional se hizo con los trofeos de la Copa de Campeones de la Concacaf en el 2002, 2007 y 2008, la Copa Sudamericana en el 2006 (siendo la primera vez en que un equipo no suramericano obtenía un título continental), y la Concacaf Liga Campeones en el 2010.
Sin embargo, en septiembre del 2007 tuvo su primer percance en materia de salud cuando sufrió una trombosis venosa en su brazo izquierdo debido a una antigua operación. La recuperación de dicha intervención lo mantuvo alejado de las canchas cerca de seis meses.
Años más tarde se refirió a ese momento como "el partido más importante de su vida". "Pude sobreponerme a una trombosis, pude superar una infección ósea y a una infección en la articulación del codo izquierdo; esos tres partidos fueron los más importantes de mi vida, los jugué y afortunadamente los gané".
Luego de su recuperación Calero hizo parte de la selección Colombia que participó en Copa América del mismo año, pero debido a la pésima actuación del equipo Calero anunció su retiro del combinado nacional con el que disputó 72 partidos 48 de ellos como titular.
Al año siguiente anunció su retiro del fútbol profesional, decisión que reversó al retirarse definitivamente de la actividad profesional el 22 de octubre del 2011. Luego de esto se convirtió en preparador de arqueros del Pachuca.
Sumando todos sus partidos disputados tanto en Colombia como en México Calero sumó 937 encuentros con los equipos Sporting (1987-1992), Deportivo Cali (1992-1997), Atlético Nacional (1998-2000) y el Pachuca de México (2000 - 2011). Durante su carrera anotó tres goles: uno al Pereira en 1995, al Medellín en 1997; ambos jugando para el Cali, y el tercero fue con el Pachuca en el 2002.
Desde el pasado 26 de noviembre Calero se encontraba hospitalizado luego de sufrir una trombosis cerebral que lo mantuvo luchando por su vida más de ocho días hasta su deceso este 4 de diciembre.
Atrás quedaron los sueños que manifestó el día de su retiro cuando habló de un posible retorno a Colombia para trabajar con Nacional, Cali o la selección Colombia. Ese mismo día pronunció unas palabras casi proféticas: "Llegué tuzo, crecí tuzo, me voy tuzo y seguramente moriré tuzo". "Ha llegado el momento de decir adiós, todo lo que hice, lo hice pensando en Pachuca, me voy feliz. Aquí construí una gran familia; si volviera a nacer, me llamaría Miguel Calero, sería portero y defendería los colores del Pachuca".
Calero ahora hace parte de los inmortales del fútbol porque más allá de haber abandonado este mundo seguirá incrustado en las mentes de millones de personas, quienes tuvieron el privilegio de ver al 'Show' en todo su esplendor con su característica gorra y las espectaculares voladas bajo los cuatro palos. Hoy Miguel Ángel Calero inició su último vuelo lejos de este mundo que hoy recuerda a uno de sus ídolos.