El jefe de la delegación de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC) en los Diálogos de Paz, "Iván
Márquez", fustigó las recientes declaraciones de los expresidentes
Álvaro Uribe (2002-2010) y Andrés Pastrana (1998-2002), a quienes acusó
ser "venenosos como alacranes" y de oponerse a la paz en su país.
"Colombia es un país con expresidentes venenosos como alacranes, que
aunque no pudieron ganar la guerra, tampoco permiten hacer la paz",
afirmó el también número dos de las FARC, a través de un comunicado
difundido desde Cuba, donde se desarrollan las actuales negociaciones.
De igual manera, lamentó la oposición de Pastrana y Uribe, sus
ataques al proceso de paz y los invitó a reflexionar. "La política no
puede reducirse a la práctica de sacarse los trapos al sol, ni a
disparar contra la reconciliación. Necesitamos reunir voluntades para
edificar la paz con justicia social, democracia y soberanía" enfatizó.
Marquez recordó que durante los gobiernos de ambos exmandatarios se
acrecentó el conflicto y, en ese sentido, les pidió “dejar de lado el
plomo en sus palabras y no incendiar la mesa de diálogos”.
Asimismo, reafirmó que “el destino de Colombia no puede ser la
guerra” y aseguró que la mayoría de los colombianos está de acuerdo con
ese criterio.
Respecto a Uribe, el Comandante de las FARC sostuvo que éste "no
quiere verse como (Efraín) Ríos Montt (exdictador guatemalteco)
respondiendo ante los tribunales, lo cual es humano y comprensible", ya
que “no se pueden ahogar crímenes de lesa humanidad bajo el estruendo de
sonoridades bélicas".
En cuanto a Pastrana, consideró que está "disparando con escopeta de
regadera contra el proceso de paz en La Habana". “Por lo menos deja en
claro que el proceso de paz del Caguán (1999) no buscaba la paz, sino
tiempo para la reingeniería del ejército y los ajustes del Plan
Colombia, es decir, la guerra", precisó.
En conclusión, Márquez puntualizó que "Dios los crea y el diablo los
junta. Pastrana y Uribe quieren una Colombia aprisionada eternamente en
la oscura noche de la violencia".
Por último, en nombre de la fuerza insurgente, ratificó su compromiso
por establecer una era de paz en Colombia y con el buen desenlace del
proceso de paz que tiene lugar en el Palacio de Convenciones de La
Habana, bajo una agenda de seis puntos, entre ellos la tierra, la
participación política, el narcotráfico y las víctimas.
Las delegaciones del Gobierno y de las FARC cumplen por estos días un
receso en la mesa de conversaciones. TieneN previsto reanudar los
diálogos en la tercera semana de abril. Hasta el momento, la negociación
ha estado centrada en la cuestión de la tierra, considerada por ambas
partes “clave en el empeño de alcanzar la paz”.
El siguiente tema de discusión será la participación política. Las
dos delegaciones solicitaron organizar un foro en Colombia que abra el
debate social sobre ese tema, tal como se hizo en diciembre con el punto
de la tierra.