LA HABANA, Cuba, diciembre, www.cubanet.org -Es risible que las hortalizas y las legumbres cuesten más baratas en la zona congelada de Miramar que en pueblos de la periferia habanera donde son cosechadas estas verduras. Lo que no tenga un carretillero (vendedor ambulante autorizado por el gobierno) en El Vedado o en el Casco Histórico de la Habana Vieja, lo puedes dar por perdido en el resto de la capital.
Desde el 26 de julio de 2007, el presidente Raúl Castro insiste que la alimentación del pueblo es un asunto de “máxima seguridad”. A cinco años de aquel discurso, aún esperamos el famoso vaso de leche prometido a cada cubano por el “pragmático” mandatario.
Desde que el menor de los Castro tomó el poder, el 24 de febrero de 2008, cada nuevo diciembre se disparan los precios del frijol, la carne de cerdo y las hortalizas, a pesar de que su administración supuestamente apuesta por el reordenamiento económico e invierte en la industria alimentaria y la agroindustria. Su gobierno estimula la producción agrícola independiente y, al mismo tiempo, prevé invertir, para el venidero año, 2 mil millones de dólares en importación de alimentos, 300 millones más que en 2012. Al menos es lo que dice la prensa oficial
En diciembre de 2011, la carne de cerdo se compraba a 28 pesos la libra
(1.30 dólares), y así se mantuvo hasta principios del mes en curso. Hoy la libra cuesta 35 pesos (1.65 dólares). Sin embargo, el frijol, en todas sus variedades, aumentó, de 12 a 25 pesos (o sea, de 50 a 90 centavos de dólar), en localidades como la Güinera y Párraga, barrios de la periferia capitalina.
Respecto al frijol -producto especialmente demandado por los cubanos en fin de año-, la periodista oficial Talía González comentó el 4 de diciembre, en el noticiero de la televisión: “Para satisfacer esa demanda, se tiene que producir no menos de 100 mil toneladas de frijoles anualmente. Sin embargo, hoy se producen sólo unas 20 mil toneladas. Aun cuando más del 90 % de las tierras en Cuba, unas más fértiles que otras, tienen condiciones para producir frijoles, no se aprovechan al máximo”.
Según Talía, “hace unos pocos días fue aprobado un programa de desarrollo de granos, con inversiones para sembradoras, cosechadoras, sistemas de riego, plantas de beneficios y hasta embalajes adecuados”. Esto coincide con lo expresado por Lina Peraza, Ministra de Finanzas y Precios, en el informe del Proyecto de Ley de Presupuesto de Estado para el 2013: “se incluye la creación de un Fondo de Desarrollo por 535 millones de pesos, que deberá respaldar las decisiones del Gobierno con el propósito de estimular el sector productivo y de servicios”.
Pero este es el panorama al cierre de cada año. Más control y menos comida, más flexibilización y el doble de corrupción e ilegalidades.
En las sesiones ordinarias de la Asamblea Nacional del Poder Popular se monta la misma escena de lamentos. El presidente Raúl Castro básicamente repitió el discurso del pasado año, al que adicionó la prórroga del impuesto sobre los salarios, la propiedad de la vivienda y el presupuesto emergente para la recuperación de Santiago de Cuba, provincia abatida recientemente por el huracán Sandy.
¿Cuál es tu mala leche?, dice un estribillo del popular cantautor Nasiri Lugo. Parafraseándolo, habrá que preguntarse, de quién es la mala gestión de la leche, las legumbres y todo lo demás. ¿De Raúl Castro, de los organismos incumplidores o de quienes trabajan la tierra?