El Registro Electoral
“Las auditorías al Registro Electoral se llevan de 3 a 6 meses, y se auditan con cortes mensuales. Comenzamos haciendo cortes desde la elección anterior, y empezamos a auditar todos los cortes sucesivos para luego pasar, antes de las elecciones, a un nuevo proceso de auditorías que son fijas en todas las elecciones, que se publicadas en un libro que sacó el CNE antes de 2010.
Auditamos por completo “que todo el mundo tenga nombre, apellido, sexo, edad. Se auditan los excluidos por fallecimientos” así como los condenados por tribunales; igualmente, cuando la persona termina su condena, son incluidos de nuevo en el registro.
También se auditan los cuadernos electorales. “Hay auditorías que duran 28 días completos (de 8 am a 8 pm), que es la auditoría de producción de cuadernos, por ejemplo. También se hacen auditorías de predespacho”.
Además, se hace una auditoría del desengrasante y la tinta en los galpones de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela, pues “es una empresa universitaria que produce, con muy alta calidad, esos materiales químicos, que tienen mejor calidad que los que antes se compraban a electorales”.
Se audita incluso cuando sale el nuevo sistema de autentificación del elector a través de un biométrico, se auditan casi 80 millones de imágenes. Se comparan contra una sola huella para ver estadísticamente su comportamiento. “Hay auditores externos y especialistas en el área de estadística, que cuando ven lo que nos dan esos números, se quedan sorprendidos”. En cada máquina, una huella sólo se compara con las 2160 huellas de los 540 electores correspondientes a esa mesa. Si la huella no está en ese grupo, la máquina no lo autorizará para votar.
“Es imposible que una huella dé identificación falsa”, sentenció Grimau.
Software de las máquinas
Las máquinas electorales merecen atención especial. Grimau nos explica que ”se auditan todas las máquinas, todo el software, revisamos el código fuente en caliente de casos extremos, colocando datos específicos de prueba, viendo por donde va pasando y qué va haciendo el programa con el dato. Se usan además casos límites”, indicó el técnico del PCV.
“Se audita todo lo que es software: software de la máquina de producción, la captahuellas y la producción de cada una de las máquinas electorales con el software que tenemos auditado. Sabemos que cada máquina sale sólo con ese software. Igual la captahuellas, se audita la producción de captahuellas”.
Foto de una auditoría de predespacho realizada en 2010. Fuente: Página web del CNE
“A veces los auditores de la oposición vienen con algunos programas que no existen en Venezuela. Los traen desde afuera, desde el imperio, para que el Imperio esté seguro de que ninguna de las máquinas que se utilizan tengan ningún tipo de conexión, de comunicación con el exterior. Está asegurado que la máquina, lo único que hace es un proceso allí en la mesa, sin ningún tipo de comunicaciones de ningún tipo hasta que le toque a la máquina ser conectada para transmitir los resultados”.
También se audita que “las máquinas se despachen con el software que ya nosotros habíamos auditado, y tenemos unos códigos con los que verificamos que eso es así, que en computación se llaman hash y MD5 que nos da la total seguridad de que la máquina se despacha con el software que fue auditado por nosotros”. Una vez cargado el software, las máquinas son cargadas en maletas especiales debidamente precintadas.
-¿No es posible que llegue alguien, le conecte un pendrive y le cambie el software o le meta un virus?
A la máquina no le puedes conectar nada sin abrirla, y para eso tiene una llave de seguridad, nadie puede llegar y abrirla. Puedes batuquearla contra el piso y romperla, pero de hacerse hay un operativo para cambiarla. Las empresas que trabajan para el CNE tienen máquinas de respaldo.
“Toda la oposición sabe a través de sus técnicos, y el Imperialismo también lo sabe, que esa auditoría dará que lo que la máquina contó, imprimió en una máquina y transmitió, es lo mismo que está en los comprobantes de resguardo (papeletas de votos)”.
Foto de una auditoría de predespacho realizada en 2010. Fuente: Página web del CNE
-¿Es posible alterar los datos que la máquina electoral transmite al CNE?
Roso insiste en que eso es imposible. Nadie puede alterar la programación de la máquina: “ella se programa en un taller donde tiene que estar apagada, tiene que abrirse, conectarse a una computadora que puede ser programada y eso en una mesa electoral no se puede hacer”.
“Nosotros también auditamos en caliente la transmisión de datos y la red de transmisión de datos. Ella se puede conectar por telefono Cantv, por línea de teléfono celular, por microonda o por vía satelital. La máquina tiene una cantidad de procesos que hemos auditado, que incluye una cantidad inmensa de capas de seguridad que te impiden llegar a la información que ella transmite”.
Además, la información se transmite encriptada, es decir, codificada por llaves o códigos especiales. “Si llegaras a ver esa información que se está transmitiendo, verías pura basura y no lo podrías entender ni descifrar si no tienes el código para desencriptar”.
Le preguntamos si un hacker o un técnico muy bueno pudiera hacerlo. Nos explica que esa información se transmite en segundos, pero un proceso de desencriptación de llaves de ese tipo le llevaría días, semanas o meses al mejor de los hackers.
-En el caso improbable de que se hubiera modificado los datos transmitidos por la máquina, ¿cómo se puede comprobar eso?
Una de las forma es que cualquier testigo de los partidos políticos o miembro de mesa, una vez se publican los resultados, puede introducirse a la página web del CNE y revisar los resultados de esa mesa. Puede corroborar que lo que tiene impreso se corresponde exactamente a lo que fue recibido por el CNE. Esa es una de las formas de hacer contraloría social al sistema electoral.
Cada testigo y miembro de mesa se queda con una copia del acta, cuyos resultados puede comparar con los que aparece en la página web del CNE para comprobar que no se alteraron los datos en la transmisión
“Cada miembro de mesa y cada testigo de las opciones políticas que tiene un acta impresa, vaya a la página web del CNE y verifique que se corresponde lo que tiene el acta impresa con lo que está allí”, dijo Grimau. Recordó que en la cuarta república eso era imposible, que “acta mata voto”: las actas se rompían y se volvían a hacer, cambiando los resultados.
“Cada opción política, si tuvo testigos en todas las mesas, puede verificar los totales no sólo contra los boletines, sino que tú puedes hacer tu propia suma si te llegan las actas impresas más rápido de lo que lo hace el Plan República. Cualquier partido que monte su operativo va a obtener un total que va a coincidir exactamente, sin ninguna diferencia, con el total dado con el CNE”.
Le preguntamos si alguna vez ha ocurrido que las actas impresas digan un número y la página web del CNE con los resultados finales digan otra cosa, y nos dijo que, si bien algunos políticos han declarado eso, jamás han presentado las pruebas. Las mismas, de existir, hubieran permitido impugnar el proceso electoral ante el CNE y el Tribunal Supremo de Justicia, pero “jamás ha pasado”.
La otra forma de contraloría social es la que tiene cada elector, al votar, cuando recibe un comprobante impreso que coloca en la urna para que se audite. “En otros países no hay comprobante impreso, no se puede auditar nada”.
Indicó que no se puede hacer “reconteo” porque el conteo lo hace una computadora y ella no se va a equivocar. Lo que se hace en todo caso es contar las papeletas y comprobantes para compararlos con el resultado emitido por el acta.
Foto de archivo (AVN) de auditorías realizadas en el CNE.
-¿Y qué opinas sobre las teorías que dejan entrever algunos en el chavismo y en la oposición, de que un virus a las 4 de la tarde fue activado, robándose 2 millones de votos”
Eso es totalmente imposible. Es más, hay una amiga mía, Andrea Coa, que le publicaron su historia de ciencia ficción sobre eso en Aporrea. Antes de que se lo publicaran ella me mandó el artículo, yo le di todas las explicaciones técnicas por lo cual eso era imosible. Le dije que su novela de ciencia ficción es muy buena, pero eso es falso.
Le expliqué que tenemos todo auditado, no hay hacker en el mundo que pueda atravesar 25 capas de seguridad, desencriptar la información, adulterarla, volverla a encriptar y volverla a mandar por el mismo sistema. Eso es imposible, para el mejor hacker del mundo requeriría varios meses de trabajo.
-¿La data se transmite por Internet?
No. Viaja o por la línea telefónica, o vía línea celular, microonda o satelital.
-Te lo pregunto porque tú supiste que ese domingo hubo un corte en el servicio de internet por 5 minutos. El ministro Jorge Arreaza explicó que hubo un ataque de hackers contra la página web del CNE, y que se decidió cortar el Internet por 5 minutos para proteger a la página web, y de hecho se cortó el acceso a la web desde el exterior del país. Pero hay gente que está diciendo que en ese momento hubo un ataque de hackers contra la data.
Uno de los blindajes que tiene el sistema electoral automatizado usado en Venezuela es que no usa para nada el Internet para ninguno de sus procesos. Es imposible entrar a la base de datos vía Internet, sus datos no se transmiten vía Internet. Tú puedes apagar Internet en el mundo entero y el sistema electoral funciona. Internet no tiene nada que ver con el sistema electoral, esa es una de sus grandes fortalezas.
Los hackers podrían -llegando por Internet- tumbar la página del CNE, le cambie la información o monte una información distinta a la página web del CNE, que es una página que sólo tiene información que el CNE difunde. Pero a través de la página nunca le vas a llegar ni al sistema de transmisión de resultados electorales ni a los centros de cómputo y totalización.
El sistema de totalización y cómputo: no puedes ir ni al baño sólo
Las auditorías van tan al extremo de que se audita todo, que siempre tenemos testigos en el sistema de totalización. Esos testigos entran en la mañana al sistema de totalización. Es tanta la seguridad allí que no puedes entrar con nada que no sea tu ropa. Están allí representantes de todas las opciones electorales incluyendo la oposición, es lo que más nos interesa, para que certifiquen que no hay manera de cambiar nada, que no hay manera de hacer fraude en un proceso tan automatizado y tan auditado como éste.
Esos testigos que se quedan en el centro de cómputo entran en la mañana, se ponen una braga encima de la ropa. No pueden llevar nada que pueda alterar nada, no puedes llevar dispositivos electrónicos, ni una goma de borrar, ni un lápiz, ni un chicle. Cuando estás allí y vas al baño, te acompaña un guardia nacional al baño de ida y de regreso. Es más, se queda adentro viendo que uno no lleve nada en la ropa ni haga nada. Estás allí todo el día sin comunicarte con nadie, no tienes celular ni vía de comunicarte ni de decirle nada a nadie de lo que tú estás viendo allí, certificando que no se transmite ningún dato hasta después de que el CNE cierra el proceso electoral. Vemos todos los procesos que se hacen allí, vemos que nadie toca nada en el centro de totalización.
Cuando ya se cierra el proceso electoral, vemos cuando entra la rectora Tibisay Lucena. La vemos, porque todo eso tiene vidrios. Vemos al representante de SmartMatic poniendo su clave, al representante del CNE poniendo su clave, a la rectora poniendo su clave, y con esas 3 claves se activa que el centro de totalización comience a recibir datos.
Ya nosotros antes habíamos certificado que esté todo en cero, que estén los programas cargados que ya habíamos auditado en el centro de totalización, y empezamos a ver cómo se transmite la data. ¿Qué vemos allí? Cuántos centros están transmitiendo o han transmitido, incluso hay un chequeo de que, cuando una mesa transmite, se chequea unos códigos de verificación para que el centro de totalización se asegure de que la información que llegó, llegó totalmente bien. Si no llega bien, le manda un mensaje a la máquina para que vuelva a transmitir.
Una vez que ha transmitido un buen porcentaje de máquinas, los rectores se dirigen a otra sala donde verifican si ya los datos son irreversibles antes de dar el primer boletín oficial.
Nosotros vemos y certificamos todo el proceso, donde nadie toca nada, donde no hay intervención humana hasta que ellos verifican que no hay irreversibilidad y ya pueden dar un primer boletín, donde el que declaren ganador, eso no va a cambiar.
-¿Por el captahuellas se puede hacer fraude?
Indicó Roso que el captahuellas fue adoptado a insistencia de las fuerzas revolucionarias debido a que, en la cuarta república, era muy común por los partidos tradicionales sacar cédulas falsas para poner a votar a abstencionistas y personas muertas. “Los fraudes electorales eran grandes, nosotros veníamos exigiendo un sistema biométrico que fuera obligatorio en todos los centros del país, para que un elector tuviera un sólo voto”.
Indicó que en cualquier país del mundo es suficiente con auditar el 5% de las mesas, pero en Venezuela se hace una auditoría del 54% de las mesas. Además, hay una auditoría de cierre escogiéndose el 1 por ciento de las mesas, que en este caso se hizo el 18 de abril y sólo se encontraron 0,19% de inconsistencias, causadas, en opinión de Roso, por errores humanos de los miembros de mesa luego de estar trabajando más de 12 horas en el proceso electoral. “Eso nos da una certeza de que el sistema automatizado no se equivoca, quienes nos equivocamos somos nosotros”.
El sistema de captahuellas.
¿Votaron los muertos?
En la rueda de prensa del jueves pasado, Capriles aseguró estar recibiendo certificados de defunción de personas de todo el país, que quieren saber si aparecieron como votantes el pasado 14 de abril. Grimau destacó que las auditorías al registro electoral ya se realizaron. Sobre esto, indicó Grimau que hay un mecanismo que funciona de forma automática, y el registro civil, por ley, pasa al Consejo Nacional Electoral.
“Antes ocurría que las defunciones no llegaban del registor civil al electoral, y la ley no permite sacar a la gente del registro electoral si no hay un certificado de defunción. Para solucionarlo se han hecho operativos, y quienes no han votado en tres elecciones consecutivas (bien sea por ser abstencionista o por haber fallecido) quedan excluidos temporalmente del Registro Electoral. Aquellas personas que tengan más de 106 años de edad también son automáticamente excluidos haciéndose el anuncio en la prensa, pero de existir una persona de esa edad y está vivo, puede acudir a hacer el reclamo para ser incluido de nuevo”.
“Si esas personas (fallecidas) están en el registro electoral porque la defunción no fue entregada al CNE, se puede certificar además que esa persona no votó. Todo lo que uno pueda reclamar puede ser revisado y certificado a través de los procesos de auditoría”.
La nueva auditoría
La entrevista a Grimau fue realizada antes del anuncio de la rectora Tibisay Lucena el sábado 27 en la noche. En ella, Lucena indicó que “la verificación se efectuara mediante la revisión de los comprobantes de votación con relación a los datos contenidos exclusivamente en el acta de votación elaborada por los miembros de mesa”, cumpliendo el artículo 162 de la LOPRE, y que la misma se realizará entre el 6 de mayo y el 4 de junio.
-Pero Capriles está pidiendo que se auditen las firmas y las huellas digitales en los cuadernos de votación. ¿Eso es posible?
Grimau explicó que no es posible, porque la huella impresa en los cuadernos electorales no tiene calidad para dactiloscopia. “Es una huella en la que el dedo puede no estar bien entintado, el miembro de mesa no tuvo formación en cómo hacer la impresión de la huella, la huella la coloca el propio elector en el cuaderno. Se necesitaría una precisión muy grande para que todas las huellas sean colocadas de la misma manera. Hay gente a veces que coloca la huella de lado, de punta y una impresión dactilográfica necesita que la huella esté bien colocada, que sea una huella completa, que sea una buena toma, que sea con tinta de dactiloscopia, ya sea una impresión rodada (que te rodaban el dedo sobre una tablita especial) con la cual no hay error posible en identificar a la persona”.
(Archivo)
“Con una huella en un cuaderno de estos, donde no se hace un proceso dactiloscópico, sería imposible poder dar con una identificación positiva. Por eso es que estamos de acuerdo en que los cuadernos electorales sean electrónicos”, lo que permitiría hacer un proceso de auditoría posterior, que se haría en cuestión de horas y permita verificar que quien votó fue la persona y no alguien que se hizo pasar por ella.
-Suponiendo que se insistiera en hacer esas auditorías, estamos hablando de 14 millones ó 15 millones de huellas o firmas. ¿Eso podría hacerse rápidamente?
No, eso podría tardar meses o años, es un proceso delicado. Insisto en que los cuadernos electrónicos son la solución para ese tipo de cosas, que la oposición no aceptó, porque todos en el chavismo estábamos de acuerdo en pasar a cuadernos electrónicos.
-Capriles primero hizo una rueda de prensa el miércoles 24 al CNE, poniéndole un ultimátum al CNE para decir en 24 horas cuándo van a empezar las auditorías, y al cumplirse ese lapso afirmó que ahora ya no quiere las auditorías, las calificó de “chimbas” sin esperar un pronunciamiento del CNE y ahora dice que quiere “impugnar”. ¿Qué opinión te merece todo eso?
“Ellos están engañando al pueblo, están engañando a su electorado”, asegura Grimau. “Ellos no quieren auditar nada, ellos no quieren reconteo de nada, ellos no quieren impugnar nada. Ellos sencillamente no han podido lograr el plan golpista. Se descubrió a tiempo, se expulsó a unos asesores militares norteamericanos que estaban contactando militares nuestros”, indicó recordando la decisión tomada por el entonces Vicepresidente Nicolás Maduro el 5 de marzo en la mañana.
“Hace poco se tomó preso también a un norteamericano que estaba en esos procesos de guarimbas”, dijo refiriéndose a Timothy Hallett Tracy, cuya captura fue anunciada el 25 de abril por el ministro de Relaciones Interiores. “Ellos tenían un plan golpista porque ellos sabían que iban a perder las elecciones. A ellos no les interesa respetar las decisiones del ciudadano. Ellos están engañando al pueblo, a su electorado y buscaban generar una masa crítica que sirviera de carne de cañón para conseguir una cantidad de muertos y generar un estadoi de destabilización y conmoción social, para, a través de los medios internacionales, justificar una guerra civil o una invasión extranjera, o algo como lo que le hicieron a Ghadaffi en Libia, o algo como lo que le están haciend en Siria”.
“La otra opción que tienen en sus planes golpistas es la de irse del país si los enjuiciamos, para formar gobiernos en el exterior que fueran reconocidos por Estados Unidos, Israel y otros países pequeños, para luego meter mercenarios que lanzarán bombas y atentados en los que no van a matar solamente a chavistas. El terrorismo internacional dirigido desde los países más terroristas del planeta, que son Estados Unidos e Israel, también mata a opositores que votan por la oposición y se prestan para ser carne de cañón para lograr objetivos del imperialismo”.
“Es muy lamentable que haya gente tan preparada en la oposición que tenga como sus dirigentes a esta gente, que ni es preparada ni defiende nada de la Patria venezolana”. Grimau los insta a reflexionar y no dejarse manipular por un puñado de líderes que sólo defienden sus propios intereses queriendo pasar por encima de la decisión del pueblo el 14 de abril.