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General: Comienza era de migración en Cuba -
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De: Ruben1919  (Mensaje original) Enviado: 15/01/2013 16:43
 
 

Comienza era de migración selectiva en Cuba

 
 
Artículo | Enero 14, 2013 - 12:01pm
 

Los cubanos pueden, por primera vez en 50 años, viajar al extranjero sin pedir permiso a su gobierno desde este lunes, y ahora afrontan los problemas habituales de cualquier viajero o emigrante: el precio de los billetes y que los países de destino, Estados Unidos y España principalmente, les conceda una visa.

La eliminación de la necesidad de pedir un permiso al gobierno entró en vigor desde las 00H00 locales de este lunes (05H00 GMT) pero no se tradujo en una mayor afluencia a las oficinas de pasaportes o a los consulados extranjeros.

La ley establece que ahora todos los cubanos pueden viajar fuera del país si tienen pasaporte vigente, pues dejaron de ser necesarios el permiso de salida, o "tarjeta blanca", y la carta de invitación de alguien en el exterior.

La bloguera opositora Yoani Sánchez, a quien le negaron una veintena de veces el permiso de viaje, acudió este lunes a pedir un pasaporte en la oficina de migración del barrio habanero de El Vedado y espera tenerlo en 15 días.

"Solicité mi pasaporte y me han dicho que estará en unos 15 días. Le he preguntado (a los funcionarios) si podré viajar y me han dicho que sí, pero cuando me monte en el avión lo creeré. Estoy esperanzada pero mantengo la cautela", dijo Sánchez a la AFP.

Al consulado de Estados Unidos acudieron cientos de cubanos este lunes para ser entrevistados para obtener visas de turismo, negocios o asistir a conferencias, pero esta cantidad de usuarios es "normal" y las citas estaban programadas desde hace meses, explicó una fuente diplomática a la AFP.

"No hemos visto hoy más gente, es lo normal, toda la gente que viene tiene que tener una cita; esto está programado hace meses y posiblemente años", dijo la fuente, que pidió no ser identificada.

"Hace meses se están entrevistando más gente todos los días", entre 300 y 350 personas, explicó.

Una cantidad usual de usuarios se observaba también en el aeropuerto de La Habana, en agencias de viajes y en los consulados de España, México y Canadá, naciones a las que también emigran muchos cubanos. Casi todos los países exigen visa a los cubanos, salvo algunas naciones del ex bloque comunista y pequeñas islas del Caribe.

Tampoco se observaba gran afluencia de público en las diferentes oficinas de migración de La Habana, donde algunos cubanos acudieron a "actualizar" su pasaporte y se enteraron que este trámite era innecesario.

"Que eficiencia, que eficiencia, ojalá que fuera así en todo", dijo a la AFP el compositor musical Lorenzo de Armas, de 65 años, tras enterarse en la oficina de migración de El Vedado que su pasaporte había sido actualizado "de oficio".

"Además no tengo que pagar ni el dinero del permiso (de viaje) ni el de la carta de invitación, es fabuloso", agregó De Armas, quien planea viajar a México a visitar a su hijo.

La reforma migratoria, anunciada el 16 de octubre, fue bien acogida por la población, aunque algunos disidentes siguen escépticos, pues temen que el gobierno les impida selectivamente salir del país.

Una de elas es la líder de las opositoras Damas de Blanco, Berta Soler, que dijo que le gustaría ir a Estrasburgo, Francia, con el fin de que el Parlamento Europeo le entregue el Premio Sajarov que les concedió en 2005 a las Damas de Blanco y que no han podido recibir debido a que el gobierno cubano les negó el permiso de viaje.

"El Premio Andrei Sajarov está esperándonos desde el 2005 en Estrasburgo, vamos a ver si el Parlamento Europeo puede preparar una ceremonia para podernos entregar el premio", dijo Soler a la AFP.

Soler, quien explicó que esperará hasta febrero para pedir pasaporte, afirmó que "la reforma migratoria es más de lo mismo, producto de que siempre va a existir un filtro, el gobierno cubano va a seleccionar quien puede o no salir del país".

La ley migratoria es una de las reformas introducidas por el presidente Raúl Castro desde que sustituyó en el mando a su hermano enfermo Fidel, quien impuso restricciones para salir de la isla en 1961, en medio de grandes tensiones con Estados Unidos, en una época álgida de la Guerra Fría.

La nueva ley permite también que los menores de edad salgan del país, pero con permiso notarial de sus padres o tutores legales.

La reforma también beneficia a casi dos millones de emigrantes cubanos, que ya no tendrán que hacer largos trámites para visitar Cuba, incluidos los deportistas y profesionales que desertaron en giras al exterior o escaparon de la isla.

Con esta reforma, la principal barrera para salir de la isla comunista ahora es económica, por los costos de los billetes aéreos y pasaportes, además de visas en otros países.

Esta traba no es menor en un país donde el salario promedio es de 20 dólares al mes, mientras el pasaporte cuesta 100 dólares y un boleto aéreo a Florida, donde reside la mayor comunidad de inmigrantes cubanos, vale más de 500 dólares.

Las autoridades dijeron que no todos los cubanos pueden solicitar el pasaporte para viajar libremente, pues los deportistas, ciertos funcionarios, militares y profesionales "vitales" seguirán con restricciones para salir del país, que tiene 11,1 millones de habitantes.

El gobierno no ha divulgado hasta ahora la lista de profesiones "vitales", pero la semana pasada se informó que los médicos no están incluidos en esta nómina, por lo que podrán viajar sin trabas.

Estados Unidos saludó esta reforma migratoria, por considerar que "es consistente con la Declaración Universal de Derechos Humanos" y anunció que no modificará su política de visas para los cubanos.

En Estados Unidos vive el 85% de los cubanos emigrados y sus descendientes. Durante medio siglo, desde 1961 hasta 2011, las propiedades de los emigrados eran confiscadas.

Hasta ahora el permiso de salida era negado selectivamente sin explicaciones. Sin embargo, unos 38.000 cubanos emigraban anualmente en forma legal y muchos otros visitaban a familiares y amigos en el exterior.

AFP



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Respuesta  Mensaje 2 de 5 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 16/01/2013 00:04

“Por la voluntad común de la Nación Cubana”

En Editorial del diario Granma se resalta que cualquier análisis sobre la problemática migratoria cubana pasa inexorablemente por la política de hostilidad del gobierno de los EE.UU...

Editorial

16/10/2012

Fuente:
Granma

En el caso de Cuba, el tema migratorio ha sido históricamente objeto de fuertes campañas mediáticas diseñadas y dirigidas por el gobierno de los Estados Unidos y de otras fuerzas que en ese país se han opuesto a la Revolución desde sus propios inicios. Su manipulación ha tenido como propósito sembrar la confusión en la opinión pública internacional y en nuestro pueblo. No han sido pocas las víctimas, incluso mortales, de las dramáticas situaciones generadas a partir de la politización por parte de los enemigos de Cuba de esta sensible cuestión.


Es por ello que cualquier análisis que se haga de la problemática migratoria cubana pasa inexorablemente por la política de hostilidad que el gobierno de los EE.UU. ha desarrollado contra el país por más de 50 años. La aplicación de un ilegal y genocida bloqueo económico y el intento de construir una oposición interna mediante acciones subversivas y el empleo de agentes a sueldo han sido sus componentes esenciales. Dicha política ha incluido desde campañas mediáticas y "robo de cerebros", hasta atentados terroristas, sabotajes y agresiones de todo tipo.


La política migratoria de Cuba, a lo largo de todos estos años de Revolución, se ha basado en el reconocimiento del derecho de los ciudadanos a viajar, a emigrar o residir en el extranjero y en la voluntad de favorecer las relaciones entre la Nación y su emigración. Al mismo tiempo se ha fundamentado en el legítimo derecho a defendernos frente a la agresividad de Washington. Las disposiciones para regular los flujos migratorios del país, fueron adoptadas en medio de circunstancias impuestas por las agresiones que en esta esfera se han implementado por las diferentes administraciones norteamericanas, con el estímulo de sus aliados en Miami.


Como expresara el Presidente Raúl Castro en la clausura del 8vo. Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular el pasado 23 de diciembre de 2011 "... no podemos olvidar que somos el único país del planeta a cuyos ciudadanos se les permite asentarse y trabajar en el territorio de los Estados Unidos sin visa alguna... en virtud de la criminal Ley de Ajuste Cubano... y la política ‘pies secos, pies mojados’, que favorece el tráfico de personas y ha provocado numerosas muertes de inocentes".


Desde el propio comienzo de la Revolución, nuestro país fue víctima del despojo indiscriminado de sus profesionales. Más de la mitad de los 6 mil médicos con que contábamos en aquel momento, emigraron fundamentalmente hacia los Estados Unidos. Un gran número de los mejores ingenieros y técnicos también fue alentado a emigrar, con el propósito de impedir el desarrollo económico y social de la nación. A estas acciones, se sumaría posteriormente, entre otros, el programa de visas para profesionales de la salud cubanos, implementado por Washington en el 2006 con similares objetivos.


Es por ello que, mientras persistan las políticas que favorecen el "robo de cerebros", dirigidas a despojarnos de los recursos humanos imprescindibles para el desarrollo económico, social y científico del país, Cuba estará obligada a mantener medidas para defenderse en este frente.


El doble rasero y el carácter inhumano de esta política, que estimula por una parte las salidas ilegales del país, y por otra obstaculiza la posibilidad de emigrar de manera legal, ordenada y segura, ha tenido la clara intención de convertir a los cubanos que desean establecerse en otros países, en supuestos opositores políticos y en un factor de desestabilización interna.


Como consecuencia de esta irracional e irresponsable política, a lo largo de todos estos años se han sucedido varias crisis migratorias: Camarioca en 1965, Mariel en 1980, y la "crisis de los balseros" de 1994.


A pesar de ello, Cuba ha mostrado su permanente disposición a cooperar en la búsqueda de soluciones razonables a este complejo problema y ha trabajado sostenidamente por normalizar las relaciones con sus emigrados, favorecer las vías para una emigración ordenada y segura, así como facilitar los viajes de los ciudadanos al exterior por asuntos particulares.


Las nuevas medidas migratorias anunciadas por decisión soberana del Estado cubano, no constituyen un hecho aislado, sino que se inscriben dentro del proceso irreversible de normalización de las relaciones de la emigración con su Patria.


La inmensa mayoría de los cubanos asentados en más de 150 países mantiene vínculos estables con su Patria y con sus familiares, se opone al bloqueo y no desea la aplicación de una política agresiva contra su país de origen.


En la despedida a su Santidad Benedicto XVI, el 28 de marzo pasado, el Presidente Cubano expresó: "Reconocemos la contribución patriótica de la emigración cubana, desde el aporte decisivo a nuestra independencia de los tabaqueros de Tampa y Cayo Hueso y todos los que fueron sostén de los anhelos de José Martí, hasta los que se oponen hoy a quienes atacan a Cuba y manipulan el tema migratorio con fines políticos. Hemos realizado prolongados esfuerzos hacia la normalización plena de las relaciones de Cuba con su emigración que siente amor por la Patria y por sus familias y persistiremos en ello por la voluntad común de nuestra Nación".


Respuesta  Mensaje 3 de 5 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 16/01/2013 00:11
Video en Youtube:Sobre normas de migración en Cuba ...

Respuesta  Mensaje 4 de 5 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 16/01/2013 00:15

La migración “en el bombo”. ¿Lo digo literalmente?

Por Rodolfo Romero Reyes

 

El mar se traga los sueños, se traga los

 

hombres… las culpas se quedan en la otra orilla,

bien lejos de La Habana.

Del viaje al Turquino regresamos Camilo y yo en avión por lo que las peripecias de este viaje de vuelta a La Habana nada tuvieron que ver con lo que pasamos para llegar a Santiago de Cuba. Solo puedo decir que pudimos dormir sin sobresaltos, sin lluvia y sin frío.

Cuando salimos de la terminal de vuelos nacionales tuvimos que pasar obligatoriamente por delante de las vallas que están ubicadas en la intersección de las calles que siguen para Boyeros y las que conducen a las distintas terminales del aeropuerto “José Martí”. Para los que no los han visto, les cuento que estos letreros son inmensamente grandes y tienen los mensajes que queremos trasmitir a los visitantes que llegan a nuestro país.

Para mi sorpresa, habían quitado la más vieja de estas vallas. Era aquella que aseguraba que “EL 70 POR CIENTO DE LOS CUBANOS habíamos nacido BAJO EL BLOQUEO DE LOS ESTADOS UNIDOS”. Esa es una de las verdades más grandes e irrefutables: todos los que nacimos a mediados de los 80 para acá, y escuchamos los cuentos de nuestros padres, sabemos lo duro que es ser hijos del llamado “periodo especial”, momento en que el bloqueo se ha sentido más que nunca. Y es que nacer bajo el bloqueo, es una realidad que a veces se nos despinta, y como la valla misma va perdiendo su impacto; aunque todos los días los problemas que tenemos que resolver por su causa sean tan terribles como las paradas de ómnibus al mediodía.

Ahí mismo, tan cerca del aeropuerto con sus aviones, con la connotación que los viajes tienen para todos los cubanos, me puse a pensar que es también por culpa de los Estados Unidos (y fíjense que no es muela) que ese 70 por ciento de cubanos vemos la emigración de una manera distinta a como la vive el resto del mundo. Todo el mundo emigra desde que el mundo es mundo, sin embargo en Cuba la cosa se ve diferente.

Los cubanos, gracias a la beligerancia de Estados Unidos hacia Cuba, tenemos otro status, otros “privilegios” como emigrantes. Yo me imagino que muchos latinoamericanos, sobre todo los mexicanos, sentirán por nosotros cierta envidia. ¿Por qué los gringos favorecen a los panas cubanos?, se preguntarán muchos de ellos. Porque esa es la emigración que prefieren en el Norte: cubana, y preferiblemente ilegal.

Dice mi amigo Rafa, quien siempre está detrás de las estadísticas y chismes políticos, que desde antes del 59 las visas que se daban para Estados Unidos también eran muy pocas. Solo clasificaban los pocos trabajadores que quisieran hacer allá los trabajos que los propios estadounidenses no querían. Los trámites se demoraban cantidad y al que se le ocurriera irse de forma ilegal ilegal se exponía a la expulsión inmediata o a la prisión.

Sin embargo, cuando triunfa la Revolución, los Estados Unidos acogieron a todos los batistianos, esbirros, estafadores, asesinos y ladrones que salieron corriendo de aquí. Desde entonces la visa dejó de ser un documento indispensable para acceder al territorio norteamericano. Ser cubano y llegar de manera ilegal eran suficientes cartas credenciales. Y sí de paso hablabas un poquito mal de Fidel, te daban propina.

Fue gracias a este acto divino de bautismo del Tío Sam, hacedor de milagros, que dejamos de ser emigrantes para ser “exiliados políticos”, a diferencia del resto de los latinoamericanos que seguían siendo extranjeros, sujetos a las leyes migratorias norteamericanas.

Después decidieron que el tema migratorio sería uno de los platos fuertes para sacar de circulación a la Revolución, de ahí que fuera tan importante “ayudar” a los “refugiados” que procedían del entonces campo socialista.

Por eso se creó el Programa de Refugiados Cubanos, se estimuló la salida de Cuba de más 14 mil niños hacia los Estados Unidos durante la Operación Peter Pan, y finalmente, en 1962, se eliminaron los vuelos y salidas legales hacia ese país. Los cubanos de aquí y sus familiares de allá, los mismos padres engañados que enviaron a sus niños se quedaron entonces sin saber qué hacer.

Entonces no quedaba otra: las salidas ilegales.

Quizás por eso en Cuba inventamos la tan polémica política migratoria, que imagino se habrá hecho más rígida después de la Ley de Ajuste Cubano en 1966.

Los yanquis entonces buscaron apoyo en los medios de prensa. ¿Resultado? Las crisis migratorias de Boca de Camarioca en 1965, la del Mariel en 1980, la de los inicios de los noventa, el robo y secuestro de aviones y embarcaciones muchas veces con lamentables pérdidas de vidas humanas, y hasta los vecinos míos que intentaron irse el pasado fin de semana, a pesar del mal tiempo anunciado por Rubiera.

No nos quieren quitar el bloqueo, a pesar de que ha demostrado su ineficacia como purgante para la Revolución. Lo mantienen porque son miles de millones de pesos los que hemos perdido año tras año, y como dice Pánfilo (el de Chequera), hay una pila de gente allá, que gracias al bloqueo, “vive del cuento”.

Estoy convencido de que nunca quisimos ese “tratamiento especial” que Estados Unidos no ha dado en diversas materias, específicamente en el tema migratorio.

Para mucha gente la emigración, es ayuda y es apoyo. No los mercenarios que hablan mal de Castro, o los Oteros que se van a ganarse limosnas a cambio de mentiras, sino los familiares y amigos que trabajan honradamente, y mandan sus remesas de mes en mes, o el tío de mi amiga pinareña, que se muere por verla otra vez. Por estos meses, el tema de la emigración está “en el bombo”, así que quizás escribiré dos o tres post.

 

Fuente Blog Letra Joven


Respuesta  Mensaje 5 de 5 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 16/01/2013 00:28

La emigración cubana y su manipulación política por Estados Unidos

Las migraciones han sido parte del actuar humano prácticamente desde los inicios de la especie. Pero en el mundo globalizado y profundamente injusto de hoy, el creciente flujo migratorio internacional –alentado por las hondas desigualdades económicas y sociales, la inestabilidad política, los conflictos armados, los desastres naturales y otras causas–, se ha convertido en uno de los más serios problemas de la humanidad.

Miles de personas mueren todos los años intentando emigrar en precarias condiciones a través de fronteras terrestres y los mares. Otros miles, que llegan a las naciones más ricas del Norte buscando mejores condiciones de vida, son sometidos a abusivas y prolongadas detenciones y expulsados hacia sus países sin contemplaciones. Crecen las medidas restrictivas y xenófobas contra los inmigrantes en EEUU y Europa.

En este complejo y duro panorama hay una clara excepción: el tratamiento que el Gobierno de EE.UU le da a la emigración cubana con evidentes fines políticos, como parte de sus planes agresivos contra la Revolución.

Antes de 1959 eran contadas las visas que la Embajada de los Estados Unidos concedía a los ciudadanos cubanos para emigrar a ese país; lo que constituía una aspiración de millones de personas en el mundo, atraídos por el estándar de vida en la nación que emergió de la Segunda Guerra Mundial como la más rica y poderosa del planeta. Unos pocos humildes trabajadores dispuestos a asumir las duras labores que el estadounidense se rehusaba a hacer y componentes de la burguesía y de algunos sectores medios del país, eran los afortunados en esa ruleta migratoria.

Los trámites legales para que un cubano emigrara a Estados Unidos entre 1945 y 1959 eran prolongados y rigurosos. Al que ingresaba ilegalmente le esperaba sin remedio la expulsión o la prisión. Eran tan perseguidos por la “migra” como lo son ahora muchos emigrados latinoamericanos. Ahí esta el testimonio de Camilo Cienfuegos en sus cartas a la familia durante el tiempo que debió permanecer en territorio norteamericano, en la década del 50, ante la persecución de la dictadura batistiana.

Todo cambió con el Triunfo de la Revolución en 1959. Desde el primer día de la victoria de nuestro pueblo, Estados Unidos se convirtió en seguro refugio para los esbirros, torturadores, asesinos, malversadores y ladrones de la derrocada tiranía de Fulgencio Batista. El ingreso sin obstáculo al suelo estadounidense de cualquier persona que saliera ilegalmente de Cuba pasó a ser la norma. La visa dejó de ser un trámite necesario para ser recibido. La categoría de emigrante desapareció para los cubanos que salían del país, que pasaron sin excepción al tratamiento de exiliados, gracias a la política implantada por Washington.

El gobierno norteamericano, consciente de que en Cuba había una verdadera Revolución, se planteó una estrategia de hostilidad permanente hacia nuestra Patria sustentada en un feroz bloqueo económico y comercial y que tenía también al tema migratorio como uno de sus componentes esenciales para la desestabilización. Cuba pasó a formar parte de la política implementada por la Casa Blanca en los años 50 para beneficiar con el estatus de “refugiado” a los migrantes del entonces campo socialista.

Nació así el Programa de Refugiados Cubanos, a inicios de los 60, y se ejecutó la inescrupulosa Operación Peter Pan mediante la cual fueron virtualmente secuestrados hacia EE.UU más de 14 mil niños, arrancados a sus padres atemorizados por la propalación de la falsa e infame noticia de que sería suprimida la Patria Potestad en Cuba.

Tras la derrota sufrida en Playa Girón, el escalamiento de la guerra sucia contra Cuba y las tensiones de la Crisis de Octubre, el Gobierno norteamericano suprimió abruptamente, a fines de 1962, los vuelos normales y salidas legales desde nuestro país a esa nación, cortando de facto los vínculos de miles de cubanos con sus familiares en EE.UU, entre ellos la de los padres que habían enviado a sus hijos durante la Operación Peter Pan. Solo quedó el camino de las salidas ilegales.

En febrero de 1963, la administración Kennedy dio un poderoso estímulo a esas salidas al anunciar que los cubanos que llegaran a EE.UU directamente desde nuestro país serían recibidos como refugiados; mientras, quienes lo hicieran desde terceros países serían considerados extranjeros y quedarían sujetos a las restricciones migratorias norteamericanas.

Se buscaba el show político y mediático. El intento de pintar una Revolución que naufragaba. El propósito de mostrar una sociedad supuestamente quebrada y fracasada que obligaba a sus ciudadanos a lanzarse desesperadamente a la aventura migratoria.

El Congreso estadounidense dio un espaldarazo final a la perversa política al aprobar la llamada Ley de Ajuste Cubano, firmada por el presidente Johnson el 2 de noviembre de 1966. Con ella se concedía el derecho inmediato al permiso de residencia a cualquier emigrante ilegal cubano que llegara a territorio norteamericano, y al año se le otorgaba automáticamente la residencia permanente.

Esa aviesa legislación –aplicada desde entonces invariablemente y actualizada varias veces para promover aún más la emigración ilegal–, unida a la intencionada denegación de cuantiosas solicitudes de visas para la emigración legal, al endurecimiento del bloqueo y a las miles de horas de incesante propaganda subversiva y de guerra política y sicológica desde EE.UU llamando a la indisciplina social, al delito y a las salidas ilegales del país, han provocado sucesivas y graves crisis migratorias como las de Boca de Camarioca (1965) , el Mariel (1980) y la de 1994.

Impunidad, violencia y robo de cerebros

La impunidad total y los estímulos con que se ha recibido en EE.UU a todas las personas salidas ilegalmente de Cuba en estas cinco décadas, han dado lugar al robo y secuestro de embarcaciones, la piratería aérea, la violencia, el empleo de armas y hasta a asesinatos. Autores de crímenes atroces como Leonel Macías, el asesino del guardamarina Roberto Aguilar Reyes, viven hoy en la Florida al amparo de esta política.

A sectores de esa estimulada emigración han acudido el gobierno estadounidense, la extrema derecha, los servicios especiales y la mafia cubano americano para ejecutar sus planes agresivos y terroristas contra nuestra Patria.

Esa mafia y sus representantes en el Congreso han utilizado a su antojo el tema migratorio en su agenda anticubana. Estimulan por un lado la emigración a través de declaraciones y acciones precisas como el programa Éxodo manejado por la Fundación Nacional Cubano Americana en la década de los 90, y por el otro, presionan al Gobierno norteamericano a actuar en el supuesto interés de la Seguridad Nacional de EE.UU si se produjera una nueva crisis migratoria. Sueñan con provocar un conflicto armado entre Estados Unidos y Cuba.

En todos estos años, las autoridades norteamericanas y los sectores anticubanos han alentado y priorizado la salida del país de médicos, enfermeros, profesores, ingenieros y otros profesionales universitarios o técnicos de nivel medio, en un descarado robo de cerebros. Miles de millones de dólares le han costado a la nación la pérdida de ese personal calificado formado gratuitamente en nuestras universidades y escuelas politécnicas.

No satisfechos con extraerlos del país, los persiguen por diversas partes del mundo. Vigente está el programa ideado por la administración Bush para captar médicos y otros especialistas de salud cubanos que prestan importantes servicios en decenas de países.

Permanente es también el asedio a nuestros deportistas, reconocidos en los escenarios mundiales y forjados gracias al sudor de nuestro pueblo y la capacidad de nuestro sistema de formación deportiva.

El objetivo es apropiarse desvergonzadamente del talento de la nación, e intentar desmoralizar, obstruir nuestro desarrollo, generar desaliento.
Pese a los acuerdos migratorios logrados entre Cuba y EE.UU, el gobierno norteamericano continúa aplicando para nuestra nación los esquemas de la Guerra Fría y el anticomunismo que caracterizaron la política inmigratoria de ese país en décadas pasadas.

Una y otra vez han violado esos acuerdos en diferentes administraciones, mantienen en vigencia la Ley de Ajuste Cubano que estimula la emigración ilegal y ha provocado numerosas muertes en el estrecho de la Florida, y sostienen las campañas de aliento a esa emigración y la manipulación mediática sobre este sensible tema.

Mientras más de 429 mil indocumentados fueron detenidos y más de 397 mil inmigrantes fueron expulsados de Estados Unidos en el 2011, según reconoció hace unos días el Departamento de Seguridad Interior, los inmigrantes cubanos continúan recibiendo un tratamiento privilegiado a tono con los intereses subversivos de la política norteamericana hacia nuestro país.

Cuba ha cumplido rigurosa y estrictamente sus compromisos en los acuerdos migratorios, sostiene la necesidad de garantizar una emigración legal, ordenada y segura hacia la nación norteña, mantiene una relación respetuosa con el creciente y mayoritario sector de la emigración cubana en Estados Unidos y otras partes del mundo que profesa amor a su Patria, promueve los vínculos familiares, condena el bloqueo y otras políticas agresivas contra su pueblo y defiende el derecho de nuestra nación a vivir y desarrollarse en paz, y ha dado pasos en todos estos años para hacer más fluida esa relación entre la Nación y su emigración.

Tomado de Cubadebate

 

Imagen agregada RCBáez



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