El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro,
rechazó este viernes la posición adoptada por la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) con respecto a la arremetida
violenta de grupos antichavistas sucedida en el país el pasado 15 de
abril y consideró que el organismo siempre arremete en contra de la
democracia y el pueblo venezolano.
El mandatario escribió en Twitter que ''la cuestionada y
desprestigiada CIDH vuelve a arremeter contra la democracia y el pueblo
venezolano''.
Añadió que ''una vez más la rechazamos y repudiamos'' la injerencia de esta Comisión en asuntos del país.
Este viernes la CIDH emitió un comunicado en el que insta al Estado
venezolano a adoptar "de manera urgente" todas las medidas que sean
necesarias a fin de "garantizar los derechos a la vida y a la integridad
personal", así como los derechos políticos, el derecho de reunión y los
derechos a la libertad de asociación y libertad de expresión.
La Comisión lamentó que varias parlamentarios resultaran heridos por
las agresiones del 30 de abril en la sede de la Asamblea Nacional de
Venezuela.
Ante esta postura el embajador de Venezuela ante la OEA, Roy
Chaderton Matos, emitió un comunicado en el que expresó que era
"deplorable, lastimosa e insólita" la postura de la Comisión con
respecto a los hechos del 15 de abril.
''La CIDH, en su aparentemente prolija declaración, minimiza la
muerte de 11 venezolanos, niños, varones y mujeres, partidarios del
candidato triunfador Nicolás Maduro, arrollados, baleados o linchados
por las turbas enardecidas que se lanzaron sobre las calles para
desahogar la iracundia contagiada por el candidato vencido a pesar del
apoyo ventajista que recibió de la dictadura imperial, de la dictadura
mediática y de la ultra derecha venezolana, latinoamericana y europea",
reza el oficio.
Luego que el Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano emitiera los
resultados en las pasadas elecciones del 14 de abril y nombrara como
ganador a Nicolás Maduro, el perdedor Henrique Capriles Radonski llamó a
grupos de derecha a actos desestabilizadores en el país, en los que
resultaron 10 personas muertas y 77 heridas.