Desde que tuve la oportunidad de estar en Venezuela en dos procesos electorales, no ví ni escuché un solo servicio informativo o leí un diario, en el que se mostrara la menor objetividad con las acciones y decisiones del gobierno del nunca olvidado Comandante Hugo Chávez, todas ellas encaminadas a la erradicación del analfabetismo, la violencia, la pobreza extrema o destinadas al cumplimiento de los derechos humanos más elementales: asistencia médica, educación, vivienda y trabajo.
Los mismos que se violentan, rebajan y suprimen hoy en toda Europa y que jamás han sido respetados en EE.UU.
Sin embargo, he sido testigo de cómo todas las cadenas venezolanas de propiedad privada, como sus periódicos, desarrollaban una estrategia de constante acoso y derribo, como vano intento para socavar la moral del pueblo.
Informativos que manipulaban, mentían y hacían mofa de ministros, insultaban gravemente al propio Chávez, como ahora al presidente Maduro o exaltaban la figura de Henrique Capriles y de sus mesnadas.
Y como esos medios saben que la incitación a la rebelión es delito, lo intentan desde EE.UU., concretamente desde Miami, donde precisamente residen cientos de ciudadanos que participaron en la noche del “Carmonazo”.
Allí seguirán el propio Pedro Carmona, empresario y abogado; Johan Peña y Pedro Lander, ex oficiales de inteligencia; Carlos Fernández, ex jefe de Fedecámaras; Daniel Romero, el abogado que leyó en público un decreto suspendiendo la Asamblea Nacional; los tenientes José Antonio Colina y Germán Rodolfo Varela; el ex coronel Yucepe Piliery, Rafael Poleo y su hija Patricia, dueños de Zeta, El Nuevo País y otros medios periodísticos, etc. Una lista que podría cansar incluso al más antichavista.
¿Dónde, sino en aquella ciudad florideña, paraíso de la Mafia y el Terrorismo Protegido por la ultraderecha, se encuentra el 90% de los criminales, delincuentes, narcotraficantes y genocidas más buscados en medio mundo y especialmente de Latinoamérica?
El pasado viernes, el conductor de origen cubano, Fernando Hidalgo (amigo personal de Posada Carriles, uno de aquellos asesinos protegidos por el gobierno de Obama), incitó a los miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), a violar su lealtad y compromiso con la soberanía y democracia de Venezuela, llamándolos a desconocer los resultados electorales del pasado 14 de abril. Podría ser toda una figura en la COPE, en Intereconomía o en RTVE.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=167098