El periodista fue demorado por los servicios de inteligencia de Chávez cuando llegó con el equipo de su programa de TV a Caracas. "Creo que querían formular una advertencia", dijo tras el interrogatorio.
03/10/12 - 12:47
Llegamos a Caracas a las seis de la tarde hora caribeña. Apenas bajamos del avión nos dimos cuenta de que nos estaban esperando. Cuatro personas vestidas de civil nos pararon antes de que lleguemos a la fila para pasar por Migraciones, como el resto de los pasajeros del vuelo 2564 de Lan Chile.
"¿Quiénes son?, ¿qué vienen a hacer a Venezuela?", nos preguntaron, aunque era evidente que sabían las respuestas.
Jorge Lanata tuvo que repetir dos veces lo mismo: "Fui invitado como veedor de las elecciones por el Sindicato Nacional de Trabajadores de Prensa".
Nuestras explicaciones no parecían servir de mucho. Se llevaron nuestros pasaportes. Volvieron al rato. Tenían credenciales del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN). Parecía que nos habían liberado. Esperamos nuestros equipajes.
Lanata caminaba hacia la calle cuando volvieron a pararlo. Preguntaron cuál era su valija. En rigor no les importaba. Lo llevaron a un subsuelo del aeropuerto, un pasillo largo que terminaba en una oficina gris apenas decorada con una bandera del SEBIN.
Tres agentes lo interrogaron durante 40 minutos. De vuelta: "¿Qué vino hacer a Venezuela? ¿En qué países estuvo este año? ¿Qué agenda tiene acá? ¿Estuvo en los Estados Unidos en septiembre?".
Lanata respondió una a una las preguntas. Incluso se animó a algún chiste: "Estuve en Angola este año, fue divertido", les dijo, en obvia alusión a su cobertura del viaje a ese país africano que hizo la presidenta Cristina Kirchner. Los espías del SEBIN quisieron saber qué traía en su valija: "Ábranla", les sugirió Lanata. No quisieron, la abrió él. Lo acompañaron hasta la puerta, lo dejaron ir.
"Pensé que iban a expulsarme del país, pero creo que querían formular una advertencia: 'Vamos a estar vigilándolos'", dijo Lanata después, fumando un cigarrillo, ya en la calle.
Papiyo ¿y vos te creés que Barone, Sandra Russo, Barragán, Victor Hugo, los periodistas de CN23, Tiempo Argentino o Gvirtz trabajan gratis?
La palabra mercenario en Lanata no tiene ningún sentido, Lanata no empezó a decir que Clarín no era un monopolio cuando empezó a trabajar ahí, pero Gvirtz si dejó de criticar a los Kirchner y empezó a elogiarlos cuando lo adornaron ¿recordás lo que era TVR en el 2008? Resaltaban todo el pasado menemista de los Kirchner y apoyaban al campo.
Por otra parte ¿donde querés que trabaje Lanata? ¿en los canales antes mencionados? Pensá un poco por vos mismo en lugar de repetir las consignas k y averiguá el pasado democrático de Timerman y Barone en los 70, como dijo Jesús, no veas la paja en el ojo ajeno sino la viga en el propio.
Anti-gusano : realmente no sé que pasó por tu cabeza en los últimos tiempos.
Ahora defendés al tragaleche de Lanata ??????
Pasadas las 22:00 horas pusimos el Canal 13 para verle la cara al gordo panqueque en el momento que dieran los resultados.
Fue un verdadero placer observar como se le iba transformando el rostro al periodista mercenario a medida que se acercaba el momento de la verdad.
Cuando se conoció la victoria de Chávez, lo único que atinó a decir el gordo traidor fue "vamos a la pausa". Hubo diez minutos de propaganda, y al regresar no dijo ni Mu y dió por finalizado el programa. Fue muy patético y muy gracioso.
El traidor sinvergüenza mordió el polvo, al igual que todos los boludos que apostaron por Capriles.
La que hizo un verdadero papelón es la descerebrada de Patricia Bullrich, que antes de conocerse los resultados, se animó a seguir mintiendo en Venezuela y adelantó un "supuesto boca de urna" donde ganaba el derechista opositor.
Toda esta lacra forma parte del anti-kirchnerismo. Dan lástima.
Lo siento por vos, Antigusano, que te pasaste a la trinchera del enemigo.
Ahora estás temeroso como Lanata que dijo "Si gana Chávez, Cristina irá por todo" ????
Que vas a inventar en tu programejo gordo, que fue fraude, que hubo hackers informaticos, que el perro de Chavez fue entrenado para comerse las urnas donde ganaba Caprile,,, gordo tibio que adentro que la tenes !!!!
Papiyo, en vez de contestar con argumentos sobre el inexplicable (moralmente) cambio de postura de Gvirtz cuando pasó de Canal 13 a Canal 7 y Canal 9, o sobre la falta de alternativas que tenía Lanata para trabajar en otros medios, vos respondés de manera muy progre y poco homofóbica:
Ahora defendés al tragaleche de Lanata ??????
Así una discusión no tiene sentido, sin argumentos y con descalicaciones al adversario sin fundamentos y ofensivas hacia las minorías.
Si Lanata fuera Victor Hugo, sería un ídolo para los k, dejarían de decirle gordo y mercenario y empezarían a cuestionar sus videos elogiando a los represores uruguayos. Un poco de sentido crítico por favor.
Y vos te creés que es un buen argumento recurrir a Diego Gvirtz, para defenderlo a Lanata ???
Qué me importa a mí si Diego Gvirtz produce sus programas pensando solo en el dinero ????
No me consta que así sea, ni tampoco me voy a ocupar de poner las manos en el fuego por él. Es irrelevante.
Lo único que importa es el contenido basura del programa del gordo panqueque con esa batería de mentiras, tergiversaciones y denuncias al servicio del Monopolio Clarín, y el buen contenido de los programas 6-7-8, Duro de Domar, y TVR que muestran quién es quién.
Si Diego Gvirtz se dedicó alguna vez a criticar al kirchnerismo... ¿en qué cambia el presente en que vivimos?
Por eso hay que repudiar a 6-7-8 ????
Por eso hay que dejar de ver a "Duro de Domar" ?????
Por eso me tengo que olvidar de "TVR" ????
Yo a Néstor Kirchner no lo voté nunca. Y a Cristina la voté recién ahora, para su segundo mandato. Y por eso alguien me puede tildar de "mercenario" ????
Ellos fueron de menor a mayor. Al principio no convencían a muchos, pero con el tiempo, se fueron ganando el respeto y la aceptación de más gente.
Eso mismo le pasó a Victor Hugo Morales.
Tu giro desde la izquierda hacia la derecha, realmente ... me deja perplejo.
Ahora me enteré que adherís al próximo cacerolazo ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !
Pero Papiyo si lo que criticas es el contenido de Lanata y no si se vendió por dinero no lo critiques por mercenario o porque "trabaja a sueldo del grupo Clarín". Eso es lo que ahce Gvirtz y su cambio de postura es mucho más radical que el de Lanata, porque antes decía que los Kirchner eran menemistas y ahora dice que son protagonistas de un "cambio de época", mientras que Lanata no empezó a decir ahora que Clarín "no es un monopolio".
Gvirtz es un productor que quizás se venda al mejor postor. No lo sé. Pero eso me tiene sin cuidado. No es importante.
Valoro el contenido que hoy tienen sus programas. Lo importante es que hoy tengamos un poco de aire fresco en la empobrecida televisión con 6-7-8, Duro y TVR.
Lanata es una vergüenza y por eso lo señalo como un mercenario y como un panqueque.
Si no es un mercenario, es un farsante que nos vivió engañando por muchos años.
Para mí es una patada al hígado que quien fuera uno de los fundadores de "Página/12" se haya dado vuelta como una media y hoy defienda a Clarín por considerarlo "el más débil".
Ese gordo es una aberración de la naturaleza.
Y encima se hace el cancherito, el gordo pelotudo.
Como me reí ayer al ver la cara que puso al conocerse la victoria de Chávez !!!!!
Cada día se desprestigia más el pobre gil.
Que se joda. Después de todo, nadie lo mandó a convertirse en el empleado de Magnetto.
Decime ... ¿vos también estás trabajando para Clarín, que lo defendés tanto al boludazo éste?
Luego del episodio ocurrido en el aeropuerto de Venezuela, el embajador argentino Carlos Cheppi fue entrevistado por Cynthia García y desmintió a Lanata.
La periodista Cynthia García, enviada especial a Venezuela, entrevistó en vivo al embajador argentino Carlos Cheppi durante el programa de 678 y desmintió lo declarado por el periodista Jorge Lanata en el aeropuerto de Caracas.
Cheppi declaró que “Lanata pasó los controles con una carpeta de los servicios de inteligencia venezolanos. Eso motivó el alerta de los controles. Es como si alguien quisiera entrar a Estados Unidos con una carpeta que diga `Cia´".
Por otro lado también aseguró que el periodista nunca estuvo detenido sino que “estuvo un cuarto de hora demorado y es un procedimiento de rutina”.
Además, el periodista había denunciado que tanto a él como a sus compañeros les habían borrado, en el aeropuerto, el contenido de sus celulares y computadoras, pero Cheppi negó tal suceso. “No se le borró material a nadie”, afirmó convencido.
Antes de pasar al nuevo capítulo del vende humo Lanata, quisiera que quede asentada la expresión de tristeza del gordo panqueque al conocerse la victoria de Chávez por diez puntos.
Es que no solo le habían pinchado el globo de "Capriles Presidente", sino que además, con esa diferencia ya ni podía salir a decir que el oficialismo había hecho fraude.
Los periodistas somos constructores de puentes que nos permiten llegar hasta nuestros lectores, oyentes o televidentes con la información que queremos comunicar. En general esos puentes están constituidos de materiales como la confianza, la empatía ideológica y el respeto mutuo, que se amalgaman para conformar ese sólido cemento con el que se adhieren los ladrillos de nuestro canal de comunicación. Ese cemento se llama credibilidad. Cuando por alguna razón, los materiales no fraguan y los ladrillos no se pegan adecuadamente, los puentes se derrumban. Y entonces esa credibilidad que nos permitía llegar hasta los receptores de nuestro mensaje desaparece. Dejo para mis lectores, oyentes o televidentes la tarea de evaluar la consistencia de los puentes que he sabido construir -o no- para llegarme hasta ellos. Hoy les quiero contar lo que me pasa a mí como receptor del mensaje de ciertos periodistas a quienes les he otorgado crédito durante años y hoy percibo que esa acreencia se ha agotado. Puntualmente, el caso de Jorge Lanata, uno de los tipos a los que más admiré profesionalmente y con quien tuve la oportunidad de trabajar varias veces a lo largo de mi carrera.
Desde que decidió vender su fuerza de trabajo a la corporación mediático-empresarial más grande de la Argentina a la que tantas veces criticó por sus maniobras irregulares, mafiosas y corruptas, sentí que su puente comenzaba a resquebrajarse, a pesar de lo cual quise darle la oportunidad de demostrarme que la dignidad de un buen periodista no depende de la catadura moral de quienes lo contratan. Intenté escuchar su programa de radio Mitre, pero entre el horario a trasmano de mi agenda laboral y sus largos comentarios autorreferenciales, a los pocos días terminó por aburrirme. Traté de hallar en sus columnas sabatinas de Clarín algo de aquella pluma que tanto valoráramos durante su paso por Página 12 y Crítica, pero me bastaron las dos primeras para darme cuenta que la magia ya no estaba. Sin embargo no me rendí y me transformé en un fiel televidente de su ciclo Periodismo para todos al que cada domingo me esforcé por encontrarle algún atisbo de buen periodismo que me reconciliara con mi recuerdo en medio de tanta diatriba anti gubernamental más forzada que fundada, una tarea nada sencilla de la que pude rescatar tan sólo algún informe de Luciana Geuna.
Y así venía renovando mi devaluada fe hasta este domingo, cuando me dispuse a mirar el espectáculo que Jorge montó para la cobertura de las elecciones presidenciales en Venezuela. Les juro que jamás imaginé que iba a sentir tamaña verguenza ajena. Todo el show estuvo montado para mostrar cómo emergía la esperanza blanca del pueblo venezolano -encarnada en la figura de Henrique Capriles- ante el omnímodo poder fascista y cuasi-dictatorial (el "cuasi" es del autor) del abominable Hugo Chávez. Informes, invitados argentos y venezolanos con el denominador común de su declarado anti-chavismo en el improvisado piso con fondo nocturno de Caracas y el humor precocinado desde Buenos Aires, fueron el menú que Lanata presentó a sus televidentes. El circo previo tenia un solo objetivo: preparar la fiesta para la gran derrota del dictador de camisa roja. Pero la realidad a veces se topa de jeta contra el deseo de los que construyen sus sueños lejos del corazón del pueblo. Por eso la comedia rápidamente se transformó en tragedia y el telón se bajó justo después de conocidos los resultados electorales que nuevamente -si Lanata, otra vez, mal que te pese- le otorgaban la victoria inobjetable al tipo más refrendado en las urnas que tiene la historia latinoamericana.
Claro que tamaño despliegue escénico no podía clausurar la función sin traerse algún escándalo. Y entonces sobrevino el episodio del secuestro o detención o desaparición o retención o...qué se yo cuántas cosas se dijeron sobre la demora de una hora y cuarto que sufrió el equipo del programa de Lanata en el aeropuerto caraqueño por pedido del Servicio de Informaciones del gobierno venezolano, interesado en saber cómo había obtenido nuestro Rodolfo Walsh de telenovela un documento secreto que difundió en su programa del día anterior. Vaya don Jorge -periodista "independiente" como no hay dos- a develar un secreto del departamento de Estado norteamericano o algún parte de la CIA en una transmisión televisiva extranjera efectuada desde territorio yanki para todo el mundo libre, sin pretender que le caigan los amables muchachos enfajinados a forrarlo de patadas en el ojete y depositarlo de cabeza en la base de Guantánamo.
Para mí fue suficiente. El puente que me unió a ese gran periodista que algún día me pareció que era Lanata, se rompió sobre las aguas turbulentas de tan bochornoso espectáculo. Buscaré anclar mi nuevo puente en otras laderas menos escabrosas que las que me propone el nuevo adalid de la corpo con su disfraz de flamante superhéroe clarinista.
" ......el caso de Jorge Lanata, uno de los tipos a los que más admiré profesionalmente y con quien tuve la oportunidad de trabajar varias veces a lo largo de mi carrera.
Desde que decidió vender su fuerza de trabajo a la corporación mediático-empresarial más grande de la Argentina a la que tantas veces criticó por sus maniobras irregulares, mafiosas y corruptas, sentí que su puente comenzaba a resquebrajarse, a pesar de lo cual quise darle la oportunidad de demostrarme que la dignidad de un buen periodista no depende de la catadura moral de quienes lo contratan. Intenté escuchar su programa de radio Mitre, pero entre el horario a trasmano de mi agenda laboral y sus largos comentarios autorreferenciales, a los pocos días terminó por aburrirme. Traté de hallar en sus columnas sabatinas de Clarín algo de aquella pluma que tanto valoráramos durante su paso por Página 12 y Crítica, pero me bastaron las dos primeras para darme cuenta que la magia ya no estaba. ....."
Eso siempre pasa , Papiyo, cuando se venden los principios ... cuando un comunicador social por un sueldo o emolumento u honorario se vende al mejor postor .... no importándole ya la objetividad que debe llevar al pueblo .-
El gordo "panqueque" salió con las tablas en la cabeza. 8 millones y un poquito más de venezolanos le dimos una buena patada con votos, para que sean serios....¡cómo les dolió la pela! todavía andan llorando, algunos loquitos cantando fraude, pero hasta los mismos líderes opositores los llamaron grupo de loquitos jajajajaja
Tema anterior
Por Mauro Federico (para Diario Registrado)
Pepe Biondi
Grande gordo ,como le robas la guita a esta gente,sos un genio,gordito vende humo!!!!!
aguante el comandante chavez!!!!!!