Por Alberto Aguila
El compromiso internacional más importante del béisbol cubano en lo que resta del 2013 será el tope contra una selección nacional universitaria (amateur) de Estados Unidos, en varias ciudades norteamericanas, del 18 al 23 de julio.
Después de 16 años de haberse interrumpido este canal de colaboración deportiva, en el 2012, se reanudaron los topes Cuba-USA, y los cubanos se impusieron en tres de los cinco juegos efectuados en el estadio Latinoamericano, con la complacencia de millones de aficionados de la isla, ávidos de ver pelota americana rivalizando con la nacional.
Víctor Mesa fue el mentor ganador del evento del pasado julio en su primera experiencia al frente del equipo nacional de mayores. Para muchos, la "explosión naranja” es el más completo jardinero central del país en los pasados 50 años, pero como mánager ha sido cuestionado por su forma de dirigir -muy polémica- en la que amonesta y regaña a sus pupilos en pleno juego, a diferencia de lo que hacen los mentores de los mejores equipos beisboleros del mundo, con la serenidad y el aplomocomo cartas credenciales.
Jugada cantada
En Cuba, el director del elenco nacional que pierde, lo destituyen, y cuesta mucho trabajo -a veces años- para que lo vuelvan a nombrar en el puesto. Víctor no cumplió el “compromiso” de ganar o al menos, asistir a la ronda final del III Clásico Mundial de Béisbol, concluido recientemente, y su suerte parece en declive no solo entre la afición. Su primera aparición en un terreno al reanudarse la 52 Serie Nacional terminó en una expulsión por su comportamiento exaltado.
¿Volverá el villaclareño a llevar las riendas de la selección nacional para la nueva cita en Estados Unidos? La historia demuestra los que pierden, son removidos, sin ruido alguno, ante cualquier desliz. La lista es larga y tendida, con el mismo resultado: Higinio Vélez estuvo al frente en el 2006, Rey Anglada (2007), Antonio Pacheco (2008), Esteban Lombillo (2009), Eduardo Martín (2010) y Alfonso Urquiola (2011).
Pero años antes ocurrió lo mismo con Juan “Coco” Gómez, Servio Borges, José Miguel Pineda, Pedro Chávez y Jorge Fuentes.
Acabo de conocer que Cuba abrirá otra escuela de mánagers, como la que existió a finales de la década del 60, y de la que -además de Servio Borges- se graduaron Miguel Valdés, Francisco Escaurido, Enrique Wilson, Daniel Menéndez Miñoso y varios más. Pero la experiencia indica que los mentores de equipos ganadores no salen de ninguna escuela -exceptuando el caso de Servio- y la propia historia de nuestro béisbol resulta elocuente: Miguel Angel González, Adolfo Luque y Fermín Guerra, no asistieron a ningún centro formador para la especialidad de conducir y ganar.
Esperando julio
Infinidad de cubanos directores de equipos engalanaron la pelota en otros países. Lázaro Salazar, Martín Dihigo, Orestes Miñoso, Virgilio Arteaga, Avelino Cañizares y el propio Luque “manichearon” con acierto en México; Regino Otero-ganó siete campeonatos en Venezuela; Clemente “Sungo” Carreras, Carlos Pascual, Tony Pacheco, Napoleón Reyes, Tony Castaño, Wilfredo Calviño y otros lo hicieron en diversos lugares. Ninguno de ellos estuvo en escuela de mánagers que no fuera el terreno de pelota.
En fechas más recientes, Germán Mesa, Lourdes Gourriel y Jorge Fuentes dirigieron con éxito equipos en el extranjero.
¿Habrá que traer acaso un mánager foráneo para intentar obtener trofeos? ¿Llegará la época de los "intercambios deportivos" a profundidad? En la pelota profesional cubana los hubo y tuvieron mucho éxito. Fueron norteamericanos. ¿Tendremos que acudir a ellos? Quien sabe, con el caso cubano, cualquier cosa es posible.
Por lo pronto, luego de la 52 Serie Nacional vendrá la gira por Estados Unidos y otra vez revoloteará el fantasma de las deserciones cubanas. O de los reencuentros entre antiguos colegas en tierra norteamericana.
Víctor Mesa -o el que lo sustituya- tendrá mucho trabajo por delante.