Para ellos, la guerra con Argentina es una posibilidad muy real y quieren asegurarse el apoyo de París a cambio de la ayuda logística para el conflicto de
Mali que Londres le proporciona en la actualidad.
El parlamentario David Crausby aseguró que el apoyo militar francés y el aumento de los gastos en el sector militar británico son los únicos modos de enfrentarse a una posible ofensiva argentina en las islas. Esta declaración se suma al categórico rechazo del primer ministro, David Cameron, de la solicitud de la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, de iniciar una mesa de diálogo respecto a la soberanía de las
Malvinas.
Francisco Pestanha, presidente del Instituto de Estudios Estratégicos Malvinas, destacó la militarización de la zona por parte de los británicos y afirmó que es precisamente el Reino Unido el que representa una amenaza bélica en esta situación: “La conducta de los ingleses tiene que ver con su deseo de estar en una posición de fuerza, mientras que solo ellos son los que representan una amenaza militar para Sudamérica”.
Por su parte, Argentina ha recalcado en todas sus peticiones que busca un diálogo pacífico descartando cualquier tipo de un conflicto militar.
El Gobierno de las islas Malvinas ha decidido que el 11 y el 12 de marzo de este año los habitantes del archipiélago
determinarán si quieren continuar bajo la administración británica, una iniciativa que Argentina rechaza. Decidieron realizar el referendo durante dos días para "dar a todos la máxima oportunidad de ejercer su derecho al voto", cuyo resultado demostrará "de manera clara, democrática e incontestable la forma en que la gente de las islas Malvinas desea vivir sus vidas", informan las autoridades locales en un comunicado.