Muchos comunistas rusos proclamaron abiertamente que el Terror Rojo era necesario para la eliminaciòn de las anteriores «clases dirigentes». El líder comunista Grigori Zinóviev declaró a mediados de septiembre de 1918:
Para superar a nuestros enemigos, debemos tener nuestro militarismo socialista propio. Tenemos que llevar con nosotros 90 de los 100 millones de habitantes de la Rusia soviética. En cuanto al resto, no tenemos nada que decirles. Deben ser aniquilados.[5]
O sea que Zinoviev estaba dispuesto a matar a 10 millones de personas, muchas más de las que mató el nazismo ¿justifica esto una ideología política?
No obstante, como todos sabemos, la maquinaria del terror lo terminó alcanzando a él, quién fue devorado por el monstruo que el mismo había ayudado a construir.