El Gobierno de Siria criticó este jueves la
“parcialidad flagrante” del enviado especial de la Organización de
Naciones Unidas (ONU) y la Liga Árabe, Lakhdar Brahimi, en el
tratamiento del conflicto armado interno que vive esta nación árabe, por
poner en tela de juicio el plan de paz propuesto recientemente por el
presidente Bashar al-Assad.
El pasado miércoles, Brahimi calificó el plan de Al-Assad, para
resolver la crisis siria, como “más sectario y más parcial" que otras
iniciativas anteriores presentadas por el Gobierno de Damasco.
Por ello, el Ministerio de Relaciones Exteriores sirio, a través de
un comunicado, denunciando que las afirmaciones de Brahimi muestran su
parcialidad flagrante en favor de los grupos armados que diariamente
cometen actos terroristas en el país.
"Siria está escandalizada por las declaraciones de Lakhdar Brahimi,
que se ha excedido en el ejercicio de su mandato y ha mostrado una
parcialidad flagrante en favor de aquellas partes conocidas por estar
conspirando contra Siria y su pueblo", reseña el texto difundido por la
televisión estatal.
Asimismo, la Cancillería lamentó que Brahimi “no haya analizado con
minuciosidad las propuestas políticas de Al-Assad, destinadas a
solventar el conflicto”, a la mayor brevedad posible.
El comunicado denuncia también que “la continuación de la violencia y
el terrorismo (en Siria) se debe a que la comunidad internacional ha
fracasado en su intento por forzar a algunos Estados regionales e
internacionales para que se comprometan a dejar de suministrar armas y
albergar a grupos terroristas”.
A pesar de las críticas, Damasco agregó que seguirá cooperando con el
emisario internacional para “garantizar el éxito de su misión”, siempre
y cuando se respete la premisa de que “sólo los propios sirios pueden
decidir su futuro”.
El pasado 6 de enero, el Presidente sirio presentó un plan de tres
etapas que hace hincapié en el cese al fuego de los grupos armados y la
creación de un Gobierno de unidad nacional, así como también una
amnistía para aquellos rebeldes que no hayan cometido actos terroristas.
Tras su anuncio, Brahimi expresó con ironía que “en Siria, como en
otras partes, nuestros pueblos de la región reclaman un verdadero
cambio, no un cambio cosmético. El tiempo de las reformas generosamente
acordadas (por el poder) ya terminó".