|
General: Hablar del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano
Elegir otro panel de mensajes |
|
De: Ruben1919 (Mensaje original) |
Enviado: 19/12/2012 12:21 |
Hablar del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano
Hablar del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, para quien participó entre quienes ayudaron a construir algunas de sus concreciones anuales del primer tiempo de existencia, conduce inevitablemente a volver la mirada hacia una valoración sustancial de lo que ha sido ese significativo suceso de la vida histórica y cultural de Nuestra América. Desde su germinación, el FNCL asumió la restitución de arte que un mercado subalterno y dependiente le había sustraído al cine de nuestro continente e islas. Pero, a la vez, quiso y logró que las cintas testimoniales se cargaran de bien diseñadas revelaciones, que los cineastas profundizaran en proyectos y vínculos soberanos, que lo bello y la razón encontraran vías unitarias de muy diversas proyecciones, que antropología y devenir nutrieran las imágenes renovadoras y sus ecos, que todo el conjunto de países que han sido artífices de la gran obra del Festival se transformara en una “alianza” por la descolonización y la universalidad genuina, y que nuestro ser cinematográfico colectivo e individual fuera siempre recurso de comprensión, siembra de luz, ruta acompañante y canto complejo sobre esa épica que, tempranamente, José Martí definió como “la definitiva independencia” de lo caribeño-latinoamericano.
Cuando observo en la distancia aquellas celebraciones tempranas del Festival, percibo una programación que enlazaba filmes cardinales merecedores del culto de los “festivalistas” y otros un tanto artesanales, visiones de la tormenta política social con fisonomías de la pobreza y los mitos “puestos en celuloide”, cine de ruptura con cine poético, periodismo fílmico trascendido e introspecciones simbólicas donde las más diferentes problemáticas de lo humano adquirían tintes locales o se tornaban interrogaciones sin época.
Lo que entonces fue un conjunto de variables expresivas deseosas de afirmarse y abrir vías de mercado inéditas, hoy es un movimiento de hacedores numerosos y búsquedas estéticas disímiles. Lo que en los 80 era cine joven, hoy lo es ya maduro. Y su novedad presente no es necesariamente parecida a la de ayer, aunque incluya también a inspiradores y fundadores junto con nombres noveles de directores, fotógrafos, actores, editores, directores de arte y demás especialistas y técnicos de la creación filmográfica. Así, una estética plural de la latinoamericanidad contemporánea en la imagen de pantalla y video, que se desdobla y multiplica en haz de identidades convergentes, en cambios de rostros y metáforas riesgosas, en lo performático–secuencial y en códigos que maridan misterios telúricos con iconos reinventados, ha logrado establecerse como otra región ecuménica de la imaginación, poli-nación en claves de cine, y taller expandido cuya obligada cita anual sirve para medir lo andado, saber lo ganado, sacudir cuanto conduzca a fórmulas e inercias, y darle cause a vectores de renovación y arraigo portadores de voces clásicas, exploratorias e inusitadas. Este último tiempo de la historia del Festival del Nuevo Cine, transcurre en un mundo ahora al extremo dibujado por las crisis, con la urgencia de no perder la esperanza y el sentido de lo justo, signados por ese deseo íntimo de sabernos en andar inconforme, y trabajando en un cine colocado en la encrucijada de caer nuevamente o no en lo comercial alienante. De hecho, el universo de creación que hará posible el Festival, habrá de dar paso a fusiones intergenéricas que manifiestan nuestra idiosincrasia híbrida, vendrá sincronizado con sacudidas en la cultura que cobrarán formas mediante las actuales tecnologías de producción y difusión cinematográfica, tenderá a una mayor penetración en el “paisaje subjetivo”, y permanecerá así mismo como registro de conflictos imprevisibles y escudo frente a las tergiversaciones del “espíritu cósmico” (por parafrasear la noción de Vasconcelos) que nos acerca y distingue.
Fuente: http://www.lajiribilla.cu/articulo/hablar-del-festival-del-nuevo-cine-latinoamericano
|
|
|
Primer
Anterior
2 a 2 de 2
Siguiente
Último
|
|
Artículos etiquetados con: Festival de Cine Latinoamericano
Contento anda Daniel Díaz Torres: su filme La película de Ana ha logrado el aplauso del público y la crítica en la edición 34 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. La película de Ana fue reconocida además en los apartados de mejor guión, mejor actuación femenina (Laura de la Uz), y recibió también el premio de distribución en territorio venezolano por parte de Amazonia Films.
El actor mexicano Gael García Bernal mostró su satisfacción porque la película chilena “No”, de la que era el protagonista, ganó el primer premio Coral al mejor largometraje de ficción en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana. “Estoy encantado, acabamos de ganar en La Habana, aquí no más a 144 kilómetros, como mejor película en el festival que es de los más importantes de Latinoamérica…
La más reciente obra de Daniel Díaz Torres, La película de Ana, fue merecedora de dos Corales, a la mejor actuación femenina para Laura de la Uz, y al mejor guión. La cinta además recibió el Premio de Distribución de Amazonia Films. De igual manera el Coral de guión inédito fue para el joven Carlos Enrique Machado Quintela por Ismael; mientras que el corto La luna en el jardín, de Adanoe Lima y Yemelí Cruz, alcanzó una Mención en animación.
El cine chileno se hizo hoy con los dos principales galardones del festival de La Habana, al ganar el primer y segundo premio Coral del concurso de ficción con las cintas “No”, de Pablo Larraín, y “Violeta se fue a los cielos”, de Andrés Wood. “No”, muy aclamada por el público cubano, ganó el máximo galardón con su reconstrucción histórica del plebiscito que sacó a Augusto Pinochet del poder en 1988.
El reflejo de problemáticas relacionadas con la cotidianidad de las mujeres en la actualidad, resaltó entre los valores de los filmes que recibieron lauros de distintas organizaciones de la sociedad civil e instituciones cubanas y extranjeras en la penúltima jornada del Festival Internacional de Nuevo Cine Latinoamericano. La cita acogió por primera vez la entrega del premio especial Únete, como parte de la campaña mundial de lucha contra la violencia hacia las mujeres y las niñas.
Prueba fehaciente del nivel alcanzado por la cinematografía de Chile, la película Violeta se fue a los cielos, de Andrés Wood, sedujo a los medios foráneos para merecer el Glauber Rocha del 34 Festival del séptimo arte en la capital cubana. El flechazo chileno fue absoluto, con una Mención Especial a la cinta No, de Pablo Larraín, en una muy reñida votación del jurado que requirió una ronda extra de deliberaciones para determinar el triunfador del lauro.
Un momento especial dentro del 34 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano tuvo lugar hoy en La Habana con un homenaje al Rey del Mambo, Dámaso Pérez Prado, en el 96 aniversario de su natalicio. La programación dedicó una función especial con el largometraje “Del can can al mambo”, del director mexicano Chano Urueta, filmada en 1951, que cuenta con piezas del músico y la actuación de la actriz cubana Rosita Fornés.
Hoje (Hoy), de la brasileña Tata Amaral, llega a la edición 34 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano con la idea de contar en un ambiente hermético, a veces asfixiante, para incursionar en los miedos y culpas. Por añadidura, un hilo conductor tenebroso, la tortura, con el acento en los tiempos quizás más oscuros en la historia de Brasil, cuando la dictadura militar de 1964 a 1985. Y un monólogo en cierne que con la imaginaria del celuloide llega al diálogo
Uno espera con inquietud su entrañable Gracias a la Vida, para quedarse tal vez con lo más lindo de Violeta Parra, pero el realizador lo escamotea para alejarse de convencionalismos y proponer su cine novedoso. La creación es un pájaro sin plan de vuelo, sin una trayectoria lineal, le dice Violeta Parra a un entrevistador de la televisión argentina, directa y locuaz, con ese verbo irreverente y desafiante que la caracterizó.
Recién inaugurado TeleSur, sus realizadores decidieron incorporarse al colectivo de organizaciones e instituciones que premian en el ámbito del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana. Desde el 2006, aquellos documentales que se inserten en el corazón y las angustias de esta región del mundo, hechos con un alto nivel estético, han sido los seleccionados entre los presentados a la cita habanera.
La película de Ana, la más reciente cinta del director cubano Daniel Díaz Torres, será estrenada hoy como parte del 34 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, que se extenderá en La Habana hasta el día 14. El cine Charles Chaplin acogerá, en la mañana y en la noche, las proyecciones del filme, que compite por el Coral en la categoría de Largometraje de Ficción.
“Todavía Silvio rehúye lo ficticio, sosteniendo una actitud que Leo Brouwer describe como contestataria: renuncia a ser superestrella, le da la espalda a la condición de famoso”. A propósito de “Silvio Rodríguez. Ojalá”, película que abrió la edición 34 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, anoche, luego de las palabras inaugurales de Alfredo Guevara, y la presentación de Van Van, orquesta insigne que estaba cumpliendo 43 años.
|
|
|
|
|
|
|
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados | |
|
|