LA HABANA, Cuba, 5 abril de 2013, Carlos Ríos/ www.cubanet.org.-El Consejo de la Administración Provincial de La Habana ordenó a la municipalidad de la capital cubana dar cumplimiento al acuerdo 146, de 2011, que prohíbe realizar actividades comerciales en las avenidas, incluyendo portales privados. Por esto, arremetió contra vendedores estáticos y ambulantes.
Este reportero se presentó ayer en la reunión del municipio Diez de Octubre. la funcionaria de la Dirección de Vivienda de ese distrito, ante más de 100 representantes, avisó que se aplicará la directiva 146 porque deforma el ornato público, y se dispone de una semana para anular dicha actividad. Los comerciantes han de pasar al interior de la vivienda o se le cancelará la licencia.
Mientras, el Canal Habana TV informó este 3 de abril que la 146 es aplicable cuando obstaculice el paso peatonal. Según comentó un arrendatario que participó en dicha reunión, se podría suspenderle la licencia de seguir vendiendo en su propio portal.
Al final, la funcionaria y el asesor jurídico de esa Dirección dijeron que esta medida venía del Nivel Central.
Alguien dijo:
-Vivimos en un estado de indefensión-. Otros manifestaron que ya sacaron las uñas, porque jamás dejarán coger fuerza a la actividad privada.
También coincidieron la mayoría de que la fealdad del ornato público hablan por sí sola porque La Habana está apuntalada, derruida por las entidades gubernamentales. “Son unos cínicos”, dijeron.
Otra actividad privada perseguida por la policía y los inspectores estatales son los bici-taxi, y se cree que es para anularlos, para que no tengan competencia con los coco-taxi del Estado.
También, se conoce que a los carretilleros en el municipios de Centro Habana están amenazados de desaparecer; censurados por las autoridades, amenazan con retirarles las carretillas que usan para vender productos del agro, y le han ordenado emplear un solo tipo de carretilla.
El carretón oficial se puso a la venta en la tienda Flogar a un costo de 2 mil 400 pesos (CUP) y son de obligada adquisición. La tienda es de la red estatal adjunta a Comercio Interior.
Los cuentapropistas (privados) que venden vegetales, granos y hortalizas tirando carretilla por la vía pública son muy conocidos popularmente.
La Resolución advierte que de no acatar la ordenanza se le suspenderá la licencia y se le impondrá una multa. Además, el impuesto de 70 pesos mensuales se aumentó a 200.
El Estado teme de la competencia
Los carretilleros dicen que se trata de una medida de abuso de poder y que lo que persiguen es recoger dinero, y también eliminar la actividad que compite con el Estado.
Reinol, carretillero de 36 años de edad, dijo que Raúl no sabe dirigir. “Existe un ejército de inspectores multándote para sobornarte y tú le pagues para no ser multado”, comentó.
Mientras, la prensa oficial afirma que los alimentos agropecuarios han aumentado de precio debido a dichos carretoneros, que son especuladores.
Sin embargo, no informa que la tenencia de las tierras estatales es del 85 % y 2 millones 800 mil hectáreas están infestadas de marabú. Las plagadas de marabú se le entrega en usufructo a los nuevos colonos y no habrá respuestas de cosecha alimentaria, al menos en tres años.
Se desconoce si es una iniciativa del Gobierno municipal, de la alcaldía de La Habana o resulta una táctica del gobierno central, para ir frenando el sector privado y no se expanda, reflexionan los carretilleros de la capital.
Pedro Antonio, un carretillero de 53 años de edad, recordó que así iniciaron en 1998 una ofensiva contra la actividad de pequeños negocios y de 350 mil licencias quedaron 120 mil, cuando el Gobierno se sintió fuerte, después de autorizar la actividad a finales de 1993. No pocos cuentapropistas creen que Raúl Castro es igual o tal vez peor que su hermano.
Una carta dirigida a Raúl Castro, pidiéndole que intervenga y frene la censura del sector privado, ya está firmada por 672 cuentapropistas habaneros, con fecha de 29 de marzo de 2013.