TONI CANO / México
El exdictador Ríos Montt, en la sala donde se ha seguido el juicio en el que ha sido condenado por genocidio y crímenes contra la humanidad. JORGE DAN LOPEZ | REUTERS
El Juzgado A de Mayor Riesgo de la Corte Suprema de Guatemala, encabezado por la juez Jazmín Barrios, ha declarado este viernes (madrugada del sábado en España) al exgeneral Efraín Ríos Montt culpable de genocidio y crímenes contra la humanidad.
El dictador gobernó durante 16 meses, hace 31 años, el país centroamericano de los mayas con una política de "tierra arrasada" para impedir que medrara la guerrilla.
El exgeneral, de 86 años, ha sido condenado a un total de 80 años de cárcel --50 por un delito y 30 por otro-- como autor intelectual del asesinato de 1.771 indígenas ixiles, así como por la violación de sus mujeres, en una docena de matanzas cometidas por sus tropas. La fiscalía pedía 75 años.
Además del caso juzgado, el corto mandato del militar mesiánico y pastor evangélico fundamentalista dejó 10.000 muertos y 450 aldeas borradas del mapa, en medio de una guerra civil que, entre 1960 y 1996, dejó unos 240.000 muertos.
"Me declaro inocente: nunca he tenido el propósito de destruir a ninguna etnia", dijo en su alegato un lúcido y aún fuerte Ríos Montt. El exgeneral destacó que tuvo que tomar el rumbo de Guatemala, en un golpe de Estado, cuando "ya estaba en el fracaso, con la guerrilla prácticamente en las puertas del palacio". Pero afirmó que solo se "ocupaba de cosas importantes", echó la culpa a los oficiales del Ejército e insistió: "Yo de ninguna manera puedo aceptar los delitos que me endilgan".
La defensa recurrirá la sentencia. A lo largo del histórico juicio, iniciado el 19 de marzo, un total de 98 testigos supervivientes de las matanzas de los militares --en las que un 40% de los asesinados fueron niños menores de 12 años-- desgranaron recuerdos desgarradores: "Me mataron a mis tres hijos. A una embarazada [los soldados] le sacaron el bebé y lo estrellaron contra un palo. Quemaron a mi hijo: era un bebé de 30 días. Me violaron junto a mi hija de 12 años; yo tenía seis meses de embarazo".
La sentencia ha confirmado que "el Ejército perpetró el exterminio de la etnia ixil".
Impertérrito ante tales denuncias, Ríos Montt denunció en cambio al final del juicio: "Me han acorralado". Sus abogados llegaron a paralizar la audiencia, mientras el actual presidente guatemalteco, Otto Pérez, que fue capitán a las órdenes del dictador precisamente en la región ixil, descalificaba también como mentira la acusación de genocidio.
Pero el propio presidente se pronunció para que el juicio avanzara, tras la reunión de hace una semana en Costa Rica con el presidente de EEUU, Barack Obama.