Medio centenar de indígenas panameños de la etnia
ngöbe buglé que se encontraban protestando en la carretera
interamericana para rechazar la realización del proyecto hidroeléctrico
Barro Blanco (al oeste del país), fueron reprimidos por la policía
nacional, informaron este sábado dirigentes nativos.
El representante del Movimiento 10 de abril de esta etnia, Ricardo
Miranda, denunció a la prensa que las fuerzas de seguridad dispararon
contra los manifestantes con balas reales, como lo hicieron en las
protestas de hace un año.
Ante esto, el dirigente consideró que, a pesar de que no se
registraron muertos y heridos, esto es una muestra de que el Gobierno no
aprende y parece que no le importa sumar más muertos y heridos
nativos.
Tras este hecho, Miranda, informó que los indígenas se reunieron para hacer una evaluación de lo acontecido y tomar decisiones.
Por su parte, otro dirigente indígena, Toribio García, no decartó la
posibilidad de que vuelvan a cerrar la interamericana de forma
indefinida.
Los dos nativos narraron a la prensa que, un grupo de unos 60
manifestantes estaban apostados a la orilla del río Viguí, en la
provincia de Veraguas, con dirección a un cruce de la carretera para
cerrarla, y aparecieron los uniformados lanzando gases lacrimógenos y
disparando municiones de guerra.
Miranda indicó que este sector pide que se suspendan las obras de la
hidroeléctrica para que se realice un estudio sobre el impacto
ambiental de estas y “tiene 24 horas para hacerlo, porque de lo
contrario la gente se va a seguir manifestando”.
Los nativo, que protestan desde principios de 2012 afirman que las
obras de la hidroeléctrica Barro Blanco sobre el río Tabasará (oeste),
dañarán por lo menos seis hectáreas de su territorio y terminarán por
sacarlos de sus tierras.
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