29 de mayo de 2013, 01:05Moscú, 29 may (PL) El equipamiento de todos los bombarderos tácticos Su-24 de la Región Militar Central de Rusia con subsistemas de cómputo especializados Guefest (SVP-24) les aportan mayores posibilidades de puntería, navegación y control, aseguró hoy una fuente militar.
Portavoz de esta demarcación castrense, el coronel Yaroslav Roschupkin resaltó las ventajas combativas añadidas con la incorporación de los nuevos dispositivos a los llamados "tanques volantes" por su blindaje y dotación artillera de alta precisión.
Los SVP-24 multiplican las posibilidades de la tripulación para detectar, seguir y atacar blancos en condiciones meteorológicas de baja visibilidad e incluso adversas, añadió el oficial.
Roschupkin reveló que en diversas pruebas los Guefest triplicaron la exactitud al apuntar los objetivos y en el lanzamiento de las bombas.
Anticipó que en junio próximo se realizará otro ensayo de esos dispositivos durante ejercicios conjuntos de las Tropas de Defensa Espacial y el Ejército del Aire.
Ese mando en la Región Militar Central informó hace algún tiempo que todas las unidades Su-24 dislocadas en la base de Shagol, en Cheliabinsk, territorio de los Urales, dispondrán de nuevos medios de puntería en el año corriente.
Como parte del rearme de las tropas rusas, el Kremlin programó que hacia 2020 su Fuerza Aérea reciba más de 90 aviones de este tipo.
Diseñado en los años 80 por ingenieros soviéticos, la fabricación en serie del Su-24 comenzó solo después de 2006 y de inmediato llamó la atención como avión universal de la generación 4+ por reunir cualidades técnicas difíciles de armonizar.
Cumple normativas modernas de alta velocidad y maniobrabilidad, y al mismo tiempo posee un potencial de carga combativa y autonomía de vuelo sobresalientes.
Tripulado por dos personas, estos ingenios poseen un blindaje de 17 milímetros de espesor y con todo su arsenal pesan 45,1 toneladas, las mismas que un blindado T-90S, de ahí el sobrenombre de "tanque volante".
Su carga combativa máxima es de ocho toneladas, pese a lo cual logra una altura de hasta 15 kilómetros, una autonomía en el aire de hasta cuatro mil y una velocidad máxima de mil 900 kilómetros por hora.
Con ordenadores modernos, receptores de navegación satelital y sistema cifrado de comunicaciones, esta fortaleza está diseñada para atacar objetivos aéreos, terrestres y marítimos, en solitario o en cooperación.
En el cumplimiento de esas misiones puede contrarrestar interferencia, condiciones de fuego y contramedidas informáticas del enemigo.
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