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General: El chavismo es amor por Venezuela y el mundo
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Da: Ruben1919  (Messaggio originale) Inviato: 07/05/2013 12:23
El chavismo es amor por Venezuela y el mundo PDF Imprimir E-Mail

07 de mayo de 2013, 01:04Por Yurién Portelles *

La Habana (PL) Edgardo Ramírez es uno de los cientos de miles de hombres que en el mundo han llorado en público y sin rubor al presidente Hugo Chávez.

Él también nació en Barinas y desde 2011 es el embajador de Venezuela en Cuba, por encargo de su Comandante.

En una tarde de abril, simbólica, según dice, por conmemorarse el natalicio del líder de la revolución de octubre en Rusia, Vladimir Ilich Lenin, acepta conversar con Prensa Latina en su despacho de La Habana sobre su vida y la lucha de su pueblo frente a las nuevas circunstancias.

Con su guayabera roja, que delata su sentido de pertenencia a la marea chavista, se dispone a dialogar, rodeado de símbolos de su Patria y muy cercano a un televisor donde mira y escucha insistentemente las últimas noticias de Venezuela.

Prensa Latina (PL): ¿Cómo se sumó a la lucha bolivariana y cuándo se supo un hombre de Chávez?

Edgardo Ramírez (ER): Tenía 20 años, era universitario y militante de la Juventud Comunista. Me encontré con Simón Bolívar y con Fidel Castro a través de los libros a esa edad, y seguidamente con el Che Guevara.

Eran tiempos complejos en la década de los 80. Durante mis estudios de la secundaria estaba dedicado completamente al fútbol porque quería ser un jugador profesional.

Cuando ingreso a la universidad Ezequiel Zamora, una universidad de los llanos, soy captado por la Juventud Comunista y comienzo a estudiar de forma sistemática el pensamiento de Simón Bolívar.

Es decir, formé parte de una generación que dentro de la juventud comunista estudiamos en profundidad el pensamiento del Libertador.

Para nosotros era ver cómo construir una revolución bolivariana desde nuestras raíces y con nuestra identidad con todo ese pensamiento antiimperialista y antiesclavista y revolucionario de unir a la América en una nación de repúblicas para que fuera el equilibrio del mundo frente al imperio naciente del norte y las monarquías.

Empezamos a entender que ese concepto tenía una definición política: antiimperialista, y también me encontré con un libro del cubano Francisco Pi Vidal, "Bolívar, precursor del antiimperialismo" y me conseguí un libro de Pedro Ortega Díaz sobre el Congreso Anfictiónico de Panamá.

Eran tiempos difíciles para ser estudiante o dirigente del movimiento estudiantil porque significaba ser terrorista, violento, ya que había una matriz mediática de que todos los que estábamos vinculados a los movimientos revolucionarios no éramos ejemplo para la sociedad.

Siendo dirigente estudiantil acudo a un evento a la academia militar, a un acto como representante de todos los estudiantes de Venezuela ante el Consejo Nacional de Universidades, donde me encuentro con un amigo que resultó ser el entonces teniente Pedro Carreño, ahora diputado, quien me invitó a conversar sobre el Movimiento Bolivariano-200, que se gestaba al interior de las Fuerzas Armadas.

Aquello me generó contradicciones porque yo le conocía como deportista en Barinas, pero nunca como político y me quedé pensando en cómo era posible un movimiento con las ideas de Bolívar en el buen sentido, o sea para rescatar la patria, unir a todos los venezolanos.

Sólo lo escuchaba con detenimiento porque yo venía de pasar un juicio militar por el 27 y 28 de febrero de 1989, en que unos 90 dirigentes del país fuimos llevamos a juicio, incluido mi hermano Gerardo, implicados en el Caracazo de Barinas.

En una cuarta conversación con Carreño, le pregunto quién era el líder del movimiento y lanza un nombre: el Comandante Chávez, y ahí fue la primera vez que escuché hablar de él, porque tampoco asociaba que era el hermano de Adán Chávez, profesor de la Universidad en Barinas, donde yo estudiaba.

Pero sabíamos que el gobierno estaba avisado ya de lo que se venía porque en enero de 1992 fuimos convocados los estudiantes al Palacio de Miraflores, desde donde el entonces presidente Carlos Andrés Pérez nos dijo que pidiéramos lo que quisiéramos, pero con una condición: que lo dejaran gobernar y que el único camino era el del paquete neoliberal.

Luego vi en la televisión a Chávez con aquella frase para siempre del "Por ahora" y ya cuando saludo al Comandante por primera vez, que me presento ante él cuando salió de la cárcel en una conferencia en la Universidad Central de Venezuela, me dijo: ya sé, tú eres el amigo de Carreño y de Adán.

Después hicimos lo que una mayoría: seguirlo, apoyarlo y ahora continuar esta lucha que llevaremos hasta el final de nuestra vida, porque su legado es el mismo de Bolívar.

PL: ¿Qué lectura debemos hacer de los recientes resultados electorales, por aquello del papel del individuo en la historia?

ER: Quienes nos formamos en la juventud comunista leímos el libro el Estado y la Revolución, de Lenin, donde dice que una revolución verdadera genera su contrarrevolución.

Y Chávez hizo una revolución verdadera, que generó el golpe de Estado de abril de 2002 y una vez derrotado por el pueblo, nuevamente se generó el sabotaje petrolero, y la revolución socialista ha tenido en 14 años permanentemente una contrarrevolución.

Si no fuera verdadera, no tuviese contrarrevolución. Ahora Nicolás Maduro es el primer presidente chavista, el responsable de consolidar su legado y, por supuesto, su gobierno no estará exento de la contradicción del imperio.

Cuba sabe mejor que otro país de esa realidad, porque con 54 años de revolución ha tenido que enfrentar el bloqueo, desestabilización e intentos de magnicidio.

¿Qué te quiero decir?: ahora Maduro arranca con el período 2013-2019 y como es el continuador, sin duda alguna va a tener una oposición financiada y respaldada por el imperio.

Esa será nuestra batalla y fue la misma de Bolívar, que después de derrotar a España, le tocaba hacerlo al imperio naciente de Estados Unidos. Es una lucha permanente de Bolívar contra Monroe, como nos decía nuestro Comandante.

El compañero Maduro tiene grandes capacidades, juventud y una experiencia acumulada al lado del comandante supremo Hugo Chávez, a quien acompañó durante 21 años.

El sabrá con éxito asumir la gran convocatoria a la unidad de los revolucionarios para atender la patria socialista y soberana.

PL: ¿Cuáles serían los desafíos de los venezolanos ante la ausencia física del líder de la Revolución Bolivariana?

ER: Lo más complejo es que todavía una parte significativa de nuestro pueblo está de luto. Todavía se carga el dolor y yo creo que vamos a cargar este dolor en la vida, es la pérdida de un hombre único, de un libertador, es el continuador de Bolívar.

Sin dudas, Maduro supo sortear los obstáculos de una campaña electoral y campaña mediática, de mentiras y odio, donde hubo mucho dinero contra él, su familia, contra la familia de Chávez.

Creo que el hecho de haber sido (Maduro) el gran convocante de la unidad nacional y haber afirmado su coherencia y compromiso con el pensamiento de Chávez lo llevaron al triunfo.

Además una cosa es cierta: (Henrique) Capriles estuvo dos años haciendo campaña y Maduro tuvo 10 días, ellos tienen más de 100 radios, más de 50 televisoras y más de 100 periódicos diciendo mentiras sin parar.

Creo que fue un gran resultado, un gran triunfo de la patria, de la unidad nacional y ahora le corresponde a Maduro con acierto, vigor y convicción fortalecer la Revolución de Chávez.

PL: El camino se vislumbra espinoso con una sociedad altamente politizada, dividida casi a partes iguales entre seguidores y opositores al gobierno, según el escrutinio. ¿Cuál debería ser la estrategia del nuevo gobierno?

ER: Estoy convencido de que lo que el presidente ha establecido como estrategia, es el legado de Chávez. Tenemos la Constitución y el Plan de la Patria de 2013 a 2019 y ahí están los cinco objetivos históricos para mantener, consolidar y expandir el legado de Bolívar de la independencia.

El objetivo es que Venezuela se convierta en una potencia social y económica, una potencia del Sur, un país socialista con identidad bolivariana, donde exista protección de la especie humana y la defensa de la madre tierra.

Ahora se ha sumado el nombramiento de un equipo de ministros y ministras jóvenes, entre ellos varias mujeres, y con experiencia, forjados en la misma revolución, para consolidar la unidad nacional, mantener los procesos de unión, con un proyecto para la paz del mundo y sobre todo para satisfacer las grandes necesidades de la población venezolana.

A los seguidores de Capriles les continuaremos demostrando que el camino es el socialismo de Chávez, porque es el camino de la paz y la unidad, educación gratuita para los jóvenes, las misiones para la vivienda, la seguridad y la soberanía alimentaria del pueblo, porque es una gran misión de amor por la vida y por la paz, y a ello estamos abocados los chavistas.

PL: ¿Cómo usted definiría el chavismo?

ER: El chavismo es un sentimiento, es la expresión más alta de ser revolucionario, es defender las ideas más nobles de la sociedad, garantizar el derecho a la salud, la educación, la cultura y el deporte.

Hoy podemos levantarnos nuestra piel y creo que sale Chávez porque él está sembrado en el corazón de las mujeres, en la sonrisa de los niños, en un pescador, en los jóvenes que juegan pelota, en las nuevas generaciones, en los campesinos que producen alimentos, en ese país que crece y se industrializa.

Chávez está en la lucha diaria por la paz, él es una canción, y nos demostró que un presidente puede ser un ser humano excepcional, porque él le cantó a la vida, al amor, a la naturaleza, y se aferró a la fuerza del cantor de la Patria Alí Primera.

Nosotros nunca podremos desligar a Chávez de Bolívar, ni de Fidel (Castro). En ellos está la unidad de América y nuestra fuerza, es la espiritualidad hecha revolución pero también la paz del presente y la felicidad de Venezuela.

Chávez es un sentimiento de amor para Venezuela y para los pueblos del mundo.

*Periodista de la redacción Nacional de Prensa Latina.

arb/wmr/yp


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