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General: La gran locomotora china, ante un decisivo cruce de caminos
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From: Ruben1919  (Original message) Sent: 23/02/2013 19:30

La gran locomotora china, ante un decisivo cruce de caminos

  • Su economía superará a la de EE UU en 10 años y ha alcanzado ya a la de la zona euro, pero empieza a dar signos de agotamiento.
  • Los nuevos líderes que saldrán del XVIII Congreso del PCCh tienen ante sí los retos de profundizar en las reformas y responder al creciente descontento social.
  • Un análisis DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades) al momento clave del gigante asiático.
  • Diez preguntas y respuestas sobre el XVIII Congreso del PCCh.
  • La economía china se ralentiza
  • MIGUEL MÁIQUEZ. 11.11.2012 - 19:05h

Apenas tres años después de la celebración del 60 aniversario de la fundación de la república comunista, y con alrededor de tres décadas ya de progresiva apertura económica a sus espaldas, China ha llegado a un cruce de caminos, tanto económico como político.

El país se encuentra actualmente al final de un periodo dorado en el que ha logrado consolidarse definitivamente como superpotencia -tanto económica como diplomática, e incluso aeroespacial y deportiva-, y sigue gozando de una salud que para sí la quisieran las maltrechas economías europeas. Según un informe de la OCDE dado a conocer esta misma semana, la economía china va a superar a la de la zona euro en 2012, y a la de Estados Unidos en menos de una década.

El estancamiento
a la hora de poner
en marcha nuevas medidas de reactivación ha empezado a traducirse en una ralentización del crecimiento
No obstante, el arrastre de la crisis mundial y el estancamiento a la hora de poner en marcha nuevas medidas de reactivación han empezado a traducirse en una ralentización del crecimiento y en preocupación por el futuro. Son los fantasmas a los que tendrá que enfrentarse la nueva cúpula gobernante que salga del crucial XVIII Congreso del Partido Comunista Chino, iniciado en Pekín el pasado jueves. Salvo improbables sorpresas, la cabeza del régimen estará ocupada por el actual vicepresidente Xi Jinping como nuevo presidente del país y secretario general del partido, en sustitución de Hu Jintao, y por el actual viceprimer ministro Li Keqiang como nuevo primer ministro, en sustitución de Wen Jiabao.

El XVIII Congreso del PCCh tiene ante sí el doble reto de devolver legitimidad a los líderes tras los últimos casos de corrupción, y de comenzar a despejar la incertidumbre existente sobre el rumbo que tomarán las reformas, en el marco del peculiar "capitalismo estatal" chino. Todo ello, con una agenda bien cargada de otros temas a los que también habrá que dar respuesta en los próximos años, y que abarcan desde el problema del Tibet hasta la tensión con Japón, pasando por el descontento de un sector cada vez mayor de la población (China vive la gran contradicción de ser un país de renta media baja, a pesar de su condición de segunda potencia mundial), las denuncias sobre derechos humanos o las demandas de apertura política.

Dado que ningún gobierno occidental parece dispuesto a anteponer los aspectos políticos a los económicos cuando se trata de China, y que, a diferencia de lo que se exige a otros países, la ausencia de libertades no es un obstáculo para el comercio con el país asiático, de la buena salud de la economía china depende en buena parte que los demás podamos ver algo de luz al final del túnel de la crisis: La inversión exterior china en Europa se triplicó entre 2009 y 2010, pasando de los 780.000 millones de euros de promedio de los años 2004 a 2008 a 2,3 billones de euros, y se volvió a triplicar en el año 2011, cuando superó los 7,5 billones de euros. España recibió 144 millones de euros de inversión directa entre 2000 y 2011 y, aunque todavía está lejos de alcanzar las cifras de sus vecinos europeos, se sitúa entre los primeros países objetivo de las inversiones chinas.

DEBILIDADES

Frenazo

China ha visto decrecer recientemente sus exportaciones (en agosto aumentaron un 2,7%, un dato superior a julio pero inferior al esperado) hasta un punto que no se veía desde hace tres años, según reconoció en septiembre la Administración General de Aduanas del país. La caída de las ventas al exterior, lastrada por la crisis estadounidense y de la eurozona, es especialmente grave en un país que depende de sus exportaciones para mantener sus altas tasas de crecimiento, y que necesita crecer al menos un 7% anual para poder sacar de la pobreza a millones de personas. El objetivo de crecimiento para este año es de un 7,5%, medio punto porcentual menos que el año anterior.

Parálisis

Al inicio de la crisis económica mundial, el Gobierno chino adoptó una batería de medidas para evitar el contagio, valoradas en unos 585.000 millones de dólares. Actualmente, sin embargo, y según el análisis de expertos internacionales, el régimen parece demasiado ocupado con la transición política y el recambio de sus líderes, y poco dispuesto a emprender nuevas iniciativas para evitar que la crisis acabe golpeando de lleno al país.

El pasado verano, y según informó The New York Times, el Gobierno saliente intentó corregir la desaceleración de la economía mediante la flexibilización de los préstamos bancarios, el aumento de las jubilaciones y la oferta de exenciones impositivas a la pequeña empresa, pero la falta de consenso entre los líderes económicos del Ejecutivo acabó desactivando una respuesta más contundente.

Debate

Esta falta de consenso gira en torno a un debate fundamental en el seno del Gobierno sobre cómo garantizar la continuidad del crecimiento. Según explica Xulio Ríos, director del Observatorio de la Política China, "algunos consideran que la senda del crecimiento se garantiza mucho mejor reservando para el Estado el control de los principales sectores estratégicos, mientras que otros opinan lo contrario, que hay que dejar entrar en esos sectores a la inversión privada".

En este sentido, analistas que ven en una mayor inmersión en el sistema capitalista la solución a los problemas económicos de China, recuerdan que uno de los compromisos de Pekín al entrar a la Organización Mundial del Comercio, en 2001, fue permitir el capital privado en la banca, pero que once años después los bancos extranjeros aún encuentran dificultades para establecerse en el mercado financiero de mayor crecimiento en el mundo. Del mismo modo, las empresas privadas encuentran grandes dificultades para acceder a créditos, que en cambio son concedidos a las firmas estatales a tasas preferenciales.

Desigualdad

Uno de los efectos más nocivos de los cambios acontecidos en China en los últimos años es el avance de las desigualdades entre la población, tanto en el ámbito urbano como entre la ciudad y el mundo rural, desigualdades que, según señala Xulio Ríos, alcanzan ya uno de los niveles más elevados del mundo. Ríos indica que, a pesar de la mejora en los ingresos de la población y de la mayor inversión pública en bienestar, las desigualdades han seguido creciendo y suponen, junto con la corrupción, una de las principales causas de la pérdida de credibilidad del PCCh.

Corrupción

La imagen del Partido Comunista Chino se ha visto seriamente dañada en los últimos tiempos por casos de corrupción y por informes que, aunque no han denunciado comportamientos delictivos, sí han revelado las grandes sumas de dinero que han amasado algunos parientes de dirigentes del PCCh. Bloomberg News, por ejemplo, calcula que los familiares de Xi Jinping, el previsible nuevo líder del partido, poseían en junio más de 370 millones de dólares en bienes, y The New York Times informaba de que la familia extendida del actual primer ministro, Wen Jiabao, tiene bajo su control activos por valor de más de 2.500 millones de dólares.

El caso más sonado, no obstante, ha sido el del líder local Bo Xilai, exjefe del PCCh en Chongqing (centro del país) y uno de los políticos que gozaba de una mayor proyección en China. Bo fue destituido y expulsado del partido a finales de septiembre, al pender sobre él una posible acusación de corrupción, abuso de poder y "relaciones inapropiadas" con mujeres, según informó la agencia oficial, Xinhua. Su destitución se produjo poco después de que su antiguo "número dos", Wang Lijun, fuese condenado a 15 años de prisión. Wang había desatado el mayor escándalo de la política china en décadas cuando, el pasado febrero, intentó refugiarse en el Consulado de EE UU de Chengdu, desde donde denunció la mala praxis de Bo y vinculó a su esposa, Gu Kailai, con el homicidio del británico Neil Heywood el pasado noviembre.

AMENAZAS

Precariedad

El llamado "milagro económico" chino de estos últimos años tiene un lado oscuro que puede convertirse en una auténtica bomba de relojería: Una de las principales bases del salto económico son los más de 200 millones de emigrantes que han abandonado el campo para buscar trabajo en la ciudad, atraídos por las nuevas oportunidades laborales. A finales del año pasado los habitantes de las ciudades superaron por primera vez a los del campo, lo que supone un punto de inflexión en un país eminentemente rural durante sus cuatro milenios de historia.

El problema es que los emigrantes, que constituyen actualmente la tercera parte de la población en edad laboral (de 15 a 64 años), carecen de pleno acceso a la educación o incluso a la sanidad, y que muchos trabajan en condiciones totalmente precarias, como lo demuestran, por ejemplo, los cientos de muertos anuales en el sector minero. La agitación social crece, y enfrentamientos como los ocurridos el pasado mes de septiembre en la fábrica Foxconn, principal proveedora de Apple, empiezan a ser significativos.

Clase media

La otra gran fuente de descontento social proviene de una clase media que, aunque tímidamente aún, cada vez reclama una mayor representatividad en la toma de decisiones, al tiempo que aumenta su frustración ante un crecimiento macroeconómico de cuyos beneficios no parece estar disfrutando. Se trata, además, de un sector de la población que, pese a los esfuerzos censores del Gobierno (especialmente en Internet), está cada vez más informado y tolera cada vez menos las contradicciones y los escándalos que afectan a algunos líderes del régimen.

Paro

China ha logrado mantener estables los índices de desempleo pese a la ralentización económica, pero ahora se enfrenta al desafío de generar decenas de millones de nuevos puestos de trabajo en los próximos años, sobre todo en sectores alejados de la agricultura que proporcionen un mayor valor añadido a su economía.

Según la Oficina Nacional de Estadísticas china, el desempleo urbano se situó en una tasa inferior al 4,3% en los últimos cinco años (un 4,1% a finales de 2011), una cifra que está dentro de las previsiones de las autoridades. Sin embargo, este dato deja fuera las áreas rurales, que en caso de contabilizarse supondrían un aumento de la tasa de hasta 2,5 puntos porcentuales adicionales (llegaría al 6,5 % en 2011), según un informe de la Economist Intelligence Unit (EIU).

El paro se ha mantenido bajo control hasta ahora, gracias no solo al rápido crecimiento de la economía, sino también a la mencionada alta predisposición de los trabajadores a emigrar. Según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), actualmente China cuenta con unos 150 millones de trabajadores dispuestos a emigrar a cambio de un salario ligeramente superior, lo que supone una oferta de trabajo abundante y barata que ha sido una de las claves del desarrollo económico. Sin embargo, el mismo FMI prevé que esta cifra se reducirá hasta los 30 millones en 2020, debido a que esta predisposición es cada vez menor, y a que los incrementos de salario registrados durante los últimos tres años, de más de un 10% anual de media, "están enriqueciendo" a la población.

Burbuja

El éxodo rural y el fuerte programa de inversión del Gobierno chino también han provocado que la construcción en el país se haya disparado en la última década. Tanto, que desde hace varios años se habla de una burbuja inmobiliaria en el país: "Hay un cierto peligro por ella, pero la están 'pinchando' desde el Gobierno tomando medidas", asegura Marcelo Muñoz, decano de los empresarios españoles en China.

FORTALEZAS

Un buen punto de partida

Con un crecimiento económico que se ha mantenido durante años en el 10% anual, China se ha convertido ya en el primer exportador e importador del planeta y en la nación con mayores reservas a nivel mundial. Según la OCDE, la economía china va a superar en este mismo 2012 a la de la zona euro, y sobrepasará a Estados Unidos dentro de seis u ocho años.

Además, la OCDE prevé que China septuplicará su nivel de vida, de forma que mientras su PIB por habitante era el 16,6% del de EE UU -tomado como referencia- el pasado año, en 2060 pasará a ser el 59,3%.

Signos de estabilización

Las inversiones chinas en infraestructuras se han acelerado y la producción industrial crece al mayor ritmo de los últimos cinco meses (un 9,6% interanual en octubre). El superávit comercial llegó en octubre al valor más alto en 45 meses, y las exportaciones al más alto en cinco meses (un 11% más). Son datos que pueden restar urgencia a nuevas medidas de impulso económico.

Según indicó Zhang Ping, director de la Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo, en declaraciones recogidas por la agencia Reuters, "los signos de estabilización de la economía se han hecho más evidentes en octubre. Estamos totalmente seguros de que podemos lograr el objetivo de crecimiento para este año. En otras palabras, vamos a lograr un crecimiento por encima del 7,5%". Zhang añadió, no obstante, que "no hay que ser complacientes, porque el proceso de estabilización no es lo suficientemente firme".

Logros

Durante la administración de Hu Jintao, China ha reequilibrado las inversiones hacia las provincias más pobres del interior, destinando a estos territorios recursos muy elevados. También se ha puesto en marcha un sistema de jubilaciones, de prestaciones por desempleo y de seguro sanitario, que incluye por primera a los campesinos. En el exterior, China ha potenciado el alcance de sus empresas e inversiones por todo el planeta.

OPORTUNIDADES

Más consumo interno

La caída de las ventas al exterior ha generado que desde hace un tiempo el Gobierno chino se replantee su dependencia de las exportaciones y apueste por estimular el consumo interno del país. Así, y en previsión de que las ventas al exterior pudieran ir a peor, el Gobierno chino puso en marcha hace tiempo un programa de reducción de las desigualdades internas, con planes de expansión interna de la economía para contrarrestar el estancamiento de la demanda europea y estadounidense. El incremento del consumo interno podría aliviar asimismo la dependencia de la producción manufacturera y ayudar a encaminar la economía hacia las industrias de servicios.

Menos sector agrícola

Con respecto a la amenaza del desempleo, el principal cambio en la economía de la potencia asiática durante las próximas décadas pasa por reducir los 300 millones de trabajadores del sector agrícola, una actividad que aporta menos del 10% del Producto Interior Bruto (PIB), pero que aún aglutina al 37% de los empleados del país, según datos oficiales de la Oficina Nacional de Estadística. Ello supondría la generación de unos 200 millones de puestos de trabajo durante las próximas décadas en sectores como la industria o los servicios (que generan más valor añadido), y lograr que solo entre el 5 % y el 10 % de los trabajadores sean agrícolas, como ocurre en las economías desarrolladas, según indica Capital Economics en un informe reciente.

Medidas adoptadas

China ha puesto ya en marcha en los últimos meses una serie de medidas, como el recorte de los tipos de interés o nuevas inversiones en infraestructuras —desembolsará 800.000 millones de yuanes (97.000 millones de euros) en proyectos de nuevas líneas de metro y tren—, que sumadas a otras como el recorte de impuestos o políticas para alentar las inversiones del sector privado, pueden ayudar, según aseguró en septiembre el primer ministro chino, Wen Jiabao, a estabilizar la economía del país y cumplir con los objetivos planteados para este año.

Medidas para el futuro

En su discurso inaugural del XVIII Congreso del PCCh, Hu Jintao enunció varias de las reformas que deberían ser tomadas, entre ellas, y además de la mencionada incentivación del consumo interno, duplicar el PBI e implementar reformas políticas para una gradual apertura en la toma de decisiones. La nueva cúpula será la encargada de aplicar los proyectos de reforma que se aprueben en el cónclave.

Diez preguntas y respuestas sobre el XVIII Congreso del PCCh

1. ¿Cada cuánto tiempo se celebran los congresos del PCCh?

Cada cinco años.

2. ¿Para qué sirven?

Principalmente, para anunciar las políticas del partido y, cada diez años (como ahora), para dar a conocer los nuevos líderes. La mayor parte de las medidas se deciden antes del principio del congreso.

3. ¿Cuántos delegados participan?

En el actual, un total de 2.270, procedentes de todo el país.

4. ¿Cuánto duran?

No hay un calendario fijo, pero, normalmente, en torno a una semana. El actual se espera que sea clausurado el 14 de noviembre.

5. ¿Son públicos?

Los discursos, sí, pero las conversaciones son a puerta cerrada.

6. ¿Qué se aprobará en el XVIII Congreso?

Se modificará la constitución del PCCh, lo que podría traer leves cambios ideológicos a la formación que gobierna en solitario China desde hace 63 años, y al término de los siete días de reuniones se anunciará un nuevo Comité Central, de 200 miembros (más 170 alternativos). Al día siguiente de la clausura del Congreso, el 15 de noviembre, en la primera reunión del Comité Central se decidirá la composición del Politburó (de 25 miembros) y del Comité Permanente (actualmente de nueve, aunque se espera que se reduzca a siete), los verdaderos núcleos de poder del Partido y del país.

7. ¿Quiénes serán los nuevos líderes?

A falta de la aprobación oficial, el actual vicepresidente, Xi Jinping, será el nuevo presidente del país y secretario general del partido, y el actual viceprimer ministro, Li Keqiang, será el nuevo primer ministro.

8. ¿Quién es Xi Jinping?

Nació en Pekín en 1953 y estudió ingeniería química en la Universidad de Tsinghua antes de vincularse al Partido Comunista en 1974. Trabajó en las provincias de Hebei, Fujian y Zheijang, y en 2007 fue nombrado jefe del partido en Shanghai, con la tarea de solucionar un escándalo de corrupción. Sus vínculos con el ejército y su apoyo a las industrias estatales indican que tiene un talante conservador. Está casado con Peng Liyuan, una famosa cantante de música folclórica.

9. ¿Queda alguna incógnita?

Con Xi Jinping ya asegurado desde hace tiempo como próximo líder del PCCh, la verdadera incógnita del XVIII Congreso es si el presidente Hu Jintao le entregará también su actual jefatura del Ejército o si la retendrá durante unos años, como hizo su antecesor, Jiang Zemin.

10. ¿Cómo es el sistema político chino?

El Estado chino es una "república socialista unitaria y multinacional". Su sistema de gobierno es la "democracia popular", basada en un régimen de partido único inspirado en el marxismo-leninismo y, especialmente, en el maoísmo. Se rige por la Constitución de 1982, la cuarta desde la revolución comunista de 1949, enmendada en 1988, 1993, 1999 y 2004. El poder legislativo está en manos de la Asamblea Nacional Popular (ANP), cuyos miembros son elegidos indirectamente para un periodo de cinco años. La ANP designa al Comité Permanente, que es su órgano de gobierno. El poder ejecutivo lo ostenta el Consejo de Asuntos de Estado, con un primer ministro a la cabeza. Pero el poder real lo ejerce el Comité Permanente del Partido Comunista de China, único partido permitido, y cuyo secretario general es Hu Jintao desde el XVI Congreso, celebrado en noviembre de 2002.

Con información de Sara Ríos



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Reply  Message 2 of 6 on the subject 
From: Ruben1919 Sent: 23/02/2013 22:52
Sabado 23 de Febrero, 2013
 
 
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  • Xi Jinping: China unge al enigmático “principe rojo” a la cima de la próxima mayor potencia mundial

    Xi Jinping va a gobernar China hasta 2022 pero la personalidad de este cuadro del partido que ha ido subiendo a la sombra de su predecesor, Hu Jintao, y que será el primer dirigente nacido después de la fundación del régimen comunista fundado por Mao en 1949 sigue siendo un enigma.

    Viernes 16 de noviembre de 2012 | 02:31

    Xi Jinping

    Xi Jinping es hijo de un “héroe revolucionario” y, por lo tanto, uno de los “príncipes rojos”, la aristocracia que gobierna China, un país convertido en la segunda potencia mundial.

    Más bien robusto y de rostro mofletudo, con el cabello negro separado por una raya impecable, Xi Jinping debe ser consagrado al término del congreso del PCC, el 15 de noviembre, un acontecimiento que será transmitido en vivo por televisión para los 1.300 millones de chinos.

    Xi, 59 años, es probable que se mantenga por diez años como secretario general del PCC que va a heredar, como ya ocurrió con Hu Jintao, a quien también sucederá en el cargo de presidente de la República Popular China en marzo.

    Diez años, es también la diferencia de edad entre ambos líderes: demasiado poco para representar a una generación, pero tal vez lo suficiente para hablar de una “sangre nueva”, capaz de afrontar los retos de una China en plena mutación.

    En el extranjero, los nuevos líderes chinos son vistos como presuntos reformadores cuando asumen la función. Fue el caso de Hu Jintao, quien presidió un formidable auge económico, pero también un pesado inmovilismo político. Este podría ser también el caso de Xi.

    El primero es conocido por su aire austero, por la rigidez de sus gestos, casi “robóticos”, según algunos. Xi Jinping sería más afable, sería hasta jovial y se le ve más relajado en la televisión.

    Más allá de la fachada, sin embargo, el hombre sigue siendo básicamente un enigma.

    Algunos expertos lo consideran un conservador sin carisma que no cambiará para nada el rumbo actual. Otros, más numerosos, admiten que no disponen de muchos indicios de cómo va a gobernar.

    Su esposa, Peng Liyuan, una famosa cantante que tiene el rango de general del ejército, es más popular que él en China, y la pareja tiene una hija que estudiaría en Estados Unidos, en la Universidad de Harvard, bajo un nombre falso.

    El secreto que rodea a su familia, al igual que la de todos los líderes chinos, fue socavado en junio por una investigación de la agencia Bloomberg, que reveló que los allegados a Xi tenían una fortuna acumulada de varios cientos de millones de dólares. Una investigación que fue de inmediato censurada en China.

    En 2009 sorprendió a todos, durante un viaje a México, al referirse con tono mordaz a “los extranjeros que, con el estómago lleno, no tienen nada mejor que hacer que señalar con el dedo” a China.

    Según un telegrama revelado por WikiLeaks, Xi confió a diplomáticos estadounidenses que le gustaban las películas de guerra de Hollywood. “Salvar al soldado Ryan”, de Steven Spielberg, sería su favorita.

    Su padre, Xi Zhongxun, fue uno de los fundadores de las guerrillas comunistas en el norte de China. Víctima, como tantos otros, de la Revolución Cultural de Mao (1966-1976), fue rehabilitado en los años 80 con el retorno al poder de Deng Xiaoping.

    Como millones de escolares y estudiantes universitarios, incluidos los ex “guardias rojos” de la Revolución Cultural, Xi Jinping fue enviado a los 15 años al campo, a Shaanxi (norte), para ser “reeducado” por los campesinos. Fue allí que fue admitido en las filas del Partido, en 1974.

    Seguirá siendo “campesino” hasta 1975, año en que fue admitido en la prestigiosa Universidad de Tsinghua, en Pekín, donde también estudió Hu, y donde se graduó en ingeniería química.

    Lo que siguió fue la carrera clásica de un cuadro comunista, que sin llamar la atención y evitando los peligros, se vale de alianzas diversas para acceder a funciones cada vez más importantes: gobernador de Fujian en 2000, jefe del Partido en Zhejiang en 2002, dos provincias costeras que están entre las más destacadas del “milagro económico” chino.

    En 2007 fue llamado por Hu Jintao para que ponga orden en la ciudad de Shanghai, donde el líder del Partido, Chen Liangyu, a quien sustituyó, fue barrido por un vasto escándalo de corrupción.

    En octubre de 2007, durante el 17mo Congreso del PCC, entró en el Comité Permanente del Buró Político, en el “centro de poder”, luego que Hu Jintao y su antecesor, Jiang Zemin, se pusieran de acuerdo al respecto.

    Tras ser el sexto de los nueve miembros del Comité Permanente, en marzo de 2008 es promovido a vicepresidente del Estado chino, y, en octubre de 2010, a vicepresidente de la poderosa Comisión Militar del PCC, una promoción que lo confirma como heredero de Hu Jintao.

    En septiembre pasado, él mismo aumentó el misterio al desaparecer sin explicaciones durante doce días, los que provocó una ola de especulaciones sobre su salud.


    Reply  Message 3 of 6 on the subject 
    From: Ruben1919 Sent: 23/02/2013 22:55
    Qué significa ser primera potencia mundial :
     
    era potencia mundial
    De Wikipedia, la enciclopedia libre
     

    Se denomina primera potencia mundial a aquel país que ostenta el primer lugar en cuanto a riqueza económica, militar y desarrollo tecnológico. Actualmente se considera que la primera potencia mundial son los Estados Unidos de América, aunque se sospecha que China, podría sobrepasarlo en un futuro no muy distante, tras ver los recientes avances en su economía; proceso que ha sido favorecido por la crisis económica iniciada en 2008 que aún afecta a los Estados Unidos y a otras economías relacionadas con los EE.UU.

    Índice

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    [editar] Potencias mundiales anteriores

    [editar] Edad Antigua

    Batalla de Issos entre Alejandro Magno y Darío III. El imperio persa y el imperio macedonio se enfrentarían en una de las primeras guerras entre grandes imperios de la historia.

    Egipto y Mesopotamia fueron las primeras potencias conocidas en el mundo. Ambas civilizaciones se disputaron durante siglos el dominio sobre el Cercano Oriente (principalmente el territorio de Palestina por ser un paso natural entre África y Asia), junto a miles de pequeños pueblos que vivían en las costas, llamados "Los Pueblos del Mar".

    Asiria y Egipto fueron las potencias beligerantes durante los siglos XII al V A.C. Mientras los asirios se hacían con el control del Mediterráneo Oriental y Mesopotamia; Egipto luchaba contra el poderoso Imperio Hitita para dominar las regiones de Siria y Palestina. A la caída del Imperio Hitita, Egipto reanudo su lucha contra Asiria en su intento por dominar el Mediterráneo y Cercano Oriente, contando con el apoyo de muchos pueblos palestinos (entre ellos, los reinos de Israel y Juda). No obstante, Egipto acabó sometido producto de la decadencia que se vivía al interior del Imperio. Asiria logro consolidar su supremacía en el Cercano Oriente pero por poco tiempo, pues también vivía una etapa de clara decadencia. El Imperio Neobabilonico suplanto al Imperio Asirio y domino Egipto y Mesopotamia hasta el sur de Anatolia (Turquía) y los Montes Zagros. No obstante, este imperio se derrumbo ante el incontenible paso de medos y aquemenidas, que conquistaron Babilonia y fundaron el primer Imperio Universal de la Historia: el Imperio persa.

    El Imperio persa dominó por 200 años al Cercano Oriente, desde el río Indo hasta el Sudán. Pero más tarde, este imperio también se derrumbo por causa de la impetuosa llegada de los ejércitos de Alejandro Magno, que unificando los Imperios Persa y la Grecia Posclásica, dio origen al Imperio Helénico, que se fragmento a la muerte de Alejandro Magno, dando origen a cuatro grandes reinos: Egipto, Siria, Macedonia y Bactriana.

    Bajo el Imperio Romano se alcanzó un nivel tecnológico que luego se tardaría siglos en recuperar; la imagen muestra el Coliseo de Roma, símbolo de poder.

    Dichos reinos helénicos trataron de hacerse con el poder en el Cercano Oriente (como Siria y Egipto en su lucha por controlar la Palestina) y crear un Nuevo Imperio Helénico. No obstante, sus ambiciones se vieron truncadas cuando Roma (en el Centro de Italia), se fue apropiando del Mediterráneo y sometiendo a los pueblos de su alrededor, formando un inmenso imperio que a la muerte de Octavio Augusto (14 D.C.) abarcaba Europa Occidental (hasta Inglaterra) y del Sur (hasta la Península Ibérica), África del Norte (hasta Sudan) y Palestina.

    Roma paso a ser la mayor potencia del mundo conocido, desbancando a Egipto en la producción de cereales y Mesopotamia en las rutas comerciales; a Cartago como potencia marítima del Mediterráneo y Grecia como centro literario y filosófico de la época. Con Trajano y Adriano, Roma se extendió hasta el Caucaso y el Mar Caspio, llegando también hasta Kuwait en el Golfo Pérsico. La base del poderío romano, igual que los antiguos imperios asirio y egipcio, descansaba en la fortaleza de su ejército, la producción y diversidad económica, su avanzada tecnología y una burocracia centralizada y estable. El Imperio romano llegó a comercializar con la lejana China e India, a construir inmensos monumentos y acueductos, ciudades fortificadas y murallas impenetrables; a someter pueblos y dominar la economía del Mediterráneo y de las civilizaciones de su entorno, a construir carreteras y caminos que enlazaban la capital romana con todos los pueblos y ciudades del Mediterráneo.

    Pero la grandeza del Imperio romano no duro mucho tiempo. El ascenso de Cómodo (180-192 D.C.) marco el fin de la etapa de orden y prosperidad y el inicio de "Las Crisis del Imperio romano".

    En el siglo III D.C. se hizo evidente el derrumbe de la autoridad imperial y la decadencia del Imperio. Fueron años de anarquía, opresión, estancamiento de las actividades económicas y revueltas militares y campesinas. El debilitamiento progresivo del Imperio alentó a los pueblos bárbaros a invadir los territorios de Roma. En el siglo IV, el avance se hizo incontenible y muchos de ellos terminaron por desmembrar el Imperio romano.

    En 395 D.C. a la muerte de Teodosio, se divide definitivamente el Imperio romano: a Honorio le corresponde el Imperio romano de occidente, con capital en Milán y Roma; mientras que a su hijo Arcadio le correspondía el Imperio romano de oriente con capital en Constantinopla. A diferencia del Imperio Romano de Occidente, que estaba hundido en una profunda decadencia, el Imperio de Oriente tenía prosperidad económica y no había sufrido invasiones dado que paga tributos a los pueblos bárbaros, alejándolos de sus fronteras.

    Odoacro, jefe de los herulos (pueblo bárbaro) arraso Roma en el 476, destrono al emperador Romulo Augustulo y puso fin al Imperio Romano en el 476. El Imperio de Oriente sobreviviría 10 siglos más, pero sin características romanas.

    [editar] Edad Media

    Gracias a un ejército disciplinado y novedoso en su época, el imperio mongol se hizo con gran parte del continente asiático, constituyendo hasta hoy el imperio más grande conocido.
    La Mezquita de Córdoba es una de las mayores muestras de la capacidad tecnológica árabe.
    En la Alta Edad Media los árabes se extendían desde Portugal hasta la India, convirtiéndose en la primera potencia mundial, y manteniéndose en la cumbre tecnológica durante muchos siglos.

    Con la Caída del Imperio Romano desapareció la unidad de civilización que durante siglos impusieron los romanos en el mundo Mediterráneo. En cada región del antiguo Imperio surgió un reino germánico independiente.

    En el siglo V, el Imperio Romano de Oriente fue dejando de ser la continuación del poderoso Estado de la antigüedad. Se convirtió en un imperio griego y oriental. La producción económica se desarrolló en regiones no afectadas por las invasiones, los reinos germánicos tuvieron necesidad de comprar infinidad de productos al Imperio Bizantino y se suavizaron las leyes que hacían hereditarias las profesiones. Con Justiniano se inició la etapa de esplendor del Imperio Bizantino, el cuál recuperó Italia, la península ibérica y el Norte de África. Durante años, el mar Mediterráneo quedó bajo el poder de Bizancio. Sin embargo, los enormes gastos del reinado de Justiniano dejaron en muy mal estado las finanzas del país, que perdería gran parte de sus territorios a principios del siglo VII, y entraría en una grave crisis que se alargaría durante varios siglos.

    En el siglo III, en Persia se había formado el Imperio Sasánida, que durante los siguientes siglos se enfrentaría a Roma en numerosas ocasiones, que culimarían en la guerra de 603-628. Este conflicto acabó en una vuelta al Staus Quo, dejando a las dos mayores potencias de por entonces completamente agotadas, quedando a merced de la expansión musulmana: Bizancio perdería todo el norte de África y Siria y Persia sucumbiría ante el Islam.

    El Califato fue la primera potencia del mundo conocido durante los siglos VII al IX, pues su inmenso imperio abarcaba África del Norte, la Península Ibérica, Palestina, Siria, Anatolia, Mesopotamia, Egipto y Persia, hasta llegar al río Indo. Sus conquistas fueron detenidas en Europa cuando Carlos Martel y los francos los derrotaron en Poitiers (732), aunque ya para entonces seguramente el Imperio Árabe había llegado al tope de sus posibilidades geográficas. Después del califato de Harún al-Rashid, el imperio entra en un período de descomposición interna. Hacia el siglo X el Califato cayó en manos de la dinastía iraní de los buyíes, siendo a partir de entonces las mayores potencias islámicas los sucesivos estados iraníes (dinastías Selyúcida, Shas de Jorezm, Il-Khanes, Timuríes y Safawies), el Califato de Córdoba, el Califato de Marrakesh, el Imperio Egipcio bajo las dinastías Fatimí, Ayubí y Mameluca, y el Imperio Turco.

    La empobrecida Europa Occidental vio nacer a una gran potencia: el Imperio carolingio, creado por Carlomagno entre 800 y 814. Su existencia fue corta, pues a la muerte de su descendiente Ludovico Pio (864), sus hijos se repartieron el Imperio, dando origen a tres grandes naciones: Francia al Occidente; Germania (actual Alemania) y Lotaringia (actual Italia). Este imperio echó las raíces para las futuras potencias occidentales de la Europa de los siglos XVI al XX.

     


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    From: Ruben1919 Sent: 23/02/2013 22:56

    Durante la Alta Edad Media, surgen nuevas potencias en el Este de Europa, tales como el Ducado de Kiev y el Sacro Imperio Romano Germánico. Otras potencias destacadas de la Europa feudal fueron el Califato Omeya en la Península Ibérica y los Estados Pontificios en el centro de Italia.

    Los Estados Pontificios deben su poder y prestigio dado que eran la Santa Sede de la Iglesia Católica y del Papa. Este reino atravesó varias dificultades a lo largo de la Alta Edad Media, como las crisis de los siglos X al XII y el famoso Cisma de Occidente.

    A principios del segundo milenio, Bizancio viviría una nueva edad de oro bajo Basilio II, recuperando gran parte de los Balcanes y ampliando sus fronteras frente al islam. Esta bonanza acabaría con la llegada de los Selyúcidas a oriente medio, que arrebatarían Anatolia al Imperio Bizantino, tras lo que el Imperio pasaría los siguientes siglos en una lenta agonía hasta su desaparición a mediados del siglo XV.

    En el Lejano Oriente, India y China vivieron cambios dramáticos: en India, el príncipe Harscha logro restaurar la unidad imperial al norte de la India por poco tiempo. El Decan en el sur paso a ser el centro literario y artístico de la India, sustituyendo a las llanueras del Indo y el Ganges. Vencida la resistencia del norte de India, se creo el Sultanato de Delhi, celebre por el esplendor de la corte de Delhi, el lujo desmedido, mezquitas y sepulcros. Este imperio se derrumbo en el siglo XVI.

    China conoció un período de gran apogeo político y cultural con la Dinastía Tang, en la misma época que el Califato Arabe, y posteriormente, con la llegada de la Dinastía Song, se produjo una protoindustrialización basada en una metalurgia de gran calidad, lo que trajo una gran cantidad de avances tecnológicos.

    Al norte de la Gran Muralla China, los mongoles fueron unificados por Gengis Khan (1167-1227) y lanzados a la conquista de Asia Central, Siberia Austral, el Ducado de Kiev, Mesopotamia, el Norte de India y China. China será dominada por un siglo por los mongoles, pero una sublevación en 1368 llevara al poder a la Dinastía Ming, la cual reinara hasta 1644.

    El Imperio mongol se convierte en el Imperio más extenso del mundo, pues su superficie de unos 44 millones de Km2 supera con creces al también extenso Imperio Español en su apogeo). Los mongoles pusieron fin al Imperio Iraní de los Shas de Jorezm, donde se produjo uno de los mayores genocidios de la historia, al Ducado de Kiev y al Reino de Polonia. Pero la inmensidad de su superficie y la falta de comunicaciones y relaciones duraderas hizo que se dividiese en pequeños estados o khanatos, cada uno de los cuales trato de engrandecerse y crear un extenso Imperio. Tamerlan crea un vasto imperio en Asia Central, Norte de la India e Irán, con capital en Samarcanda .

    El Imperio Otomano surgiría en el siglo XIV de la desmembración del Sultanato de Rüm,y pese a sufrir una gran derrota a manos de Tamerlan en 1403, los herederos de Osman I se recuperarían de forma especatular, tomando constantinopla y sometiendo los Balcanes durante el resto del siglo.

    [editar] Edad Moderna

    En la Edad Moderna, China era la mayor potencia mundial, ya que su tecnología era la más avanzada del mundo y su población, entre 160 y 200 millones de habitantes (por 16-20 millones para Francia y 12 millones para el Imperio Español en Europa, más una población similar en las colonias de América). Algunos historiadores describen a los Ming como “una de las mayores eras de gobierno disciplinado y estabilidad social de la historia humana. Bajo el gobierno de los Ming se construyó una vasta flota y un extenso ejército permanente de un millón de efecivos. Aunque ya se habían llevado a cabo expediciones comerciales y diplomáticas desde China en periodos anteriores, la flota tributaria del almirante eunuco musulmán Zheng He durante el siglo XV superó a todas las demás en tamaño. Se realizaron numerosos proyectos de construcción, incluyendo el Gran Canal, la Gran Muralla y la fundación de la Ciudad Prohibida en Pekín durante el primer cuarto del siglo XV.

    Por otro lado, China participaba de la mayor zona de comercio mundial de la época, el Océano Indico, cuyos vértices principales eran Egipto, La India y China, ejerciendo los comerciantes árabes el principal monopolio, y siendo las potencias occidentales, contrariamente a lo que se suele creer, actores secundarios en dicho comercio.

    Las tres carabelas rumbo a América.
    El descubrimiento de Colón marcaría el inicio del Imperio Español, el primer imperio global de la historia.
    La caída de Constantinopla es considerada el inicio de la Edad Moderna. Fue el fin del Imperio Bizantino y el comienzo del Imperio Otomano.
    La batalla de Trafalgar fue el punto de inflexión para que el Imperio Británico se convertiese en la primera potencia mundial, por encima de España y Francia.
    Los británicos no perderían esta posición hasta la Segunda Guerra Mundial, en la que una de sus antiguas colonias les robaría este puesto.

    A principios de la Edad Moderna los portugueses y los castellanos habían iniciado una serie de expediciones para crear rutas económicas hacia la India. Una de estas expediciones fue la de Cristóbal Colón que al servicio de Castilla descubrió América el 12 de octubre de 1492. Este descubrimiento inició el ascenso de la monarquía hispánica en la escena internacional. Después de la unión dinástica de las Coronas de Castilla y Aragón por parte de los Reyes Católicos, los territorios de la monarquía hispánica se empezaron a expandir vertiginosamente. Durante el siglo XVI, Austria, Bohemia, Hungría, Alemania, los países bajos, Portugal, enclaves en Italia y Gran parte del norte de África estarían bajo el dominio del monarca hispánico en algún momento. A esta superioridad política se le uniría la económica con las enormes riquezas que provenían de los territorios conquistados en el nuevo mundo, y la militar gracias a la enorme eficacia de los tercios españoles, invencibles durante casi 150 años en el campo de batalla. La cima del poder hispánico se puede situar en 1588, cuando Felipe II intenta, sin éxito, invadir Inglaterra con la Armada invencible. Para entonces, la monarquía hispánica era la indiscutible primera potencia de Europa.

    En los Balcanes, el Imperio Otomano había seguido su imparable expansión, conquistando Egipto y Mesopotamia. Durante el reinado de Solimán el Magnífico llegó a su cima de poder, venciendo al rey de Hungría en la Batalla de Mohacs y lanzándose hacia Viena, ciudad que no lograría ser tomada. Lo intentarían de nuevo tres años más tarde con igual resultado. Tras ver frenada su expansión hacia Alemania, el Imperio Turco continuaría su expansión por el mediterráneo (alcanzando sus dominios hasta Marruecos), entrando en conflicto con la monarquía hispánica. Ambos poderes navales se enfrentarían en 1571 en la batalla de Lepanto, con victoria cristiana.

    Ambas potencias, con España por delante, dominaron el mundo durante el siglo XVI, pero entrarían en decadencia en las primeras décadas del siglo siguiente.

    La guerra de los Treinta Años, que se inició como un conflicto religioso, acabaría desembocando en un larguísimo conflicto por el dominio de Europa, que supondría un enorme desgaste para la monarquía hispánica, que tras la Paz de Westfalia y el Tratado de los Pirineos vería reducidos de forma drástica sus territorios en Europa. Por aquél entonces, la economía del país ya llevaba décadas en crisis, agravada por la enorme inflación derivada del oro de América, fenómeno económico que recién se hacía conocido en el mundo. Tras la Guerra de Sucesión Española, el territorio Español en Europa se vería reducido a los peninsulares, lo que, junto al hecho de que cada vez llegaba menos oro de América, dejaron a España muy debilitada.

    En cuanto al Imperio Otomano, entraría en un estancamiento crónico a partir de 1600, con sultanes cada vez más ineptos y una administración cada vez más ineficiente. Pese a ello, sus territorios seguían intactos, y con ello su poder político, hasta 1683, año en que se realizó un nuevo intento de tomar Viena, que acabaría en una tremenda derrota y en la pérdida de gran parte de los territorios europeos turcos. La decadencia del imperio continuó durante el siglo XVIII, en el que sus territorios se vieron reducidos aún más, sobre todo a costa de Rusia.

    Tras la victoria frente a España, Francia fue la potencia hegemónica de Europa durante la segunda mitad del siglo XVII y gran parte del XVIII. Su época de máxima esplendor fue el reinado de Luis XIV, logrando entre otras cosas, expandir su poder dinástico, colocando a los borbones al frente de la península tras vencer en la Guerra de Sucesión Española.

    Por otro lado, Gran Bretaña iría poco a poco afianzando su poder en el mundo, gracias al potenciamiento de su armada y al aumento de sus posesiones coloniales. Francia y Gran Bretaña lucharían en la Guerra de los siete años por la hegemonía, saliendo victoriosa la segunda. Pese a que Gran Bretaña no era una potencia militar como los franceses, el inicio de la Revolución industrial la situó al frente de las economías europeas, y a medida que avanzaba el siglo XVIII, y pese a la pérdida de las colonias americanas, su superioridad económica se fue haciendo cada vez más patente.

    [editar] Edad Contemporánea

    El poderío tecnológico y militar de Estados Unidos es una de las claves para comprender como se ha convertido en una superpotencia, en la imagen, el módulo lunar Apolo 11.
    Desde la integración de Hong Kong, la economía china ha sido la que más ha crecido en la década de los 2000, amenazando la superioridad de Estados Unidos.

    A finales del siglo XVIII, la Revolución Francesa y la subsiguiente expansión continental de Francia truncó el equilibrio europeo que tanto deseaba Gran Bretaña. Los franceses, liderados por Napoleón, lograron subyugar de manera efectiva prácticamente toda la Europa continental en el curso de la Gran Guerra Francesa. La máxima expansión de los dominios franceses fue en 1811, año en que sólo Gran Bretaña se libraba de la influencia de Francia, sometida pese a ello a un terrible bloqueo continental. Finalmente, Napoleón sería derrotado en la Batalla de Waterloo y las potencias europeas se reunirían en Viena para redibujar el mapa de Europa.

    El Reino Unido y Rusia salieron como los grandes poderes tras el congreso de Viena.

    Tras la Batalla de Trafalgar durante la guerra de la tercera coalición, el Reino Unido se aseguraría el control de los mares durante el siguiente siglo. La superioridad industrial británica durante la primera mitad del siglo XIX fue también evidente, y el país se afianzó como primera potencia mundial. Durante éste siglo, el territorio británico también se agrandó, teniendo bajo su dominio casi un cuarto de la tierra a finales de siglo. Sin embargo, pese a ver aumentado su imperio, otros países, como Alemania o los Estados Unidos fueron poco a poco alcanzando en potencia industrial al Reino Unido, con lo que al terminar la Era Victoriana los tiempos de dominio económico británico del mundo habían terminado ya.

    Rusia saldría de las guerras napoleónicas como una de los principales potencias europeas, pero a medida que pasaron los años, la inmovilidad del régimen absoluto del Zar y la nula industrialización del país hicieron que a principios del siglo XX Rusia, pese a haber aumentado sus territorios en Asia y contar con uno de los ejércitos más grandes del mundo se viera incapaz de vencer a una naciente potencia asiática como era el Japón

    El siglo XIX presenció el surgimiento de dos nuevas potencias: Alemania y los EEUU

    Alemania se formó tras vencer a Francia en la guerra franco-prusiana entrando en el primer plano de la política del continente. Su poderío militar y su potente industrialización durante la segunda revolución industrial la hacían de facto la primera potencia poco antes del estallido de la Primera guerra mundial, en la que sería derrotada.

    Los EE. UU. se independizaron de Gran Bretaña a finales del siglo XVIII, pero sería tras su guerra civil a mediados del siglo siguiente cuando empezaría su verdadero boom industrial y de receptor de immigración. El crecimiento industrial americano fue tal que antes de terminar el siglo su economía ya producía más que la británica. Sin embargo, aún no estaba considerada una de las grandes potencias, ya que tenían poco peso militar y político. Fue durante el gobierno de Theodore Roosevelt cuando esto cambió, y tras la victoria junto a la triple entente en la Primera Guerra Mundial fue reconocida como la nueva potencia hegemónica.

    La Revolución Rusa en 1917 vio nacer el primer estado comunista del mundo, la URSS, que empezó a destacar como potencia durante los años 30, en los que gozaba de bonanza mientras que el mundo capitalista estaba inmerso en la Gran Depresión. En gran parte gracias al efecto de ésta, Adolf Hitler logró situarse como canciller de Alemania en los años 30, llevando al país de nuevo a la escena internacional y provocando la Segunda Guerra Mundial. Tras la guerra, los grandes vencedores fueron los Estados Unidos y la URSS, consolidándose cómo superpotencias y dividiendo el mundo en dos bloques afines, enfrentándose en la Guerra Fría durante los siguientes 50 años. Finalmente, en 1991, la disolución de la URSS deja a los Estados Unidos como única superpotencia hasta la actualidad, si bien en los últimos años China se ha ido perfilando como futura superpotencia a tener en cuenta.


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    From: Ruben1919 Sent: 25/02/2013 16:32
    Publicado por
    8 diciembre 2010
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    El espectacular desarrollo económico de China ha creado lo que muchos han denominado como “el sueño chino”. Esta idea, basada en “el sueño americano” de EE.UU., viene a decir que el gigante asiático se ha convertido en la tierra de las oportunidades, el lugar donde los más capacitados pueden triunfar y donde todo es posible.

    A continuación traducimos un editorial del patriótico Global Times donde se aborda este tema con gran optimismo. En él se habla de la pareja Xu ri yang gang (旭日阳刚), dos cantantes que tras participar en un programa de la televisión pública se han hecho enormemente famosos gracias a sus canciones sobre los inmigrantes que han llegado desde el campo hasta las ciudades chinas (los nongmingong, 农民工). Sus escasos recursos económicos y su caracter desenfadado y cercano han hecho que muchos espectadores e internautas se identifiquen con ellos. Convertidos en estrellas mediáticas, según el Global Times este es otro ejemplo más del “sueño chino”.

     

    Estas son las imágenes de su participación en el programa de la CCTV3 llamado “El Camino de las Estrellas” (星光大道). Su canción de más éxito, “En primavera” (春天里), comienza en el minuto 3:12. Una versión mucho más auténtica, íntima y gamberra se puede encontrar en Youku.


    TRADUCCIÓN

    El “sueño chino” contado a partir de pequeñas personas
    Editorial del Global Times, 16 de noviembre de 2010

    El grupo Xu ri yang gang (旭日阳刚), que ha saltado rápidamente a la fama con su música de emigrantes trabajadores (nongmingong), ha emocionado a un gran número de chinos en las últimas semanas. El éxito del grupo ha suscitado reflexión y polémica: ¿Cualquier chino es capaz de tener oportunidades de éxito si se esfuerza? ¿El llamado “sueño chino” pertenece a una minoría o a una mayoría?

    Al igual que los dos nongmingong que integran este grupo de música, miles de millones de campesinos chinos han viajado a las ciudades, un sinfín de hijos de familias normales han entrado en la universidad, y un número indeterminado de pequeñas personas ha abierto negocios con el sueño de enriquecerse. Todos ellos tienen su propia historia: los hay que tienen éxito, y los hay con menos suerte, pero parece que el espíritu emprendedor es el valor al que tiende la totalidad de la sociedad china, y todo el mundo pelea por un objetivo: ver que la vida de mañana será mejor que la de hoy.

    En realidad, el mundialmente conocido “sueño americano” está formado precisamente por las historias de las “pequeñas personas” de EE.UU. El EE.UU. de aquella época, que experimentaba un rápido crecimiento económico, ofrecía una enorme cantidad de oportunidades de empleo y para hacerse rico, lo que hizo que el destino de no pocos estadounidenses cambiara de diferente manera. Aunque finalmente los que se hicieron famosos y se convirtieron en magnates fueron una minoría insignificante, la búsqueda del “sueño americano” ya latía en las anteriores generaciones de inmigrantes.

    La China de hoy se ha convertido en el mayor crisol del mundo para volver a fundir el destino de las personas, un crisol que ha sido creado gracias a 30 años de crecimiento económico vertiginoso y a un gigantesco flujo migratorio. La China actual es el país con el mayor número de inmigrantes del mundo, una cifra que podría incluso superar al de la población total de EE.UU. Los inmigrantes “ocupan” Shanghai, Pekín y Guangzhou, y han inaugurado ciudades completamente nuevas como Shenzhen, y el proceso de urbanización sigue adelante en todo el país. ¿Cuántas historias como la de Xu ri yang gang puede haber ahí?

    Pero, ¿cómo es que no se habla tanto del “sueño chino” como del “sueño americano”? Antes al contrario: por el gran número de quejas que inundan la actual opinión pública, da la impresión de que en la sociedad china actual sólo hay lugar para las desigualdades, que las capas sociales se están consolidando, que los caminos están cerrados para las personas en las capas bajas… Estas opiniones generalizadas niegan poco a poco el optimismo, y hacen que cunda el desánimo en la sociedad china.

    Sin embargo, un ambiente de opinión pública como éste no está en consonancia con el espíritu emprendedor de los chinos. Nadie puede negar que existen muchas lacras en la sociedad china, y que todavía hay muchas injusticias, algunas de ellas peores que en otros países. Sin embargo, un hecho indiscutible es que la China de hoy da muchas oportunidades para el progreso y el éxito individual, la mayor cantidad en la historia de este país, y también la mayor cantidad si pasamos a compararlo con el resto del mundo. Los vertiginosos cambios que se han producido en China han aumentado las distancias entre la gente, pero estas distancias (o disparidades) no son rayas en la imagen de la China contemporánea: la cara verdadera de China es, ante todo, conmovedora y espectacular.

    Hace algunos años, el diario estadounidense The Washington Post hizo un extenso estudio sobre los extranjeros en busca del “sueño chino”. Cada vez más extranjeros con ganas de aventura vienen a China en busca de oportunidades de éxito: su “sueño chino” nos recuerda que quizás la desazón y el abatimiento de la opinión pública china podrían estar faltando a la verdad.

    El auge de China es, fundamentalmente, una suma de las vidas y los destinos de incontables individuos. Cada pequeño sueño hecho realidad es lo que ha hecho más atractivo el “sueño chino”. Además de desvelar las injusticias de la sociedad, los medios chinos y las personas con algo que decir deberían prestar atención a las historias de éxito de la gente de a pie, contarlas a la sociedad y animar al pueblo chino. La sociedad china necesita críticas, pero también necesita el aliento de los modelos positivos, y necesita el resplandor de la luz. Éste es el mayor colectivo del mundo que avanza hacia el duro camino de la “vida modestamente acomodada”1. Siempre tendremos dificultades, pero no podemos dejar que esas dificultades nos desmoralicen. En momentos de dificultad, necesitamos saber que nuestros objetivos son los correctos.


    Nota 1: “Vida modestamente acomodada” (xiao kang, 小康): concepto confuciano que hace referencia a un estado ideal de la sociedad en el que las necesidades básicas de la población han sido cubiertas y que fue rescatado por Deng Xiaoping durante el Comité Central del PCCh en 1978 para referirse a los objetivos económicos del país en los años 80. El Gobierno lo ha considerado desde entonces la prioridad número uno del país.

    Fuentes

    ► Global Times (Vía Oh my media!): El “sueño chino” contado a partir de pequeñas personas

    ► Baidu Baike: Xu ri yang gang

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    Reply  Message 6 of 6 on the subject 
    From: Ruben1919 Sent: 25/02/2013 23:10
    Parece que será Confucio quien derrote al feminazismo y al globalismo:






    China será la primera potencia mundial en 2016 :: euroXpress :: Portal de noticias de la Unión Europea

    Ni Estados Unidos ni, mucho menos, la eurozona van a poder competir en un futuro inmediato con las economías emergentes. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) vaticinan que China será la mayor potencia económica dentro de cuatro años. A medio plazo, India superará también a los grandes de hoy y los dos gigantes asiáticos contarán con una economía mayor que la del conjunto del G-7.


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