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General: Un nuevo líder comunista en China
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De: Ruben1919  (Mensaje original) Enviado: 19/11/2012 21:43
  Manuel E. Yepe
 
 
 
El Partido Comunista de China (PCCh) ha elegido a un nuevo Secretario General en su decimoctavo Congreso, celebrado en el Gran Palacio del Pueblo, en Beijing, con participación de más de dos mil delegados en representación de sus 82 millones de militantes.

Xi Jinping, fue elegido secretario general y presidente de la Comisión Militar Central de la organización comunista de más numerosa membresía en el mundo al iniciarse la primera de las siete sesiones de su Congreso número 18.

El estrenado líder de la pujante organización política de China anunció al momento de su elección que sus principales tareas al frente del Partido Comunista serán las de guiar a la nación asiática en su incesante crecimiento, elevar el nivel de vida de la población y luchar contra la corrupción en todos las esferas gubernamentales.

“Nuestra responsabilidad es ahora unir y dirigir al Partido y la población en su constante voluntad por lograr la renovación de la nación china para que se mantenga cada vez más independiente, más firme y más poderosa en el contexto mundial de naciones”, dijo Xi en un encuentro con la prensa.

“Nuestro pueblo anhela tener mejor educación, trabajo estable, ingresos satisfactorios, seguridad social garantizada, asistencia médica y sanitaria de mayor calidad, condiciones habitacionales y ambientales superiores y que sus hijos puedan crecer, trabajar y vivir de manera digna”, subrayó.

“Esa responsabilidad es la que tenemos ante nuestro Partido, que sirve de todo corazón al pueblo y por ello ha sido capaz de dirigirlo en la obtención de éxitos que son la admiración del mundo entero, lo que nos hace sentir, con toda razón, orgullosos”, dijo el flamante Secretario General.

En discurso ante la prensa acreditada al Congreso partidista, Xi Jinping alertó contra la autosatisfacción por los éxitos, porque son numerosos y serios los problemas que exigen urgentes soluciones, entre los cuales señaló la malversación, la corrupción, el divorcio entre dirigentes y masas, el formalismo y el burocratismo.

Aseguró que dedicará sus mayores esfuerzos a resolver estos problemas. “Todo el Partido debe estar alerta; para forjar el hierro se necesitan herreros fuertes. Nuestra responsabilidad reside en sostener el principio de que el Partido debe vigilar su conducta propia y desempeñarse con una disciplina estricta”.

El Comité Permanente del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China quedó conformado por siete miembros: Xi Jinping, Li Keqiang, Zhang Gaoli, Zhang Dejiang, Liu Yunshan, Yu Zhengsheng y Wang Qishan.

En total, el Buró Político tiene 25 miembros, de los cuales 15 son de nueva elección. Dos de los miembros son mujeres.

Se considera que cuando Xi Jinping asuma la Presidencia, en marzo de 2013, Li Keqiang será nombrado Primer Ministro y que Xi asumirá directamente los asuntos de política exterior e internos del Partido, en tanto que Li se responsabilizará básicamente con los de carácter económico.

Para las élites del poder en Estados Unidos y las oligarquías de los países de mayor desarrollo económico que giran en su órbita, cualquier cosa que ocurra en China genera preocupación y hasta alarma, dado que el sostenido avance del país asiático ya lo definen como la posible próxima potencia hegemónica mundial en materia económica, papel que desde el final de la segunda guerra mundial ha desempeñado Washington.

Pero China ha sido también un polo de vital importancia para las naciones del tercer mundo porque ha representado alternativa para la subordinación a los mercados controlados por Estados Unidos y el capitalismo internacional, especialmente luego de la desaparición de la Unión Soviética y el fin de la Guerra Fría.

Esta definición es válida, en el terreno político y de la ideología, para los vínculos entre el movimiento revolucionario actual del tercer mundo y la política internacional del Partido Comunista chino.

Para la revolución tercermundista –en especial para quienes se definen como marxistas, izquierdistas, progresistas, comunistas o socialistas– es sumamente importante que el aprovechamiento por el proceso socialista chino de mecanismos y métodos propios del capitalismo se identifique como un recurso táctico y no un fin estratégico. Las fuerzas del progreso social mundial apuestan por que las desigualdades que hoy apoyan el desarrollo acelerado de China cedan lugar, más temprano que tarde, a los fundamentos de igualdad y justicia que están en la base de las motivaciones de los pueblos de todo el mundo que desde el poder o aún luchando por alcanzarlo hoy se alzan contra el capitalismo, por el socialismo.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Un nuevo líder comunista en China
 
 


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Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 30/03/2013 22:52

La estrella que se volvió la primera dama de China

Por: |

7:50 p.m. | 29 de Marzo del 2013

 

La estrella que se volvió la primera dama de China

La emblemática cantante china Peng Liyuan fue una de las invitadas especiales durante la ceremonia de entrega de los primeros Premios de Arte Chino, en Beijing, el 19 de diciembre del 2011. AFP

Foto: AFP
 
 
 

La cantante Peng Liyuan ha tenido que asumir un papel discreto, como es tradición en ese país.

China finalmente tiene una primera dama visible. Después de décadas en donde las esposas de los presidentes y altos mandatarios estaban detrás de los telones, Peng Liyuan, la famosa cantante y cónyuge del recién nombrado presidente Xi Jinping, se posicionó esta semana como ‘la mujer de China’. Lo hizo en la visita oficial que hizo con su marido a Rusia y África, donde ocupó primeras planas de los medios de su país y se destacó por su elegancia, belleza y capacidad diplomática.

Hacía tiempo que Peng no aparecía delante de las cámaras ni en presentaciones musicales ni acompañando a su marido en eventos importantes, como cuando él fue nombrado el hombre más importante de China el pasado noviembre, cuando asumió la secretaría general del Partido Comunista Chino (PCCh) y la presidencia de la Comisión Militar Central. Desde hacía muchos meses, la gran diva se había sumido en el silencio.

La cuestión es que su fama fue siempre mucho más grande que la de Xi. No solo había logrado, desde 1982, ser la estrella central del show de gala del año nuevo chino, el programa de televisión más visto en ese país, sino que ya era el orgullo del Ejército Popular de Liberación (EPL).

Ambos se conocieron en 1986 –un año después se casaron–, cuando Xi comenzaba a labrar su camino político como vicealcalde de Xiamen, la ciudad costera de la provincia de Fujian. Entonces, su futuro como presidente se estaba forjando, pero Peng ya había conquistado el corazón de los chinos.

Mientras Xi daba un pequeño paso hacia Zhongnanhai –los cuarteles generales del Partido Comunista–, Peng volaba, reafirmándose como el ícono de la música popular china de los 80 y 90.

Con su voz de soprano, Peng se hizo merecedora de premios musicales en China, lanzó tres discos y varias compilaciones, y estuvo dentro del grupo de los primeros artistas en recibir subsidios del Consejo de Estado. En su carrera militar pasó a la historia como la persona más joven en alcanzar el rango de general y es la decana de la Academia de arte EPL.

Ella representa el ideal de la mujer china: agraciada, hermosa, artista, educada, militar, miembro del Partido Comunista y, más importante aún, devota a su patria, algo que refleja en el nacionalismo de sus canciones. Sin embargo, su carrera comenzó a apagarse justo cuando su esposo comenzó a escalar posiciones dentro del Partido.

La política la silenció

El quiebre se dio en el 2007, cuando Xi entró a ser parte del Comité Permanente del Politburó, el núcleo de poder en China, donde fue nombrado vicepresidente y ahora presidente de China. Y no fue falta de inspiración o gracia musical lo que llevó a Peng al silencio artístico, pues su último disco, Mi hermano soldado, lanzado precisamente en el 2007, fue un éxito. Tampoco fue un descenso en la popularidad, pues siguió siendo el centro del show de año nuevo hasta el 2009. Ella tuvo que decir adiós a su carrera por una simple razón: la tradición política china.

A diferencia de los países occidentales, los líderes chinos no se personifican con detalles privados. Y en esa línea, la primera dama no tiene un rol determinado. Liu Yongqing, esposa del presidente anterior, Hu Jintao, escasamente apareció en eventos públicos en los diez años de gobierno, y las esposas de Jiang Zemin y Deng Xiaoping no tuvieron protagonismo alguno.

La mujer ha tenido un papel minoritario en la política china. “La falta de educación y experiencia política no son las principales razones por las que hay tan pocas mujeres en el liderazgo político, sino por la discriminación de género”, dice Tamara Jacka, investigadora de la Universidad Nacional de Australia en temas de género en China.

Además, son pocas las que tienen un cargo importante dentro del Gobierno. De hecho, han sido vinculadas a experiencias nefastas: Jiang Qing, esposa de Mao Zedong, fue condenada dentro de la Banda de los 4 –los fieles seguidores de Mao– por sus excesos durante la revolución cultural, e históricamente se traza hasta la emperatriz Cixi, a quien culpan de la decadencia de China a comienzos del siglo XX. “Esta notoriedad negativa genera un rechazo frente al involucramiento de las mujeres en espacios públicos y políticos”, dice Johanna Hood, profesora de la Universidad Nacional de Australia y quien ha seguido de cerca la carrera de Peng.

Es la primera vez que el Partido se enfrenta con una mujer que tiene reconocimiento nacional y que es apreciada no solo como artista, sino por su vocación social. Por lo que el Gobierno se ha tomado el tiempo para decidir cómo lidiar con ella. De un lado, podría ser una gran llave para su máquina propagandística, pero por el otro podría desestabilizar la tradición política, donde los líderes se esmeran en tener un bajo perfil.

En todo caso, Peng tiene una estrella propia que la hace brillar más que a cualquier líder. “Su voz es preciosa, especialmente cuando canta canciones folclóricas”, dice Qiao Zhiwen, diseñador de 53 años y fan. Sus canciones hablan de la prosperidad y del éxito de la patria. Con un estilo propio, modernizó la música tradicional, algo que el Gobierno necesitaba “para darle una nueva vigencia y continuar produciendo canciones nacionalistas”, explica Liu Xiaozhen, profesora de la Academia China de Artes.

Gracias a su cercanía con el Gobierno al ser miembro del Partido y del Ejército –y a sus relaciones familiares–, Peng sobresalió también en el ámbito político y social. Además de haber sido parte de la Conferencia Consultiva Política –segunda cámara china– durante tres periodos, pertenece al comité ejecutivo de la Federación Nacional de Mujeres y es la embajadora de la Organización Mundial de la Salud para la Tuberculosis y el Sida, y de la Asociación China para el Control del Tabaco.

Una nueva figura pública

Desde que Xi entró al ruedo del poder, las apariciones públicas de Peng se hicieron aleatorias. En el 2009, se presentó por última vez en el show de gala del año nuevo chino. En el 2007, declaró que no iba a producir nuevos discos.
Su último concierto fue en enero del 2012, durante una gala del Ejército, delante de toda la plana mayor de la política china. Esa vez, su presentación fue impecable como siempre, pero se dio sin sus tradicionales vestidos pomposos. Quien por muchos años se apoderó de la tarima con una vestimenta colorida o con trajes de alguna de las 52 etnias chinas –con lo que reforzaba su espíritu nacional–, pasó a ser una mujer sobria y que empuñaba el uniforme militar de forma rigurosa.

“Si el Partido de repente decide guardarla en un cajón, diciendo que no a su carrera, podría desencadenar molestias en el público. Sería una prueba para ver cuán modernizados están”, declaró Ross Terrill, autor de las biografías de Mao y su esposa, a Los Ángeles Times. Pero para la profesora Liu, la salida de Peng de los escenarios responde a una decisión artística necesaria a los 50 años y que coincide con su nuevo cargo académico. “Es el momento de abandonar el canto. Creo que Peng va a escoger enseñar y contar sus experiencias a sus estudiantes, pues está volviéndose vieja”.

La ‘pengmanía’

Lo cierto es que muchos rumores que se habían tejido alrededor del papel de Peng se despejaron esta semana. Con el primer viaje de Xi como presidente de China a Rusia, República del Congo, Tanzania y Sudáfrica quedaría comprobado que el Gobierno sí quiere a una primera dama. Y que además, esta sería clave para la implementación del soft power tanto nacional como internacional.

Peng les quita el perfil acartonado a los políticos chinos. Hace ver a Xi como un hombre capaz de expresar amor y de consentir a su mujer al punto de cargarle la cartera, tal como fue registrado por los fotógrafos cuando se bajaba del avión.

Es el prototipo del hombre exitoso chino que también es sensible y se enamora, en un país que hasta hace poco ha comenzado a besarse en público y que estaba acostumbrado a la rigidez física de sus líderes. A su vez, Peng es el ejemplo de la mujer empoderada que escaló posiciones por sí sola y más importante aún, que siempre le ha hablado al pueblo. Ya se habla de la ‘pengmanía’: miles de mujeres se volcaron a las tiendas para emular su estilo comprando en tiendas locales como Exception (Liwai), de donde vienen el bolso y el abrigo que Peng usó a su llegada a Moscú esta semana.

Su nuevo papel la sacó del silencio –aún no se sabe si artístico también – y le devolvió su puesto en la sociedad. De hecho, la historia de amor entre Xi y Peng, que antes había sido censurada para proteger la imagen del presidente, resurgió. Y así, se ha ganado comparaciones que van desde Eva Perón hasta Michelle Obama, todas ejemplos de mujeres caracterizadas por la elegancia, la diplomacia y el amor a sus maridos.

Una vez de regreso a su país, sin todas las cámaras o los ojos de la prensa encima, se abre el espacio de acción real que demostrará hasta qué punto la superpotencia china está preparada para tener a una mujer en el espacio político. Peng podría llegar a ocupar un cargo que pocas han tenido, uno que tendría un fuerte impacto social y caritativo.

Educada para ser artista

Peng Liyuan, quien empezó a estudiar canto a los 14 años, es una de las primeras artistas en graduarse de música tradicional étnica en su país. A los 20 años cantó por primera vez en el ‘show’ de gala del año nuevo chino. A los 28, ya había viajado por más de 50 países representando a China. Diez años después, presentó la ópera ‘Los poemas de Mulán’, en el Lincoln Center de Nueva York.

Cerraron club de fans en Internet

Efe. La página ‘Guo Mu Fan Club’ (‘Club de fans de la madre del país’), creada por un estudiante de 28 años en Xiamen (sureste de China), habría sido censurada por autoridades del país el jueves, según denunció el diario ‘South China Morning Post’. El club tenía cerca de 5.600 seguidores y mostraba desde fotos de la esposa del presidente hasta videos de sus presentaciones.

NATALIA TOBÓN TOBÓN

 


Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 31/03/2013 13:17

Los chinos están fascinados con su Primera Dama, la glamourosa esposa del nuevo líder comunista

Posted on 25 de marzo de 2013 Deja un comentario

Los chinos están fascinados por su Primera Dama, la glamourosa esposa del nuevo líder comunista

La flamante y glamorosa primera dama Peng Liyuan surge como la estrella más reciente de la diplomacia china: encanta a las audiencias y exhibe una imagen muy distinta a la de sus predecesoras invisibles, en su primera visita oficial en el extranjero, en Rusia. La aparición de la soprano acompañando a su esposo el presidente Xi Jinping en su viaje oficial a Rusia, ha causado sensación entre los ciudadanos del país asiático, que han elogiado su elegancia y ya la comparan con Carla Bruni o Michelle Obama.

En contraste con el escaso interés que entre los chinos ha generado el nombramiento de Xi como presidente -porque su ascenso ya se sabía desde hace un lustro-, la figura de Peng, de 51 años, ha desatado la admiración, especialmente en las redes sociales.

Minutos después de que los chinos vieran en los informativos nacionales saliendo del avión presidencial junto a su esposo, a la llegada de ambos a Moscú, los elogios al estilo de la soprano inundaban los foros de internet chinos.

Por fin tenemos una primera dama presentable en la República Popular“, aseguraba un internauta, mientras otros proclamaban su amor por Peng y muchos destacaban que el estilo de la cantante está a años luz de sus antecesoras Liu Yongqing y Wang Yeping (las casi desconocidas esposas de los anteriores presidentes chinos, Hu Jintao y Jiang Zemin).

Peng vestía a su llegada a Moscú un abrigo oscuro de botones cruzados que reafirmaba su delgado talle, y una bufanda azul que hacía juego con la también azulada corbata de su esposo, quien a diferencia de otros líderes chinos raramente usa el rojo en este complemento.

Los espectadores chinos mostraron su sorpresa por ver el austero a la vez que elegante nuevo estilo de Peng, a quien estaban acostumbrados a ver con vestidos multicolores y de grandes vuelos, cuando actúa en óperas o galas televisivas.

Aunque su traje es muy diferente de los que usaba en escena, me encanta“, señalaba un internauta en la red de microblogs Weibo, mientras un diseñador de moda hongkonés, William Tang, se deshacía en elogios hacia el estilo conjuntado de Peng y Xi.

Son unos trajes de bajo perfil, gráciles y cómodos, acompañados de unos peinados simples y ordenados. El bolso de Peng, sus zapatos y los colores de sus bufandas, todo encajaba muy bien“, destacó Tang, consultado por el diario “South China Morning Post”.

Muchos vendedores avispados han aprovechado la oportunidad y han puesto a la venta vía web fieles reproducciones del bolso de Peng, que según algunos entendidos es de la marca de lujo Tods.

La soprano, algo retirada de los escenarios desde que su marido ascendiera a la vicepresidencia en 2008, hasta parece haber tenido una influencia positiva en la imagen de su marido, quien según los medios chinos es el único político comunista que sabe “vestir bien” desde la época del primer ministro Zhou Enlai (fallecido en 1976), uno de los políticos más populares de la era maoísta.

Los chinos están fascinados por su Primera Dama, la glamourosa esposa del nuevo líder comunista

Una primera dama popular a nivel internacional podría suavizar la imagen global a veces áspera que tiene China y constituirse en una victoria en los esfuerzos efectuados por el país y que han sido infructuosos a la fecha para ganarse la opinión pública mundial.

Al mismo tiempo, la primera dama podría incrementar la popularidad de las nuevas autoridades del país en momentos en que los ciudadanos chinos se sienten cada vez más distantes del gobierno y están hartos de la corrupción y los aires de realeza de la clase gobernante.

La atención que Peng ha desatado estos días entre medios y ciudadanos chinos anticipa una nueva era en el tratamiento que en el país asiático se da a la figura del presidente: el “glamour” de la cantante, famosa en el país desde los 80 (mucho antes de que su marido se diera a conocer), va a ser un soplo de aire fresco en la encorsetada política del régimen comunista.

Durante décadas, las esposas de los presidentes chinos han estado en un discreto segundo plano y lejos de las actividades públicas de sus maridos, seguramente por la negativa imagen de esa figura que quedó con Jiang Qing, actriz y cuarta esposa de Mao Zedong.

Jiang, que comparte pasado artístico con Peng, fue juzgada tras la muerte de Mao como parte de la “Banda de los Cuatro” a la que se consideró culpable del caos de la Revolución Cultural, y acabó sus días en la cárcel (primero fue condenada a muerte pero la sentencia se conmutó a cadena perpetua), donde se suicidó en 1991.

En menor medida, Zhang Peili, la esposa del recién retirado primer ministro Wen Jiabao, arrastra una leyenda negra a sus espaldas: geóloga de profesión como su marido, las malas lenguas la acusan de haberse enriquecido monopolizando el negocio nacional de los diamantes.

Para encontrar en la historia del país asiático un ejemplo positivo similar al de Peng hay que remontarse a la República de China, el régimen anterior al fundado por Mao, cuando la esposa del presidente y “generalísimo” Chiang Kai-shek, Soong May-ling, deslumbraba dentro y fuera del país por sus elegantes vestidos tradicionales “qipao”, además de su inteligencia y su dominio del inglés.

Las mujeres en general tienen relativamente poca fuerza en la cúpula de poder en China, y sólo dos están integradas en el politburó de 25 miembros, la instancia que adopta las decisiones políticas en el gobernante Partido Comunista.

AUSTERIDAD

Hace tres semanas, Peng Liyuan devolvió a las autoridades militares un apartamento que éstas le habían dado en Pekín, un gesto acorde con las llamadas a la austeridad que su marido ha hecho para mejorar la imagen del Estado. Se trataba de una propiedad que el Ejército le concedió hace años en un complejo militar del oeste de Pekín, cercano al Ministerio de Defensa.

Militares y funcionarios del Estado suelen recibir de sus unidades de trabajo este tipo de viviendas, a veces gratuitas y otras a precios mucho menores que los del mercado, mientras el resto de la ciudadanía tiene que lidiar con una burbuja inmobiliaria que ha disparado los precios de las residencias en todo el país.

Tanto el predente Xi como su antecesor, Hu Jintao, han pedido en los últimos meses una decidida lucha contra el fraude en las altas esferas y mayor austeridad entre los cargos a todos los niveles, como respuesta a varios escándalos de corrupción que han aumentado la desconfianza de los ciudadanos hacia el régimen de partido único.

El hecho de que la esposa de Xi sea una celebridad, frente al perfil casi anónimo de anteriores primeras damas del país asiático, ha causado expectación entre los medios chinos y extranjeros, que ven a Peng como un soplo de aire fresco en una política nacional a veces inmovilista y gris.



 
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