LA HABANA -- El canadiense de unos 50 años entra a un bar, su brazo izquierdo firmemente anclado a la cintura de una joven prostituta mientras suelta una sonrisa pícara. El barman, con un guiño, lo recibe como a un viejo amigo.
“Es difícil no sentirse inspirado por esto”, dice Michael, contemplando a su compañera de esa noche. “Y aquello”, añade, señalando con los ojos a otras muchachas en el bar. “Esta es la tierra prometida”.
Michael, un jubilado de Vancouver Island, pasa hasta seis meses al año en La Habana, donde afirma haber descubierto acceso fácil a mujeres jóvenes dispuestas a ignorar la diferencia de edades, a cambio de tan poco dinero como $30 por noche.
Muchos turistas extranjeros, en especial canadienses y españoles, están viajando a Cuba en busca de sexo, y no sólo con prostitutas adultas. Ellos buscan también a menores de edad de ambos sexos, según una investigación conjunta del Toronto Star y El Nuevo Herald.
Las jóvenes prostitutas tan visibles en La Habana son la cara pública de un oculto mercado de sexo que incluye a menores, algunos incluso de cuatro años de edad y explotados por sus propias familias, concluyó la investigación.
Cuba tiene una atracción única para los turistas sexuales de Occidente. La isla está más cerca y es más barata que otros destinos del turismo sexual tales como Tailandia. Y la tasa de VIH es más baja que en otros destinos en el Caribe, como República Dominicana o Haití.
Aunque las dimensiones del mercado de sexo con menores de edad de la isla es un misterio — el gobierno comunista no habla públicamente del tema, y fomenta una imagen de ser un país libre de los problemas sociales que afectan a otras naciones — está claro que es algo que está sucediendo.
*Un informe confidencial de la Real Policía Montada Canadiense (RPMC) en el 2011 señaló que Cuba era uno de los principales destinos en el continente para los depredadores sexuales canadienses, junto con la República Dominicana, Haití, Brasil y México. Más de un millón de turistas canadienses visitaron la isla el año pasado.
*El gobierno cubano “no hizo ningún esfuerzo conocido para reducir la demanda por la prostitución”, dijo el Departamento de Estado de Estados Unidos en su reporte del 2012 sobre el Tráfico de Personas (TIP) alrededor del mundo.
*La versión del 2003 señaló que algunos directivos de empresas cubanas tales como restaurantes y hoteles “se hacen los de la vista gorda con respecto a esta explotación (de menores) porque esa actividad los ayuda a ganar divisas”.
*Un despacho de diplomáticos estadounidenses en La Habana en el 2009 señaló que “se informa que algunos niños cubanos son empujados a la prostitución por sus familias, cambiando sexo por dinero, comida o regalos”, pero no dio cifras.
Proxenetas, taxistas y empleados en puntos turísticos pueden fácilmente concertar citas discretas con menores de edad, según el reporte de la RPMC.
“Eso está prohibido aquí en el hotel”, dijo el mes pasado un guardia de seguridad de un hotel habanero a un periodista que se hizo pasar por un turista en busca de menores de edad para tener relaciones sexuales.