Las potencias emergentes que integran el Grupo
BRICS -Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica- acordaron oficialmente
este miércoles la creación de un Banco para el Desarrollo, que permita
financiar inversiones recíprocas y constituya una alternativa a los
organismos financieros multilaterales dominados por Estados Unidos y la
Unión Europea.
Los líderes de las cinco naciones se reunieron este miércoles, en el
segundo día de la V Cumbre del BRICS en la ciudad sudafricana de Durban
(sureste) y acordaron aportar una cantidad inicial de 50 millones de
dólares para establecer la entidad financiera.
Este Banco pretende dar a las principales economías emergentes una
mayor influencia en el escenario mundial. El presidente sudafricano y
anfitrión del encuentro, Jacob Zuma, destacó que la misión del banco
será movilizar el ahorro interno y la infraestructura de
co-financiamiento en el desarrollo de las regiones.
"El Banco de Desarrollo del BRICS podría ayudar a África a alcanzar
sus potenciales económicos enormes", aseguró Zuma, pues financiará
proyectos en todo un continente rico en minerales que lucha contra
“aquellos países que tratan de robarnos los recursos".
Por su parte, la Mandataria brasileña, Dilma Rousseff, reafirmó que
el ente tiene que servir como una nueva alternativa al Banco Mundial y
al Fondo Monetario Internacional, en los que los países emergentes
tienen poca influencia.
“Los miembros del BRICS estamos unidos en una visión de futuro, en la
que nuestros países van a ocupar un papel cada vez más relevante" en la
geopolítica mundial, aseveró Rousseff.
Antes de la reunión plenaria, Rousseff compartió un desayuno con Zuma
y os jefes de Estado de China, Xi Jinping; de Rusia, Vladimir Putin; y
el primer ministro indio, Manmohan Singh.
La dignataria suramericana también destacó que el bloque comparte una
visión sobre el desarrollo y señaló que "la superación de la pobreza es
sólo el comienzo" de la lucha que llevan adelante las potencias
emergentes.
En un aparte del encuentro, Rousseff invitó a un grupo de empresarios
a invertir en Brasil, donde el gobierno lanzó un programa de
privatización de grandes obras de infraestructura cuyo valor oscilaría
alrededor de los 250 mil millones de dólares.
Los líderes del BRICS espera firmar un acuerdo sobre un cable de
fibra óptica que comunique a las naciones del grupo, para eliminar
paulatinamente la dependencia de Occidente.
Además, los cinco países también están listos para ultimar un acuerdo
sobre un “swap” de moneda -contrato en el que las partes involucradas
se comprometen a intercambiar flujos financieros en dos monedas
diferentes- que vale alrededor de 100 millones de dólares.
Este bloque de países emergentes constituye más del 40 por ciento de
la población mundial y representa más de una cuarta parte del Producto
Interno Bruto global.