La incógnita que se abre —señala— es si la ausencia de Videla influirá de alguna manera en la docena de juicios que se realizan por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura que encabezó.
En particular, si se romperá en algunos de los sentidos posibles el pacto de silencio de los represores, que Jorge Auat, el responsable coordinador de esos procesos, calificó de compromiso estructural del aparato terrorista y no individual.
Página 12 hace referencia, según PL, a cómo podría influir la muerte de Videla en el juicio por las desapariciones, ejecuciones y asesinatos en la Escuela de Mecánica de la Armada. También en la causa por el plan sistemático de apropiación de bebés, con Videla a la cabeza de los imputados.
Además, el represor era el principal acusado en el juicio por los atropellos y crímenes de lesa humanidad bajo el siniestro Plan Cóndor, una confabulación entre dictaduras de la región, en coordinación con la CIA, para acallar voces populares.