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General: 9 de abril
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De: Quico º (Mensaje original) |
Enviado: 08/04/2013 19:25 |
Juan Diego García (especial para ARGENPRESS.info)
En febrero de 1948 el líder popular Jorge Eliecer Gaitán encabezó una
multitudinaria manifestación que en completo silencio recorrió el centro
de la capital y terminó con la lectura de la “Oración por la paz”, un
llamado en el que se pedía al gobierno conservador de entonces poner fin
a la guerra civil que desangraba al país y estaba orquestada
directamente desde las instancias oficiales. Poco menos de dos meses
después, el 9 de abril, un sicario le asesinó a tiros provocando un
alzamiento popular en todo el país que la tradición llamaría desde
entonces “El Bogotazo”. Carentes de dirección y de líderes el
levantamiento fue sofocado sin que se sepa a ciencia cierta cuántos
miles de hombres y mujeres humildes fueron acribillados por las fuerzas
militares.
Las raíces históricas del actual conflicto armado en Colombia se pueden
encontrar fácilmente en aquellos acontecimientos. Seguramente es más que
una anécdota que luego del asesinato de Gaitán, en una pequeña
localidad de la región andina un adolescente que ve a parte de su
familia asesinada por las huestes oficiales y los paramilitares de
entonces se ve impelido a buscar refugio en las montañas formando
guerrillas campesinas para salvar su vida. Se llamaba Pedro Antonio
Marín, nombre que luego cambiaría por el de un dirigente sindical
comunista asesinado por la policía en Bogotá, Manuel Marulanda Vélez. El
mismo se volvería luego militante comunista y pasaría a la historia del
continente como uno de los líderes agrarios más destacados y al que
todos conocemos con el sobrenombre de “Tirofijo”.
El próximo martes 9 de abril cientos de organizaciones populares
desfilarán de nuevo por Bogotá y por muchas otras ciudades y aldeas del
país en una nueva “Marcha por la paz” y con la misma exigencia de
entonces: el fin de la guerra civil. Esta vez el mensaje no va dirigido a
un gobierno de corte fascista como aquel entonces sino precisamente a
uno que ha aceptado dialogar con los guerrilleros y se ha comprometido
con el país a encontrar una salida negociada del conflicto.
La marcha será un apoyo decidido a los diálogos del gobierno y las
FARC-EP, exigiéndoles que no se levanten de la mesa de conversaciones
hasta no llegar a un acuerdo de paz. Se pide igualmente al gobierno que
acepte una tregua y que se adelanten ya medidas de humanización del
conflicto además de sumar al proceso a los demás grupos guerrilleros que
aunque han manifestado públicamente su disposición al diálogo aún no
han recibido noticia alguna del ejecutivo.
El momento es particularmente delicado pues al parecer en La Habana las
autoridades y los insurgentes ya han concretado acuerdos sobre la
cuestión agraria y se aprestan a finales de este mes a debatir el
segundo punto de la agenda pactada, la reforma política. Contra estos
avances la reacción de la extrema derecha ha sido especialmente dura y
se teme que los intentos por sabotear estos diálogos se multipliquen. Si
las cosas no marcharan razonablemente bien esta reacción casi histérica
de los sectores más belicistas de la extrema derecha no se hubiese
producido. Pero por eso mismo es necesario que no solo en Colombia sino
en todo el mundo se produzcan manifestaciones de apoyo al proceso de paz
y en concreto a la “Marcha por la paz” del próximo 9 de abril.
Nunca estuvo tan cerca una solución política al conflicto armado en
Colombia. Por ello, todo gesto de apoyo será una muestra de solidaridad
con las gentes de este país andino que soportan una guerra cuyo balance
no puede ser más dramático: más muertos, ejecutados, desaparecidos y
torturados que la suma de las víctimas de las dictaduras militares del
sur del continente; millones de desplazados (primer o segundo país del
mundo en desplazados según la ONU); millones de hectáreas de tierra
arrebatadas violentamente por los terratenientes a los campesinos; miles
de dirigentes sindicales, defensores de derechos humanos y activistas
sociales asesinados por la fuerza pública o por grupos paramilitares;
índices de pobreza que afectan a casi el 65% de la población y un 15% de
gentes en la miseria total, todo ello en contraste con el grosero
atesoramiento de riqueza en manos de unos pocos.
Una voz por la paz, multitudinaria y festiva recorrerá Bogotá y muchos
lugares más de la geografía colombiana el próximo martes 9 de abril.
Será una marea humana que con esta acción busca apoyar los diálogos de
paz en Cuba y recuperar calles y plazas para las mayorías, sometidas
durante tantos años al silencio.
Jorge Eliecer, el “indio” el “negro” como le llamaba la oligarquía de
entonces a modo de insulto, estará en espíritu este martes en Bogotá
junto con las mayorías populares que abogan por una salida civilizada
del conflicto armado. La voz de Gaitán estará allí presente en la
memoria de todos, con su lenguaje directo, su discurso comprometido, su
palabra encendida y su consecuencia de llegar hasta el final en defensa
de la dignidad de los de abajo y la paz para todos.
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