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General: Patricio Lumumba, el rostro olvidado del genocidio negro
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De: Ruben1919 (Mensaje original) |
Enviado: 18/01/2013 13:20 |
Patricio Lumumba, el rostro olvidado del genocidio negro
“Ninguna brutalidad maltrato o tortura me ha doblegado porque prefiero morir con la cabeza en alto, con la fe inquebrantable y una profunda confianza en el futuro de mi país, a vivir sometido y pisoteando principios sagrados. Un día la historia nos juzgará, pero no será la historia según Bruselas, París, Washington o la ONU, sino la de los países emancipados del colonialismo y sus títeres”. (Carta escrita a su esposa e hijos por Patricio Lumumba pocos días antes de su muerte).
El mes de enero de cada año, aunque el poder mediático mundial hace lo posible por borrar de la memoria histórica la existencia del genocidio negro en el continente africano, provocado por las potencias occidentales en su afán de hacerse por las grandes riquezas de su pueblos, es meritorio recordar al gran líder negro Patrice E Lumumba. Hace ya 51 años, Patrice Lumumba, jefe del gobierno de la República del Congo, fue asesinado por una conspiración organizada por el gobierno de Bélgica, con la complicidad de los Estados Unidos, de Gran Bretaña y de las Naciones Unidas. Su cadaver condenó al Congo a la rapaz dictadura de Mobutu y una sucesión de sangrientas guerras civiles. Durante más de cuarenta años se ha mantenido el silencio sobre este crimen, en donde se rumora que su cadáver y el de otros colaboradores, fueron disueltos en ácido sulfúrico para no dejar rastros. El pensamiento de Lumumba, constituyó un peligro para las potencias occidentales explotadoras de los pueblos africanos, fue Ministro, líder, enemigo del colonialismo y pionero por la unidad de los pueblos africanos y por su liberación. Buscaba la descolonización del Congo y destruir totalmente el poder colonialista europeo presente en África, erradicar el ultraje y el expolio que durante siglos había sufrido el continente, una persona así, no merecía continuar viviendo y por eso, se fraguó su asesinado a pocos meses de haber asumido el poder en la República del Congo. A 51 años del asesinato del líder africano Patrice Lumumba, en su patria, la República Democrática del Congo, la guerra es un genocidio oculto que ha producido más de 5 millones de muertos en los últimos años; este genocidio puede ser detenido, pero la comunidad internacional, las democracias del Norte, no quieren detenerlo, convirtiendo al Congo en un pueblo activamente crucificado. La ironía: poseer grandes riquezas naturales como las que tiene la República Democrática del Congo, se ha convertido en una tragedia. En las montañas orientales del Congo hay valiosos minerales como el coltán y niobio, además de oro, diamantes, cobre y estaño. El coltán, abreviatura de colombio-tantalio, está en suelos de una antigüedad de tres mil millones de años. Se usa con el niobio para fabricar los condensadores para manejar el flujo eléctrico de los teléfonos celulares. Cobalto y uranio son elementos esenciales para las industrias nuclear, química, aeroespacial y de armas de guerra. Alrededor del 80% de las reservas mundiales de coltán están en el Congo. Por el control de estos minerales escasos hay una guerra tremenda. Los poderes multinacionales quieren controlar la minería de la región. Conclusión: “el motivo del genocidio son estos minerales que buscan las corporaciones” y además están destruyendo la segunda área verde del planeta después del también amenazado Amazona. Cuando se trata de actuar en África, hay una discriminación inherente”. Lo afirmó el antiguo coordinador de operaciones humanitarias de Naciones Unidas Jan Egeland, quien, junto con otros 15 dirigentes mundiales de conocido prestigio, ha firmado una carta enviada a los jefes de Estado de los países de la Unión Europea llamando la atención sobre la falta de acción internacional en el Este de la República Democrática del Congo. Jan Egeland, que durante su periodo en Naciones Unidas siempre tuvo una reputación de decir las cosas directamente sin andarse por las ramas, dijo: “Nunca hubo esta indecisión cuando se trató de intervenir en los Balcanes, en Irak o en Oriente Medio”. Ciertamente no la hubo, pero cuando se trata de intervenir en crisis africanas parece como si la vida humana no tuviera el mismo valor en todas partes”. Esta es la doble la moral que practican los abanderados de los derechos humanos en el mundo. Zenit, agencia de noticias del Vaticano, dijo hace poco que “la crisis humanitaria más olvidada en nuestro planeta es la del Congo”. De vez en cuando en los medios asoma la tragedia pues ya no hay modo de ocultarla. Pero lo que se dice de ella es todavía irrisorio e insultante en comparación con la magnitud de la barbarie y el genocidio. Y no hay llanto, ni pedir perdón, ni propósito de enmienda. En el fondo, no se trata sólo de que a África se la discrimine cuando ocurren guerras que se ceban en los más inocentes, sino de algo más que merece la pena escarbar y descubrir que detrás de esta guerra se esconden los intereses de potencias como Estados Unidos, Inglaterra, Holanda y Bélgica, quienes apoyan al régimen de Kagame en Ruanda, de cuyos aeropuertos salen para estos países el preciado coltán (indispensable en la fabricación de armamento, teléfonos móviles y ordenadores portátiles de última generación, etc) que los soldados extraen con el trabajo forzado de niños y jóvenes en el Este del Kivu y envían en camiones y helicópteros a Kigali. Es triste constatar que en muchas ocasiones, esas “indecisiones” ante los problemas africanos podrían ser una forma camuflada de dejar que los acontecimientos se desarrollen de forma provechosa para los más poderosos, aunque sea a costa de que mueran millones de inocentes. Hoy entiendo más que antes las razones por las cuales, un enero de 1961 fue atrozmente asesinado el patriota africano Patrice E. Lumumba, un ser humano así era imposible que continuara con vida, cometió el pecado capital de soñar que Otra Africa era Posible, una África unida en el desarrollo, en combatir la injusticia social y en la cooperación entre países para la educación. Devolver las riquezas del continente al pueblo africano, era su más profundo Sueño. El pensamiento de Lumumba se apoyaba sobre los siguientes tres pilares: la justicia, la independencia y la libertad. Hoy hace 51 años, murió como un mártir de la lucha de los pueblos contra la injusticia, la expoliación, la humillación impuesta por las potencias europeas que a los cuatro vientos se proclaman democráticas. Es un mártir de la causa popular por un mundo más justo y más humano, por la fraternidad humana. Lumumba fue asesinado pero vivirá siempre en nuestros corazones. Él forma parte del genocidio olvidado de millones de hermanos africanos que han caído en el camino para que en el mundo blanco, unos pocos disfruten de grandes comodidades y amasen fortunas impregnadas de sangre inocente. Me enorgullezco, al igual que decenas de miles de egresados que habitamos los cinco continentes, de haber estudiado en la Universidad de la Amistad de los Pueblos Patricio Lumumba, centro de estudios universitarios de clase mundial fundado en su memoria y que en febrero próximo cumple 50 años de vida en la preparación de cuadros profesionales para los países en vías de desarrollo. *Egresado Universidad Amistad con los Pueblos Patricio Lumumba. Fuente : http://www.cubadebate.cu/especiales/2010/01/28/patricio-lumumba-el-rostro-olvidado-del-genocidio-negro/
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Patrice Lumumba. Líder africano. Primer jefe de gobierno de la República Democrática del Congo. Figura destacada en la lucha de liberación de los pueblos africanos, propugnó que los gobiernos independientes del continente, prestasen ayuda y apoyo a los países que no habían alcanzado su libertad. Buscó la descolonización del Congo y destruir totalmente el poder colonialista europeo presente en África, erradicar el ultraje y el expolio que durante siglos había sufrido el continente. Asesinado por una conspiración organizada por el gobierno de Bélgica, con la complicidad de los Estados Unidos, de Gran Bretaña y de las Naciones Unidas.
Síntesis biográfica
Patrice Lumumba nació el 2 de julio de 1925 en Onalua, provincia de Kasai, antiguo Congo belga, actual República Democrática del Congo. estudió en la escuela católica de los misioneros y más tarde, brillante estudiante, en una escuela protestante dirigida por suecos. Trabajó como empleado de oficina en una sociedad minera de la provincia de Kivu del Sur hasta 1945, después como periodista en Léopoldville (hoy Kinshasa) y Stanleyville (Kisangani), período durante el cual escribió en varios periódicos.
Lucha por la independencia
Siendo trabajador de Correos, Lumumba comenzó a organizar un sindicato de trabajadores y fue detenido y encarcelado por los colonialistas belgas en 1955. Tras su puesta en libertad, dos años más tarde, comenzó a relacionarse con el movimiento independentista. En 1958 logró agrupar a la mayoría de las fuerzas progresistas en un partido panafricanista semilegal: el Movimiento Nacional Congoleño (MNC), primer partido político nacional, convirtiéndose rápidamente en el principal dirigente independentista del país. El MNC se dedicó a superar las diferencias tribales y regionales, y crear una organización independiente y unificada, frente a las ambiciones imperialistas de dividirlas en áreas de influencia y crear varios estados independientes.
En diciembre de 1958, se celebró en Accra, actual Ghana, la Conferencia de los Pueblos de África, y el movimiento de liberación congoleño estuvo representado por Lumumba. Al regresar a su país, habló ante una multitud en Leopoldville, actual Kinshasa, y en un emotivo discurso exigió la independencia del Congo. Seguidamente se produjeron disturbios en la ciudad y Lumumba escapó, pero fue detenido más tarde por la policía colonial y considerado responsable de los desórdenes. El gobierno colonial belga lo condenó, acusado de sedición y lo encarcelaron nuevamente, pero la movilización popular hizo que lo liberaran en 1960.
Primer Ministro
Foto del lider africano Patricio Lumumba
El MNCL y sus aliados ganan las elecciones organizadas en mayo y, el 23 de junio de 1960, Patrice Émery Lumumba se convierte en el primer Primer Ministro del Congo independiente.
El 23 de junio formó un gobierno de coalición con el traidor Joseph Kasavubu, como presidente, y él como primer ministro, para proclamar la independencia el 1 de julio de 1960.
Debido a que el gobierno belga deseaba seguir controlando la riqueza minera del país, apoyó la escisión de Katanga y Kasai del Sur, implantando gobiernos títeres en dichos territorios. El Gobierno de Patrice Lumumba solicitó la ayuda norteamericána, no siendo siquiera recibido por el presidente de EE.UU., lo que motivó el acercamiento a la Unión Soviética que proporcionó transporte y asesores militares con el objeto de controlar la situación en las provincias separatistas. Lumumba negó repetidamente tener ideología comunista alguna.
La CIA, el servicio de inteligencia belga, y otras potencias trabajaban día y noche para mantener en el poder a los congoleños leales al imperialismo. Promovieron las sublevaciones y fomentaron otros movimientos secesionistas. Con el pretexto de proteger a la población belga, Bélgica envió tropas a Katanga, intentando sostener al gobierno secesionista de Tshombé por la fuerza. Ante esta situación, el gobierno de Kinshasa recurrió a las Naciones Unidas para expulsar a los belgas y ayudar a restaurar el orden. Las tropas belgas se negaron a evacuar el país y continuaron apoyando la secesión de Katanga. La ONU envió tropas, pero éstas no sólo se negaron a intervenir en apoyo del gobierno central, sino que intensificaron la desestabilización del nuevo gobierno.
Las potencias imperialistas reaccionaron presionando al Presidente Joseph Kasavubu para que acabara con Lumumba, cosa que hizo el 5 de septiembre de 1960, destituyéndole del gobierno ilegalmente y reemplazándolo. Lumumba se negó a abandonar el cargo y destituyó a su vez a Kasavubu.
El 14 de septiembre, nueve días después de su destitución, el coronel Joseph Mobutu Sese Seko, jefe del ejército, tomó el control político en la capital tras un golpe de estado y desató una ola de represión contra las organizaciones políticas. A los dos meses, Mobutu devolvió el poder a Kasavubu y se autodesignó comandante en jefe de las fuerzas armadas.
Detención y asesinato
Captura de Patricio Lumumba por las tropas de Mobuto, 2 de diciembre de 1960
El 10 de octubre, el ejército y las tropas de la ONU detuvieron a Lumumba, pero este logró escapar el 17 de noviembre y huir en avión hacia su principal base de apoyo en Kisangani. Fue detenido de nuevo el 2 de diciembre por el ejército. Siempre con órdenes de no intervenir, las tropas de la ONU se hicieron de la vista gorda cuando lo torturaron brutalmente.
Fue asesinado el 17 de enero de 1961 por una conspiración organizada por el gobierno de Bélgica, con la complicidad de los Estados Unidos, de Gran Bretaña y de las Naciones Unidas.
Un equipo de policías belgas desenterró el cadáver y lo disolvió con el ácido sulfúrico que proporcionó una compañía minera. Cuarenta años después el parlamento belga admitió su responsabilidad en el asesinato en una sesión celebrado en noviembre de 2001.[1]
Referencias
- ↑ Doce belgas podrían ser juzgados por el asesinato del líder congolés Patrice Lumumba. Disponible en:La Vanguardia.es. Consultado el 29 de noviembre de 2010
Fuente
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“Ninguna brutalidad maltrato o tortura me ha doblegado porque prefiero morir con la cabeza en alto, con la fe inquebrantable y una profunda confianza en el futuro de mi país, a vivir sometido y pisoteando principios sagrados. Un día la historia nos juzgará, pero no será la historia según Bruselas, París, Washington o la ONU, sino la de los países emancipados del colonialismo y sus títeres”. (Carta escrita a su esposa e hijos por Patricio Lumumba pocos días antes de su muerte). |
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Pero hagamos un repaso por la historia y veamos cual es la opinion de distintas figuras politicas del marxismo-leninismo sobre Trotsky y el trotskismo.
Lenin sobre Trotsky:
“¡Ese es Trotski. Siempre fiel a si mismo; se revuelve, estafa, posa a la izquierda y ayuda a la derecha”.
“A fines de 1903, Trotski era menchevique furioso, es decir, que de los iskristas se había pasado a los “economistas”… En 1904-1906 se aparta de los mencheviques y ocupa una posición vacilante, colaborando unas veces con Martinov (“economista”) y proclamando otras la “revolución permanente”, de un izquierdismo absurdo. En 1906 a 1907, se acerca a los bolcheviques y en la primavera de 1907 se declara partidario de Rosa Luxemburgo”. A continuación Lenin agrega:
“En la época de disgregación, después de largas vacilaciones `no fraccionalistas` se dirige nuevamente hacia la derecha, y en agosto de 1912 forma un bloque con los liquidadores. Ahora vuelve a apartarse de ellos, pero repitiendo, en el fondo, sus mismas ideuchas”.
Lenin tambien llamo a Trotsky traidor, canalla, Judas y un sinfin de epitetos en numerosas ocasiones. Las incontables denuncias de Lenin contra Trotsky son tantas que en 3 tomos no cabrian todas juntas. Solo en 1917 y durante un breve periodo de tiempo el trotskismo se camuflo entre el partido bolchevique dejando aparentemente las viejas discusiones con la esperanza de no desaparecer del mapa politico internacional.
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El asesinato de Lumumba
José Steinsleger
E
n la mañana del 30 de junio de 1960, en Leopoldville (hoy Kinshasa), el rey Balduino I de Bélgica pensó que tras declarar en persona la independencia de la República Democrática del Congo, pueblo y colonos quedarían eternamente agradecidos con la metrópoli colonial. Pero algo salió mal.
Patricio Lumumba, joven primer ministro del gobierno presidido por Joseph Kasavubu, tomó el micrófono y los encargados del protocolo quedaron tiesos: Nunca más seremos vuestros monos , dijo Lumumba en las narices del rey. El monarca de la casa eeal de Sajonia-Cobenza-Gotha empalideció, y tuvo que oír las desgarradoras palabras del líder nacionalista:
“Durante los 80 años del gobierno colonial, sufrimos tanto que no podemos alejar las heridas de la memoria. Nos han obligado a trabajar como esclavos por salarios que ni siquiera nos permiten comer lo suficiente para ahuyentar el hambre, o encontrar vivienda, o criar a nuestros hijos como los seres queridos que son…
“Hemos sufrido ironías, insultos y golpes nada más porque somos negros… ¿Quién podrá olvidar las masacres de tantos de nuestros hermanos, o las celdas en que han metido a los que no se someten a la opresión y explotación? Hermanos, así ha sido nuestra vida.”
Totalmente inesperado en la agenda (una ceremonia ordenada y agradecida con el amo blanco), el discurso estremeció a los pueblos del África negra y el mundo colonial. En Bélgica, la prensa conservadora atacó a Lumumba, manifestando que su muerte sería “…una bendición para el Congo”.
El diario católico La Libre Belgique estimó que algunos ministros lumumbistas “…se han convertido como primitivos e imbéciles, o como criaturas comunistas” (12/7/1960). Marcel de Corte, profesor de moral y filosofía de la Universidad de Lieja, expresó de Lumumba: Es un bárbaro que hace llorar de rabia a los oficiales, cuando bastaría un gesto viril de uno de éstos para librar al planeta de su sangrante despojo (ídem, 27/7/1960).
En Los últimos 50 días de Patricio Lumumba (investigación de G. Heinz y H. Donnay) se apunta que desde antes del histórico discurso, Lumumba era considerado en los medios europeos como el político congoleño a quien había que separar a toda costa del poder.
El periodista P. de Vos, dirigente de importantes sociedades coloniales, escribió que deseaba ver al líder nacionalista “…muerto con una bala en su pellejo… Sé que habrá en uno de los asilos de Kasai, un loco que se encargará de este trabajo” (Ibérico Europea de Ediciones, Madrid 1970, p. 31).
En septiembre de 1960, el coronel Joseph Mobutu (quien de 1965 a 1997 gobernó despóticamente el país que rebautizó con el nombre de Zaire ), dio un golpe de Estado, y Lumumba fue detenido en las afueras de Kinshasa. Liberado por su escolta y militantes del Movimiento Nacional Congoleño (MNC), el líder retornó a la ciudad, donde arengó a la multitud.
Simultáneamente, las potencias imperialistas entraban en acción. A un mes de la toma de posesión del gobierno, con el respaldo de Washington, París y Bruselas, el títere Moisé Tshombé declaraba la secesión de Katanga, ubérrima provincia minera que durante la Segunda Guerra Mundial fue la principal fuente de caucho, y minerales como el titanio y cobalto. El uranio usado para las bombas atómicas que Estados Unidos arrojó sobre Hiroshima y Nagasaki provino de la mina Shinkolobwe, una de las tantas administradas por el Congo Belga .
Lumumba pidió ayuda a Moscú, y Allen Dulles, jefe de la CIA, sugirió quitarlo de en medio “…lo antes posible”. El presidente Dwight Eisenhower autorizó la acción. El ejército y los cascos azules de la ONU arrestaron a Lumumba el 10 de octubre. El premier consiguió nuevamente escapar, y trató de llegar a Stanleyville (hoy Kisangani), su principal base de apoyo. Finalmente, fue detenido por los hombres de Mobutu.
El 10 de enero Lumumba fue embarcado en un avión civil belga y piloteado por un belga, que lo trasladó a Elizabethville (hoy Lubumbashi), capital de la provincia de Katanga. Durante las seis horas del viaje, mercenarios belgas y soldados congoleños lo torturaron y golpearon sin piedad.
Ludo de Witte, sociólogo flamenco, quien en 2000 publicó una enjundiosa investigación con base en archivos oficiales belgas y documentación de Naciones Unidas, desbarató la versión oficial de Bruselas, que durante 30 años atribuyó el crimen a ajustes de cuentas entre las distintas facciones congoleñas.
La tarde del 17 de enero, Lumumba y sus colaboradores Mauricio Mpolo y José Okito, fueron amarrados a un árbol y asesinados uno tras otro por militares belgas en una ejecución supervisada a corta distancia por Tshombé. De Witte probó que la operación llamada Barracuda fue dirigida por el capitán belga Julián Gat.
Otro belga, el comisario Gerard Soete, jefe de policía de Tshombé, confesó a la televisión de Bruselas VRT (y también a De Witte) que se le ordenó hacer desparecer a las víctimas con ácido sulfúrico. De recuerdo, Soete se quedó con dos dientes de Lumumba, y una bala incrustada en el cráneo.
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