Un documento del Vaticano filtrado por Wikileaks reveló que tres bandos de la Curia vaticana competirán, desde este martes, en el cónclave papal que busca elegir al sucesor de Benedicto XVI, buscando cada uno imponer un Sumo Pontífice acorde a sus intereses, denotando un lucha de poder dentro de la Santa Sede.
Según los textos, uno de los sectores será liderado desde dentro del cónclave por el secretario de Estado y camarlengo, Tarcisio Bertone, de 78 años, mientras que su antecesor en el primero de esos cargos, Angelo Sodano, de 85 años, intentará dirigir los hilos desde afuera.
Por el otro lado, dentro del vaticano ha surgido una rebelión, el llamado “bloque pastoralista”, que se resiste a las imposiciones de la curia y reclama “un papa ajeno a los escándalos y capaz de dar un nuevo impulso a la Iglesia católica en crisis”.
Un reporte de la agencia Télam explica que en 2009, dos años antes de la filtración, cansado de las disputas entre las facciones de la Santa Sede, Benedicto XVI escribió a sus obispos: “Si os mordéis y devoráis unos a otros, terminaréis por destruiros mutuamente”.
En ese sentido, varios cardenales han expuesto que, antes de elegir al próximo Pontífice, desean conocer la “envergadura de los males que aquejan a la Iglesia”, y por ello reclaman leer el informe que encargó Benedicto XVI sobre el escándalo “Vatileaks” y que pidió sea entregado sólo a su sucesor.
El autor de libro "Los cuervos del Vaticano", que contextualiza y reproduce 47 de los más de 60 documentos del “Vatileaks", Eric Frattini, declaró a Télam que”el anuncio de la fecha del cónclave enterró esa posibilidad, aunque también aportó pistas acerca de lo que está ocurriendo en el seno de la Iglesia católica”.
Tras cinco días de reuniones, el pasado viernes el colegio cardenalicio -formado por los 115 cardenales electores y los 90 purpurados mayores de 80 años- decidió que el cónclave iniciara este martes.
Según Frattini, las negociaciones por el futuro papa se desarrollan entre bertonianos -fieles a Bertone- y los diplomáticos, seguidores de Sodano, dos grupos que estarían enfrentados desde el final del papado de Juan Pablo II, como quedó reflejado en los documentos secretos filtrados a la prensa italiana.
“Tras la filtración, Bertone se convirtió en el centro de las críticas, puesto que aparece como el responsable del mal gobierno de la Santa Sede, enemigo de la transparencia, ambicioso y como un verdadero manipulador”, detalló.
Por su parte, Sodano representa a la vieja guardia de Juan Pablo II, más eficaces en el manejo de los asuntos vaticanos, pero no menos salpicados en lo que respecta a los escándalos de corrupción y abusos sexuales.
"Sodano es considerado uno de los grandes encubridores del mexicano Marcial Maciel y los Legionarios de Cristo", recuerda Frattini en su libro, respecto a una congregación católica acusada de ocultar casos de pederastia..
Bloque pastoralista
Frattini agrega que frente a Bertone y Sodano, un grupo compuesto por seis cardenales norteamericanos presenta un “combate puro”, apoyado por alemanes y brasileños. “Esta fracción critica la gestión de los italianos y quiere una Iglesia católica más transparente, de cara a los mil 100 millones de fieles repartidos en todo el mundo”, aseveró.
Entre los aspirante italianos aparecen con fuerza Gianfranco Ravasi, presidente del Pontificio Consejo de Cultura y candidato de Bertone; Ángelo Scola, arzobispo de Milán a quien Benedicto XVI preparó para sucederlo; y el argentino Leonardo Sandri, apoyado por Sodano.
Como papables apoyados por los pastoralistas, en su mayoría extranjeros (no italianos) destacan el cardenal canadiense Marc Ouellet, el arzobispo de Budapest, Péter Erdo, o el arzobispo de Viena Christoph Schönborn.
Por último, la prensa italiana reseña que entre los tres sectores podría derivar un consenso en torno al brasileño Odilio Scherer, arzobispo de San Pablo, para convertirlo en el 266 Sumo Pontífice.