CARACAS.— La gran capacidad movilizadora de las fuerzas bolivarianas no se pondrá a prueba hoy. Es un hecho. Su base descansa en el apoyo mayoritario de la población al chavismo.
Este miércoles no será sorpresa ver marchar a decenas de miles de venezolanos —venidos de todas partes— desde varios puntos de esta capital y confluir en el sector de Monte Piedad, en la populosa barriada 23 de Enero, al oeste de la ciudad.
Como la Gran Toma de Caracas se bautizó la manifestación revolucionaria. Tendrá como consigna «El pueblo más nunca será traicionado», en referencia al hecho histórico que dio nombre a esta parroquia: la rebelión cívico-militar que finiquitó el 23 de enero de 1958 la dictadura de Marcos Pérez Jiménez.
De aquella gesta surgió un movimiento esperanzador, pero pronto fue traicionado por el llamado Puntofijismo, un acuerdo entre los jefes de los partidos Acción Democrática (AD), COPEI y Unión Republicana Democrática (URD) para reforzar el poder de la burguesía local y los Estados Unidos.
La marcha de hoy fue convocada por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y los partidos aliados, aglutinados en el Gran Polo Patriótico (GPP), así como por organizaciones sociales y trabajadores y movimientos juveniles liderados por la Juventud del PSUV.
Entre los objetivos de la manifestación está el apoyo y solidaridad con el presidente Hugo Chávez, su gabinete ejecutivo y los diferentes poderes de la nación. También, con la Revolución Bolivariana y su programa socialista.
Se planificó como una respuesta al llamado que semanas atrás hizo la ultraderecha para desplazar a sus seguidores hacia el centro de Caracas este día. Ante los fracasos acumulados en los últimos meses, incluso en el plano internacional, la reacción dio marcha atrás a la convocatoria y ahora solo se concentrará en el Parque Miranda, en el Este de la capital.
Oposición: dividida pero peligrosa
La derecha venezolana, agrupada en la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD), planea en la concentración de hoy relanzarse como propuesta política.
Según voceros de la oposición, entre ellos Tomás Guanipa, secretario nacional de Primero Justicia, presentarán una redefinición en sus estructuras y en sus estrategias.
También se informó que al frente de la agrupación se mantendrá Ramón Guillermo Aveledo, como secretario ejecutivo.
En la congregación en el Parque del Este anunciarán, señaló Guanipa, acciones de calle a emprender en los próximos días.
«Daremos a conocer al país una comunicación para presentar lo que son nuestras propuestas frente a la crisis que estamos viviendo. Las acciones que vamos a hacer. Es un relanzamiento de la unidad hacia la calle que replicará acciones en todos los estados», expuso.
Vapuleada y dividida, tanto por la acumulación de fracasos como por las diferencias internas, la MUD está casi cogida con alfileres. No obstante, mantiene un alto poder de convocatoria entre algunos sectores de la clase media y las altas.
Es presumible que la concentración de hoy sea bastante nutrida, pues esa zona es la más adinerada y antichavista del país; además, traerán militantes de otros estados.
La derecha venezolana tiene capacidad de resiliencia y potencial para rearticularse. Domina la mayoría de los medios de comunicación. Y detrás de ella están los centros del poder hegemónico mundial. Es decir, no es un adversario menor.
Hoy habrá un día histórico en Venezuela. Seremos testigos de otra pulseada entre la Revolución y la contrarrevolución local y mundial. Las fuerzas populares mostrarán de nuevo su hegemonía. Pero eso no quiere decir que es tiempo para regodearse. Nuevos desafíos están a la vista.