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General: Stalin y la leyenda negra ... de Doménico Losurdo ...crítica
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De: Ruben1919 (Mensaje original) |
Enviado: 13/01/2013 13:29 |
Publicado el 30/06/2012 por Esquinas.
Se realizan algunos comentarios inspirados en el magnífico libro de Doménico Losurdo Stalin. Historia y crítica de una leyenda negra. Ed.El Viejo Topo, 2011.
Estas líneas no son tanto una reseña del magnífico libro de Doménico Losurdo como unas reflexiones en torno a lo que el libro y el propio Stalin significa. Resumiré mi tesis de modo conciso: sin Stalin, las izquierdas somos imbéciles. Imbecillis -”sin bastón” en latín, llamaban los romanos a esas personas que sin tener bastón tenían que ir apoyándose en otras personas para ir andando. Una especie de lacra social que por no tener asidero iban fastidiando los andares del prójimo. Stalin y la URSS son el bastón racional sin que el que las izquierdas pueden comenzar a pensar. Y esto por varios motivos.
El primero, y casi de puro evidente, es que la racionalidad para un materialista tiene que ver con la cristalización de instituciones surgidas mediante la praxis histórica. Por consiguiente, antes de esas cristalizaciones poco se puede plantear. O dicho de otra manera: antes de que existiese el socialismo real poco se podía decir -con sentido- sobre el socialismo. Esto Marx lo sabía y por eso era reticente a las fórmulas sobre el futuro socialista aunque tomó buena nota de la Comuna de París como primer experimento. Por tanto, es la experiencia socialista real y efectiva la que actúa como material para pensar el propio socialismo y sin ese material tenemos muchas papeletas para caer en el delirio subjetivista o el nihilismo izquierdista. Particularmente fuerte es ese idealismo platónico que tiene una Idea de Socialismo tan pura y sublime que cualquier concreción histórica de la Idea le parece vana e irreal. El socialismo se convierte así en un mundo de ensoñaciones democráticas y paradisíacas donde “la economía será controlada por todo el pueblo” como si el pueblo fuera una entidad con cerebro capaz de tomar decisiones directamente y no mediante procedimientos indirectos institucionalizados o “el socialismo traerá una economía más humana” como si la economía capitalista o soviética no fueran humanas -¿acaso el hombre nace bueno y es el capitalismo o el “capitalismo de Estado soviético” el que lo corroe? ¿no resultará más bien que el hombre se moldea en la sociedad en el seno una pluralidad de grupos e instituciones? Así pues, desconfiemos de todos aquellos para los cuales cualquier socialismo es poco bueno en comparación con sus fantásticas y sublimes ideas del socialismo futuro. No se trata de no tener planes y programas, no se trata tampoco de no tener un proyecto futuro racional. Se trata de que esos planes y programas para un socialismo futuro no pueden generarse en el aire y por eso, quien quiera implantar un socialismo real que exista no puede sino basarse en el socialismo que realmente ha existido. Y esto tanto en realación a los acierto como en relación a los errores de ese socialismo real de referencia.
Esto me lleva al segundo punto por lo que Stalin y la experiencia soviética son claves para un proyecto de izquierda. Losurdo lleva toda la razón cuando afirma que Stalin supuso la corrección de ciertos postulados marxianos, mesiánicos e idealistas, para sustituirlos por otros. Stalin fue así el gran heterodoxo del marxismo que al calor del proceso revolucionario real que se estaba llevando a cabo tiene que modificar muchos de los dogmas heredados por la tradición marxista para aplicar aquel axioma leninista de estudiar la situación concreta y no repetir la fraseología heredada. Losurdo pone como ejemplo el caso de la desaparición del Estado. Stalin y su aparato tuvieron que rectificar el nihilismo administrativo y jurídico heredado de una concepción idealista y voluntarista del Estado. La historia de la administración soviética y del Derecho soviético en época de Stalin es la historia de una progresiva “des-voluntarización” del derecho y de la administración. Stalin fue consciente que el Estado, lejos de desaparecer, parecía reforzarse. Y lo asumió teóricamente dentro de las limitaciones que su tradición marxista le imponía.
Ahora bien, asumir que el Estado no va a desaparecer implica comenzar a pensar desde el Estado y los grupos o clases sobre los que se sustenta y en la dialéctica con otros Estados y clases que lo combaten a su alrededor. Cuando Stalin cita en las entrevistas con admiración a Pedro el Grande, no lo hace por ser un traidor a la clase obrera o un chovinista. Sino porque el Estado que ha conquistado el Partido bolchevique es históricamente heredero de ese de Pedro el Grande y por tanto no es intrascendente la experiencia histórica del zar Pedro para entender lo que estaba ocurriendo en la URSS. Un ejemplo: Polonia. Ya sea con el Imperio zarista, la URSS o la actual Rusia, siempre será el espacio a controlar frente a Alemania. Y esto es así se sea comunista o se sea zarista. La crucial diferencia es que Lenin y Stalin procuraron elevar a Polonia a un régimen socialista igual al propio de referencia, mientras que Alemania procuró mantener a Polonia en un segundo plano político e incluso racial. El carácter generador de la URSS puede verse en el conflicto con el fundamentalismo islámico: mientras Stalin eliminaba el burka y las vestimentas islámicas para “que las mujeres puedan acceder en pie de igualdad a la formación científico-técnica” -así decían los decretos al respecto- los gerifaltes musulmanes de Crimea pactaban con el “sultan Adolf Hitler” en la lucha contra el poder soviética. El informe del NKVD que se conserva tras la reconquista de Crimea deja clara -junto al material publicado por los dirigentes islamistas prohitlerianos- la influencia nacionalsocialista y la necesidad de deportación. Y esto nos lleva a entender el mecanismo de Leyenda negra. La deportación de los musulmanes de Crimea tras la reconquista roja, fue, para la historiografia occidental, fruto del delirio subjetivo de un Stalin cruel que no tendría otra cosa mejor que hacer que divertirse deportando a gente en masa. Ahora bien, en un tiempo donde la Guerra Fría se avecinaba y donde el puerto de Crimea era de vital importancia para que la Armada roja tuviera una salida al Mediterráneo, ¿podía Stalin dejar una zona de vital importancia estratégica en manos de una población que había colaborado mayoritariamente con la ocupación alemana? Estamos, y esto es lo que quiero recalcar ahora, en una caso parecido al de la expulsión de los moriscos con Felipe III. Para la Leyenda negra anti-española, la expulsión tiene que ver con la ancestral intolerancia católica española y no con la dialéctica de Estados y religiones que se estaba llevando a cabo en el Mediterráneo en particular y en toda Europa en general.
Y es que la Leyenda Negra, tanto la que afecta a España como la que afecta a la Unión Soviética, tienen interesantísimos puntos de contacto. En ambos casos la leyenda negra consiste no tanto en inventarse ciertos hechos -algunas invenciones sobre la Inquisición y sobre la maldad de las Checas son casi calcadas- como en callar lo que estaba pasando en el resto del mundo y negarse a explicar la racionalidad de lo que España o la URSS estaban haciendo. Domenico Losurdo utiliza precisamente este método comparativo para poner en claro cómo lo que ocurría en la URSS de Stalin no era algo anormal en comparación con procesos iguales o análogos que se estaban produciendo en el resto del mundo. En ‘Contrahistoria del liberalismo’ el comunista italiano saca a la luz la conexión entre el liberalismo realmente existente y los proyectos nazifascistas alemanes e italianos. Igual que se habla de la Inquisición española como si la Alemania protestante o la Inglaterra anglosajona no hubieran tenido inquisiciones mucho más sangrientas que la hispana se analizan procesos soviéticos sin compararlos con procesos del mundo capitalista. Porque al capitalismo -y aquí está parte de la trampa dialéctica denunciada por Losurdo- no se le reprochan sus maldades. Me atrevo a decir que la ideología individualista actúa como tapadera: para el liberal las atrocidades ocurridas en las sociedades capitalistas son frutos de malas decisiones atribuible a los individuos particulares pero no al sistema en general mientras que los errores del campo socialistas son aplicables a todo el sistema en general y no a decisiones particulares. Esto, por supuesto, no es verdad y es fruto de una mala comprensión del papel del Estado en el capitalismo. La hambruna irlandesa, las masacras de negros en la construcción del ferrocaril norteamericano, las matanzas en la colonización de África o la Indía, etc., fueron frutos de decisiones políticas y estaban engarzadas en el mismo proyecto político -”ortograma”- que esos Estados capitalistas estaban llevando a cabo.
Concluyo con un caso particular para entender, a modo concreto, qué quiero decir cuando mantengo la necesidad de tener a Stalin y a la URSS como referencia de racionalidad. Es normal, sobre todo entre el trotskismo, analizar ciertos cambios sociales acaecidos en la época de Stalin como traiciones al ideal prístino leninista. El caso concreto al que me voy a referir es a la modificación del matrimonio en la URSS de Stalin. El trotskista tenderá a ver en ello un proceso reaccionario por el que la Revolución se traiciona para volver a instituciones del Antiguo Régimen zarista debido a una burocracia corrupta que ha traicionado a la clase obrera. Sin embargo, no se analiza el papel que tuvo las nuevas leyes sobre el matrimonio dictadas por el primer gobierno soviético en 1918: bastaba con comunicar por carta al soviet de referencia la voluntad de casarse para que el matrimonio fuera dado por bueno. El matrimonio se liberalizó completamente en la Rusia leninista. Pero en vez de producirse la liberación esperada, la ruptura de la familia tradicional produjo un crecimiento espectacular de niños abandonados por sus familias. Legalmente, el caos generado por el matrimonio liberalizado hacia imposible saber a ciencia cierta con quién estaba o decía estar casado uno y, por tanto, era imposible determinar quienes se hacían responsables de los niños. Stalin modificó el derecho matrimonial soviético volviendo a institucionalizar el matrimonio e imponiendo condiciones más fuertes en el divorcio. Esto, unido a las ayudas a las familias, disminuyó de modo espectacular el número de niños abandonados en la URSS. Es decir, lo que tenemos aquí es la corrección de unas medidas ideológicas que al principio se veían como progresistas pero que la realidad histórica real vieron inviables en esa coyuntura histórica y por tanto tuvo que ser rectificada. No es que Stalin fuera un traidor respecto al ideal matrimonial planteado por los bolcheviques, es que Stalin fue más leninista que nadie al constatar que o fortalecía la familia soviética dotándola de seguridad institucional o el proceso revolucionario en la URSS corría grave peligro. No se trata por tanto, de ver si tal medida o cual es “de izquierdas” o “de derechas” como de referirnos al análisis concreto de la situación concreta para entender la racionalidad del proceso y aprender de lo ocurrido.
Por eso mismo Stalin y la experiencia soviética son cruciales para nosotros. No tanto para copiar fórmulas sino para aprender que no basta con tener en la cabeza sublimes y luminosas ideas que llevar luego a cabo sino aprender y argumentar desde el análisis concreto de la situación concreta abandonando la visión del fantástico “progreso histórico” como si fuéramos profetas que conociéramos una visión clara del futuro. Marx es tolerable por los ideólogos burgueses pero Lenin y Stalin jamás podrán ser aceptados por la ideología burguesa oficial. Y esto porque Lenin se propuso hacer la Revolución y la llevó a cabo, así como Stalin y su gestión política fue la que llevó el socialismo a medio mundo. Stalin fue el leninista más ortodoxo siendo un heterodoxo marxista. Los enemigos del socialismo no se lo perdonarán nunca así como no perdonarán a Losurdo que haya desmontado muchos mitos con este magnifico libro.
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Publicado el 16/12/2011 por José Tomás Escalante.
Acusado de hegelianismo por Torrent, Doménico Losurdo habría incurrido en el error de mostrar la “necesidad” de Stalin.
Torrent capta, sin embargo, bastante bien el meollo ideológico del libro del comunista italiano: la crítica implacable de Losurdo al “mesianismo anarcoide” (pág. 133 del libro de DL), el “culto de la universalidad y de la utopía abstracta” (pág. 135) así como “el radicalismo y mesianismo anarcoide” (pág. 140), son arborescencias derivadas del “desatroso mito de una voluntad universal (…), de una democracia directa, una dirección colectiva que sin mediaciones ni obstáculos burocráticos se exprese directa e inmediatamente en las fábricas, en los lugares de trabajo, en los organismos políticos”. (pág.139). Stalin habría así corregido para Doménico Losurdo las derivaciones metafísicas de la tradición marxista.
Y es que la grandeza del libro de Doménico Losurdo es precisamente haber mostrado la conexión que existe entre el “Izquierdismo, enfermedad infantil del Comunismo” de Lenin y el ejercicio práctico de la política de Stalin. Desde nuestras coordenadas, puede afirmarse que lo que Lenin hizo en su opúsculo en la teoría, Stalin lo hizo en la práctica. Refutar los delirios de la desviación izquierdista. No es casualidad de Torrent saque a colación a toda la tropa izquierdista antibolchevique: Pannekoek, Korsch, Souvarine, Serge, Mattick, etc. Los filósofos soviéticos caracterizaron al izquierdismo como nihilismo, ¿por qué? Pues por la tendencia reiterada de la desviación izquierdista de negar la dialéctica histórica real, la necesidad de instituciones reales así como las conexiones objetivas de la Historia. Bajo la búsqueda de una metafísica democracia comunista es muy fácil ver el derecho soviético como la traición de una burocracia, pero no darse cuenta de que todo Estado necesita un ordenamiento jurídico para subsistir. Es muy fácil desde el democratismo universalista criticar la intervención de la URSS en otros países y verla como “imperialismo” en su sentido peyorativo. Ahora bien, todo país intenta, necesariamente conformar su entorno a su imagen y semejanza o cuanto menos, crear un entorno de países que no sean estratégicamente hostiles. Esto es geopolítica básica. Es muy fácil hablar desde la atalaya de la diversidad cultural y de la unidad metafísica del proletariado y acusar a Stalin de “rusificador”. Pero si lo que unen a los grupos no son institucions mentales sino reales, la unión de los ciudadanos soviéticos sólo podía hacerse bajo un idioma que comprendiera tanto un uzbeco como un lituano. Y este era el ruso ya de hecho. Stalin, al rusificar la URSS, consolidó su unidad y consolidó de hecho y no de palabra o sobre el papel, la unidad de la clase obrera soviética.
En definitiva, si el libro de Doménico Losurdo resulta tan potente es justo por lo que no le gusta a Jordi Torrent, por su inserción en la dialéctica de imperios que se estaba llevando a cabo en la Historia. Visto desde esa escala, es muy fácil ponerse ñoño y llorar por los muertos. Pero la política es realmente eso. El poder, como dijo Mao, está en el fúsil. Este realismo político “estalinista” es el que no gusta a tantos lectores incómodos de Losurdo en España o Italia. Porque acaso el quid de las leyendas negras, tanto la soviética como la española, no esté tanto en reiterar sus aspectos violentos y coercitivos sino en pensar de modo torticero y metafísico que esos aspectos violentos y coercitivos son anómalos al curso histórico y que aquellos que lo practican son, en cierta medida, humanos “deshumanizados”, malas personas ansiosas de poder. No existe tal cosa. Existe la dialéctica histórica que es a su vez dialéctica de Estados y dialéctica de clases. Si Doménico Losurdo se esfuerza en mostar que la violencia y las masacres están también presentes “en el otro bando” de la dialéctica histórica es precisamente para triturar la fantasia construida por el liberalismo de legitimar su actual hegemonia como producto de la paz. Igual le ocurre a los izquierdistas indefinidos de hoy día. Se han construido a su imagen y semejanza una retórica de la “izquierda pacífica” frente a la “derecha violenta e intolerante” que es completamente falsa. No ya porque no haya existido derecha violenta e intolerante, sino porque presupone ya que la violencia y la intolerancia deben ser barridas del arsenal teórico y práctico de las izquierdas. Frente a esto se levanta la voz de Lenin y su reivindicación del “sano odio proletario”. La grandeza de Stalin consistió en rectificar y triturar dialécticamente muchos de los postulados metafísicos del izquierdismo en la senda que ya trazó Lenin. Izquierda definida frente a izquierdismo nihilista indefinido. Realismo político frente “altermundismo” aliciesco y metafísico. Es lo que los izquierdistas de hoy día no son capaces de tolerarle ni a Losurdo ni a Stalin.
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Redoble lento por la muerte de Stalin de Rafael Alberti
I
Por encima del mar, sobre las cordilleras, a través de los valles, los bosques y los ríos, por sobre los oasis y arenales desérticos, por sobre los callados horizontes sin límites y las deshabitadas regiones de las nieves va pasando la voz, nos va llegando tristemente la voz que nos lo anuncia.
José Stalin ha muerto.
A través de las calles y las plazas de los grandes poblados, por los anchos caminos generales y perdidos senderos, por sobre las atónitas aldeas, asombradas campiñas, planicies solitarias, subterráneos corredores mineros, olvidadas islas y golpeados litorales desnudos va pasando la voz, nos va llegando tristemente la voz que nos lo anuncia.
José Stalin ha muerto.
Va cruzando las horas oscuras de la noche, la madrugada, el día, los extensos crepúsculos, todo lo austral y nórdico que comprende la tierra, y no hay razas, no hay pueblos, no hay rincones, no hay partículas mínimas del mundo en donde no penetre la voz que va llegando, la voz que tristemente nos lo anuncia.
José Stalin ha muerto.
II
(A dos voces)
1. Padre y maestro y camarada: quiero llorar, quiero cantar. Que el agua clara me ilumine, que tu alma clara me ilumine en esta noche en que te vas.
2. Se ha detenido un corazón. Se ha detenido un pensamiento. Un árbol grande se ha doblado. Un árbol grande se ha callado. Mas ya se escucha en el silencio.
1. Padre y maestro y camarada: solo parece que está el mar. Pero las olas se levantan, pero en las olas te levantas y riges ya en la inmensidad.
2. Cerró los ojos la firmeza, la hoja más limpia del acero. Sobre su tierra se ha dormido. Sobre la Tierra se ha dormido. Mas ya se yergue en el silencio.
1. Padre y maestro y camarada: vuela en lo oscuro un gavilán.
Pero en tu barca una paloma,
pero en tu mano una paloma
se abre a los cielos de la paz.
2. Callan los yunques y martillos.
el campo calla y calla el viento. Mudo su pueblo le da vela. Mudos sus pueblos le dan vela. Mas ya camina en el silencio.
1. Padre y maestro y camarada: fuertes nos dejas, Mariscal. como en las puntas de la estrella, como en las puntas de tu estrella arde en nosotros la unidad.
2. Vence el amor en este día. El odio ladra prisionero. La oscuridad cierra los brazos. La eternidad abre los brazos. Y escribe un nombre en el silencio.
III
No ha muerto Stalin. No has muerto. Que cada lágrima cante tu recuerdo. Que cada gemido cante tu recuerdo. Tu pueblo tiene tu forma, su voz tu viril acento.
No has muerto. Hablan por ti sus talleres, el hombre y la mujer nuevos. No has muerto.
Sus piedras llevan tu nombre, sus construcciones tu sueño. No has muerto.
No hay mares donde no habites, ríos donde no estés dentro. No has muerto.
Campos en donde tus manos abiertas no se hayan puesto. No has muerto.
Cielos por donde no cruce como un sol tu pensamiento. No has muerto.
No hay ciudad que no recuerde tu nombre cuando era fuego. No has muerto.
Laureles de Stalingrado siempre dirán que no has muerto. No has muerto.
Los niños en sus canciones te cantarán que no has muerto. Los niños pobres del mundo, que no has muerto.
Y en las cárceles de España y en sus más perdidos pueblos dirán que no has muerto.
Y los esclavos hundidos, los amarillos, los negros, los más olvidados tristes, los más rotos sin consuelo, dirán que no has muerto.
La Tierra toda girando, que no has muerto. Lenin, junto a ti dormido, también dirá que no has muerto. |
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"Losurdo pone de manifiesto que las prácticas de deportación o trabajos forzados denunciadas como “monstruosas” cuando se debían a los estalinistas, eran perfectamente aceptables para el Occidente liberal cuando éste las aplicaba a los pueblos colonizados. "
Nadie en el mundo occidental, ni siquiera los liberales consideran aceptable el trabajo forzado y la deportación del colonialismo.
“encontró una Rusia que trabajaba la tierra con arados de madera y la dejó propietaria de la pila atómica…"
¿Y para lograr esto era necesario utilizar trabajo forzado, tortura, hambre y genocidio? Creo que me quedo con la tierra con arados. |
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Cuando más de veinte millones de los mejores hijos de la URSS murieron cuando fueron al combate solamente contra hitler lo lógico era que esa mano de obra de los apátridas y delincuentes comunes fuera aprovechada para alimentar a los que peleaban y para que se ganaran su comida ....en momentos de verdadera hambruna .-
Solo en nuestro medio se vé que la gente buena y sin trabajo se acuesta con hambre mientras los peores delincuentes en las cárceles tienen asegurada su alimentación ...servicio médico y odontológico ...educación etc etc ... |
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Solo en nuestro medio se vé que la gente buena y sin trabajo se acuesta con hambre mientras los peores delincuentes en las cárceles tienen asegurada su alimentación ...servicio médico y odontológico ...educación etc etc ...
Todo ser humano tiene derecho a la alimentación, atención médica y educación, la "gente buena" es distinta según quién la mire, por ejemplo nosotros dos, y otorgarle derechos a algunos sí y a otros no es una clara violación de los derechos humanos que da lugar a todo tipo de abusos, como se registraron en el stalinismo. |
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De: Matilda |
Enviado: 15/01/2013 12:03 |
Qué curioso! Tanto los españoles como los estalinistas recurran a "leyendas negras" para intentar burdamente, ocultar genocidios.
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Hay que leer bien para entender que Losurdo se refiere es a la leyenda inventada contra Stalin por el imperio ... nikita ... gorvachov .... yelsin ...y demás troskos habidos y por haber ... y por ello la llamó leyenda negra ..
Dá risa gusaniento defendiendo los derechos humanos de alimentación vivienda salud trabajo etc a los que deben acceder todos los hombres por el solo hecho de serlo ... y ataca regímenes que si los hacen realidad y los protegen como los de Cuba y Venezuela ... Si en alguna parte se hicieron realidad fué en la URSS antes de llegar el trosko nikita al poder que culminó con los hampones aliados del imperio amigos del troskismo .-
Y que Stalin tenía que limpiar al nuevo estado de los trabajadores de lacras como los guardias blancos ... o los amigos de los Zares o del hitlerismo ... o de los enemigos manifiestos o encubiertos seguidores de trotski en el momento más crucial para la supervivencia del socialismo ... ello era de la naturaleza de la dictadura del proletariado para que no se llegara a lo que se llegó hacia 1990 .. |
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Dá risa gusaniento defendiendo los derechos humanos de alimentación vivienda salud trabajo etc a los que deben acceder todos los hombres por el solo hecho de serlo ... y ataca regímenes que si los hacen real |
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No todo el mundo tiene vivienda y trabajo en Cuba y Venezuela, y la alimentación y la vivienda dejan mucho que desear en muchas oportunidades, la calidad también cuenta para evaluar el nivel de vida de un país.
Además están restringidos derechos huma |
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Además están restringidos derechos humanos básicos como alimentación, justicia independiente, participación política, opinión y salida del país. |
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Dá risa gusaniento defendiendo los derechos humanos de alimentación vivienda salud trabajo etc a los que deben acceder todos los hombres por el solo hecho de serlo ... y ataca regímenes que si los hacen realidad ( hasta donde lo permiten hasta ahora ....el bloqueo en Cuba y las burguesías locales en los demás paises 9.- Atacando a Fidel y a Chavez ...a Evo ...y a Cristina él sabe que va con todo en favor de los yankis ....pero se hace el " pelotudo " y quiere posar como trosko haciendo parte de la izquierda "inmanente " que se dice la mejor ....la verdadera izquierda ....jajajajaja |
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Dá risa gusaniento defendiendo los derechos humanos de alimentación vivienda salud trabajo etc a los que deben acceder todos los hombres por el solo hecho de serlo ... y ataca regímenes que si los hacen realidad
El derecho a la vivienda y al trabajo no están asegurados para todos en Venezuela. La alimentación y la vivienda en Cuba dejan mucho que desear. |
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Dejan mucho que desear para minorías privilegiadas ? ....cuantas viviendas se construyeron en Venezuela y Cuba el año pasado y cuantas en los demás paises de américa latina ? Este , no hay duda está peor que cualquier gusano ... es todo un facho .- |
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Las viviendas en muchos casos son de pésima calidad en Cuba y la cantidad de comida que te da el estado es muy poca, se ha llegado a restringir la leche para los adultos y otorgar solo medio kilo de carne por semana. |
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Pero hagamos un repaso por la historia y veamos cual es la opinion de distintas figuras politicas del marxismo-leninismo sobre Trotsky y el trotskismo.
Lenin sobre Trotsky:
“¡Ese es Trotski. Siempre fiel a si mismo; se revuelve, estafa, posa a la izquierda y ayuda a la derecha”.
“A fines de 1903, Trotski era menchevique furioso, es decir, que de los iskristas se había pasado a los “economistas”… En 1904-1906 se aparta de los mencheviques y ocupa una posición vacilante, colaborando unas veces con Martinov (“economista”) y proclamando otras la “revolución permanente”, de un izquierdismo absurdo. En 1906 a 1907, se acerca a los bolcheviques y en la primavera de 1907 se declara partidario de Rosa Luxemburgo”. A continuación Lenin agrega:
“En la época de disgregación, después de largas vacilaciones `no fraccionalistas` se dirige nuevamente hacia la derecha, y en agosto de 1912 forma un bloque con los liquidadores. Ahora vuelve a apartarse de ellos, pero repitiendo, en el fondo, sus mismas ideuchas”.
Lenin tambien llamo a Trotsky traidor, canalla, Judas y un sinfin de epitetos en numerosas ocasiones. Las incontables denuncias de Lenin contra Trotsky son tantas que en 3 tomos no cabrian todas juntas. Solo en 1917 y durante un breve periodo de tiempo el trotskismo se camuflo entre el partido bolchevique dejando aparentemente las viejas discusiones con la esperanza de no desaparecer del mapa politico internacional.
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