papa Francisco
Tomarían impulso las causas de beatificación de los religiosos asesinados por la dictadura
Las causas de beatificación del padre Carlos de Dios Murias, que fue asesinado en La Rioja durante la última dictadura cívico militar, y de los padres palotinos podrían ser impulsadas durante el pontificado del papa Francisco.
El delegado episcopal para las Causas de los Santos y obispo de Cruz del Eje, monseñor Santiago Olivera, dijo a la agencia AICA que si bien aún es "pronto" para hablar de la beatificación del padre Murias, pues el proceso “está en fase diocesana”, conversará sobre la cuestión en los próximos días cuando se entreviste con el papa argentino.
“No sé mucho lo que se conversa en la Argentina, pero todo recién comienza. El proceso del padre [Murias] está en fase diocesana, y me parece pronto hablar de beatificación”, dijo.
Así lo afirmó luego de que el diario italiano La Stampa publicara hoy versiones que indicaban que el papa Francisco lo beatificaría en breve, junto a los padres palotinos asesinados en la parroquia porteña de San Patricio, también durante la dictadura.
El vocero de la Santa Sede, Federico Lombardi, confirmó hoy a la prensa que Jorge Bergoglio -antes de ser papa- dio los primeros pasos hacia la canonización de los palotinos asesinados en julio de 1976 y del padre Murias.
Desde el arzobispado de Buenos Aires, Bergoglio siempre apoyó la causa para convertir en santos a los sacerdotes palotinos Alfredo Leaden, Alfredo Kelly y Pedro Duffau y a los seminaristas Salvador Barbeito y Emilio Barletti, asesinados a tiros después de ser obligados a arrodillarse en hilera en la iglesia de San Patricio.
En tanto, la causa de Murias -que fue asesinado junto al sacerdote francés Gabriel Longueville- es llevada adelante por la diócesis de La Rioja y podría llevar varios años, según explicó Lombardi aquí.
Asesinados en julio de 1976 en un paraje cercano a Chamical, ambos sacerdotes eran seguidores del entonces obispo de La Rioja Enrique Angelelli, muerto poco después en un hecho que se hizo pasar por un accidente de auto pero que finalmente la justicia determinó que fue un crimen.
Según publica hoy aquí La Stampa, tras la muerte de Murias, Bergoglio salvó de los militares a seminaristas escondiéndolos en el Colegio Máximo de la Compañía de Jesús.