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General: El lobby judío ... Casa Blanca ... Wall Street .. capitalismo .-
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De: Ruben1919 (Mensaje original) |
Enviado: 23/11/2010 13:00 |
El lobby judío que controla Casa Blanca y la Reserva Federal no reza en las sinagogas sino en la Catedral de Wal Street, donde la suprema religión son el dólar y los negocios entrelazados por todo el planeta.
En Wall Street, el templo supremo del dinero sin fronteras, no se reza sino que se cotizan anualmente títulos, bonos y acciones por más de 12 billones de dólares . Casi el equivalente a 2 veces el PBI anual de 180 países en vías de desarrollo.
Es dinero volátil. Reproduciéndose y concentrándose a escala planetaria. Pero con un punto de regreso y refugio preciso: la Reserva Federal norteamericana controlada por grupos minoritarios judíos. El capitalismo no tiene fronteras. Pero el dólar, su moneda patrón, solo atiende en EEUU, más precisamente en Nueva York, donde reside el patriciado financiero judío que sale en los ranking de Forbes o de Fortune.
Los tres principales bancos y las tres primeras instituciones financieras del lobby recibirán una tasa de beneficios superior a los 50.000 millones de dólares en 2006, equivalente a más de 35 presupuestos anuales de un país como Bolivia.
Las tres principales cadenas televisivas de EEUU (CNN, ABC, NBC y Fox) , los tres principales diarios (The Wall Street Journal, The New York Times y The Washington Post) están controlados y gerenciados (a través de paquetes accionarios o de familias) por grupos del lobby judío, principalmente neoyorquino.
Asimismo como las tres más influyentes revistas (Newsweek, Time y The New Yorker), y consorcios hegemónicos de Internet como Time-Warner (fusionado con América on Line) o Yahoo, están controlados por gerenciamiento y capital judío que opera a nivel de redes y conglomerados entrelazados con otras empresas.
Colosos del cine de Hollywood y del espectáculo como The Walt Disney Company, Warner Brothers, Columbia Pictures, Paramount, 20th Century Fox, entre otros, forman parte de esta red interactiva del capital sionista imperialista.
Consecuentemente, el sector mayoritario hegemónico de la información, la cultura y el espectáculo difundidos a escala masiva (que marcan tendencias y valores sociales, y son claves para el control ideológico y el direccionamiento de conducta colectiva) están en manos del lobby judío que, a su vez, controla los resortes básicos del poder económico y político del Imperio estadounidense.
La combinación del superpoder militar de Estados Unidos con el superpoder económico-financiero de Wall Street en manos del lobby judío, dio como resultante el Imperio único , cuyo radio de influencia y dominio directo abarca a 121 países en los cuales Estados Unidos tiene presencia directa o influencia militar, o en el resto de los países controlados a partir del apoderamiento de sus sistemas económico-productivos.
Tanto las "cuatro grandes" contratistas del complejo militar-industrial (Lockheed Martin, Boeing, Raytheon, General Dynamics ), como las "cuatro hermanas" ( Exxon-Mobil, Chevron-Texaco, Royal Dutch Shell y BP) que monopolizan la extracción y comercialización del petróleo a escala mundial, no hablan de religión ni de sinagogas, sino de negocios y de acciones que se capitalizan en la bolsa de Wall Street.
Citigroup, Goldman Sachs, IBM, Microsoft, Coca-Cola, por ejemplo, no hablan de religión ni de sinagogas: hablan de mercados, valores, negocios y utilidades.
Desde Homero Simpson a Spielberg, desde Bill Gates a la CNN, desde la mega-industria de la música y el espectáculo de Hollyvood, al templo mundial de las finanzas de Wall Street, desde Exxon a Locked Martin, todo lo que se respira en el mundo está regulado y controlado por la exclusiva familia del lobby judío ramificada por el planeta.
No se trata de una afirmación meramente analítica, sino de una realidad estadística, verificable, y comprobable.
Cuando se investiga a fondo cualquier sistema económico productivo de cualquier país de la tierra, en su sistema económico-financiero, en las cámaras industriales, comerciales y de servicios, en los grandes consorcios de la comunicación y de la cultura, en el negocio del entretenimiento, casi siempre dominan paquetes accionarios controlados por judíos, quienes además ocupan los puestos claves de decisión y gerenciamiento.
Cuando hablamos de lobby judío, no hablamos de religión o de sinagoga sino de un poder mundial controlado en sus resortes decisivos por grupos minoritarios de origen judío, y conformado por una estructura de estrategas y tecnócratas que operan las redes industriales, tecnológicas, militares, financieras y mediáticas del capitalismo trasnacional extendido por los cuatro puntos cardinales del planeta.
Cuando hablamos de lobby judío, hablamos de un diseño estratégico de poder mundial, interactivo y totalizado, que se concreta mediante una red infinita de asociaciones y vasos comunicantes entre el capital financiero, industrial y de servicios que convierte a los países y gobiernos en gerencias de enclave.
Cuando hablamos de lobby judío hablamos de un poder mundial sionista imperialista que es el dueño del Estado de Israel tanto como del Estado norteamericano, y del resto de los Estados con sus recursos naturales y sistemas económico-productivos, sencillamente porque controla el capital y los medios de producción que mueven a esos países.
El complejo entramado de "vasos comunicantes" entre el capitalismo financiero, tecnológico, industrial, de servicios, informático y comunicacional (controlado mayoritariamente por grupos del lobby judío) revela un grado increíble de concentración, diversificación, e intereses comunes de las megacorporaciones transnacionales que se dividen el planeta como un gran mercado.
La redes del sistema capitalista globalizado, cuyas filiales y casas matrices pueden estar en Europa, Asia, o en cualquier continente, tienen su terminal en Wall Street o en el Complejo militar-industrial de EEUU, controlado por el lobby judío desde Washington y Nueva York.
El que quiera comprobarlo, no tiene nada más que investigar la composición accionaria, los niveles gerenciales, y los vasos comunicantes empresariales de los bancos, financieras, empresas, medios de comunicación (los famosos "monopolios"), que hegemonizan la actividad económico-productiva de la mayoría de los países del mundo.
Y como sucedió siempre en el sistema capitalista, el que controla el sistema económico de un país (la infraestructura), también controla al gobierno y a sus herramientas administrativas (la superestructura).
El lobby no solamente está en la Casa Blanca sino que abarca todos los niveles de las operaciones del capitalismo trasnacional, cuyo diseño estratégico está en la cabeza de los grandes charmans y ejecutivos de bancos y consorcios multinacionales que se sientan en el Consenso de Washington y se reparten el planeta como si fuera un pastel.
Cuando hablamos del lobby judío, no hablamos de religión sino del sistema capitalista, cuya existencia y modus operandi de explotación del hombre por el hombre esconden los medios de información, comunicación y cultura, en manos del lobby judío, cuya existencia se puede verificar en cada país solo con investigar los paquetes accionarios y los niveles gerenciales de las empresas que monopolizan el sistema económico-productivo."
De google .- Rubén .- |
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De: albi |
Enviado: 23/11/2010 18:39 |
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De: albi |
Enviado: 23/11/2010 18:40 |
( no habrá copiado mal en el apuro? ![](/images/emoticons/reojo.gif) ...) |
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Ruben
Puse el mismo mensaje que tú porque el tuyo estaba defectuoso
Hasta el mas pendejo sabe que los amos de la banca mundial son los judios |
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General: SANTANECO CAPITALISTA Elegir otro panel de mensajes |
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De: residente (Mensaje original) |
Enviado: 23/11/2010 09:55 |
Israel no invadió ni ejecutó un genocidio militar en Líbano con la religión judía, sino con aviones F-16, misiles, bombas de racimo, helicópteros Apache, tanques Merkava, artillería pesada, barcos, sistemas informatizados, y una estrategia y un plan de ataque militar. El lobby judío que controla Casa Blanca y la Reserva Federal no reza en las sinagogas sino en la Catedral de Wall Street. Un detalle a tener en cuenta, para no confundir la realidad con el mito y el negocio. El genocidio militar perpetrado por Israel en Líbano puso nuevamente de moda la vieja discusión sobre el "antisemitismo" o el "odio racial" contra los judíos donde ni los considerados "antisemitas" se ponen de acuerdo sobre qué es Israel y qué es "el pueblo judío". Como siempre, los puntos referenciales del "debate" giran alrededor de la "raza" y de la "religión" en términos "históricos", sin tocar para nada la implicación económica, social, política y cultural de los judíos como colectividad en la realidad del mundo del presente. En este corte alienado y atomizado de la discusión, los propios críticos de Israel terminan dividiendo a los judíos entre "sionistas" y "no sionistas", como si la cuestión del sionismo fuera una cuestión "racial" o religiosa, y no un sistema de dominio imperial que abarca interactivamente el plano económico, político, social y cultural, superando la cuestión de la raza o de las creencias religiosas. Y por otro lado, y en forma práctica, en esta sociedad capitalista de valores individualistas ¿quién se basa en la religión o en la raza para tomar decisiones o convivir en sociedad? Hezbolá, por ejemplo, no le propinó una derrota militar a Israel con la religión islámica, sino con una guerra asimétrica, planteada con armas, logística, estructuras operativas, tácticas y estrategias de combate ejecutadas en el teatro de operaciones de Líbano. Israel no invadió ni ejecutó un genocidio militar en Líbano con la religión judía, sino con aviones F-16, misiles, bombas de racimo, helicópteros Apache, tanques Merkava, artillería pesada, barcos, sistemas informatizados, y una estrategia y un plan de ataque militar. Entonces ¿Que tienen que ver Israel y Hezbolá con una discusión racial y religiosa? Lo curioso, es que son las propias organizaciones religiosas islámicas ("pacifistas" por naturaleza) que andan "explicando" desde el prejuicio religioso que no son "antisemitas" ni "antijudías, como si las sinagogas judías (y no un sistema mundial de poder que se expresa en lo económico, en lo político, en lo cultural y en lo militar) fueran el ombligo del mundo. Con solo mirar con lógica y sentido común los acontecimientos económicos, políticos y sociales a nivel planetario, se puede comprobar fácilmente que el mundo no se maneja con religión sino con pragmatismo realista de causa y efecto. En la era informática, en la era de las comunicaciones, en la era de la ciencia aeroespacial, de la robótica y de la bio-genética, a la religión ya no la practican ni los judíos, cuya mayoría solo la tiene como referencia vaga de su pertenencia religiosa como la tienen los católicos, cuya mayoría abrumante ya ni frecuenta las iglesias. Entonces ¿De que hablan cuando hablan de "antisemitismo" o de "anti-judaismo religioso? ¿En que parámetros referenciales se basa la condición de "antisemita"? ¿Quién es antisemita? ¿Quién critica a los judíos por su religión o por su raza en las sociedades del mundo? A lo sumo, a los judíos, como está probado en la realidad social de cualquier país, no se los critica por su religión o condición racial sino por su apego excesivo al status del dinero (también cultivado por otras colectividades) y a integrar estructuras o jerarquías de poder dentro de un sistema injusto de opresión y de explotación del hombre por el hombre, como es el sistema capitalista. Históricamente, más que por su religión, en todos los países y sociedades de la tierra el judío siempre estuvo identificado en la figura del "usurero" y no del rabino, cuestión que se refleja masivamente en los chistes de judíos contados hasta por los propios judíos. Es decir, a los judíos habitualmente no se los critica por su religión o su raza, sino por sus valores excesivamente "materialistas" que los lleva rápidamente a escalar pirámides de poder dentro del sistema capitalista, lo que les construyó el mito (alentado por los propios judíos) de "inteligencia superior". Salvo los grupos minoritarios de fanáticos y racistas que solo se representan a sí mismos, en las sociedades (salvo el nazismo alemán y algunas excepciones) casi nunca hubo "persecución religiosa" del judío, si no que hubo una asociación del judío con la "peor cara del capitalismo", representada en el sistema económico-financiero especulativo. ¿Cuantos son los grupos de nazis y fanáticos que persiguen "racialmente" a los judíos por el mundo, en relación al conjunto de la humanidad? Alcanzan los dedos de una mano para contarlos. Es más, los "nazis" que quedan, ni siquiera son nazis con "pureza doctrinaria", son lúmpenes, marginales alienados del sistema capitalista, una especie de "tribu" urbana insignificante e idiota, que no representan un peligro para nadie, y que habitualmente son utilizados para mantener vivo el mito de la "persecución" y el "antisemitismo. En definitiva el mito de la "persecución religiosa", solo sirvió para generar el mito del "antisemitismo" como falsa corriente masiva, con la finalidad de tapar lo que grupos minoritarios de origen judío hacen en realidad: controlar y manejar los resortes estratégicos del sistema capitalista que gobierna el mundo por medio del poder económico B) EL NEGOCIO Cuando alguien ejercita una investigación y un análisis estructural del lobby judío (y su red interactiva de lobbys locales en todos los países), no investiga ni analiza las sinagogas, sino los centros de planificación y de decisión mundial del sistema capitalista que controla las estructuras económico-productivas en todos los países de la tierra. El lobby judío no controla el mundo con la religión: lo maneja con bancos, trasnacionales, mercados, control de precios y demanda, monopolio y hegemonía sobre los sistemas económicos-productivos, control sobre los recursos naturales, control de la red informativa y de manipulación social, manejo de los valores sociales a través de la publicidad, la cultura y el consumo estandarizado y globalizado por los medios de comunicación, y control financiero mediante el dólar (la moneda patrón de todas las transacciones comerciales y financieras) etc. El corazón del lobby judío estadounidense es el poderoso sector financiero de Wall Street que tiene directa implicancia y participación en el nombramiento de funcionarios claves del gobierno de EEUU y de los órganos de control de política monetaria e instituciones crediticias (nacional e internacional) con sede en Washington y Nueva York. Las principales instituciones financieras del lobby (Goldman Sachs, Morgan Stanley , Lehman Brothers,entre las primeras cinco) y los principales bancos (Citigroup, JP Morgan and Merrill Lynch, entre los primeros cinco), influyen decisivamente para el nombramiento de los titulares de la Reserva Federal, el Tesoro, y la secretaría de Comercio, además de los directores del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. Un ejemplo de esta ligazón es el nombramiento, en el 2005, de Paul Wolfowitz, ex subsecretario de Defensa, considerado el "cerebro" del lobby judío de Washington, como titular del Banco Mundial. Otro ejemplo destacado, fue el reciente nombramiento de Henry Paulson, presidente ejecutivo de Goldman Sachs como titular del Tesoro estadounidense. El ex presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, como su actual presidente, Ben Bernanke, fueron impuestos por el lobby neoyorquino de los grandes bancos, financieras y corporaciones trasnacionales que se aglutinan en el llamado Consenso de Washington, un foro de existencia casi invisible desde el cual se acuerdan normas económicas-financieras y políticas de regulación de mercados que trascienden las fronteras de EEUU. Por medio de la utilización política de su poder financiero, de su estratégica posición en los centros de decisión, los grupos financieros del lobby judío ejercen influencia decisiva en la política interna y externa de EEUU, además de su papel dominante en la financiación de los partidos políticos, de los candidatos presidenciales y de los congresistas. A la reunión anual del AIPAC, la más poderosa institución sionista del lobby (y no obstante que los judíos solo representan menos del 5% de los votos en EEUU) asisten la mayoría de los líderes del Congreso, los principales miembros del Gobierno y más de la mitad de todos los integrantes del Congreso, que identifican los intereses de Israel con los de EEUU. En definitiva, el lobby judío no representa a ninguna sinagoga ni expresión racial, sino que es la estructura que maneja el poder mundial a través del control sobre los centros económicos-financieros y de decisión estratégica del sistema capitalista expandido como civilización "única". Antes que por la religión y la raza, el lobby y sus redes se mueven por una ideología política funcional: el sionismo capitalista-imperial que antepone el mercado, la concentración de riqueza, la "política de negocios", a cualquier filosofía que roce las nociones del "bien" o del "mal" entendidos dentro de parámetros sociales. El lobby judío que controla Casa Blanca y la Reserva Federal no reza en las sinagogas sino en la Catedral de Wal Street, donde la suprema religión son el dólar y los negocios entrelazados por todo el planeta. En Wall Street, el templo supremo del dinero sin fronteras, no se reza sino que se cotizan anualmente títulos, bonos y acciones por más de 12 billones de dólares . Casi el equivalente a 2 veces el PBI anual de 180 países en vías de desarrollo. Es dinero volátil. Reproduciéndose y concentrándose a escala planetaria. Pero con un punto de regreso y refugio preciso: la Reserva Federal norteamericana controlada por grupos minoritarios judíos. El capitalismo no tiene fronteras. Pero el dólar, su moneda patrón, solo atiende en EEUU, más precisamente en Nueva York, donde reside el patriciado financiero judío que sale en los ranking de Forbes o de Fortune. Los tres principales bancos y las tres primeras instituciones financieras del lobby recibirán una tasa de beneficios superior a los 50.000 millones de dólares en 2006, equivalente a más de 35 presupuestos anuales de un país como Bolivia. Las tres principales cadenas televisivas de EEUU (CNN, ABC, NBC y Fox) , los tres principales diarios (The Wall Street Journal, The New York Times y The Washington Post) están controlados y gerenciados (a través de paquetes accionarios o de familias) por grupos del lobby judío, principalmente neoyorquino. Asimismo como las tres más influyentes revistas (Newsweek, Time y The New Yorker), y consorcios hegemónicos de Internet como Time-Warner (fusionado con América on Line) o Yahoo, están controlados por gerenciamiento y capital judío que opera a nivel de redes y conglomerados entrelazados con otras empresas. Colosos del cine de Hollywood y del espectáculo como The Walt Disney Company, Warner Brothers, Columbia Pictures, Paramount, 20th Century Fox, entre otros, forman parte de esta red interactiva del capital sionista imperialista. Consecuentemente, el sector mayoritario hegemónico de la información, la cultura y el espectáculo difundidos a escala masiva (que marcan tendencias y valores sociales, y son claves para el control ideológico y el direccionamiento de conducta colectiva) están en manos del lobby judío que, a su vez, controla los resortes básicos del poder económico y político del Imperio estadounidense. La combinación del superpoder militar de Estados Unidos con el superpoder económico-financiero de Wall Street en manos del lobby judío, dio como resultante el Imperio único , cuyo radio de influencia y dominio directo abarca a 121 países en los cuales Estados Unidos tiene presencia directa o influencia militar, o en el resto de los países controlados a partir del apoderamiento de sus sistemas económico-productivos. Tanto las "cuatro grandes" contratistas del complejo militar-industrial (Lockheed Martin, Boeing, Raytheon, General Dynamics ), como las "cuatro hermanas" ( Exxon-Mobil, Chevron-Texaco, Royal Dutch Shell y BP) que monopolizan la extracción y comercialización del petróleo a escala mundial, no hablan de religión ni de sinagogas, sino de negocios y de acciones que se capitalizan en la bolsa de Wall Street. Citigroup, Goldman Sachs, IBM, Microsoft, Coca-Cola, por ejemplo, no hablan de religión ni de sinagogas: hablan de mercados, valores, negocios y utilidades. Desde Homero Simpson a Spielberg, desde Bill Gates a la CNN, desde la mega-industria de la música y el espectáculo de Hollyvood, al templo mundial de las finanzas de Wall Street, desde Exxon a Locked Martin, todo lo que se respira en el mundo está regulado y controlado por la exclusiva familia del lobby judío ramificada por el planeta. No se trata de una afirmación meramente analítica, sino de una realidad estadística, verificable, y comprobable. Cuando se investiga a fondo cualquier sistema económico productivo de cualquier país de la tierra, en su sistema económico-financiero, en las cámaras industriales, comerciales y de servicios, en los grandes consorcios de la comunicación y de la cultura, en el negocio del entretenimiento, casi siempre dominan paquetes accionarios controlados por judíos, quienes además ocupan los puestos claves de decisión y gerenciamiento. Cuando hablamos de lobby judío, no hablamos de religión o de sinagoga sino de un poder mundial controlado en sus resortes decisivos por grupos minoritarios de origen judío, y conformado por una estructura de estrategas y tecnócratas que operan las redes industriales, tecnológicas, militares, financieras y mediáticas del capitalismo trasnacional extendido por los cuatro puntos cardinales del planeta. Cuando hablamos de lobby judío, hablamos de un diseño estratégico de poder mundial, interactivo y totalizado, que se concreta mediante una red infinita de asociaciones y vasos comunicantes entre el capital financiero, industrial y de servicios que convierte a los países y gobiernos en gerencias de enclave. Cuando hablamos de lobby judío hablamos de un poder mundial sionista imperialista que es el dueño del Estado de Israel tanto como del Estado norteamericano, y del resto de los Estados con sus recursos naturales y sistemas económico-productivos, sencillamente porque controla el capital y los medios de producción que mueven a esos países. El complejo entramado de "vasos comunicantes" entre el capitalismo financiero, tecnológico, industrial, de servicios, informático y comunicacional (controlado mayoritariamente por grupos del lobby judío) revela un grado increíble de concentración, diversificación, e intereses comunes de las megacorporaciones transnacionales que se dividen el planeta como un gran mercado. La redes del sistema capitalista globalizado, cuyas filiales y casas matrices pueden estar en Europa, Asia, o en cualquier continente, tienen su terminal en Wall Street o en el Complejo militar-industrial de EEUU, controlado por el lobby judío desde Washington y Nueva York. El que quiera comprobarlo, no tiene nada más que investigar la composición accionaria, los niveles gerenciales, y los vasos comunicantes empresariales de los bancos, financieras, empresas, medios de comunicación (los famosos "monopolios"), que hegemonizan la actividad económico-productiva de la mayoría de los países del mundo. Y como sucedió siempre en el sistema capitalista, el que controla el sistema económico de un país (la infraestructura), también controla al gobierno y a sus herramientas administrativas (la superestructura). El lobby no solamente está en la Casa Blanca sino que abarca todos los niveles de las operaciones del capitalismo trasnacional, cuyo diseño estratégico está en la cabeza de los grandes charmans y ejecutivos de bancos y consorcios multinacionales que se sientan en el Consenso de Washington y se reparten el planeta como si fuera un pastel. Cuando hablamos del lobby judío, no hablamos de religión sino del sistema capitalista, cuya existencia y modus operandi de explotación del hombre por el hombre esconden los medios de información, comunicación y cultura, en manos del lobby judío, cuya existencia se puede verificar en cada país solo con investigar los paquetes accionarios y los niveles gerenciales de las empresas que monopolizan el sistema económico-productivo. http://madridespana.skyrock.com/1799798034-Que-tienen-que-ver-los-judios-con-el-lobby-judio.html | | | | |
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De: albi |
Enviado: 23/11/2010 19:00 |
Foreign Office,
November 2nd, 1917.
Dear Lord Rothschild, I have much pleasure in conveying to you, on behalf of His Majesty's Government, the following declaration of sympathy with Jewish Zionist aspirations which has been submitted to, and approved by, the Cabinet: "His Majesty's Government view with favour the establishment in Palestine of a national home for the Jewish people, and will use their best endeavours to facilitate the achievement of this object, it being clearly understood that nothing shall be done which may prejudice the civil and religious rights of existing non-Jewish communities in Palestine, or the rights and political status enjoyed by Jews in any other country"
I should be grateful if you would bring this declaration to the knowledge of the Zionist Federation.
Yours sincerely
Arthur James Balfour
Traducción:
Foreign Office,
2 de noviembre de 1917.
Estimado Lord Rothschild,: Tengo el placer de dirigirle, en nombre del Gobierno de Su Majestad, la siguiente declaración de simpatía hacia las aspiraciones de los judíos sionistas, que ha sido sometida al Gabinete y aprobada por él. «El Gobierno de Su Majestad contempla favorablemente el establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío y hará uso de sus mejores esfuerzos para facilitar la realización de este objetivo, quedando bien entendido que no se hará nada que pueda perjudicar los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías existentes en Palestina ni los derechos y el estatuto político de que gocen los judíos en cualquier otro país.» Le quedaré agradecido si pudiera poner esta declaración en conocimiento de la Federación Sionista.
Sinceramente suyo, Arthur James Balfour.
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De: albi |
Enviado: 23/11/2010 19:01 |
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Hasta el mas pendejo sabe que los amos de la banca mundial son los judios(Resi)
Albi, te haces la tonta y no ves esto |
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De: albi |
Enviado: 24/11/2010 00:29 |
estaba atando hilos negros pavote |
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El debate sobre la crisis económica se ha centrado en los síntomas: rescates, la corrupción en Wall Street, el colapso de los precios de la vivienda, un nivel de paro intratable, la política monetaria de la Reserva Federal… Pero para mucha gente se ha silenciado socialmente la causa misma de la enfermedad: una perniciosa concentración de riqueza. Se oye muy poco el aplastante argumento de que es de hecho la concentración de riqueza la causa última de esta persistente crisis, porque a los pocos milisegundos de haberlo dicho en un foro público saltan ya por todos lados los gritos de "¡Socialista!, ¡Socialista!". Un ejército de idiotizados locutores de derecha llenan las ondas radiofónicas de funestas advertencias sobre el creciente peligro comunista que es la redistribución de riqueza; Rick Santelli se despacha en la CNBC; y los del Tea Party se dedican a pisotearnos (figuradamente… o a veces literalmente).
Pero la gente que más ruido hace no son los archirricos que controlan la riqueza; son en realidad miembros de una red laberíntica de mercenarios, que actúan como un cuerpo de elite de guardaespaldas mediáticos para quienes acaparan toda la riqueza. Los ultrarricos de verdad son los colegas que aparecen en la lista Forbes de los más ricos; gente como Charles y David Koch, cada uno de los cuales con más de 21.500 millones de dólares en su haber, quienes además crean múltiples estratos de respetables organizaciones, como el Americans for Prosperity, para así hacer no sólo socialmente aceptable su tremenda acumulación de riqueza, sino convertirla en el nirvana del debate político. Los Koch celebran una vez al año reuniones secretas con sus colegas ultrarricos, donde comparten el rosario de sus penas y confabulan para lograr que se mantengan los recortes de impuestos a los ricos de Bush, no vaya a ser que se conviertan en el número 6 de la lista Forbes en lugar del 5. Y ello mientras 43 millones de sus compatriotas estadounidenses viven por debajo del umbral de la pobreza, incluyendo a uno de cada cinco niños.
David Barber, profesor asociado de Historia Americana en la Universidad de Tennessee, no teme a la algarabía de esa conspiración de acaparadores de riqueza, y escribe sin tapujos sobre los peligros de la concentración de la misma. Respondiendo a una pregunta por email de la semana pasada, el Dr. Barber comentaba:
"La fantásticamente sesgada distribución de riqueza de la sociedad americana sigue siendo uno de los principales problemas estructurales que subyacen a esta crisis. El 1% más rico de los americanos ostenta alrededor del 40% de la riqueza del país (excluyendo la propiedad de viviendas), en esta que es la más opulenta sociedad que ha visto jamás la historia. Por otro lado, el 60% más pobre de los americanos tienen sólo un 1% de la riqueza total del país. Mantener los recortes de impuestos de Bush simplemente perpetúa parte de la contradicción que nos llevó a la presente situación de crisis económica mundial".
Las estadísticas que cita el Dr. Barber provienen de un estudio llevado a cabo por Edward N. Wolff para el Levy Economics Institute del Bard College en marzo de 2010. Otros hallazgos del mencionado estudio son los siguientes:
El 1% más rico se hizo con 1/3 del total de las ganancias generadas por la riqueza en forma de bienes comerciables durante el periodo 1983 – 2007. El siguiente 4% recibió alrededor de otro tercio del total de ganancias y el siguiente 15% aproximadamente un quinto de las mismas, de modo que el quintil más rico de la distribución se llevó un 89% de todo el aumento de riqueza producido, mientras que el restante 80% de gente se quedó con sólo el 11%.
En 2007, el 1% más rico de los hogares era propietario del 38% de todos los activos bursátiles; el 5% más rico, del 69%; y el 10% más rico, del 81%.
Las deudas fueron de hecho el componente más equitativamente distribuido en los balances de las familias, con el 90% más pobre de ellas soportando el 73% de todo el endeudamiento.
La concentración de riqueza en demasiadas pocas manos mientras el resto de la población carga con demasiadas deudas como para poder comprar los bienes y servicios que producen las empresas, de las que además los más ricos ostentan el 81% de las acciones y por lo tanto de su capital, es simplemente reproducir las condiciones que llevaron al Crack de 1929 y pusieron en marcha la Gran Depresión (el sistema de la Seguridad Social nació a raíz de esa debacle. Ahora los ultra ricos esperan poder poner las zarpas sobre los fondos que el resto del 90% más pobre de la población destina a la Seguridad Social, para así hacer subir el precio de las acciones y beneficiar a ese restante 10% más rico. Cualquier acción que posponga hoy el inevitable proceso de una mayor redistribución de la riqueza, como pueda ser privatizar la Seguridad Social o mantener los recortes impositivos de Bush, simplemente va a acelerar la producción de daños económicos hasta que sea la deflación la que devore la riqueza de los que están en los quintiles más altos).
En su libro "The Worldly Philosophers" (Filósofos Mundanos), Robert Heilbroner explica la situación que llevó a la Gran Depresión de los años treinta:
"El torrente de renta nacional era sin duda impresionante en cuanto a su volumen total, pero cuando uno rastreaba el camino de los millones de arroyos que lo componían se hacía evidente que la nación como un todo se beneficiaba de ello de forma muy desigual. Unas 24.000 familias en la cúspide de la pirámide social recibían un flujo de renta tres veces mayor que el de los 6 millones de familias aplastados debajo – el ingreso medio de las familias más afortunadas era de 630 veces el ingreso medio de las familias en la base de la pirámide… y luego estaba el hecho de que el americano medio había utilizado su prosperidad de una forma suicida; se había hipotecado hasta las cejas, había multiplicado peligrosamente sus recursos a través de las compras a plazos, y finalmente había sellado su destino comprando con avidez fantásticas cantidades de acciones – se estima que unos 300 millones de ellas – y no con sus fondos, sino en el margen, es decir con dinero prestado".
En ambas épocas, Wall Street dejó de ser un mecanismo para asignar capital a las buenas empresas y se convirtió en un sistema institucionalizado de transferencias de riqueza encubiertas. Los principales mecanismos esta vez han sido los falsos derivados emitidos a sabiendas; poner de acuerdo a grandes clientes institucionales para comprar a precios predeterminados el primer día de la emisión de un nuevo paquete de títulos (práctica conocida como laddering) – lo que hace que el precio parezca que se dispare y atrae así al pequeño inversor; amenazar con quitarle la comisión al corredor de bolsa (una penalización) si éste permitía que el pequeño inversor sacara beneficios de esa nueva emisión de títulos – la práctica era reconocida como irregular y se reservaba para los peces gordos. Cuando la euforia de las punto com se esfumó y quedó claro que se trataba de un timo, los pequeños inversores salieron en estampida. Wall Street, con la inestimable ayuda de la FED, se encargó de engrasar la que iba a ser la nueva burbuja – la vivienda – y diseñó derivados aún más complejos para transformar ese mercado en la gallina de los huevos de oro para Wall Street, y en un montón de ejecución de hipotecas para el resto de la gente.
El 21 de enero, el Tribunal Supremo decidió que las empresas pudiesen tener una asombrosa influencia financiera en nuestras elecciones (Citizens United contra la Comisión Electoral Federal), y los resultados de las elecciones intermedias del pasado 2 de noviembre deberían ser un claro mensaje de alerta. No hay ayuda en camino. La consecuencia última de esta concentración masiva de riqueza va a ser una deflación a largo plazo, miseria económica y varias futuras generaciones que nos van a ver como aquella desventurada sociedad que no pudo poner freno a la avariciosa maquinaria de Wall Street, por carecer de un plan para ello.
Los estadounidenses que se preocupan por ello no pueden seguir esperando a que nos rescaten los políticos. Cuando a un entregado servidor público como el senador Russ Feingold de Wisconsin se le ningunea sin paliativos, mientras que alguien ultra-financiado como el senador Rand Paul de Kentucky presta juramento para lo que ha dado en llamarse un mandato popular, el testigo para la salvación económica pasa a manos del individuo de a pie. Por ello a continuación ofrezco diez ideas para empezar con el primer paso destinado a privar de su sustento a la bestia de Wall Street. Y para ser clara con aquellos a punto de saltar sobre sus asientos al grito de "¡Socialista!", no estoy hablando de "redistribuir" la riqueza; estoy hablando de devolvérsela a quienes se les quitó de las manos mediante un mecanismo fraudulento de transferencia de riqueza.
(1) Acorte su hipoteca: el anterior juez del Tribunal Supremo Louis Brandeis lo resumió así: "Podemos tener democracia en este país, o podemos tener una gran concentración de riqueza en manos de unos pocos, pero no podemos tener ambas cosas". La bestia de Wall Street crece gracias a los intereses que pagamos por nuestras deudas, y los utiliza para contratar lobistas y financiar a políticos para que defiendan sus intereses, no los nuestros.
Según datos a 31 de marzo de 2009 de la Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC, una agencia federal independiente creada por el Congreso de los EEUU para asegurar los depósitos bancarios – N. del T.), cuatro gigantes de Wall Street controlan el 35% de todos los depósitos bancarios asegurados y el 46% de los activos (aunque la calidad de dichos "activos" está sujeta a un importante debate). Esas empresas son: Bank of America Corporation, JPMorgan Chase & Co., Wells Fargo & Co. y Citigroup, Inc. Ello deja a las restantes 8.242 instituciones bancarias aseguradas por la FDIC repartiéndose lo que queda. Los depósitos nacionales totales fueron de 7,5 billones de dólares mientras que el total de activos era de 13,5 billones a marzo de 2009. Ello implica claramente una concentración de riqueza demasiado grande y en demasiadas pocas manos, como tristemente hemos comprobado al tener que acabar rescatando financieramente a esas cuatro entidades.
Así pues pida consejo a su contable o su asesor financiero para convertir su hipoteca a 30 años en una a 15 y así mover riqueza desde los bolsillos de los accionistas del banco a los suyos propios. Las tipos de interés no han estado nunca mejor para una jugada de este tipo. De media, durante la vida de su hipoteca se va a ahorrar decenas de miles de dólares en pago de intereses. Puede ver concretamente cuanto se va a ahorrar en su caso accediendo a la siguiente calculadora de hipotecas: www.bankrate.com (no estoy aconsejando ninguna de las hipotecas que se ofrecen en esa página web ya que no he podido investigar esa cuestión; solamente la menciono para usar su calculadora de hipotecas).
Y hable con sus hijos, antes de que se embarquen en una hipoteca, sobre la diferencia del interés a lo largo de la vida de la misma entre una a 30 años y una a 15. Enséñeles como usar esa calculadora de hipotecas.
(2) Piense localmente: plantéese mover su liquidez desde los grandes bancos de Wall Street que tienen puestos sus grilletes al Congreso, a su banco local cuando éste tenga asegurados sus depósitos en la FDIC (cuidando de no exceder el límite de la cuantía asegurable). Una buena aproximación es estructurar el vencimiento de sus inversiones para que coincida con los momentos en los que va a necesitar el dinero. De nuevo, consulte con su contable y/o su asesor financiero. Ello ayudará también a proveer de fondos para préstamos a los negocios de su municipio y al mercado de vivienda local.
(3) Empiece un negocio: no se preocupe por la posible llegada de una carta de despido; sea proactivo. Empiece un negocio por su cuenta. Hágalo bien haciendo lo correcto: ¿qué producto o servicio puede ofrecer que quiera y pueda permitirse un consumidor en dificultades? (Algunas ideas podrían ser: asesoría fiscal sobre deudas, cuidado infantil barato, asesoría sobre ejecución de hipotecas, si dispone de tierras agrícolas un negocio de fruta y vegetales recolectados por uno mismo, tiendas de segunda mano, arreglos domésticos en viviendas que se vendan, etc.).
(4) Invierta sabiamente: sea listo con el uso que le de a su plan 401(k) (uno de los sistemas de pensiones para asalariados más conocidos de EEUU – N. del T.). Invertirlo en el S&P 500 (el equivalente al IBEX 35 – N. del T.) es simplemente alimentar a la bestia; y la bestia va a usar su capital barato para contratar a lobistas, crear grupos de presión (llamados Political Action Committee) y alejarlo a usted de sus representantes políticos. Algunos planes 401(k) le permiten trasladar el 50% o más de los fondos a su propio fondo de pensiones una vez alcanzada cierta edad. Llame a su oficina de la Seguridad Social y averigüe qué opciones tiene. Hable con su contable y/o asesor financiero antes de tomar ninguna decisión. Puede incluso que le interese abrir su propia cuenta de ahorro en un banco local y comprar certificados de depósito asegurados como alternativa a poner más fondos en su plan 401(k).
(5) Acérquese a las cooperativas de crédito: ¿alguno de los miembros de su familia pertenece a una cooperativa de crédito? Es posible que le puedan abrir a usted también una cuenta. Si necesita utilizar una tarjeta de crédito, trate de conseguirla a través de la cooperativa de crédito a un precio razonable y luego deshágase de cualquier otra tarjeta que tenga que sea más cara. Es un escándalo que algunos de los bancos que necesitaron un rescate van a recibir el dinero de la Reserva Federal casi gratuitamente mientras están cobrando a los ciudadanos comisiones del 20% por sus tarjetas.
(6) No utilice tarjetas de crédito de compañías que abusen de usted: todas las siguientes tiene algo en común: Home Depot, Exxon Mobil, Shell, Macy's, Sears, Zales. Todas ellas dan crédito a sus clientes a través de una tarjeta de crédito de Citigroup. Con el uso de esas tarjetas 40 millones de clientes están ayudando a sostener a Citigroup y sus prácticas contrarias a los consumidores y la ciudadanía. Citigroup exige a sus trabajadores que renuncien por escrito a su derecho a acudir a los tribunales (ver el número 8 más abajo), y ha estafado seriamente a los inversores mediante prácticas fraudulentas.
(7) Ataques a las marcas: es bastante probable que los comerciantes de su localidad no tengan un grupo de presión y unos lobistas a las puertas del Congreso trabajando en contra de sus intereses, ¿no? Recompénseles con sus compras y castigue a las empresas del S&P 500 hasta que capten el mensaje: si quieres que respete tu marca, respeta tú mi derecho a la representación política.
(8) Devuelva los tribunales a los trabajadores: muchas de las grandes empresas obligan a sus trabajadores a renunciar por escrito a su derecho a acudir a los tribunales nacionales si quieren conseguir un empleo. Se llama arbitraje obligado y es un proceso terriblemente injusto que está además diseñado para favorecer a la empresa. Si acude a una entrevista de trabajo, pregunte si la empresa tiene ese tipo de política y en ese caso salga por donde ha entrado.
(9) Quéjese: no permitamos que prácticas encubiertas sigan sin conocerse. Escriba un informe detallado y diríjalo al organismo adecuado: el fiscal de distrito, la oficina del fiscal general, oficinas de protección al consumidor, etc. Y escriba una carta al editor del periódico local. Todo ello ayuda a prosperar a los buenos negocios y pone dificultades a los engañosos y fraudulentos.
(10) Sencillamente, diga no: a las fotografías desnudo, la radiación, la palpación genital… todo solamente para subir a un avión. No vuele. Estará luchando por los derechos civiles y dañando a Wall Street. Las empresas de bio-escáneres operan en Wall Street y sus banqueros ya esperan que la vigilancia policial en el interior del país va a ser su nueva gallina de los huevos de oro.
Pam Martens, veterana economista con larga experiencia en Wall Street, es actualmente una analista económica independiente.
Fuente: http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=3766
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Carta de Hicham Hamdan, embajador de la República del Líbano en Argentina, al gobernador de la provincia de Buenos Aires
"Estoy seguro que usted no estará de acuerdo con Israel, quien considera a los árabes un pueblo atrasado o un grupo terrorista"
Rompiendo Muros
En este contexto, el Embajador de la República del Líbano en Argentina, el Dr. Hicham Hamdan, envió una carta al gobernador que ponemos a disposición de nuestros lectores por considerarla de vital importancia teniendo en cuenta la situación del pueblo palestino, la relación de Israel con Argentina y el actual panorama de enorme complejidad en torno al caso Hariri en Líbano.
Estimado Gobernador de la provincia de Buenos Aires, Sr. Daniel Scioli:
"Leí sobre su visita a Israel y su encuentro con las autoridades de este país incluyendo reuniones con el canciller Lieberman y el ministro de seguridad.
Por supuesto, me hubiera gustado que su visita comprendiese las localidades de la Autoridad Palestina, incluyendo Gaza. Usted es, estimado gobernador, uno de los principales símbolos de este país amigo y conoce la delicada situación en nuestra región. Sin lugar a dudas, usted sabe que la cooperación comercial y económica entre Argentina y el mundo árabe alcanza los 5 mil millones de dólares. Seguramente, usted también conoce las enormes posibilidades del mundo árabe de invertir en Argentina. Su visita a tierras palestinas hubiera constituido un cordial gesto y una señal positiva de su deseo de mantener el equilibrio en la relaciones que Argentina anhela en nuestra región, especialmente entre los palestinos y árabes en general, con Israel.
No oculto, estimado gobernador, que yo -como ciudadano libanés, a quien Israel ha destruido su país, ha asesinado y continúa asesinando sus ciudadanos- siento pesar y preocupación por este entusiasmo hacia Israel. En nuestro país nunca confundimos nuestro respeto hacia los miembros de la religión judía, que son muchos en Argentina, con nuestra furia por la política de Israel y su gobierno. Nosotros respetamos la colectividad judía y siempre optamos por el dialogo entre las distintas colectividades religiosas. Pero deseamos que se terminen estas ideas que les otorgan a los gobernantes de Israel la inmunidad y la fuerza para seguir con sus prácticas contra nuestro pueblo, pensando que el acercamiento a Israel significa el acercamiento a los miembros de las colectividades judías en los distintos países.
Permítame adjuntar a esta nota un documento sobre las prácticas de los gobernantes de Israel y algunas de mis últimas conferencias relacionadas a la cuestión de Medio Oriente. Creemos que es importante darle el mismo trato que a cualquier otro país, que se debe regir por el Derecho Internacional y los principios de la Carta de la ONU y que se debe sancionar su comportamiento. Deseamos que no se dejen engañar con sus discursos sobre seguridad, ya que la seguridad solo se logra con la paz, y la paz es el camino más corto para lograr la seguridad para todos.
Ustedes comprenderán que la mirada de los responsables de la seguridad de Israel hacia la población árabe no abarca solo nuestra región sino todo el mundo, incluyendo la Argentina. La colectividad árabe tiene el derecho de expresar aquí su miedo y preocupación por la continuación de este impulso de cooperación en cuanto a la seguridad con Israel. Estoy seguro que usted no estará de acuerdo con Israel, quien considera a los árabes un pueblo atrasado o un grupo terrorista. Eso es lo que piensan ellos, no le dijo Lieberman que desea arrojar los árabes al mar?"
Ruego acepte mis respetos. Embajador del Líbano Dr. Hicham Hamdan http://rompiendo-muros.blogspot.com/2010/12/dr-hicham-hamdan-estoy-seguro-que-usted.html |
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De: albi |
Enviado: 20/12/2010 01:59 |
mmmmmmm no sé...¿ le contestó? |
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El planeta, la vida y la humanidad, necesitan del aporte de todos nosotros para rescatarlos y salvarlos de las garras del capitalismo sionista explotador e inmisericorde. Es ahora o nunca.
jueves, 7 de marzo de 2013
Contra esto. Peleó Chávez. Por eso lo asesinó el imperio Sion yanqui
Javier Del Valle Monagas Maita
El ser humano, ha vivido desde siempre en una batalla entre lo que denominamos el bien y el mal. Una, está determinada por el amor, la bondad, la procura de la justicia y el respeto a los derechos ajenos y a la procura del acceso de todos a los elementos básicos para una vida plena. La otra, trata de sesgar todo lo anterior y procura mayor posesión y acumulación de riquezas en menos manos, ocasionando dolor, precariedad y sufrimiento en las mayorías. Esa es la base del capitalismo.
El sionismo. Es decir el mayor y más sanguinarios enemigo de Hugo Chávez y de la humanidad (el que lo asesinó, ese poder que quita y pone presidentes en USA), de todos los hombres y mujeres que hacen causa común contra el mal. Es el mayor generador de todas las maldades existentes en el mundo. Es decir ellos, convierten la trata de blancas -El secuestro y prostitución de niños y niñas, mujeres y jóvenes-, el narco trafico, la fabricación y venta de armas, las guerras, el hambre, la sed, las enfermedades hasta la muerte, en grandes negocios muy lucrativos donde también se ubica el trafico ilegal de órganos humanos. Por supuesto que no puede faltar la gran prensa; desde la escrita hasta la televisión y radio. http://www.plazapublica.com.gt/category/tags/narcotrafico
¿Por qué esas aberraciones no son realmente controladas y castigados sus beneficiarios? Simple: generan grandes capitales que al final acaban en los caudales de los grandes millonarios y de los bancos, los cuales ala vez financian las campañas electorales en USA, Europa y otras naciones dentro del circulo capitalista.
Dentro de esa madeja de intereses malignos se circunscriben: religiones, industrias farmacéuticas, industrias bélicas o de armas, laboratorios de genética vegetal, agencias de mercenarios disfrazadas de servicios de seguridad, agencias de inteligencia, sicariato, el desplazamiento humano forzado, narco trafico, bancos, y la gran política capitalista,. Que es la que da forma a todo y genera los elementos legales, estructurales y de poder, que garantizan la impunidad y protección del sistema. Como en todo engaño. Ese sistema crea algunas circunstancias, las cuales se sanciona a los cabos sueltos que se generan fuera de la estructura de poder, y les aplican algunas normas con las cuales, la pantomima judicial da una apariencia de supuesta sanción social a los delitos. Pero fíjense que el propio estado capitalista yanqui, acude abiertamente a prácticas supuestamente ilegales para financiar sus arremetidas contra los países que no se les subordinan, como el caso Irán – contras, y el recientemente denunciado de la CIA en Chile, usando el narco trafico para aportar fondos contra Rafael Correa de Ecuador
“Mafia israelí trabaja en una gran cantidad de países en actividades como el narcotráfico, el tráfico de drogas y la prostitución. Los tiempos han cambiado, como la mafia israelí fue una vez miró con asombro y conocido por su patrocinio, pero hoy son despiadados y no piensa dos veces antes de la muerte por feligreses. El ruso-israelí, la mafia ha penetrado en el sistema político de EE.UU. tan bien que las fuerzas de EE.UU. son no hacer ningún progreso significativo en la detención de ellos.”
Top 10 Mayores mafias en todo el mundo
a toda esa mafia internacional y del terror, se enfrentó Hugo Chávez. Ellos intentaron por todos los medios de neutralizarlo o asimilarlo. Pero como no pudieron: lo inocularon con agentes cancerígenos, los cuales acabaron con su vida. Con esa misma práctica eliminaron a Néstor Kirchner de un supuesto “paro respiratorio no traumático”, contaminaron a Lugo, a Lula, a Cristina. En una cadena de enfermedades, donde las leyes de las probabilidades son muy escasas por no decir nulas para su incidencia. Y ¡oh casualidad! Son estos actores los que hicieron salir a Bush echando humo y a Condoleezza, reventando sillas de la cumbre de la OEA en Argentina. Donde fue enterrada el ALCA.
Pero lo malo para el sionismo yanqui capitalista, es que Hugo Chávez, logró sembrar las semillas en suelo fértil y están germinando con fortaleza indetenible en el corazón, alma y conciencia de los pueblos.
La verdad no puede ser enterrada. Chávez dejó preparada su continuación. Antes de morir. / Maduro es la ruta. / Chávez el guía. / Vamos por la senda del socialismo anti capitalista y anti Sion – imperialista.
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"En Wall Street, el templo supremo del dinero sin fronteras, no se reza sino que se cotizan anualmente títulos, bonos y acciones por más de 12 billones de dólares . Casi el equivalente a 2 veces el PBI anual de 180 países en vías de desarrollo. " |
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