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General: Bernardo Jaramillo Ossa Unión Patriótica - YouTube
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De: Ruben1919 (Mensaje original) |
Enviado: 22/03/2013 18:22 |
www.youtube.com/watch?v=_bFZXGSHw6A
16/10/2012 - Subido por CanalCapitalBogota
Bernardo Jaramillo Ossa presidente de la Unión patriótica UP asesinado en Bogotá el 22 de marzo de 1990 ...
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10/10/2012 – Las declaraciones del ministro Lemos atizaron el fuego de la controversia con la Unión Patriótica. Y una vez más, Bernardo Jaramillo Ossa ...
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Cómo se dió la noticia del asesinato .-
ATENTADO POLÍTICO EN COLOMBIA
Muerto a tiros en Bogotá el líder de la izquierda Bernardo Jaramillo. La esposa de Jaramillo le protegió con su cuerpo
- El crimen político sacude de nuevo a Colombia. El Gobierno atribuye el asesinato del líder izquierdista al 'cartel de Medellín'
PILAR LOZANO El crimen desgarra una vez más a Colombia. Bernardo Jaramillo Ossa, uno de los más queridos y carismáticos líderes de la izquierda en los últimos años, fue asesinado ayer en Bogotá. De 35 años, era el candidato a la presidencia por la Unión Patriótica (UP), donde abanderaba la línea perestroika. No a la lucha armada, sí al socialismo democrático, fueron sus ideales. Fue tanta la rabia de sus seguidores que desde ayer a mediodía se decretó la ley seca en Bogotá por temor a posibles desmanes. El partido de Jaramillo anunció ayer en medio de la indignación popular que se retiraba de las, elecciones, mientras culpaba a un. ministro por el hecho. La UP asegura que este crimen es resultado de las irresponsables declaraciones del ministro de Gobierno, Carlos Lemos, que hace tres días afirmó que la UP es el brazo político de las FARC (guerrilla (le orientación comunista).
El atentado contra Bernardo Jaramillo, que el Gobierno colombiano atribuyó anoche al cártel de Medellín, ocurrió a las ocho de la mañana cuando el dirigente, su. esposa y sus guardaespaldas, llegaban a la terminal del puente aéreo, donde pensaban tomar un vuelo rumbo a la costa del Caribe. Jaramillo tenía planeado pasar unos días de descanso antes de entrar de llene, a la campaña para las elecciones del 27 de marzo.
"Bernardo saludaba a un grupo de admiradores en la puerta del terminal, cuando sentimos la balacera", contó con voz entrecortada uno de los guardaespaldas. El que le disparó a quemarropa fue un hombre joven, que esperó, leyendo los periódicos, la entrada del joven político en la terminal. "Cuando Jaramillo cayó al suelo, Mariela, su mujer, se lanzó sobre él para protegerle. Nosotros reaccionamos disparando contra los asesinos", contó también el guardaespaldas.
En el cruce de balas el sicario resultó herido, y fue detenido. Como la mayoría de los que en Colombia matan por dinero, es joven, apenas 21 años. En sus primeras; declaraciones dijo que fue a la terminal aérea para cumplir una cita con un desconocido. Allí, aseguró, un extraño le entregó una miniametralladora y le ordenó disparar contra el líder izquierdista.
Detector de metales
Jaramillo recibió cuatro impactos: dos en el pecho y dos en el abdomen. Como suele ocurrir en Colombia, nadie sabe por qué, ayer, precisamente a la hora del crimen, la máquina encargada de detectar metales instalada a la entrada de la terminal aérea, no estaba funcionando. Por esto, la miniametralladora que segó la vida de Jaramillo entró sin problemas.
Durante dos años Jaramillo fue presidente de la Unión Patriótica. Desde este cargo había pedido al Gobierno aclarar los crímenes cometidos contra su organización. Hace pocos días, en la etapa preelectoral, al arreciar la campaña de exterminio, Jaramillo había asegurado que detrás de estas muertes de los militantes de UP estaban miembros del Ejército y señaló como cómplice al presidente, Virgilio Barco.
"Carlos Lemos ha dado orden, de hecho, a los sectores sicariales que están eliminando a dirigentes populares que no comulguen con sus bárbaros criterios, para que intensifiquen su labor", dice una carta enviada hace dos días por la UP al fiscal general de la nación.
La muerte de Jaramillo cierra la esperanza de un futuro mejor para Colombia. Lo único claro de este crimen es que en esta oportunidad no se puede culpar al narcotráfico. Entre otras cosas Jaramillo fue desde siempre un enemigo de la extradición, por convicción política.
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Fiscalía elevó a delito de lesa humanidad el asesinato de Bernardo Jaramillo
BOGOTÁ, COLPRENSA | Publicado el 17 de marzo de 2010 - 1:26 p.m.
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Bernardo Jaramillo Ossa fue asesinado el 22 de marzo de 1990 en el Puente Aéreo de Bogotá
A punto de prescribir el caso por el asesinato del candidato presidencial de la Unión Patriótica, UP, Bernardo Jaramillo Ossa, la Fiscalía elevó el crimen a delito de lesa humanidad.
La finalidad de esta medida, además de evitar su prescripción, es evitar la impunidad del hecho y continuar con la práctica de pruebas hasta agotarlas. La decisión la tomó un fiscal de la Unidad Nacional de Derechos Humanos y DIH que determinó que la conducta de homicidio de la que fue víctima el 22 de marzo de 1990 Jaramillo Ossa, hizo parte de un ataque generalizado y sistematizado contra una población determinada. Justamente, la petición de elevarlo a crimen de lesa humanidad estuvo impulsada por el procurador delegado para asuntos penales, Gabriel Jaimes, quien reactivó el caso de muchos de los magnicidios ocurridos hace 20 años, con la práctica de nuevas pruebas. Los nuevos testimonios y documentos recaudados dentro de este proceso, fueron un elemento esencial para que el ministerio Público acopiara la teoría de crimen de lesa humanidad, por ser un ataque sistemático y generalizado contra la UP. Esta misma teoría la aplicó el fiscal instructor, al considerar que "el caso de dirigente reúne los requisitos de un crimen de lesa humanidad, por cuanto hubo un ataque generalizado, ejecutado con conocimiento, y sistemático en contra de un grupo político, cuyos miembros integraban la población civil". Asimismo, la acción fue generalizada porque fueron múltiples las personas muertas que hacían parte de la UP; y sistemática, porque fue un plan diseñado y desarrollado por los carteles de la droga y los grupos armados ilegales.
EL HECHO
Jaramillo Ossa fue asesinado el 22 de marzo de 1990 en el Puente Aéreo de Bogotá por Andrés Arturo Gutiérrez, cuando el político se disponía a viajar a Santa Marta. El homicida tenía por aquella época 17 años de edad. Con respecto a esos hechos, el Juzgado Séptimo Penal del Circuito Especializado de Bogotá, sentencia del 28 de noviembre de 2001, condenó a 18 años de prisión a los hermanos Carlos y Fidel Castaño Gil, como responsables del delito de homicidio agravado con fines y terroristas y los absolvió por concierto para delinquir. Asimismo, ese despacho absolvió de todos los cargos a Gustavo Adolfo Mesa Meneses.
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Miércoles, 21 de Marzo de 2012 04:17 |
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Bernardo Jaramillo Ossa (2 de septiembre de 1956 -22 de marzo de 1990)
“Por la vida, hasta la vida misma"
Bernardo Jaramillo Ossa
Bernardo Jaramillo Ossa nació en Manizales en el ceno de un hogar sencillo, conservador y profundamente católico. Tenía 34 años de edad, un futuro promisorio en la vida política del país, dos hijos, una esposa enamorada y era candidato a la presidencia de la República por el movimiento político UP, cuando fue asesinado en el puente aéreo de Bogotá el 22 de marzo de 1990.
Desde muy temprana edad, Bernardo manifestó su rechazó por las injustas condiciones sociales en las que vivían buena parte de sus compatriotas; repudiando la miseria y la inequidad. Y fue justamente su enorme sensibilidad y conciencia social lo que lo animaron a emprender acciones decididas contra la pobreza y la marginalidad. “Cuando estaba en bachillerato, junto con otros compañeros y con el apoyo del comercio de Manizales, fundó un restaurante popular para que los que no tenían desayuno ni almuerzo, pudieran comer”[1] recuerda Bernardo Jaramillo, su padre. Bernardo buscó a través del ejercicio político llegar a la paz concertada con los alzados en armas, garantizar el bienestar económico y social para todos los ciudadanos, sin excluidos, e impulsar varias reformas sociales y políticas en Colombia, enfatizando en la necesidad de combatir la inequidad en la propiedad de la tierra a través de una reforma agraria, y el analfabetismo garantizando el acceso de todos los niños a una educación con calidad.
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www.participacionbogota.gov.co/index.php?...bernardo-jaramillo-os...En caché
21/03/2012 – Según informes de prensa de la época, Bernardo Jaramillo Ossa fue la víctima Nº 1385 que hasta ese momento sufría la Unión Patriótica[
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Hace 20 ( 23 ) años el parafascismo mató otra esperanza |
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Sábado 03 de Abril de 2010 16:21 |
El multitudinario sepelio de Bernardo Jaramillo [1]
El 25 de marzo de 2010 se cumplieron dos décadas de la histórica marcha que acompañó a la tumba al líder de la Unión Patriótica Bernardo Jaramillo, asesinado por la oligarquía. Siendo reportero de El País cubrí la noticia, que transcribo como un homenaje al hombre que hasta el 22 de marzo de 1990 significó otra esperanza del pueblo atravesada a balazos por las élites colombianas.
Por Luis Alfonso Mena, Enviado especial Manizales, Marzo 25.- Una enorme multitud que desafió las inclemencias del tiempo y un recorrido prolongado acompañó ayer hasta su morada definitiva al candidato presidencial de la Unión Patriótica, Bernardo Jaramillo Ossa, asesinado el jueves de la semana pasada.
La multitud, calculada en más de 50.000 personas, partió de la Catedral Basílica de Manizales a las 11:00 horas, una vez concluidas las honras fúnebres, y llegó al cementerio pasadas las 3:00 de la tarde.
Aunque inicialmente las autoridades dispusieron el traslado inmediato del féretro al camposanto La Esperanza a bordo de una carroza fúnebre, los asistentes al sepelio impidieron ese hecho y decidieron trasladar a pie el cadáver del líder fallecido.
Largo camino A lo largo de los diez kilómetros que separan la catedral del cementerio, y en medio de un torrencial aguacero, los manizalitas condujeron el féretro lanzando constantes acusaciones al Gobierno Nacional por la muerte de centenares de dirigentes y activistas de la UP.
Delegaciones procedentes de todo el país engrosaron el cortejo fúnebre, que transcurrió sin que se presentaran alteraciones del orden.
Bernardo Jaramillo Ríos y Nidia Ossa de Jaramillo, padres del dirigente inmolado, acompañaron de cerca el féretro, que fue cargado por hombres y mujeres.
El mismo recorrido hecho este domingo por los simpatizantes de la Unión Patriótica, el M-19 y otros movimientos de izquierda se había cumplido el sábado, cuando el cadáver de Jaramillo Ossa había sido traído desde la capital de la República y llevado a pie desde el aeropuerto por miles de personas hasta la Universidad de Caldas y posteriormente a la Asamblea Departamental.
En ese recinto permaneció hasta las 10:30 horas del domingo, cuando fue sacado a hombros de sus seguidores hacia la catedral. Por primera vez en la historia de Manizales, según dijeron pobladores de la ciudad, una multitud tan grande colmó la iglesia.
Un enorme retrato de Bernardo Jaramillo fue colocado en el altar de la iglesia catedral, donde se ubicaron muchos fieles y acompañantes de la familia.
En el camposanto La Esperanza miles de hombres y mujeres de todas las condiciones políticas y sociales se concentraron desde tempranas horas a la espera de la llegada del cortejo fúnebre, mientras éste avanzaba lentamente por la céntrica Calle 23 y luego por la carretera que conduce al aeropuerto.
Cadena humana Desde un automóvil, el padre de Bernardo Jaramillo se veía extenuado, pero agradecido por las interminables expresiones de solidaridad recibidas no sólo de los manizalitas sino de todos los colombianos.
Madres con sus pequeños hijos en los brazos, jóvenes estudiantes con grandes pancartas de repudio al crimen de su dirigente, ancianos, obreros, empleados y gentes procedentes de Urabá, el Valle del Cauca, Cundinamarca, Quindío y Risaralda formaron una cadena humana a lo largo de la carretera montañosa, mientras se turnaban en comisiones para cargar el ataúd.
Un poco más atrás de éste, los máximos dirigentes de la UP y el M-19 desfilaban cogidos de los brazos.
“Aquiles de la UP” El ingreso del féretro al cementerio significó un momento de confusión parecido al vivido al término de la misa en la catedral, debido a la actitud de la gente que quería tocarlo y estar cerca de la tumba.
Ante la multitud que no cesaba de gritar “Bernardo, amigo, el pueblo está contigo”, hicieron uso de la palabra el presidente de la UP, Diego Montaña Cuellar, y la esposa del líder desaparecido, Mariela Barragán de Jaramillo.
En tono emocionado, Montaña Cuéllar trazó una imagen brillante de Bernardo Jaramillo, y dijo que “convertido en el Aquiles de la Unión Patriótica estaba conquistando todo el territorio nacional”.
“Con estas extraordinarias manifestaciones de Bogotá, el Urabá, Segovia, Manizales, como un Cid Campeador, Bernardo ha ganado una gran batalla después de muerto”, expresó.
Montaña Cuéllar enfatizó que, antes que el aplazamiento de las elecciones presidenciales, lo que más interesa a su movimiento es la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente que abra posibilidades de cambios profundos en el país.
“No desfallecer” Por su parte, la esposa del dirigente de la UP asesinado renovó su llamamiento a los colombianos para que no olviden los ideales de paz y democracia por los que luchó Bernardo Jaramillo.
“Él nos enseñó a no desfallecer, a no rendirnos, a no sentirnos arrinconados en la brega por la paz y la democracia real, y a ese legado debemos ser fieles de ahora en adelante”, dijo Mariela Barragán, la viuda.
Hicieron uso de la palabra también el miembro del Comité Central del Partido Comunista Manuel Cepeda Vargas; el presidente de la UP de Caldas, Isaías Gil Henao, y el dirigente del Movimiento 19 de Abril, Carlos Pizarro.
Los dispositivos programados con motivo del sepelio de Bernardo Jaramillo se cumplieron a cabalidad, según un balance preliminar entregado por las autoridades.
El gobernador Germán Cardona Gutiérrez se mostró satisfecho por lo que calificó como “ejemplar comportamiento de los manizalitas”, y destacó el cumplimiento de lo acordado entre la Dirección de la UP y el Gobierno seccional para el desarrollo sin contratiempos de las exequias.
[1] Noticia publicada en el diario El País. Cali, lunes 26 de marzo de 1990, pp. 1 y 2.
La historia gráfica Las fotos reproducidas en esta secuencia fueron tomadas del semanario Voz, ediciones 1.582, del 23 de marzo de 1990 (especial), y 1.583, del 29 de marzo de 1990.
La gráfica superior corresponde a la gran multitud que se congregó en el camposanto La Esperanza de Manizales para despedir a Bernardo Jaramillo. Fue captada en el momento en que intervenía Manuel Cepeda, líder de la UP, asesinado luego por el paramilitarismo.
Las fotos en blanco y negro: 1.- Simpatizantes de la Unión Patriótica fueron perseguidos por la Policía en la noche del 22 de marzo de 1990, cuando intentaban ingresar al Capitolio a rendir homenaje a Bernardo Jaramillo. 2.- El mismo día del crimen se produjeron manifestaciones de protesta en todo el país. Esta imagen corresponde a Bogotá. 3.- La guardia de honor ante el catafalco con los restos mortales de Bernardo Jaramillo. Entre otros se observa a Diego Montaña Cuéllar, presidente en la época de la Unión Patriótica. 4.- Más de 50.000 personas parten con el cadáver de Bernardo Jaramillo desde la catedral de Manizales camino al camposanto. 5.- La larga marcha de los caldenses con los despojos mortales de Bernardo Jaramillo por las calles de Manizales. 6.- Protesta en la Carrera Séptima de Bogotá luego del crimen cometido por paramilitares. 7.- Miles de bogotanos hicieron largas filas para rendir homenaje a Jaramillo, velado en el Capitolio, sede del Congreso, en la capital de la República. 8.- Hombres y mujeres jóvenes se turnaron para llevar sobre sus hombros el féretro con los despojos mortales de Bernardo Jaramillo en Manizales, el 25 de marzo de 1990.
Tomado de: http://luisalfonsomenas.blogspot.com/2010/04/una-noticia-de-hace-20-anos-en.html
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www.semana.com/nacion/.../bernardo-jaramillo-ossa.../114526-3En caché
19/03/2010 – hace 20 años el candidato presidencial fue asesinado en un episodio del exterminio de todo un movimiento político de izquierda: la unión ... |
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Bernardo Jaramillo Ossa, 23 años de una muerte en blanco y negro
Foto: Archivo personal de Bernardo Jaramillo Zapata
Bernardo Jaramillo Ossa abraza a su hijo, Bernardo Jaramillo Zapata, en la Navidad de 1989, la última que pasaron juntos.
Este 22 de marzo se cumple un nuevo aniversario del asesinato del dirigente de la Unión Patriótica.
"Nadie, por más poder económico y militar que tenga, me va a obligar a vivir lejos de los cielos, valles y mares de mi tierra natal".
Bernardo Jaramillo Ossa Dirigente político de la UP
Bernardo, hijo de Bernardo y nieto de Bernardo, cada vez que pasa por el Puente Aéreo, donde ahora una placa le indica el lugar exacto, imagina a su papá “recibiendo los impactos, cayendo y rompiendo el vidrio con su cuerpo”. Siempre le sucede lo mismo.
Aunque bien pudo morir en cualquier parte. Datos de inteligencia indican que otro sicario lo estaba esperando en el avión, por si fallaba el primero, y en Santa Marta, a donde se dirigía, lo esperaba un tercero, por si fallaba el segundo.
Era el mismo esquema que se había utilizado en la muerte de José Antequera, otro líder de la Unión Patriótica (UP), y también exacto al que habría de usarse contra Carlos Pizarro, del M-19, un mes después, aunque en el caso de este último fue en el avión donde se consumó el hecho.
El asunto es que todo estaba dispuesto de tal forma que ese día Bernardo Jaramillo Ossa no se salvaba. Se había librado de la muerte –esa que él había llamado “fría y vacía”, en contraposición a la vida, que es “cálida y plena”- en dos ocasiones.
El 13 de febrero de 1988 los servicios secretos de inteligencia frustraron un atentado en pleno centro de Bogotá, y el 22 de enero de 1989 una llamada anónima también evitó su asesinato en el aeropuerto.
Desde que inició en forma su campaña presidencial como candidato de la UP, el Estado había venido reforzando su seguridad, en respuesta a las amenazas contra su vida, que recibía casi a diario y de las que hablaba con toda naturalidad.
Lo dijo muchas veces, en muchos lugares: “sé que me van a matar”. Incluso llegó a especular sobre el lugar de su asesinato. “Me van a matar en cualquier esquina, en cualquier momento, o hasta en mi propia casa”.
Por eso, cuando fue a visitar a su familia para la Navidad de 1989, primero se bajó su jefe de seguridad y revisó toda la casa, en Manizales, donde lo esperaban sus padres, su hermana, su primera esposa y sus hijos.
A pesar de que ellos habían estado en la propiedad durante todo el día y no habían notado nada extraño, solo después de una juiciosa revisión se bajó el dirigente.
Bernardo (su hijo que lleva su nombre, aunque su segundo apellido es Zapata) acababa de cumplir los ocho años y, deslumbrado por toda esa parafernalia –que incluía una ambulancia y el cierre de importantes avenidas-, corrió a su encuentro.
Su papá casi le quiebra los huesos, porque así eran sus abrazos. Y empezó luego, “con la seriedad de un discurso del Congreso de la República”, con la misma perorata que le reiteraba todos los días, cada vez que hablaban por teléfono: que tenía que estudiar, que estudiar era lo más importante.
Durante las dos veces que estuvo exiliado les escribía cartas a sus familiares permanentemente, en las que les expresaba su afecto. Recorrió la Unión Soviética y muchos países socialistas, y en sus misivas describía aquellos lugares tan distantes y poco conocidos, donde empezó a cuestionar algunos aspectos de esta ideología.
“De hecho por eso a él –cuenta su hijo- en un momento, en el interior del partido, lo llamaron el ‘perestroiko’. Estaba de acuerdo con la apertura económica, no de una manera tan salvaje, pero pensaba que, gradualmente, teníamos que estar acordes con las políticas internacionales”.
No solo por todo el asunto de los escoltas Bernardo se daba cuenta de que su papá era importante. Ya lo había visto en televisión, lo cual le resultaba muy emocionante, donde en los noticieros pasaban extractos de sus intervenciones.
También lo había contemplado en la plaza pública, exponiendo sus ideas con su característico poder de oratoria. Y notaba que la gente en esos eventos masivos, extrañamente, por ser hijo de quien era, lo miraba con un cierto orgullo, como con una esperanza.
Transcurría una época de gran agitación política. Acompañaba a su madre, Ana Lucía –militante del Partido Comunista-, junto con su hermana, a muchas manifestaciones. Las recuerda como marchas alegres, en las que escuchaba arengas en defensa de los derechos de los trabajadores y donde, paradójicamente, se experimentaba un cierto ambiente festivo.
Asistió a marchas en las que estaban reivindicando los muertos de la UP. Entre los seis y los diez años fue con su madre a muchos sepelios. Sabía que había gente que estaba muriendo muy seguido, pero no comprendía muy bien por qué. Sin embargo, sí entendía que la muerte era algo definitivo.
Como estudiante universitario, Bernardo no habría de acudir con la misma asiduidad a las manifestaciones estudiantiles, aunque siempre fue crítico y analítico. De ahí que, cursando sexto semestre de Ingeniería Electrónica, decidiera empezar también a estudiar Derecho, porque le entró una previsible –casi genética- sed de humanidades.
En las clases le gustaba hablar sobre la realidad de Colombia y las cosas que él creía se podían cambiar. En el 2000 creó un bloque en la Universidad Libre de Pereira para apoyar a Luis Eduardo Garzón, entonces candidato presidencial. Pegó “los carteles con colbón. Entonces cuando los iban a arrancar se traían la pintura o la madera”, lo cual le causó algunos problemas.
No iba a marchas ni militaba en ningún partido, pero sí pensaba que las razones que habían impulsado a su bisabuelo a ser sindicalista en los ferrocarriles nacionales, a su abuelo a apegarse a las políticas liberales y a su padre a convertirse en candidato de un recién fundado movimiento político se perpetuaban en el tiempo.
Generación tras generación se transmitía esa especie de sinsabor. Fue su bisabuelo quien le empezó a contar a su padre sobre las problemáticas del país. Le llevaba revistas que hablaban sobre socialismo, siendo su nieto aún un niño. De modo que Jaramillo Ossa pronto se convirtió –como él mismo lo declaró- en “una pequeña lacra, un espécimen pesado para los niños bien”, por lo que terminó siendo expulsado de todos los colegios privados de la ciudad.
En las nuevas instituciones donde era recibido notó que había estudiantes que iban descalzos y otros que no podían almorzar, cuando no era que ambas características coincidían en un mismo individuo, y terminó fundando un restaurante en el colegio, donde muchos de sus compañeros encontraron alimento.
Su hijo cree en sus mismas causas, pero no se considera de izquierda. Dice ser “un tipo que utiliza siempre la razón humana para interpretar el mundo”, sin categorías. Si le tocara elegir uno, para que la gente lo pudiera clasificar, elegiría el tercer camino y diría que es de centro, pero considera que es mientras el mundo se concentra en ponerse de acuerdo sobre si se es de aquí o de allá cuando suceden las verdaderas aberraciones humanas: el hambre y el olvido.
Bernardo coincide con su padre en la creencia de que la paz sin violencia es posible. (“Jamás llegarán al poder por las armas”, había sentenciado durante su campaña), pero no en la combinación de las formas de lucha, idea que, sin embargo, había venido transformándose en la mente de su padre durante la última etapa de su vida, en la que criticó la doble actitud de la guerrilla de “hablar de paz y darles bala a policías y campesinos”. Su último deseo político fue, incluso, independizar a la UP, aliarse con otros grupos y, si era necesario, renunciar a su candidatura en aras de una unidad nacional.
Claro, la época de su padre era otra. Aquel tiempo en el que las noticias eran divulgadas, a las ocho de la noche, por el noticiero ‘Criptón’, o en la que los Estados aún se independizaban.
Por los días de la muerte de Jaramillo Ossa, Namibia, la última colonia de África, le dijo adiós a 75 años de ocupación surafricana, y se hacían grandes campañas para anunciar que ya estaba a la venta el último VHS de Toshiba, mientras en Bogotá, en apenas tres salas de cine, se proyectaba la célebre comedia romántica ‘Harry y Sally’. Era aquel tiempo en el que la tinta a color solo se utilizaba en las primeras páginas de los periódicos…
La foto de su padre, en el ataúd, sin embargo, fue publicada el 23 de marzo en blanco y negro. Ese día, así como los siguientes, los medios de comunicación informaron sobre los detalles de su asesinato: que fue llevado al Hospital Central de la Policía Nacional, pero que había llegado prácticamente muerto, que se había desangrado, que dos balas en el tórax lo habían matado, que había recibido otras dos, pero que esas no fueron las fatales. Se dijo que los proyectiles destruyeron los vasos yugulares (en el cuello), las arterias y venas subclavias (debajo de la clavícula), los vasos que van paralelos a las costillas y las arterias que corren al lado de la columna vertebral. Y que de nada habían servido los intentos por resucitarlo de cinco cirujanos, cuatro anestesiólogos, tres ayudantes de cirugía y tres instrumentadoras, ni los 20 litros de sangre O negativo, o los otros 30 de sueros y soluciones electrolíticas. Tampoco funcionó el masaje cardiaco o los choques eléctricos al corazón, pues, tal como lo narraba un artículo*, Bernardo Jaramillo Ossa había muerto, a las diez de la mañana, “sin realizar su sueño de salir en un pueblo de tierra caliente a la calle, con una revista en la mano, comprar un helado en la esquina y saborearlo sentado en el parque mientras se les da de comer a las palomas”.
* ‘Clamor nacional: ¡basta ya!’, escrito por Jaime Ariza y publicado en el periódico EL TIEMPO el 23 de marzo de 1990.
EMMA JARAMILLO BERNAT REDACCIÓN DIARIOADN.CO
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